El azabache llegaba a la casa que compartía con su pareja.
Había comprado unos postres que a Eren le encantaban.
-Eren...-llamo.
-¡No!¡Jean!¡No hagas eso!-Escucho los gritos de su amado.
-¡Tu callate!¡Ya lo encontre!¡Y no me voy a detener!¡Hasta que sea mio!-escucho una voz que no conocía.
El azabache fruncio el ceño, dejo sus cosas y los postres sobre la mesa para ir donde provenía el ruido.
Abrió la puerta de su habitación y vio a su amado, abrazando a un alto de cabello bicolor.
-¡Levi!-El castaño lo miro.
-¿Que mierda... hacen...?-Sus manos se convirtieron en puños.
-¡Jean!¡Me siguió hasta la casa!¡Dijo que aquí hay un Pikachu!-Le tironeaba la ropa al joven caballo.
-¡Tengo que encontrarlo!¡Será mio a toda costa!-Empujaba al castaño-¡Sueltame bastardo!-
-¡Hijo de puta!-Levi quería golpearlo.
-¡No!¡Levi!-Eren se puso entre medio-¡Esta jugando Pokemon Go!¡Ese juego lo tiene viciado!-
-¡Lo encontre!-El de cabello bicolor tenia su celukar frente al azabache-¡Puto y enano Pikachu!¡Eres mio!-
Eso fue mucho para Levi, quien termino golpeando en la nariz a Jean.
No sabia de la existencia de ese juego virtual.