Ni lo pienses (Trilogía Nina...

De SofiDalesio

1.4M 142K 36.8K

¿Maldita de nacimiento? Listo. ¿Mejor amiga con un corazón roto por un imbécil? Doblemente chequeado. ¿Metid... Mais

Nota de autor
Prólogo: Hablemos de mí en 3era persona, así suena más trágico
Capítulo 1: Lo que hago por las respuestas del examen
Capítulo 2: Si la sopa dice huye. ¡Huyes!
Capítulo 3: Lilas y violeta, no tan alegre como crees
Capítulo 4: El imbécil, la bruja y el magister
Capítulo 5: ¿Por qué me pasa esto a mí?
Capítulo 6: La ilógica lógica del tiempo
Capítulo 7: El juego más delicado
Capítulo 8: Efecto dominó
Capítulo 9: La belleza del duelo
Capítulo 10: Los residuos del tiempo
Capítulo 11: Este (no) es mi día
Capítulo 13: Maldita noche
Capítulo 14: "seguro", sí, como si tuviera tanta suerte...
Capítulo 15: ¡Lokabrenna, sirve de algo!
Capítulo 16: La anormal normalidad de los cambiaformas
Capítulo 17: Si debo jugar también...
Capítulo 18: ¿Cuántas veces debo repetirlo?
Capítulo 19: The Thief, dulce Thief
Capítulo 20: Mordida, mordida, mordida...
Capítulo 21: ¡Aprende a reinar el infierno!
Capítulo 22: Razones para no morir
Capítulo 23: Cambio de prioridades
Capítulo 24: El nido de locos
Capítulo 25: No qué sino cuándo
Capítulo 26: Ninception
Capítulo 27: ¡Perderé el juicio a este paso!
Capítulo 28: Y ahora en primera persona
Capítulo 29: Gestos expresan más que palabras
Capítulo 30: Y así es cómo todo sucedió
Capítulo 31: traducción/interpretación
Capítulo 32: ¡Dime qué hacer!
Capítulo 33: Farvel, min far
Epílogo: Todos mis mañanas por un ayer
Nota final
Anexo: Idiomas
Continuación (Disponible en mi perfil)
¡Nueva portada!

Capítulo 12: Si no hay para ambos

34.8K 3.7K 536
De SofiDalesio

Recuento hasta el momento: Estaba experimentando lo que se sentía que te perforaran el cráneo a través del ojo con un taladro con broca de plata mientras la marca en mi brazo no dejaba de gritarme que saliera de allí. Esto no era bueno. Maldita sea, esto no era nada bueno. Al diablo con el dolor, no podía ser asesinada de un modo tan patético. Me negaba a morir sin que fuera de un modo memorable. ¡Todavía no había tenido una buena noche de descontrol en Ámsterdam! ¡Y aún tenía que matar a James por lo que le había hecho a Holland!

Tantee a ciegas el escritorio hasta dar con un lápiz. Si Loki había causado este gran desastre inicial con un jodido muérdago y un Dios supuestamente imposible de matar yo podía arreglármelas con madera y grafito. Por supuesto, el hecho que viera solo escarlata con un ojo no ayudaba mucho pero me negaba a morir en una escuela. No me importaba el dolor o la ceguera parcial más de lo que me importaba mi propia supervivencia. ¿Cuáles eran mis opciones? ¿No se suponía que este era el maldito lugar más seguro que existía?

El dolor tan solo se intensificó. Bien, la diva no quería ser ignorada. Me giré y mordí el hombro de Robin no confiando en mí misma para no gritar. Él se tensó pero no dijo nada al respecto, simplemente se limitó a sostener el pañuelo debajo de mi ojo para evitar que la sangre se derramara mientras sentía su otra mano descansar en mi espalda. Bien, esto era demasiado para mi orgullo. Estaba acostumbrada a que Holland fuera quien me viera así, pero estábamos hablando de la chica cuyo cabello había sostenido cuando había descubierto que aún siendo bruja no podía tolerar más de cierta cantidad de alcohol. ¿Pero esto?

Las lágrimas ardían en mis ojos lo cual no ayudaba a mi ya lamentable media visión. ¡Maldito fuera el causante! Iban cuatro muertes, y sabía exactamente cómo había sido cada una y cuánto había sufrido la victima por la agónica tortura antes de perecer. Cualquier idiota que se atreviera a decirme que la venganza nunca era una solución claramente jamás había experimentado un dolor similar, o sabía lo que se sentía que miembros de tu pueblo, personas que inocente e ingenuamente te apreciaban por tu nombre al creer que una inexistente corona valía algo, fueran asesinadas para causarte dolor sin merecerlo realmente. Mataría al responsable. Lo encontraría y me aseguraría que sufriera cada maldita tortura que hubiera utilizado y lo haría suplicar por su vida hasta que me hartara de su miseria lo cual tomaría un buen rato.

El ardor en mi brazo aumentó hasta que lo sentí como metal enrojecido contra mi piel. Esto no podía estar pasándome a mí... Abrí los ojos solo para ver una oscura mancha negra y plateada en el umbral de la puerta. Mi reacción fue instantánea. Aún cuando mi instinto más básico y primitivo de supervivencia, el cual afortunadamente estaba bien y me había mantenido entera desde que tenía memoria, insistía en correr tan lejos y rápido como pudiera para salvar mi vida; empujé a Robin a un lado y levanté el afilado lápiz con todo mi orgullo intacto a pesar de mi patético intento de pretensión de espada. ¿En serio? ¿Un lápiz? ¡Dónde estaba mi maldita espada cuando más la deseaba! Lo último que necesitaba era que el maldito brujo fuera asesinado por estar cerca de mí en un momento inadecuado, cualquier cosa antes que causarle problemas a mi pueblo con los brujos porque el estúpido joven había sido un daño colateral en mi caótica y condenada existencia.

Por supuesto, cuando me fijé de nuevo, no había nada allí. ¿Acaso estaba loca? ¿Finalmente años de este estilo de vida se habían llevado mi supuesta cordura también? ¡Mis problemas psicológicos eran más probables de actitud, no de imaginar cosas! ¿El dolor junto con la parcial ceguera me había hecho ver lo que no había? ¡Yo había sentido el ardor en mi brazo! ¡Me negaba a creer que no había sido cierto! ¡El maldito bastardo estaba jugando ahora con mi mente! ¿Acaso tenía que enseñarle las malditas reglas del acoso y el asesinato? ¡Era de mala educación darme una falsa alarma de este modo! ¡Nosotros teníamos historia! ¿Cómo se atrevía a faltarme el respeto de este modo? ¡Yo era Nina Loksonn y mi futuro asesino no me ignoraría!

Mi respiración se cortó junto con el dolor en mi cráneo. Por un instante de puro silencio tan solo escuché las gotas de sangre caer al suelo junto con el repiqueteo del lápiz cuando lo solté. Me abracé a mí misma ante el repentino frío que sentí y me apoyé contra el escritorio. Cuatro muertes en menos de una semana, cada una peor que la anterior. Este era todo un nuevo record. Alguien definitivamente se había obsesionado con la meta de reescribir mi top de muertes más dolorosas. Cerré los ojos. Dos parejas, dos conocidos de cuatro. ¿Por qué demonios los cambiaformas tenían que morir de a dos? Rasqué inconscientemente la marca en mi brazo, la maldita cosa no había dejado de picar desde que había puesto un pie aquí.

—Nina... —dijo Robin al ver como la sangre seguía deslizándose por una perfecta línea escarlata desde mi ojo y levanté un dedo para callarlo.

—Me vuelves a poner una mano encima y te daré tal golpe que lo recordarás hasta el final de tu atemporal vida. Estoy bien. He sobrevivido a cenas hechas por tu madre, he sobrevivido a exámenes de álgebra y he sobrevivido a intentos de asesinatos; esto no es nada.

Le arrebaté el pañuelo de su mano sin dignarme a mirarlo y me ocupé de limpiar la sangre en mi rostro. ¿Por qué demonios la tela no se manchaba? ¡Odiaba la maldita magia y la falta de lógica de los brujos! Regla n° 65: Los pañuelos de Robin nunca se manchaban al limpiar mi sangre. ¿En serio? ¿Tantos años habían pasado desde esa primera noche y la situación seguía siendo la misma? Bien, él definitivamente ya no era el niño torpe y que se sonrojara fácilmente porque yo no usaba guantes sino que era un joven bastante agradable a la vista, demasiado agradable a la vista. Toda esa tontería sobre que el poder estaba ligado a la apariencia... Quizás comenzara a creerle al magister cuando decía que no existía brujo más poderoso que un guardián del tiempo.

Aún así seguía resultándome demasiado extraño. ¿Cómo los brujos nacían simplemente así? ¿Cómo podían nacer sin ninguna imperfección en la piel? Magia, no había otra explicación. Prefería no pensar en como lucía mi verdadera piel, casi sentía ganas de reír maniáticamente de solo compararlo. ¿Él creía que solo sentía el dolor de Loki en mis sueños? Cargaba sus cicatrices también, como cualquier maldita cosa que el Dios me había heredado. ¡Gracias por arruinar mi existencia miles de años antes!

—¿Qué se suponía que hacías fuera ayer? ¿Me sigues acosando? —pregunté mirándolo de soslayo.

—James me mencionó el asunto por la tarde, cuando le pregunté a qué se refería y me dijo que le había pedido que hiciera una poción para ayudarte a recuperarte luego de un fuerte incidente tan solo fue cuestión de preguntarle aproximadamente la hora y restarle unos minutos para encontrar el momento exacto —respondió él—. Tiene un talento natural para preparar pociones. Espero que no te haya causado muchos problemas durante estos años con eso, a mí solía engañarme y decirme que era jugo para que bebiera cualquier tipo de cosas.

—Cómo si fuera a aceptar una bebida de parte de un brujo. Nací sabiendo que gente querría asesinarme. ¿No crees que una de las primeras cosas que me enseñaron es a no beber nada que me entregue un extraño? Además, no necesitaba ser un genio para saber que no era bienvenida en esa casa.

—De hecho James es así con cualquiera. Es un caso perdido de niño malcriado toda su vida.

—¿Y qué se supone que hace ahora? ¿Vive de sus fiestas y las chicas de las cuales se aprovecha? —pregunté sin ocultar el desprecio en mi voz.

—No. Tiene sesiones con mi padre cada tarde a las seis, lo está entrenando para ser le próximo magister.

No pude resistirme. Eché la cabeza hacia atrás y reí. ¿James? ¿Estábamos hablando del mismo James que no se había dignado a responderle una sola llamada a Holland luego de habérsela tirado? No me sorprendía entonces que el magister estuviera tan desesperado en consolidar una asociación conmigo, él sabía que jamás aceptaría algo con su primogénito. Al menos no tendría que esforzarse mucho por conseguir los votos, todas las brujas lo apoyarían por su simple apariencia y porque James debía de haber estado con todas ellas. ¿Y el magister pretendía darle el poder a ese maldito?

—Por supuesto. ¿Cómo no lo imaginé? Aún en la democracia que pretenden tener son demasiado orgullosos como para soltar el poder sin más. ¿Y luego se atreven a cuestionar una monarquía?

—Excepto que la comunidad se muestre en desacuerdo y pida elecciones el cargo de magister es de por vida, y mi padre lleva unos buenos siglos de mandato sin crítica. ¿Tan extraño te resulta que quiera preparar a un sucesor para bien de la comunidad?

—Personalmente, no habría escogido a James.

—¿Entonces a quién?

Lo miré sabiendo que la política interna de los brujos no me incumbía en ninguna medida. Pero, realmente, entre el sujeto extremadamente odioso que se había aprovechado de mi mejor amiga y el sujeto que se había tomado la molestia de averiguar cómo mostrar correctamente su respeto por la muerte de una cambiaformas la elección no era muy difícil para mí.  Era una lástima que hubiera renunciado a todo, lo hubiera preferido a él como futuro magister aún cuando tenía asumido que no viviría lo suficiente para ver eso. Maldita sea, tendría suerte si sobrevivía hasta fin de mes a este ritmo.

Me fijé en el reloj colgando de su chaleco, apenas pude contener mi mueca al saber que cada reloj debía marcar una hora distinta y no comprender cómo él lograba distinguirlos. Cosas de guardián del tiempo. Al menos no había hecho ningún compromiso de castidad... Lástima que fuera el hijo del magister. Si fuera cualquier otro brujo ya me hubiera quitado de encima la curiosidad pero enredarse con la política era algo que jamás haría.

—Cualquier otro es mejor que ese idiota —dije simplemente.

—Ah, mi hermano puede ser un idiota, pero es un idiota que sabe cómo evitar problemas cuando le conviene —respondió Robin y sonrió—. Y eso es lo que buscas en un político, alguien que evite los problemas.

—¿Eso es todo lo que vale un líder para ustedes? ¿Evitar los problemas? No me sorprende entonces que sean tan egoístas.

—Sabes, a nuestros ojos tu pueblo es demasiado efusivo. No piensan antes de actuar.

—Y ustedes piensan demasiado.

—Sería aburrido si no hubiera diferencias entre nosotros —dijo Robin y lo miré—. No hay nada más tedioso que la monotonía. ¿Quién se supone que me entretenga toda la eternidad?

—Oh no, ni lo pienses. No tengo idea de lo que tengas en mente pero no cuentes conmigo en ello —respondí enseguida—. Se lo dije a tu padre ayer, te lo repito a ti ahora. No existe un nosotros. Sí, fuiste bueno conmigo una noche cuando éramos niños, y yo ayer te dejé dormir unos minutos más antes de echarte finalmente, pero no creas que por eso tenemos una historia.

—Vivirás eternamente, yo soy atemporal, necesito a alguien a quien molestar lo que dure mi tiempo.

—Si lo que quieres es eso entonces búscate a otro cambiaformas, no me interesa —dije y suspiré al sentir su mirada todavía en mí—. ¿Sabes cuánta esperanza de vida tengo realmente? Soy una Loksonn, me despierto cada día sin saber si llegaré al final. Cada mañana me tengo que sacar de una patada de la cama diciéndome que hoy no dejaré que me maten. Créeme, tu padre tiene más esperanza de vida que yo.

—Puedes estarte tranquila, sobrevivirás a este día —dijo Robin y sonrió cuando finalmente lo miré—. Guardián del tiempo. Conozco un spoiler o dos del mañana, y tú estás viva.

—Sabes, puedo no tener idea sobre lógica temporal o lo que sea en lo que estés metido, pero he visto suficientes películas como para comprender que el destino está escrito y cuando alguien te dice lo que sucederá en el futuro es lo mismo que provocarlo conscientemente. Así que, sean cuales sean tus predicciones sobre mí, no quiero escucharlas.

—Ahí es donde todos se equivocan. Sí, el futuro puede estar escrito, pero no de un modo claro o específico. En ningún lugar dice que no puedes reescribirle encima unas pocas letras, cambiar la puntuación de lugar, es increíble como una coma puede cambiar todo el sentido.

—¿Ahora eres profesor de letras?

—Si no supiera hablar y escribir con propiedad podría ya haber causado un desastre. No debe existir nada que requiera mayor cuidado que manipular el tiempo. ¿Crees que sigo todas estas reglas porque quiero? Porque, realmente, no me gusta el estado de mi cabello al final del día —dijo él y levantó un pedazo de su capa para examinarla—. Y esta cosa se engancha muy fácilmente, no sé cuántos picaportes casi me ahorcan por consecuencia. ¡Y mejor no comenzar a hablar de los relojes!

—¿Entonces para qué demonios vas por allí luciendo como la parca?

—¿Lo hago? ¿Sabes de alguna oferta de guadañas cerca? ¡Y necesitaré un caballo! Aunque tal vez primero debería aprender a montar... No es como si no tuviera tiempo para eso.

Robin rió fuertemente, y el brillo maníaco en sus ojos me recordó que si sus saltos temporales me tenían confundida a mí y al magister era mejor no imaginar cómo lo tendrían a él. Oh, el pobre brujo debió haber perdido la cordura hacía bastante. ¿Que su propio padre lo hubiera echado de su casa sin motivo aparente no era causa suficiente? Bien, agregaría la estabilidad mental de Robin a la lista de cosas que había arruinado en mi vida para sobrevivir, justo junto a la vida de otros y la seguridad de Harvard.

—¿Son todos los guardianes del tiempo así? —pregunté.

—Ah, nunca has visto una reunión de la logia.

—¿Qué tienen? ¿Convenciones de capas? ¿Competencias sobre cuál es el reloj más bello?

—¿Sabes lo que cuesta mantener esta cosa en buen estado si debo ir arrastrándola por todas partes? —dijo él mirando a su capa como si la estuviera regañando.

—Sigo sin entender el punto. ¿Acaso es una moda atemporal? ¡Sí, luzcamos todos como una secta diabólica y perversa!

—Es para ocultar mi identidad. Tú misma lo acabas de decir hace unos segundos. Es para que nadie me reconozca si intervine en el pasado, y me obligue a hacerlo al decirme. Consecuencias de vivir de un modo no lineal. Si me dices que hice algo, que yo todavía no he hecho, me obligas a hacerlo. Además, cuando debes actuar como si fueras una persona normal, es mejor cuando no saben que controlas el tiempo. Es mucho más complejo y extenso de explicar que eso pero...

—Solo detente ahí. Acabo de sentir un asesinato por taladro de plata, no quiero pensar.

—¿Tan seguido mueren cambiaformas? —preguntó él y sonreí por mi mala suerte.

—No, es solo el maldito sistema del compañero.

—Que es...

—Tu compañero de toda la vida —respondí y Robin parpadeó con sorpresa.

—No es por nada pero me cuesta imaginar eso de un cambiaformas por cómo son según tengo entendido.

—Y ahí es donde todos se equivocan. Nunca entenderé el modo en que ustedes tienen de pronunciar la palabra promiscuo como si fuera un insulto. Nos gusta divertirnos, del modo que sea, y es por eso que si estamos interesados diremos que sí siempre sin importar nada más. ¿Pero amor? Oh, eso es una veta profunda entre nosotros. Cuando un cambiaformas se enamora, realmente lo hace, es para toda la eternidad. Y si su pareja muere... Bueno, supongo que ahora sabes por qué las muertes vienen de a dos para mí. Ningún cambiaformas sería capaz de dejar a su sigr vina atrás, si uno muere el otro simplemente ya no quiere seguir.

Por unos segundos él me miró como si no terminara de comprender lo que acababa de escuchar. Sonreí con burla sin poder evitarlo, tan insensibles como los demás seres debían tenernos lo cierto era que no queríamos vivir si nuestro compañero no lo hacía. Holland me había mirado con una infantil ensoñación en sus ojos cuando se lo había explicado, chillando de emoción ante lo que ella llamaba almas gemelas, un término tan vago... Cuando le había pedido que me explicara a lo que se refería, sinceramente no lo había comprendido, porque no sabía cómo los brujos podían hablar de una sola alma gemela.

—¿Siempre mueren de a dos? —preguntó Robin finalmente.

—Si han encontrado a su sigr vina, sí.

—¿Y qué se supone que es eso?

—De nuevo, como cualquier palabra de nuestra antigua lengua, no hay traducción exacta. Te diría que es lo que tu gente entiende por alma gemela, pero no comprendo ese concepto y va más allá de eso. Significa amiga de la victoria, porque sin importar la situación, mientras estés con esa persona siempre será una victoria —respondí—. Es lo que Sigyn es para Loki. De ahí la palabra, sigr vina.

—Su esposa.

—¿Sabes cuántos años lleva Loki atado a esa piedra? Y todo ese tiempo Sigyn estuvo arrodillada a su lado, sosteniendo un cuenco para evitar que el veneno caiga en el rostro de Loki y lo hiera. Eventualmente debe vaciar el cuenco, y el ácido alcanza a Loki en el rostro, pero ella en ningún momento lo abandonó. Escogió quedarse allí, a su lado, lo que dure su castigo.

—Los cambiaformas son contradicciones andantes.

—Sí, supongo que puedes verlo así, pero en realidad son ustedes quienes nos guardan una mala imagen y no se toman la molestia de intentar comprendernos.

—Entonces solo a tu sig... lo que sea le muestras tu verdadera apariencia.

Sigr vina.

—¿Sabes que esas palabras me resultan impronunciables?

—No es tan difícil. Y sí, solo con nuestra sigr vina hacemos el sant.

—¿Cómo te sientes? —preguntó él.

—Sigo aquí. ¿No? —respondí y le lancé el pañuelo a su rostro—. Tendrán que intentarlo más duro si quieren acabar conmigo.

—¿No te cansas de ser siempre así?

—¿No te cansas de meterte en asuntos que no te incumben?

—Si tan solo supieras la mitad de lo que yo sé...

—Pero no lo sé, ni me interesa. Guardián del tiempo —dije señalándolo y luego me señalé a mí—, cambiaformas que no desea estar aquí. Ahora, realmente necesito un trago, y si te atreves a seguirme el resto del día será la última vez que se sabrá de ti.

Pasé a su lado sin darle una segunda mirada. ¿Cómo deshacerme del brujo de una vez por todas? ¡No pedía demasiado! Sí, era genial saber que no tenía que agregar su nombre a la lista de personas que habían muerto por mí, pero de todos modos estaba en la lista de cuyas vidas había arruinado. ¿Culpa? ¿Remordimiento? Nah, esas cosas no estaban hechas para mí. ¡Pero podrían haber intentado matarme minutos atrás y Robin hubiera estado en medio de la escena! ¿Y si se veía involucrado? Maldita sea, lo último que me faltaba era ser asesinada y dejarle como herencia a mi pueblo un gran conflicto con los brujos porque el hijo del magister también se la había cargado por andar cerca.

Tan pronto como estuve sola en los desiertos pasillos de la academia subí mi manga de un tirón para poder examinar la piel de mi brazo. Por supuesto, la endemoniada marca no estaba visible. ¿Desde cuándo esta cosa era defectuosa? Lo único que me faltaba era que comenzara a fallarme ahora cuando más la necesitaba. Y picaba como el infierno. ¿Acaso era alérgica a la magia ahora o qué? Al menos estaba libre de clases hasta que oficialmente hubiera un receso, y este terminara. No sabía dónde se habían metido veintiún niños cambiaformas pero sabía que era un caso perdido intentar encontrarlos, y no me pagaban para eso. ¡Ni siquiera me pagaban de hecho! En momentos así era fácil comprender por qué no servía para la economía...

El secretario del magister me miró como si no pudiera terminar de creerlo cuando crucé la antesala para irrumpir en la oficina. Ah, debía ser un nuevo empleado, si hubiera estado aquí en mis años de escuela le hubiera sorprendido que visitara al magister tan tarde. La puerta se abrió sin necesidad de forzarla y el magister levantó la vista de los documentos en su escritorio para mirarme. ¿Acaso este hombre nunca tenía reuniones políticas o las programaba teniendo en cuenta lo que implicaba tenerme cerca?

—No puedo hacer esto mucho más —dije.

—No hay nadie más para el puesto, Nina —dijo el brujo.

—Tres días, tres días llevo aquí y ya he sufrido dos muertes que nadie jamás debería conocer —dije dejándome caer sobre la silla delante de él—. ¡Tuve suerte de poder ocultarlas de los niños! No sé cuánto más pueda soportarlo, no me encuentro exactamente en una buena racha al contrario de mi asesino.

—¿Ha habido otra muerte?

—¿Alguna vez te preguntaste cuánto puedes tardar en matar a alguien por perforarle el cráneo desde el globo ocular? Afortunadamente es más rápido que cuando tienes un objeto de plata atascado en tu garganta.

—No tengo a nadie más para cubrir el puesto de momento. Estás segura aquí...

—¡No estoy segura en ningún lado! —exclamé y me incliné hacia adelante—. ¿Sabes lo que pasará si muero en territorio de brujos?

—¿Y tú sabes lo que pasará si mueres?

—Esas supersticiones no son mi problema. Búscate un reemplazo rápido, porque no duraré aquí mucho tiempo más.

—Todavía no he conseguido nada...

—¡Tu hijo es un relojero maníaco! El tiempo no es precisamente un problema teniéndolo a él cerca. No lo sé, dale el puesto a Bass hasta que encuentres a alguien, él bastará para cubrir lo básico que los estudiantes necesitan.

—¿Es esto por lo que viniste?

Suspiré. ¿Cómo comenzar a explicarle a un brujo lo que pasaba por la cabeza de un cambiaformas? Por empezar, ni siquiera yo sabía lo que pasaba exactamente por mi mente. Eche mi cabeza hacia atrás para clavar mi vista en el techo. Bass era feliz como instructor aquí, había cambiaformas escogiendo quedarse entre brujos y relacionándose con estos, había amigos y compañeros de trabajo y parejas que habían pasado la línea de serio. Y yo tenía mis días contados.

—Creo que aceptaré ese trago ahora —dije—. Pero que sea cerveza.

—¿Cerveza? —repitió el magister como si la palabra le resultara ajena.

Brujos. Estúpidamente pretenciosos y elegantes brujos. Conociéndolo el hombre no debía haber probado un licor que no viniera en una botella de cristal y costara miles. No dudaba del contenido de la bodega personal del magister, en mis últimos meses aquí cuando apenas comenzaba a rozar la estereotipada rebeldía adolescente había robado algunas de sus botellas para compartirlas con Bass o revenderlas por el campus. ¡Incluso le habíamos vendido a James alcohol que le habíamos robado a su propio padre!

Mantu þat, Óðinn, er vit í árdaga blendum blóði saman? Ölvi bergja lézktu eigi mundu, nema okkr væri báðum borit —dije sin desviar la mirada del techo y suspiré al sentir la mirada del magister en mí—. ¿Recuerdas Odín, los viejos tiempos cuando mezclamos nuestra sangre? Entonces prometiste que no te servirían cerveza si no había para ambos. Esa es la traducción. Son las palabras de Loki al hablar del trato que tenía con Odín. Coexistencia dijiste tú, Ellos lo intentaron y mira cómo terminó. Esa es mi condición, si tanto quieres que colabore cumplirás esas palabras. Estoy dispuesta a hablar contigo, si a cambio me aseguras que nunca te olvidarás de esas palabras.

—Solo me serviré cerveza si hay para ambos —repitió el magister.

Apenas me contuvo de reír. Lo dijo con tanta seriedad y autoridad como solo él era capaz, pero esas palabras sonaban ridículas en la boca de un brujo. El sujeto nunca en su vida debía de haber probado la cerveza.

—¿Tienes tu lista de reclamos? —preguntó él.

—No escrita pero tienes papel y estoy segura que puedes encantar un bolígrafo o algo para que escriba lo que te diré. Tenemos para rato aquí.

—A juzgar porque no estás en clase supongo que tenemos el tiempo suficiente.

*********************************************************************

Por favor no olvides dejar tu voto. Puedes encontrar más historias de todo tipo en mi perfil.

Continue lendo

Você também vai gostar

51.5K 4.4K 54
Rousmary Andrew cuya joven descubre el plan de Sarah Legan en matarla y matar a su hija y toma una decisión que le rompería el corazón pero estaría...
1.8M 243K 47
En un mundo oscuro, ella es un brillante faro... Portada hecha por: Austrova ♥️
2.3M 40.4K 30
Alice odie el amor. Logan odia el amor. Pero Logan necesita a Alice si quiere obtener lo que busca, y Alice a pesar de detestar al chico de ojos col...
326K 39K 38
[SPANISH] las inseguridades de Oikawa son tantas, sobre todo cuando se trata de su mejor amigo Iwaizumi. pero a pesar de todo, el lo necesita a su l...