Vacaciones Mágicas en Bahikki...

By Tequila213

181K 9K 2.5K

¡Por fin! El viaje de fin de curso que los alumnos de Hogwarts llevan esperando años ha sido aprobado y sólo... More

Vacaciones Mágicas en Bahikki [Harry Potter]
1- Viaje de Fin de Curso
2- Primer día de locura.
3- La dulce Venganza
4- De bromas pesadas
5- Mojando
6- Bésame mucho.
7- La tirolina Weasley.
9- Érase una excursión. Parte 2.
10- Quidditch Acuático.
11- Con los amigos todo vale.
12- ¿Vienes o te obligo?
13- FINAL.
Epílogo/ Nota autora
Nunca le hagas cosquillas a un Dragón herido.

8- Érase una excursión. Parte 1.

10.2K 557 179
By Tequila213

VIII- Érase una excursión: parte 1

Cuando Hermione cayó al agua, ya había perdido la consciencia.

El chapoteo golpeó a Draco como una bludger furiosa y de pronto un único pensamiento lo asoló. “Tengo que salvar a Granger”

Con una especie de desesperación que acababa de asentarse en su pecho, saltó corriendo hacia delante, hasta que estuvo a sólo unos metros de la chica. Entonces fue cuando recapacitó.

—¿Qué coño estoy haciendo? —se preguntó a sí mismo.

Miró alrededor un segundo y vio a todos mirándolo, asombrados. Un solo latido de corazón… miró por última vez al cuerpo inmóvil y balanceado por el agua y disculpándose mentalmente por lo que iba a hacer, se dio la vuelta.

—¡Potter, Weasley! ¡Se os ha caído una sangre sucia!

Sonrió, satisfecho consigo mismo. ¿Desde cuándo Draco Malfoy socorría a una manchada ante un apuro? Es más… ¿Desde cuándo Draco Malfoy socorría a alguien que no fuese él mismo?

Pronto, un par de figuras llegaron corriendo y lo miraron ceñudamente. Harry prosiguió y llegó hasta el agua, donde sacó a Hermione que al parecer estaba intacta. Ronald le clavó la mirada duramente.

—Ruin hasta para ti, Malfoy.

Draco le respondió con otra mirada aún más gélida.

—Sí, bueno… cada día intento superarme.

Y tras otra pelea no verbal, Draco se fue, no sin antes empujar al pelirrojo con el hombro al pasar por su lado.

 ***

Nymphadora había irrumpido en la cabaña de Snape sin el menor recato e intentaba convencerlo de una idea estúpida.

—¿Una excursión? —Snape comenzó a pensar la idea de nuevo y llegó a la misma conclusión. -¡No!

Tonks frunció el ceño y cambió su cabello rosa por uno verde hierba durante unos segundos.

—Venga… Los chicos deberían conocer un poco más de esta maravillosa isla.

El profesor movió los labios con desagrado al pensar en el calificativo “maravillosa” que la joven le había otorgado a esa isla inmunda.

—Y además está el volcán… Hitikki es muy importante… —insistió Tonks una vez más.

Esto llamó la atención de Severus, que no estaba enterado de que una montaña lávica existiera en Bahikki, y de pronto una imagen mental bastante divertida se creó en su mente: Él, en la cima del volcán… sosteniendo a los gemelos sobre la lava con su varita y haciéndoles jurar que no volverían a molestarlo…
Incluso la imagen podía mejorarse añadiendo a Potter al pack… sí, y Potter se le resbalaría accidentalmente…

—¿Qué Potter qué? —preguntó Tonks alarmada.

Snape la miró sorprendido, se había olvidado de que estaba ahí… y ¿Había dicho algo de Potter?

—Potter se alegrará mucho de ir… le gustan las montañas…

—¿Sí? ¡Entonces Harry se lo pasará muy bien!

Severus desvió la mirada y se puso la mano en la barbilla.

—Bueno, la verdad es que es un poco corto de entendederas… tengo la sensación de que se lo pasaría igual de bien jugando con un lapicero.

Tonks abrió los ojos.

—¡Claro que no! ¡Harry es un chico muy despierto!

—Sí, bueno… comparado con sus amigos Weasley y Longbottom… ¿Qué podíamos esperar? —la chica quiso intervenir, pero el profesor seguía hablando—. Por no mencionar a su padre, un orangután cualquiera… Aunque la verdad es que sus amigos también eran verdaderos primates de circo, lo único bueno que tenía era su novia… un completo misterio que saliera con él, realmente.

Tonks carraspeó al ver que Snape no se callaba y finalmente acabó desistiendo.

—Después de la comida nos vemos, avisaré a Ojoloco y a los alumnos de que mañana iremos al volcán Hitikki.

 ***

—¿Estás bien?

—Me duele la cabeza… ahh… mortalmente —ermione se desplomó en la cama tras unos intentos más por levantarse—. ¿Qué ha pasado?

—¡Ginny, pásame el agua! —la voz de Luna se oyó desde la distancia.

La castaña se relajó de pronto en la cama, esperando a que su amiga le pusiera una compresa mojada en la cabeza… Suspiró al notar que la rubia se acercaba y cerró los ojos para intentar disminuir ese punzante dolor de cabeza.

—¡Luna! —la voz de Harry le llegó justo un segundo después de que de pronto su rostro quedara empapado… su rostro y la mitad de su cuerpo, que habían sufrido que Luna les arrojara un caldero de agua.

—Los hidropollos van bien para el dolor de cabeza —se excusó Lovegood—. Mi padre siempre lo usa cuando cree que deliro…

—Digamos que Xenophilius-caldero Lovegood no se separa mucho de su cubo de agua —se mofó Ron, ganándose una especie de mirada reprobatoria por parte de su hermana.

Desde la cama, Hermione soltó una especie de sollozo ahogado.  ¿Dónde estaba la señorita Pince cuando la necesitaba?

—No te preocupes, Hermione… Te traeré algo de comer, llevas casi un día sin echarte nada a la boca…

Esto sobresaltó a la castaña.

—¿Casi… Casi un día? ¿Se puede saber qué ha pasado?

Ron suspiró y se dispuso a explicárselo:

—Estabas en la tirolina de mis hermanos cuando una pelota de Voleibol te golpeó. Perdiste la conciencia y llevas durmiendo desde ayer.

Una corriente eléctrica pasó por el cerebro de Granger.

—¿Desde ayer? —se exasperó de pronto—. Oh, no… ¡He perdido un día en Bahikki!

—No, claro que no —intentó tranquilizarla Ginny—. Aún quedan cinco días por delante. No pasa nada.

—Además, hoy tenemos la excursión al volcán —expuso Ron con una sonrisa, pero al instante la borró al pensar que quizás, Hermione no podría ir por el golpe en la cabeza.

***

Llevaba casi cinco minutos fuera de la cabaña hasta que se atrevió a entrar. Draco no dejaba de dar vueltas desde que el día anterior Granger había sido golpeada por su culpa y ni siquiera había podido dormir a gusto, una voz en su cabeza le recordaba que podía estar herida realmente.

"¡Pues que se muera!" gritaba él cada vez que los remordimientos lo atacaban. Pero éstos volvían.

Finalmente y tras varias vueltas a la cabaña de la castaña, acabó por entrar dando un portazo.

Todos se giraron a mirarlo y de pronto Hermione abrió los ojos en su cama.

"¡Está viva!" gritó su conciencia.

—Ah. Estás viva… —dijo su boca.

—Oye Malfoy… —intervino Ron.

—Sí, sí sí… dejadme solo con la sangre sucia.

Luna, con una sonrisa, como si acabara de pedírselo amablemente, se dirigió a la puerta, pero enseguida la voz de Hermione, autoritaria, la frenó en seco.

—No te vas. Es él el que no tiene que estar aquí.

—Sí se van —protestó Draco de nuevo—. Venga Potter, a salvar el mundo a otra parte.

—No.

—Sí.

Ginny y Luna se miraron con extrañeza y finalmente acabaron por abandonar la sala. Ginny agarró a Harry para que lo siguera, pero éste se quedó junto a Ron durante unos segundos más.

—Se van.

—Se quedan.

Vale, podían irse. Esa conversación de besugos no llevaba a ninguna parte.

—Chicos, como os vayáis os juro que… —vocalizó Hermione justo cuando el portazo la alertó de que se habían quedado solos—. Ten amigos para esto —acabó musitando.

Draco compuso una sonrisa triunfal y observó a la leona unos segundos más. Estaba visiblemente más recuperada aunque tuviera un moretón azul en la frente.

—Te veo bien… para ser tú —dijo mordiéndose el labio inferior mientras esperaba que ella no lo echara a patadas de su cabaña. Realmente se había sentido culpable toda esa noche.

—Muy bien, gracias. Adiós, Malfoy.

—No me digas que te has enfadado…

Hermione se levantó de la cama unos centímetros, pero el dolor de cabeza le impidió moverse mucho más, así que siguió recostada.

Draco vio este movimiento y un atisbo de preocupación lo asoló.

 "¡Qué se muera!" aguijoneó su cabeza.

Pero no podía impedir sentir ese extraño malestar al verla tan desvalida, sin fuerzas para moverse… aunque sí para insultarlo.

—Claro que no. ¿Cómo voy a estar enfadada si por tu culpa sólo casi muero y llevo inconsciente casi un día?

Draco frunció el ceño.

—No melodramatices… Encima que he venido a pedirt… —se cortó en seco. ¿Qué estaba diciendo?

Pero Hermione ya lo había escuchado.

—¿Has venido a…? ¿A qué has venido Malfoy?

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda. Lo había dicho, ahora debía arreglarlo.

—He venido a reírme de ti.

Suficiente. Además de que le había hecho eso… ¿Ahora se creía con derecho a reírse de ella? Hermione sintió la rabia bullir por su dolorida cabeza e instintivamente se levantó, dispuesta a abalanzarse sobre él. Pero en cuanto se despegó de la cama y su pie rozó el suelo, sus piernas cedieron y hubiera caído…

A no ser que Draco no la hubiera agarrado.

Ambos se miraron durante apenas un segundo y Draco la vio perfectamente. Estaban solos, en una habitación con una cama y un millón de cosas que hacer.

"¿Qué dices? ¿Con Granger enferma? ¡Qué asco!" Su mente volvía al ataque… para él era horrible su recién descubierta conciencia. Cada vez que pensaba algo medianamente benevolente, ésta tenía que recordarle que él era un gran hijo de…

—¿Tu madre no te enseñó a no tocar a los sangresucias? —la castaña se deshizo de las manos del rubio y se acomodó en la cama de nuevo. Se sentía horriblemente humillada.

Para su sorpresa, Draco esbozó su sonrisa torcida de Slytherin.

—Si supieras las cosas que hago y mi madre no me ha enseñado…

¿Qué era eso? ¿Draco estaba bromeando con ella? ¿Sobre algo sexual y sucio? ¡Qué asco! Bueno, al menos en teoría.

—Bueno me voy —se disculpó Draco, que lo único que estaba deseando era no volver a meter la pata en los próximos veinte segundos.

Sin perder más tiempo, se alejó de la cama y se dirigió a la puerta… No sin antes esbozar de nuevo su sonrisa torcida.

Hermione lo miró fijamente unos segundos y vio cómo se daba la vuelta.

—Draco… —comenzó.

El chico se giró rápidamente y la miró.

—Te has… —Hermione no sabía cómo terminar la frase, pero finalmente clavó sus ojos en los interesantes dibujos de la sábana—. ¿Drogado?

Malfoy abrió los ojos desmesuradamente. ¿Tan raro había estado como para que ella creyese eso?

—Sabes Granger… Creo que te hace falta un novio. Cada día estás peor.

Y cerró la puerta sin saber qué más decir.

 ***

—¡Zabini!

Theo aporreó la puerta con fuerza y en cuanto entró, una mano le golpeó y lo tiró al suelo.

—¿Qué haces? —preguntó Zabini, molesto por el fuerte golpe de su amigo a la puerta. Los golpes aún provocaba un extraño dolor de cabeza en él. Esa resaca había sido la más grande de su vida. Finalmente le dio un nuevo golpe a su amigo, que no dejaba de reírse.

—Ya veo que estás mejor. Dentro de poco te veremos por la playa con tus bermuditas de flores.

Blaise lo miró, ofendido, y se levantó del piso rápidamente.

—Sí, estoy mejor… juro que no volveré a beber en mi vida.

Nott observó que su amigo ya llevaba sus característicos pantalones puestos, por lo que no tardaría en salir a hacer el payaso. Eso lo tranquilizaba.

—Bueno, entonces quítate esa ofensa para la humanidad de encima y coge la mochila. Pelochicle dice que vamos a ir a Hitikki.

—¿Al volcán? —Zabini decidió ignorar el comentario. Sabía que en el fondo Nott se moría de envidia por esos pantalones tan magníficos.

—¿Va a ir la rubita de Ravenclaw?

Theo simplemente sonrió, no quería romperle la burbuja a Zabini tan pronto. ¿Cómo iba a confesarle que él le llevaba siglos de ventaja en la conquista a Lovegood?

—No sé, pero vamos. Creo que se están reuniendo ya.

—¿Y qué vamos a hacer? ¿Senderismo?

—Yo que sé —Theo suspiró—. Supongo que sólo vamos a salir de la playa un poco… Hay rumores de que Snape quiere tirar a Potter al volcán.

Blaise parpadeó.

—¿Al volcán? Lleva más de mil años inactivo…

Theo lo miró, sorprendido de que su amigo supiera un dato tan característico.

—¿En serio? Bueno… algo que gana Potter.

Blaise sonrió socarronamente.

—Y algo que perdemos nosotros.

 ***

—¡Hola Luna!

—¡George! ¿Qué tal estás?

El pelirrojo se rascó la nuca con timidez y sonrió cuando Luna lo miró.

—Muy bien… Esto… quería preguntarte… Fred y yo hemos pensado que quizás querrías…

—¡Claro!

—No he terminado de decirlo —George sonrió. Le encantaba la espontaneidad de esa chica.

—Seguro que me encantará. ¿Qué es?

—Estamos planeando un partido de quidditch… —Luna lo miró con curiosidad—. Sobre agua.

—¡Guao! Bueno… realmente… no soy muy buena al quidditch.

—¿Podrías ser la comentarista?

—¡Por supuesto!

George sonrió y se dispuso a irse, pero la voz de Luna lo detuvo unos segundos.

—Nos veremos en el volcán. ¿No?

—Claro… Puede que hagamos alguna broma… —dijo con tono misterioso.

A Luna se le iluminaron los ojos y se acercó un poco más al chico.

—¿Y no me vas a decir qué? —su voz era suave y su expresión cálida.

De nuevo un picor extraño se extendió por la nuca de George y tuvo que rascarse compulsivamente. Lo achacó al nerviosismo de que ella estuviera tan cerca.

—Yo… La verdad es que no debería… Esta vez la idea es de Fred y yo…

Luna se acercó un poco más y sus pendientes de rábanos se balancearon.

George volvió a rascarse.
—Pensaba que estábamos juntos en esto.
El chico tragó saliva. ¿Juntos? ¿Estaban juntos? ¿Salían y no se había dado cuenta?

—¿Ju… juntos?

La verdad es que Luna no se estaba dando cuenta de nada y se preguntaba constantemente por qué estaba George tan nervioso.

—Dijisteis que durante esta semana yo sería una más de los Weasley —se avergonzó un poco. Quizás no lo había entendido bien—. Pero no pasa nada… de todas formas lo veré luego…

El gemelo tragó saliva y finalmente recordó. Su cerebro estaba trabajando despacio, parecía que la sangre no le llegaba bien a la cabeza.

—Sí, sí… bueno… luego… ver…

Se recriminó por estar siendo directamente tonto, pero Luna estaba pegada a él… y lo peor es que no se estaba dando cuenta de nada.

Volvió a rascarse la nuca bruscamente y temió hacerse una herida, pero entonces Luna se acercó un poco más a él y le acarició el hombro.

¿Qué estaba haciendo?

Vale… ya sabía por qué no tenía sangre en la cabeza. Estaba bajando a otra parte de su cuerpo con la que bueno… para qué negarlo… también pensaba.

El roce fue suave y el picor volvió, pero Luna le apartó la mano antes de que pudiera rascarse.
La rubia se colocó tras él y paseó unos segundos sus manos por la piel sensible de su cuello. Iba a morir.

El mismo picor infernal lo atenazó, pero no se movió. Al cabo de un instante el escozor paró y Luna se volvió hacia él con una sonrisa. En una mano tenía una especie de bichito que parecería una chinche de verdad si no fuera por la pequeña “W” de  su costado. Maldito Fred.

Luna soltó la chinche en el suelo y tras despedirse rápidamente de George, se alejó dando saltos.
El pelirrojo había enrojecido más que nunca en su vida y de pronto no pudo evitar recordar un dicho muggle muy popular.

“Donde las dan, las toman”

—Fred… te vas a… —pero no acabó la frase… sabía de alguien que se iba a quedar sin hacer la broma esa tarde.

 ***

Un grupo de chicos y chicas esperaba en la entrada del bosque. Todos llevaban mochilas y hablaban, nerviosos.
Hermione aún estaba un poco convaleciente, pero aun así se encontraba junto a Ron y Harry

—¿Qué creéis que vamos a hacer? —murmuró una de las chicas de Hufflepuff por detrás.

Hermione puso los ojos en blanco.

—Me conformo con que el idiota de Malfoy no…

—¿Estás bien, Hermione? —le preguntó Harry, que empezaba a pensar que quizás el golpe de la cabeza había sido más grave de lo que realmente les parecía.

—Sí, sí… Sólo os decía que espero que Malfoy…

Ron suspiró.

—¿Habéis visto a Lena?

Hermione se mostró exasperada. ¿Por qué ninguno la escuchaba?

—Con un poco de suerte el estúpido de… —volvió a comenzar.

—Pues no, no ha estado por aquí. ¿Y tú has visto a Ginny? —preguntó Harry con los ojos brillantes. –Cuando no la veo por aquí siento que…

—¡Chicos! —se quejó Hermione—. La culpa de mi caída la tiene Malfoy… podríais intentar escu…

—¡Oye! ¡Vigila tus intenciones con mi hermana! —rotestó el pelirrojo.

Suficiente.
¿Cómo diablos hacían para ignorarla olímpicamente? Se sentía fatal, todo le dolía y además por primera vez en mucho tiempo (sin Malfoy delante) estaba completamente exasperada.

—¡Sois unos egoístas! —y gritando, se puso frente a sus amigos, obligándoles a escucharla—. ¡Sólo espero que Malfoy se tire desde lo alto de la montaña!

Todos se quedaron mirándola durante unos segundos.

—Y parecía enferma… ya ves —comentó Harper Reed.

Esto molestó aún más a Hermione, que suspiró de indignación mirando al suelo… hasta que observó unos zapatos de chico acercándose a su posición y entrando en su campo de visión.

Cuando alzó la vista sus ojos se encontraron con unos plateados y sarcásticos… aunque estaban… ¿Dolidos? No, seguramente no… Pero sí ofendidos.

—Yo también te quiero, Granger —dijo irónicamente Draco.

Hermione sintió enrojecerse mientras mantenía su mirada… hasta que unos pausados aplausos la obligaron a romper el contacto visual.

—Y tras este emotivo momento en el que ambos se han declarado sus sentimientos —la voz de Snape arrastraba las palabras incluso más que de costumbre—. Procederemos a hacer la inút… interesante y educativa excursión.

Tonks pegó un saltito de emoción y Ojoloco pareció colocarse un cartel de “nueva alerta permanente”.

—Por parejas para subir la montaña —indicó Fred, y sonrió maliciosamente—. Granger y Malfoy juntos, así veremos cómo es vuestra convivencia amorosa.

—¿Pero qué…? —alcanzaron a musitar los dos a la vez, pero de pronto se habían quedado solos: Luna y Ginny, Harry y Ron, Theo y Zabini… Todos estaban juntos ¿En serio tenían que pasar las próximas horas juntos?

Se miraron burlonamente.

—Los sangre pura primero —murmuró Draco a la vez que la adelantaba, sin cambiar su expresión de aburrimiento.

—Ya sabes, Malfoy. No hagas caso a ninguna medida de seguridad; agárrate a todas las ramas flojas que veas.

Una especie de sonrisa se expandió por el pálido rostro del Slytherin.

—Te veo creativa. ¿Te ha servido de algo el balonazo en la cabeza? Creo que te la ha arreglado…

Hermione apretó los dientes. Sería mejor ignorarle a partir de ahora. Con una mueca de burla, adelantó al chico y comenzó a caminar a su ritmo, aunque sintiendo el aliento de Draco haciendo cosquillas en su nuca cada vez que se rezagaba un poco. Y puesto que cuando estaba cerca de él el tiempo pasaba más despacio… Supo que ese sería un día muuuy largo.

Continue Reading

You'll Also Like

345K 18.1K 50
¿Qué pasaría si Harry Potter no le dijera al sombrero que no lo metiera en slytherin? ¿Qué pasaría si los Malfoy no odiarán a los Wesley? Y si Ron ca...
509K 81.4K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
148K 6.6K 27
Draco Malfoy, el arrogante, conquistador y cretino Draco Malfoy. ¿Un amor platónico? Hermione Granger, la sabelotodo, amiga de Potter y heroína Herm...
219K 4.3K 44
Tn es una chica de 15 años que es maltratada por su padrastro y su madre no hace nada para impedirlo ya que ella le tenía miedo, como su padrastro er...