Mi ex: Hermosa me contaron que estás acá, me alegra que hayas terminado con el idiota. Me gustaría que nos tomáramos algo.
+y a ti quien te dijo que habíamos terminado, es un rotundo no.
Mi ex: Estás muy guapa, no te hagas del rogar.
+No seas idiota.
Mi ex: Idiota él, que no te valora.
Me sorprendió de sobremanera ese mensaje ¿no me valora?, que le pasa. Estoy segura de que, si lo hace, porque cuando amas eso es lo que haces ¿no?
+!que te pasa! No digas cosas que no sabes. Me estás haciendo enfadar.
Mi ex: Tú parece que no aprendes, pensé que conmigo habías aprendido que en los hombres no se puede confiar.
+Vete a la mierda, porque tú seas un cretino no todo el mundo tiene que ser igual madura.
Mi ex: ¿Segura?
Lo dejé en visto no sabía que quería lograr con esos mensajes, pero no iba a caer en su juego. Apague mi celular para no caer en la tentación de preguntarle a qué se refería. Nuestra relación fue más una amistad, no nos queríamos estábamos apegados el uno al otro, le deje cuando todo el mundo incluyendo mi familia se enteró que me ponía el cuerno con una prima lejana pero prima finalmente, era una total y completa perra. No me dolió me lo esperaba la verdad, pero gracias a esa perra encontré un hombre que valía la pena.
ASADO...
Me desconecté totalmente del mundo porque hoy teníamos un asado con toda la familia en la finca, estaba muy ansiosa porque hace mucho no estaba con todos y ya me hacía falta. Pasamos toda la tarde comiendo, riendo, contando anécdotas de todos y bebiendo un poco, amaba estos planes me sentía tan bien tan libre. Después todos resultamos bailando y cantando rancheras, que digo cantando gritando canciones rancheras. alrededor de la media noche decidimos irnos a dormir todos estábamos ebrios y cansados.
Saqué el celular de mi chaqueta y recordé que lo tenía apagado lo había olvidado por completo. Lo prendí y tenía 6 mensajes, abrí la sección de mensajes para leerlos. Uno era de las 4 llamadas perdidas de mi novio y los otros si eran textos 4 de él y uno del idiota de mi ex.
Amor: Mi cielo entiendo que quieras disfrutar el tiempo con tú familia, pero acuérdate que tienes un novio y que él también te necesita contéstame o me enfadaré.
Amor: No sé si te quedaste sin pila porque de una se me va a buzón, pero te estoy odiando en este momento, te extraño.
Amor: Comí pizza mexicana sólo, porque mi novia decidió abandonarme y no responderme el móvil
Amor: Maldita sea te perdiste todo el maldito día, te puedes dignar a responderme cuando prendas el celular.
Pd: el celular sirve para llamar y para contestar mensajes.
Me reí como idiota leyendo esos mensajes, las mariposas se dispararon al mil estaba perdidamente enamorada y extrañaba a mi novio.
Yo: No seas intenso amor, me quedé sin pila y tú sabes que en la finca no hay cargadores, espero que la pizza te de diarrea a menos que me hayas guardado. Jajaja gracias por las instrucciones señor samsung te extraño mucho. Te mando muchos besos y abrazos.
Te amo, te amo, te amo, y te amo
Pd: te amo.
No sabía si abrir el mensaje de mi ex, mientras me debatía entre hacerlo o no, recibí un texto suyo y lo abrí inmediatamente
Amor: Deduzco que estás ebria porque tú no eres tan empalagosa, vete a dormir y deja agua en tu mesa de noche, mañana vas a amanecer de muerte lenta tomate una aspirina eso siempre funciona contigo.
Pd: te amo, aleluya contestaste esa panela que tienes como celular.
Amor se me olvidaba decirte que voy a salir con unos amigos a tomarnos 2 cervezas Mañana hablamos.
Yo: Cuando el gato no está los ratones hacen fiesta jajajajaj está bien, pásatelo bomba.
Fui a la cocina todo me daba vueltas maldito Bacardí, llené una jarra con agua y me fui a mi habitación me puse el pijama. Me acordé de él mensaje de mi ex y no me pude contener cogí mi móvil y abrí el mensaje.
Mi ex (el maldito): Tu silencio me da la respuesta, te quiero contar algo. Se que no terminamos bien pero no quiero verte sufrir, no lo mereces y lo sabes.
Cuando leí el mensaje sentí un vuelco en mi corazón, qué me quería decir, me empecé a asustar así que decidí que hablaría con él.
Yo: mañana a las 7pm en el bar de Juan hablamos.
Maldito: A esa hora, no me quedes mal que te conviene preciosa.
Todo el día había sido modo: pereza activado con mis papas y mi hermano, decidimos ver películas todo el día con buen café y palomitas, a las 5 decidí que era buena hora para arreglarme. Estaba muy nerviosa no por el hecho de verme con él si no por lo que me tenía que decir ¿qué será?, supongo que algo importante porque hacía 2 años y medio no nos dirigimos la palabra y de la nada llega a decirme que quiere hablar sobre algo de mi relación me confundió totalmente.
Caminé hasta el bar de Juan donde habíamos quedado de vernos me estaba rascando el cuello, eso solo lo hacía cuando estaba nerviosa. Cálmate no es nada del otro mundo me repetí todo el camino.
Él: veo que no has cambiado tu impuntualidad preciosa.
Volteo y me encuentro con él observándome de arriba abajo mientras le daba una calada a su cigarrillo para después apagarlo y acercarse a mí.
Yo: son las 7:05 no tengo la culpa que seas un puto cumplido.
Él: tú sabes que la puntualidad es mi fuerte. Entonces tienes curiosidad de lo que te tengo que contar o me equivoco.
Yo: pero claro, quien no va a tener curiosidad de lo que su ex tenga que contarle.-sarcasmo señores sarcasmo-
Él: tu sarcasmo siempre me ha encantado mi bonita -me susurro las 2 últimas palabras al oído-.
Yo: tu bonita, no seas iluso. Pensé que te encantaban las perras, pero es lindo saber que mi sarcasmo también te encanta- no pude evitar sonreír.
Él: pensé que ya lo habías superado, te parece si entramos no quiero que tu lindo trasero se enfríe. - su sonrisa juguetona apareció, que idiota.
No respondí nada no tenía ánimos de hacer este encuentro más incómodo de lo que ya era, me tomó de la mano no hice nada para impedirlo a pesar de todo era una buena persona, de cierto modo me caía bien, era tan seguro de sí mismo, tan chistoso y siempre se las arreglaba para cumplir cada meta que tenía, igual no podía odiarlo porque nuestra relación fue una farsa.
Nos hicimos en una mesa del balcón porque él quería fumar y esa era la zona para los fumadores, pedimos 2 cervezas y papitas. Hubo un silencio incómodo que se me hizo eterno, gracias al cielo él lo rompió.
Él: ¿quieres qué te diga lo que sé así sin más?
Yo: tú sabes que no me gustan los tapujos, suéltalo ya o me va a dar un paro cardíaco !hombre!.
Él: quiero hacerte unas preguntas y después te cuento si te parece.
Yo: dale, pero ya ya.
Él: ¿el idiota estaba contigo hace 8 días a eso de las 9?
Pensé que había hecho eso día, casualmente fue el día que peleamos y llegó casi a las 11
Yo: no- respondí fríamente y con el corazón latiendo a toda marcha.
Él: lo sabía.
Yo: ¿por qué?
Él: es una historia larga te cuento y me dices que piensas al respecto, vale.
Yo: suéltalo- no se dé donde saque el valor para decir eso, sabía que no iban a ser buenas noticias.
Él: la semana pasada tenía una entrevista de trabajo, al lado del restaurante del mar que queda en el centro cerca a tu universidad. ¿Sabes dónde es?
Yo: si claro, continúa - dije en tono seco, pero más bien sonó en un susurro, volvía la picazón en el cuello.
Él: salí a las casi 7pm de la empresa diligenciando los papeles porque obtuve el trabajo, fui a comer con mi tía, tú ya la conoces quería celebrar que ya tendría un buen empleo. Decidimos ir a ese restaurante y para mi sorpresa las casualidades existen adivina a quien me encontré allí- hizo un breve silencio y yo asentí- pues si a tu novio y no precisamente contigo.
Mi boca cayó al piso y luego se puso en su lugar, esto en realidad había sido un golpe bajo no sólo por la situación sino por quien me lo estaba diciendo, le robe un cigarrillo. Lo prendí y le di 2 caladas no solía fumar porque a mi novio le molestaba, pero en este momento no había otra cosa que quisiera hacer más que eso, le di un trago a mi cerveza y me preparé para hablar.
Yo: no te creo, es más porque debería creerte- dije en todo de reclamo, él abrió los ojos de par en par y apareció una corta sonrisa en su rostro.
Él: sabía que no ibas a creerme así que decidí hacer un par de fotografías-saco su móvil y empezó a buscar algo. -Quería salir corriendo de ese lugar, sentía mi corazón romperse en mil pedazos, sentía que las lágrimas estaban a punto de salir pero me negué a creer; podría ser una amiga, una prima o una tía ¿no?, claro que no, porque se suponía que estaba haciendo trabajos con los amigos !maldito mentiroso!
Me paso el móvil, en una de las fotografías él le susurraba algo al odio, en la otra se estaban cogiendo las manos, y en la tercera un beso esquinero. ! pero qué diablos paso, se suponía que estábamos bien!. No lo pude evitar más la lluvia de recuerdos empezó a descender sobre mis mejillas de manera incontrolable. !No quería llorar delante de él maldita sea! Pero mis ojos se negaban a entender que en realidad no quería hacerlo.
Sentí un cuerpo acogerme como a un bebé, no me percaté de que estábamos abrazados muy íntimamente hasta cuando me susurró que saliéramos de ahí, por inercia caminé hasta donde me llevo y me subí a su coche quería desaparecer o hacerme bolita para siempre. En el camino no hablamos nada sólo escuchamos pop a todo volumen, entre en un shock aún más profundo y olvide por completo todo, me negaba a creerlo.
Llegamos a un mirador espectacular, observaba cada parte del pueblo con desconcierto ya que las lágrimas no me dejaban ver con claridad, él me paso una botella de whisky que bebí hasta que mi estómago y mi garganta se sentían totalmente calientes, saco unas mantas, nos sentamos sobre una y con las otras nos cubrimos del frío de la noche, lloré lloré y lloré viendo hacía el horizonte en sus brazos, fue el silencio más acogedor del mundo, pero él rompió ese silencio susurrándome al oído.
Él: sacalo todo bonita, llora todo lo que quieras llorar, grita si quieres gritar y abrázame si lo quieres hacer. -Voltee a verlo, quedamos frente a frente lo mire fijamente, su mirada reflejaba comprensión, me hipnotice con sus ojos casi grises e hice caso omiso a lo que mi conciencia me quería decir. No sé en qué momento paso, pero ya sentía mis labios unidos a los suyos, mis dedos enrollados en su cabello así como sus brazos ya se habían apoderado de mis caderas.