Este capítulo es un pequeño especial de las otras tres parejitas espero guste.
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(Daemax)
Max estaba super emocionado, tanto que no podía dejar de moverse de un lado a otro mientras su padre le ayudaba a arreglarse la corbata. El hombre reia divertido pues era evidente lo mucho que su hijo ansiaba que la hora de ir al baile llegara.
—Pero que inquieto estas— Se burlo Haward dándole una palmadita en la mejilla a su "niño" —Relajate o terminaras exausto antes de poder salir de la casa.
—Es que...ya quiero que se la hora. —Max sonrio ampliamente mientras se alizaba el traje como si tuviera arrugas. —Quiero ver a Daemon. —se sonrojo, aun le causaba un poco de vergüenza aceptar aquello frente a su padre.
—A puesto a que el siente lo mismo. —Afirmó el hombre dándole una última mirada a Max. Se veia precioso con su traje azul con toques metalizados y si debía ser sincero le daba un poco de nostalgía ver lo grande que se había vuelto. Iría a su baile de graduación y pronto tendría que verlo partir a la universidad...
—Pero miralo nada más—Rachel Archer entro a la habitación del menor con paso elegante, como siempre. —Si esta así de ansioso por un baile de graduación, no quiero ni imaginar cuando se case. Probablemente no llegue conciente al altar.
—¡Mamá!— Max rio.
—No hables de boda—Howard arrugó la frente — aun es demasiado pequeño para eso.
—¿Ahora me saldras con el complejo de padre sobreprotector?— Rachel podía burlarse de su marido pero en el fondo tampoco quería pensar en bodas, porque eso significaría que Max ya no los necesitaria...lo que era contradictorio si se tomaba en cuanta lo descuidado que lo tuvieron en el pasado.
—Nadie ha dicho nada de boda. —Max fingió no darle importancia, pero en el fondo le hacia ilusion la idea. —Mejor diganme ¿cómo me veo?
—Perfecto— dijó su padre.
—Hermoso— respondió su madre.
—Los amo— Max abrió los brazos y ellos do dudaron en estrujarlo y llenarlo de besos. Que bien se sentía tener una familia unida.
De pronto el sonido del timbre interrumpio ese pequeño momento familiar haciendo que Howard gruñera por el oportunismo de quien estuviera tocando el timbre de aquella manera tan desesperante.
—Ese sin duda es Daemon— dijo la madre de Max poniendo los ojos en blanco. —No hay duda de que son tal para cual, tan impacientes.
Max rio y siguió a sus padres hasta el primer piso para así poder abrir la puerta y como su madre había predicho, quien estaba al otro lado de la puerta era nada más y nada menos que Daemon Colter y al nada más verlo, Max se quedo sin respiración. El pelinegro traía puesto un traje negro que se ajustaba a su figura de manera perfecta y su cabello bien peinado hacia atras de manera elegante. A Max le gustab el Daemon con chaquetas de cuero, bostas estilo militar y cabello rebelde...pero le fascino ver lo elegante que lucia con aquel atuendo.
—Hola Dae...—Max sonrió ampliamente y sonrio aun más cuando se dió cuenta de que Daemon lo veia de pies a cabeza con los ojos bien abiertos.
Por su parte Daemon no podía creer lo que estaba viendo, su peueño elfo lucia simplemente increíble. Ese traje azul hacia resaltar la profundidad de sus ojos y el cabello castaño peinado hacia un lado le lada un aire aun más angelical a su rostro. El corazón de Daemon latia emocionado y casí se salia de su pecho por el cumulo de sentimientos que lo invadían.
—Hola, cielo...—Dsemon sonrio completamente enamorado.
—Buenas noches Daemon, también nos da gusto verte. —Dijo Rachael con burla, esa mujer era maliciosa y Daemon no podía negar que le agradaba mucho la suegra que le había tocado.
—Buenas noches, suegrita —Daemon sonrio de medio lado. —Y suegrito.
—Que gracioso— bufó Howard haciéndole un ademan para que entrara. — Ahora pasa que tenemos algunas cosas que dejar en claro.
—Esta bien, solo permitame saludar a mi hermoso novio de manera adecuada. — y dicho esto Daemon se acerco a Max y le dió un suave beso en los labios. Le encantaba la durlzura de esa boca pequeña y calida que no tardo en corresponder su toque. Era increíble la forma en la que encajaban juntos.
Cuando se separaron, caminaron directamente hacia la sala en donde tanto Howard como Rachael les dieron una lista de reglas que incluían: no beber más de la cuenta, no meterse en problemas ( en especial Daemon) y devolver a Max a media noche.
—¿No puedo llegar un poco más tarde?— preguntó Max incoforme con su toque de queda. —Es mi graduación y además fui el mejor alumno de mi generación, creo que me merezco al menos dos horas extra.
—¡Creí que nunca llegara el día en que mi hijo me chantajeaía!— comentó Rachael emocionada— y solo por eso tienes hasta las dos para regresar.
—Rachael, eso es demasiado tarde.
—Tranquilo Howard ¿o acaso se te olvida que cuando fue nuestro baile de graduación me regresate a mi casa hasta las once de la mañana del día siguiente? —Howar enrojecio por el comentario de su mujer. —Además no tienes de que preocuparte, ambos sabemos que Max no es virgen y no corre riesgo de quedarse embarazado.
Howar se quedo estupefacto por el desparpajo de su mujer, mientras Max enrojecia de pies a cabeza y Daemon le entraba un ataque de tos. Esa mujer era todo un caso y Daemon seguia sin enteder como era que Rachel y su madre no era mejores amigas, si las dos era igual de indiscretas.
Después de aquel incomodo, pero gracioso momento, los chicos poe fin pudieron marcharse, no sin que Daemon prometiera cuidar con su vida a Max y eso era algo que nisiquiera tenían que preguntarle.
Esta vez Daemon no había llevado su motocicleta porque Arthur ( su padrastro) le había prestado el auto para mayor comodidad y para que no estropearan sus trajes. Pero antes de ir al baile Daemon debía volver a si casa.
—Oye pequeño elfo ¿te molesta si vamos a mi casa antes de ir al baile? —Max lo vio esperando una explicación más larga. —Es que mamá, papá y Fallen quiren verte...de hecho me amenazaron con dejarme sin comer una semana si no te llevaba.
—Esta bien. —Max se estiro sobre su asinto y le dio un beso en la mejilla a Daemon —Te amo.
Daemon sonrió y detuvó el auto aun lado del camino para poder besar como Dios manda a su adorado castaño de ojos azules.
—También te amo, con todo mi corazón y no sabes lo feliz que me hace asistir al baile contigo.
Se observaron fijamente un par de minutos, sintiendo como sus corazones se unian cada vez más, así como sus almas. Estaban juntos y eso era todo lo que les importaba.
(Scaron)
—¿Y qué piensan de este? —
preguntó Aron parándose en medio de la sala de su casa.
En el sofá se encontraba su madre, una mujer delgada de cabello rubio como el de su hijo, pero con ojos color miel. A su lado estaba Scott, quien sonrió ampliamente al ver a su novio. Aron había estado provandose varios conjuntos de ropa, pues decía que no quería asistir con el típico traje negro y la camisa blanca, bu, eso era aburrido.
—Creó que ese es— dijó Lily, la madre de Aron. Se sentía muy feliz por su hijo, no solo por su graduación, sino también porque estaba yendo al baile acompañado de un chico que lo apreciaba y cuidaba de él. —¿Tú que dices Scotty?
—Creó que es peefecto. —Y Scott no mentía, su novio se veia hermoso y sexy con aquel atuendo.
El conjunto de aron consistía en un traje con estampado floral en colores otoñales con la solapa en color beige de gamusa, en combinación con un par de zapatos de piel en estilo vintage de color café. Y para concluir su estilo se había hecho una trenza floja en su largo cabello. Y para Scott no había imagen más hermosa que aquella.
—¿No es demasiado llamativo?— preguntó el rubio con sus ojos gris palido esperando expectantes por una respuesta. Tal ve por fuer no se notara, pero para Aron la opinoón de Scott era muy, muy importante.
—Lo es, por eso es perfecto para ti. Siempre eres llamativo Aron. —Scott sonrio y se pusó de pie para acercarse hasta su chico y así poder colocarle el pequeño prendedor en la solapa de su saco. Era una rosa blanca. —Ahora estas listo.
De pronto los ojos de Aron se cristalizaron haciéndolo bajar la vista. Antes de conocer a Scott, Aron había salido con muchos chico que jugaron con él, que lo utilizaban simplemente como distracción o para saciar su curiusidad, esa era una de las principalea razones por las que Aron se había vuelto alguien altivo, burlon, malicioso y en ocasiones sarcástico. Sin embargo cuando se mudo a aquella ciudad e inico en aquella nueva eacuela, las cosas cambiaron; conoció a Scott y con él conocio lo que era el amor de verda, el confiar en alguien y que confiara en ti. Aprendió lo que se sentía entregar tu corazón y recibir lo mismo a cambio. Scott le devolvió la ilusión en el amor y lo más curioso de todo es que todo eso se lo había dado un chico heterosexual.
—Hey...—Scott lo tomó de la barbilla. —¿por qué lloras?
—Es que tú siempre me vuleves todo blando...—Scott rio suavemente y le beso la frente. — Te amo.
—Yo también, te amo muñequito.
El sonido de captura acompañado de la luz de un flash los hizó recordar que no estaban solos. Lily les sonreía mientras soatenía el teléfono en sus manos y seguía fotográfiandolos.
—Basta, mamá— Dijó Aron, pero estaba lejos de estar molesto por la atención. Sabía que su madre estaba feliz y eso lo hacia feliz a él también. Siempre habían sido solo ellos dos, pero ahora Scott también era parte de su pequeña familia y quería tener todos los recuerdos posibles, por eso dejo que su madre hiciera toda una sesión fotográfica.
—Se ven tan guapos. —Ella suspiró complacida. Viendo el llamtivo atuendo de su hijo, comparado con sobrio traje gris de Scott. Eso es lo que eran ellos: la explosividad de Aron y la afabilidad de Scott se completaban a la perfección. —Ahora vayanse o llegaran tarde.
—Tienes razón—Aron se acercó a su madre y le dio un beso en la frente. —Te quiero ma, y por favor no me esperes despierta. —sonrio malicioso.
—Adios Lily—Scott se despidió con un beso en la mejilla. —Y no te preocupes, cuidaré de él y me aseguraré de que no se meta en problemas.
—Gracias Scotty y por favor diviertanse mucho.
Ambos asintieron y salieron de la pequeña casa en la que Aron y su madre vivian. El rubio no perdio tiempo tomar la mano de Scott mientras ambos caminaban hacia el auto de este.
—Hoy tengo la casa para mi solo—dijo Scott como quien no quiere la cosa. —Mis padres estaran fuera en lo de unos amigos y mi hermana con su novio.
—¿Acaso estas proponiendome algo Scott? — preguntó el rubio en tono malicioso.
—Tal vez...es que tú y yo solos en mi habitación me parece una manera perfecta de terminar la noche.
—A mi también — Aron suspiró —¿Pero eso no traera problemas con tus padres?
Los padres de Scott nunca les habian prohibido salir juntos, pero a leguas se notaba que les incomodaba la idea de su hijo saliendo con otro hombre.
—No, ellos saben que te amo y que nada ni nadie va a separarme de ti y si les molesta—Scott se encogio de hombros— que se guanten.
—Esta bien, después del baile cerraremos la noche en tu casa. —susurró Aron en el oido de su chico para luego darle un beso en la mejilla. —Ya quiero que llegue ese momento.
—Aron...—Scott se giró y provoco que sus labios se rozaran ligeramente. —¿Qué tan malo sería saltarnos la parte del baile?
—Bobito— Aron rio— Venga, vamos al baile, recuerda que le dijimos a los demás que los veriamos en el baile.
—Cierto.
Se subieron al auto compartiendo la misma emoción, sabiendo que aquella seria un noche inolvidable.
(Harlett)
Henry se dio un último repaso en el espejo retrovisor del auto de su hermano mayor. Quería asegurarse de lucir impecable y de cierta manera eso lo desconcertaba un poco. Henry Miles siempre fue el tipo de chico que tenía mucha confiaza en si mismo, uno que no se preocupaba demasiado en su aspecto, pues sabía que era guapísimo, que atraía la atención ahí donde fuera; pero aquel día estaba nerviso y mucho.
Estacionó el auto frente a una bonita casa color azul de dos pisos. Esa era la casa de Scarlett Durham, aquella pequeña chica pelirroja que se había convertido en su amiga. Eso le sacó una corta risa, porque el nunca había tenido una amiga, sin embargo Scarlett lo era y eso lo emocinaba.
¿Pero cómo es que Henry termino ahí justo antes del baile de graduación? Pues sucede que gracias a todo el asunto de la ruptura de Billy y Jason, Henry no tuvo tiempo de preocuparse por conseguir una cita para el baile y justo esa mañana durante la ceremonía de graduación se entero de que Scarlett tampoco tenía una cita para el baile; así que en un arrebato le propuso ir juntos y ella acepto de buena gana. Así que ahí estaba, estacionado frente a la casa de Sacarlett, con las manos sudadas y el corazón acelerado.
—No seas estúpido. —Se regaño en un susurró — es solo Scarlett, es tu amiga.
Y sin embargo aquello no logro que se sintiera menos nervioso. Descendió del auto y se encamino hacia la casa de la pelirroja. Respiró hondo y toco el timbre mientras en su otra mano sostenía la cajita con el pequeño ramillete que compro para la chica.
—¡Yo voy!— gritó una voz infantil.
—¡No! ¡Me toca a mi!— gritó otra voz igualmente infantil.
—¡Quitense mocosos! ¡Me buscan a mi!— y esa era la voz de Scarlett.
Henry dió un paso atras alejándose de la puerta solo por si acaso. Y supó qe fue lo correcto cuando esta se abrio y dos figuras calleron justo a sus pies.
—¡Hola!— dijeron dos niños de cabello cobrizo que a jusgar por el parecido eran gemelos. —¿Eres Henry?
—Emmm si...—Okey eso era raro y gracioso.
—Lo siento por eso, es que son unos entrometidos. —Dijo Scarlett sonriendo apenada.
—No hay problema...
Y el aliento de Henry se le atoro en la graganta. Frente a él estaba Scarlett enfundada en un hermoso vestido color lila que hacia resaltar más su cabello pelirrojo. El vestido le llegaba justo a mitad de los muslos y se pegaba de manera suave a sus curvas, que en realidad eran bastante notorias con esa prenda ajustada. Y los tacones negros hacian que sus piernas lucieran más largas.
—¿Eso es para mi?— preguntó la chica señalando la cajita que Henry sostenía en sus manos.
—Ah...s-si...— respondió Henry torpemente mientras abría la cajita y colocaba el ramillete en la muñeca de Sacarlett. —¿Esta lista para irnos?
—Claro.
—No tan rápido — dijó una voz femenina viniendo del interior de la casa. —No van a irse de aquí sin unas cuantas fotos.
—¡No!— Sacarlett saltó fuera de la puerta y se pego a Henry mientras veia con recelo a una joven mujer que traía una camara digital en sus manos. La joven era quiza unos tres o cuatro años mas grande que Sacerlett. —¡Aleja eso de mi, Marlene!
—Vamos hermanita, seran solo un par de forgráfias— la Joven, Marlene, sonrio. —No todos los dias usas tacones y te maquillas así que hay que guardarlo para la historia. —Sonrio ampliamente y luego clavo su vista en Henry — ¿No lo crees?
—Si. —Henry sonrió ampliamente ganandose un pellisco de Scarlett. —Vamos pequeña, seran solo un par de fotos.
Scarlett se sonrojó ante el sobrenombre "pequeña", Henry nisiquiera se daba cuenta de lo nerviosa que la ponía.
—¡Scarlett se puso como un tomate!— gritaron los dos pequeños que seguian tirados en el suelo observando todo como si de un espectáculo se tratara.
—¡Callense!— gruño la chica lanzandoles un mirada fría y luego volvió a poner su atención en Marlene. —Esta bien, pero solo un par de fotos.
—Genial, vamos adentro.
Todos ingresaron a la acogedora casa mientras Marlene se presentana ante Henry como la hermana mayor de Scarlett y también le explicó que ya que sus padres estaba trabajando ella era la encargada de inmortalizar aquel momento.
Cuando por fin pudieron marcharse hacia el baile, Henry ya se había encariñado con el par de niños revoltosos que se llamaban Greg y Jeff.
—Lamento todo el alboroto— dijó la pelirroja cuando ya estaban solos en el auto. —Mi familia es algo...impulsiva.
—Esta bien, me agradan —Henry sonrio recordando a su propía familia y lo revoltosos que eran. —Te aseguro que tus tres hermanos son más tranquilos que mi hermano.
— Lo dudo....—ella sonrio haciendo que Henry se fijara por más tiempo del necesario en sus labios delgados.
—Ahora que la escuela ha terminado y tendremos tiempo libre, te prometo que te presentare a Kyle— dijó Henry — y veras de lo que te hablo, es super hiperactivo y no para de hablar nunca.
—Entonces es igual a ti. —Bromeó la chica.
—¡Yo nos soy hablador y tampoco soy hiperactivo!— se defendió el chico.
—Lo se, tú eres perfecto...— Scarlett se quedó helada al escuhar aquellas palabras salir de su boca. —Osea, digo...yo...—se le escapo una risa nerviosa y desvió la vista hacia la ventanilla. —Solo olvídalo.
Henry sonrio de forma boba y no pudo evitar sentir ternura por la forma en la que Scarlett se había sonrojado. Esa pequeña chica pelirroja le causaba muchas sensaciones que creyó nunca volver a sentir. Así que siendo un poco impulsivo, estiró la mano y acarició tenuemente la mejilla de la chica provocando que esta se sobresaltara y clavara sus hermosos ojos en él.
—Tú también eres perfecta, Scarlett. —Le sonrió y volvió a poner sus ojos en la carretera.
Permanecieron en silencio el resto del corto viaje. Ambos con una pequeña sonrisa timida en los labios. Entonces Henry se dió cuenta de que ir al baile con Scarlett había sido la mejor decisión que pudo tomar.
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En este cap no hubo Billy x Jason, pero si en el proximo 😉😏😏.
Nos leemos pronto 🙋😘😘