Narra Mía.
Después de darme una larga ducha, decidí salir para ponerme un vestido negro con un estampado de margaritas, era corto y dejaba ver mis hematomas.
Baje y me encontraba sola en la sala del comedor hasta que apareció james.
— hola — salude sonriendo.
— hola — me saludo igual — ¿como te encuentras? — preguntó.
— mucho mejor — alargue la u —gracias —
Nos sentamos a comer y vi que Fernanda y dos chicas más traían muchos platos en los que contenía poca cantidad de cada cosa.
¿Vendrá alguien?
— ¿por que tantos platos? — pregunté.
— bueno, necesitas comer, te ves muy delgada — dijo.
Asentí y comimos todo lo que había...carne, pescado, pasta, frutas, verduras...
[...]
Termine de comer y no me di cuenta de todo lo que metí en mi pequeño estómago hasta ver lo hinchada que estaba.
Comencé a reír por eso.
— ¿pasa algo? — preguntó james.
Me levanté.
— mira — dije y señalé mi panza.
El se sorprendió.
— madre mía, parece que estás embarazada — dijo y reí.
Espere a que él terminase y subimos a su despacho.
Nos sentamos y el encendió su ordenador.
— bueno, te explico — hizo una pausa — tengo un perfil falso en algunas redes sociales, a si que me dirás el nombre de todos esos que te hacen esto — dijo frío de repente.
— solo sé el nombre y el apellido de los que son los lideres del grupo —
— eso me basta —
Asentí.
— Sofie Grace y Lucas Hasson — dije nerviosa.
El asintió y comenzó a escribir por el teclado.
— ¿está es Sofie? — preguntó.
Giro el ordenador y vi la cara sonriente de Sofie.
Asentí.
— bien, ahora vamos a por Lucas Hasson — susurro.
Volvió a escribir y a girar el ordenador mostrándome una foto de él en el que iba vestido con su equipaje de fútbol.
— s-si... — pronuncié.
— ya los tengo entonces, mañana los veré cara a cara — dijo y se puso de pie.
Me levanté de la cómoda silla para dirigirme hacia el.
Estaba algo incomoda y nerviosa por lo que james les va a decir y de cómo reaccionarán cuando me vean.
— Mía, tranquila, cuando hable con ellos nada malo té volverá a pasar — dijo.
Pareció que me leyó la mente.
— lo se... pero...no se como actuarán cuando me vean después de que hables con ellos, son unos chicos muy vengadores — dije.
Poso su mano en mi hombro y me atrajo hacia él para abrazarme.
— si te digo yo que nada te pasará, es por que nada te pasará, confía en mi — susurro.
Me apegue más a él para profundizar el abrazo.
— gracias — susurre.
Nos separamos y nos miramos fijamente por unos segundos.
— será mejor que me vaya ya a mi habitación — dije — iré a nadar mejor — decidí.
— claro —
Narra James.
Ya sé quienes son los que hirieron a Mía durante años en el instituto.
Iba a investigar más de ellos pero el sonido de mi móvil me desconcertó hasta que lo cogí.
Era Ana.
— ¿que quieres? — dile algo molesto.
— perdóname...sé que me comporte como una imbecil — dijo.
— Ana, — dije frío pero ella no me dejó de terminar la frase.
— mi amor, si quieres podemos vernos en persona y arreglarlo ¿si? Solo quiero que me perdones —
— te perdono, pero que no se vuelva a repetir, y no puedo verte ahora, otro día preciosa — respondí.
— vale amor — dijo y colgué.
Me senté en la silla y comencé a investigar más de ellos.
[...]
Pasaron 5 minutos desde que comencé a mirar y ya acabé, no hay nada interesante y muy poca cosa, solo sé que son unos niñitos de papá y mamá.
Baje a la sala para relajarme un rato pero el ruido de la piscina me llamo la atención.
Salí a la piscina y vi a Mía en el bordillo mientras agitaba sus piernas en el agua.
Ella no notaba mi presencia hasta que reí y me miró.
— oye ¿de que te ríes? — preguntó.
— pareces una niña — dije acercándome a ella.
— es que lo soy — respondió.
— ya eres una mujercita —
— yo aún me considero una niña — dijo y río.
Me agache y cogí sus brazos para tirarla al medio de la piscina.
— ¡OYE NO! — gritó antes de tirarla pero ya era demasiado tarde.
Vi que hacía hacía movimientos bruscos y no sacaba su cabeza del agua.
Joder! Se está ahogando!
Quite mis zapatos en un segundo y me tire al agua.
— ¡Mía! —
Nade a ella y la cogí de los brazos apoyándola en mi.
Ella tosía muy fuerte hasta que se tranquilizó.
— joder, lo siento — me disculpe.
— por eso te dije que aún me consideraba una niña, por que no sé nadar — dijo.
Le di un beso en la frente y la tumbe haciendo que su cabeza se esconda en el hueco de mi cuello.
Salimos del agua y la tape con la toalla que había en la tumbona.
— Mía, no supe que no sabías nadar, de verdad lo siento — volví a disculparme.
— no importa — dijo y sonrió — ¿algún día me enseñarás? — preguntó como una niña.
— por su puesto —
¿Como puede ser tan limpia y pura que perdona a todo lo que se le haga?
— me voy a dar un baño, ya es tarde — dijo y se fue.
Me metí en casa y vi que Jordi entraba por la puerta principal algo borracho.
— ¿donde te habías metido? — pregunté.
Jordi estuvo casi dos días desaparecido y ni me di cuenta con todo lo que está pasando.
— no sabiaa...que está ciudaad era taan divertida y tuviera muuchas chicas hermoosas — dijo tambaleándose.
Lo cogí por los hombros y lo lleve a la habitación que estaba hospedado.
— no salgas de aquí a si de borracho — le dije.
Lo mire tirado en su cama bocabajo y dormido profundamente.
Narra Mía.
Me puse un fino pijama por el calor y me dirigí a dormir directamente ya que mañana es el penúltimo día de instituto.
[...]
No conseguía dormir ya que estaba nerviosa por lo que mañana podría pasar con james y los dos demonios del instituto.
Me levanté y decidí ir a la cocina para beber leche y a si conseguir dormir.
Cuando baje vi que las luces estaban encendidas.
¿A esta hora?
Baje por completo hasta que vi a Jordi cenando algo muy cansado.
— hola... — susurre.
— Mía — saludó.
— ¿cenando a estas horas? — pregunté.
— si, tenía hambre — dijo y reí.
Me acerqué al frigorífico y saqué la leche para luego calentarla.
Al acercarme a Jordi olí como a alcohol. Solo espero que no esté bajo los efectos del alcohol.
Saque la leche del microondas y me senté cerca de Jordi para bebérmelo.
— ¿aún no has estrenado el vestido que te regale? — preguntó.
— aún no — dije sonriendo.
— seguro te quedará genial —
Me sonrojé.
— gracias, solo espero estrenarlo pronto —
— pronto será — hizo una pausa — este fin de semana te invitaré a una especia de...cita y te lo pondrás — dijo.
Reí.
— entonces que a si sea — dije.
Pero me puse a pensar en cómo reaccionaría james, si se molestara y no me dejara ir con el...no lo sé.
Nos levantamos para dejar los cubiertos en el lavadero hasta que sentí como mi vaso caía de mis manos. Los dos nos agachamos rápidamente y chocamos frente con frente.
— auch... — susurro tocandose la frente.
— lo siento — susurre.
No sabía que estaba tan cerca de él y por eso susurre...me quede mirando sus perfilados labios hasta que el se abalanzo para besarme.
El beso...no era como los de James, bruscos, este era pasivo, cómodo, relajante...me gustaba.
Me separé analizando lo que acaba de ocurrir.
— esto...esto no está bien — susurre aún cerca de él.
El sonrió y miró el vaso en su mano.
— al menos lo llegue a coger antes de que se rompiera — dijo y se apartó.
El comentario me dio gracia pero no reí ya que estaba algo bloqueada.
El
— buenas noches — susurre y me fui.
Llegue a mi habitación y me tiré a la gran cama pensando en los labios que acaban de besarme...no lo conseguiré olvidar.
Creo que si se entera james me mata.
[...]
Desperté por los rayos de sol que entraba por el gran ventanal.
No se cuando caí dormida anoche, pero si se que aún estoy cansada.
Me aseé y me puse un short negro con una camiseta de rayas amarillas, naranjas y negras...y que no se me olviden mis converse.
Salí de la habitación y james me esperaba sentado para desayunar.
— buenos días — salude.
— buenos días Mía — sonrió — ¿lista para el día de hoy? — preguntó.
— se puede decir que si...pero...algo nerviosa — respondí.
Bebí de mi leche con cacao.
— no tienes por qué estarlo — respondió.
Asentí poco convencida.
[...]
Llegamos al instituto, james estacionó el coche cerca de la entrada del instituto y luego nos miramos.
— ¿vamos? — preguntó james.
Salimos de coche y vimos a todos los estudiantes en la puerta ya que todavía no era la hora de entrar.
Eche una vista por encima y no los veía.
— ¿le ves? — preguntó.
— no — respondí — pero...no quiero entrar sin que tú le tengas que decir lo que tienes planeado, me harán algo seguramente — dije.
El se quedó mirándome.
— de acuerdo, te entiendo — respondió — pero primero vamos a mirar si están —
Asentí y comencé a mirar por todo el terreno hasta que oí la voz chillona de Sofie.
Mire al lugar de donde oí su voz y efectivamente estaba ahí todo el grupo.
— james — susurre y me miró — están ahí —
— bien, entra a clases, yo me encargo — dijo.
Se acercó y me dio un beso en el cabello para luego dirigirse a ellos.
Cuando me da besos a si, parece un padre que le da un beso a su hija...en realidad se ve muy tierno.
Me adentre al instituto y miento si digo que no tengo miedo.
Narra James.
Cada día veo a Mía diferente, después de lo que me estoy enterando sobre su vida...la veo inocente, débil, una chica que necesita ayuda y nadie se ofreció para dársela.
Ella en realidad es una chica alegre con quien lo es con ella, amable...es diferente de como la conocí.
Darle un beso en su frente, entre mis brazos para despedirme era algo tierno que nunca sentí y me gusta esa sensación.
Me dirigí al grupo y mi vista fue directamente a los dos niñatos.
— ¿sofie y Lucas? — pregunté.
— ¿y tú quien eres? — preguntó Sofie sonriendo.
Se acercó a mi mirándome de arriba hacia abajo seductoramente.
— si, ¿quien eres? — preguntó también Lucas.
— tengo que hablar con ustedes, en un sitio más privado y solos — dije y sonreí.
— claro — dijo la voz chillona de sofie.
Mire a Lucas que ponía sus caras de tío malo y asintió.
Los lleve a un callejón que había a varios metros cerca del instituto.
— bueno, vamos al grano — dije.
Me acerqué a Lucas, me crují los dedos y le propiné un golpe de puño en la cara haciendo que caiga al suelo, mi vista fue a sofie y que salió corriendo pero mi guardia la agarró.
— ¿¡que haces imbecil?! — gritó sofie.
Lucas se levantó y me intentó golpear pero no lo consiguió. Lo tiré al suelo de nuevo y se vio incapaz de volver a levantarse.
Mire al guardia que tenía a sofie y le hice una seña para que dejase a la zorra al lado de Lucas.
— ¿¡quien eres!? ¿¡Que quieres?! — volvió a preguntar sofie.
— cállate, me estalla la cabeza con esa voz chillona — dije serio.
Me acerqué a ellos y me incliné.
— supongo que sabréis quien es Mía — pregunté.
— ¿es por esa zorra que no estás haciendo esto? — preguntó Lucas.
Lo agarre de la camisa y lo levanté.
— ella nos es ninguna zorra como la que tienes a tu lado — hice una pausa — para ti ella será una zorra, pero tú, tú eres un cobarde por golpearla y luego hacerte el débil frente a un hombre — dije y lo solté al ver que se asfixiaba.
Me acerqué a la chica y la agarré del cabello levantándola haciendo que ella chillase.
— y tú zorra egoísta, la dejarás en paz si no quieres ver tu cabeza arrancada, y a tu grupito le digo lo mismo — la solté.
Ella estaba llorando y el temblando.
— nos os quiero volver a ver que la molestáis, y como esto lo publiquéis, daros por muerto — dije serio — ¿entendido? — pregunté.
No respondieron.
— ¿¡entendido?! — pregunté furioso.
— si — dijeron a la vez.
— largo de aquí —
Al decir eso se fueron corriendo.
❤️❤️
¿Que tal os parece el cambio de James?