El día comienza como todos. Con muchísimos entresijos y adivinanzas. Los chicos quieren saber quién es el tercero infectado. Y por lo que parece, tienen todas las papeletas.
-¿Quién puede ser el tercero? –Dice Iván.
-Puede ser cualquiera. –Contesta Carol.
-Lo importante ahora es no dejarse inyectar nada, ¿Está bien? –Dice Iván mirando a Carol.
-Entendido. –Dice Marcos.
-¿Y Vicky? –Dice Roque.
-No lo sabemos, esta noche no ha dormido con nosotros. Estará con Nacho. –Dice Julia.
-Está claro que el único que no pilla cacho soy yo. –Dice Roque sonriendo.
-Mirad. –Dice Carol. –En la mesa donde se ponen los amigos de Nacho, no está. ¿Y si les ha pasado algo?
-¿Te digo lo que les ha pasado? Que han tenido una noche muy movidita y no han podido levantarse. Vicky, ya no es de los nuestros. Olvídate de ella. –Dice Iván.
Y aunque le duela escucharlo, sabe que es verdad.
-Bueno, será mejor que vayamos para clase. No queramos enfadar a Camilo. Quedan dos días de clase y me temo que algo muy gordo tiene que ocurrir. –Dice Julia.
-Sí, vamos. –Dice Carol.
-Oye, Iván creo que me he dejado los apuntes de latín en tu cuarto, voy para allá. Nos encontramos en clase, chicos.
Julia, se dirige hacia el cuarto de Iván para coger el libro de latín, cuando se encuentra a Noiret con Camilo.
-¿Cuántas veces te voy a decir que dejes ese puto tema de una vez? –Dice Camilo.
-Las cosas se están poniendo feas, incluso para nosotros. Lo que pasó hace dieciséis años, puede salir a la luz.
-Noiret, entiendo que estés preocupado porque el Proyecto Géminis haya salido a la luz, pero lo que le pasó a tu mujer, fue un suicidio. Nadie tiene que saber que te la quitaste de encima.
Julia, choca contra la pared y hace un estruendo en la pared. Está bloqueada. Todas las conversaciones que le ha oído a Noiret por teléfono era sobre el suicidio de la madre de Iván. En resumidas cuentas, la madre de Iván, no murió, la mataron.
Tiene que salir de allí o la van a pillar. Afortunadamente, cuando los dos se acercan hacia donde estaba Julia, ella ya está entrando a clase.
-¿Y el libro? –Dice Iván.
-Cuando estaba acercándome hacia tu cuarto he visto a Camilo y me ha dado cosa que me viera entrar a tu cuarto. Hoy, compartimos libro, ¿Vale? –Dice sonriendo.
-Vale, total no lo voy a usar.
Roque, que la conoce muy bien, la mira. Pero Julia, intenta disimular lo mejor que puede. La clase empieza y consiguen poner un poco de interés aunque cada uno, piensa como salir de allí.
Entre María y Hugo, está creciendo algo. No se sabe muy bien de que trata ni con qué fin. Pero algo hay.
-María, ¿Estás segura? –Dice Jacinta.
-¿De qué? ¿Qué pasa?
-Estoy viendo en los últimos días lo cercanos que sois tú y Hugo. No es por nada, pero no me gustaría que sufrieses. Quedan dos días de curso y...
-Una vez, me dijiste que no me metiese en tus asuntos, haz lo mismo. Si lo dices por Fermín, está muy ocupado haciendo de las suyas con Rebeca. Y con Hugo, me siento en paz, siento que nadie me puede hacer daño.
-Llevas razón, no me puedo meter en tus cosas. Pero algo me dice que no es trigo limpio.
María, no quiere seguir con la conversación y se marcha de la cocina. Encontrandose de golpe con Iván.
-¡Iván! ¡Qué susto me has dado!
-Perdón, perdón.
-¿No deberías estar en clase?
-¿Y tú no deberías de tomarte la medicación? –Dice Iván, que sigue con el plan de hacerle ver a María que ya no la quiere para que Noiret no le haga nada.
-Iván...eres mi hijo. No te mentiría. Sabes de sobra que eres mi hijo.
-Mira, ya que estás aquí, te lo digo. Faltan dos días para acabar el curso, me voy a pirar. Quiero que seas feliz fuera de aquí. Prométeme que no vas a quedarte aquí cerca de Noiret.
-¿Dónde vas a ir? ¿Me dirás dónde vas a estar?
-Sí, serás la primera en saberlo. Pero tienes que marcharte de aquí. Por favor.
Iván se marcha al baño, supone que para fumarse un cigarrillo. Sabe que aunque le hable así, se preocupa por ella.
Las clases ya han acabado. Con esto de que ya se acercan las vacaciones de verano, los profesores cada vez trabajan menos.
-Hay que buscar a la tercera persona o descubrir por lo menos quien va a ser el infectado. –Dice Marcos.
-Esta noche, podemos ir a los pasadizos. –Dice Iván.
De pronto, aparece Vicky en la habitación. Con la rodilla magullada y los brazos ensangrentados.
-¡Bueno, bueno! Pero mira a quién tenemos aquí. ¿Cansada de tanto sube y baja? –Dice Iván, bromeando.
Pero algo en el semblante de Vicky, no parece hacerle gracia.
-Me he pasado toda la noche encerrada en una cámara frigorífica con los cuerpos de Susana y el sobrino del guardabosques. –Dice Vicky.
Todos empiezan a mirarse entre sí y se dan cuenta de lo que dice es de verdad.
-Cuando estabais en el laboratorio, sonó la alarma. Yo fui la que os abrió la puerta. Bajé para ayudaros, pero cuando entré en aquel sitio, alguien bajó a mirar que es lo que había pasado y tuve que cerrarla. Casi muero.
-Lo sentimos mucho, Vicky. No sabíamos nada. Pensábamos que estabas con Nacho. –Dice Carol.
-No quiero que volváis a llamarme para nada. He estado a punto de morirme tres veces por ayudaros, y a mí, nadie estaba conmigo ayer. Ahora, si me dejáis, tengo que hablar con Nacho.
Vicky llama a Nacho y éste le coge el teléfono.
-Nacho, ¿Podemos vernos? –Dice ilusionada.
-Hola, cariño. No, no vamos a poder vernos. Me he tenido que ir al hospital, mi tía se está muriendo y no saben cuánto le va a quedar.
-¿Quieres que te lleve algo?
-No, no me hace falta nada. Le he dicho a Tomás que me traiga las notas.
-Bueno, está bien. Luego hablamos, ¿Vale?
Vicky, nota a Nacho de una forma extraña, pero piensa que está enfadado con ella por haber estado toda la noche fuera. Así que no le presta atención.
Blanca, tiene que ir otra vez al despacho a hablar con Noiret. Nota que se está callando cosas y no hace nada más que molestarla.
-¿Qué quieres ahora? –Dice Blanca.
-Oh, perdona. ¿es que no tienes tiempo entre polvo y polvo?
-Dejaos de tonterías. Yo era el que quería que vinieras. No entiendo como Héctor se pudo contagiar de esa enfermedad. –Dice Camilo.
-Ni él mismo se acuerda. Él me dijo, que un amigo le mordió, a lo mejor aquel niño era uno de los infectados y por eso está enfermo.
-¿Y si no sabe nada, porqué tiene marcado esta cruz en el mapa que encontramos en su colada? –Dice Camilo.
-¿Qué hay ahí? –Pregunta Blanca.
-Un grupo de niños que se metieron donde no debían. –Dice Camilo.
-Los niños que matasteis, uno de ellos, era mi hermano, ¿Verdad?
-Venga, no te pongas sentimental ahora. Estás tan pringada como nosotros en esto.
Hace tres años...
-¿Hola? ¿Podemos hablar? –Dice una señora rubia.
-¿Perdona? ¿Usted es? –Dice Blanca.
-Soy Irene Espí.
-¿Y? ¿La puedo ayudar en algo?
-La empresa para la que trabaja, trata con personas.
-¿Qué? ¿Está loca? Si no se marcha, tendré que llamar a seguridad.
-Un momento. El tatuaje que tiene en el costado, es el mismo que el mío. Nos lo hicieron en el orfanato La Laguna Negra.
-Yo no he estado en ningún orfanato.
-Sí, usted es Marta Fernández. Ellos, los de OTTOX, mataron a tu hermano y nos borraron la mente para que no nos acordásemos de nada.
Ahora...
-Blanca, Blanca. ¿Estás bien? –Dice Jacinta.
-Sí, Sí, es que ya hace mucha calor y siempre me canso mucho. No me pasa nada, de verdad.
Jacinta, sabe que ella es una niña robada, pero no quiere que sepa que ella lo sabe. Le prometió a Héctor que no le diría nada.
Blanca sube hacia su habitación. Necesita respirar, estar alejada de la gente. Y se pone a recordar.
Antes...
-¿Me puedes decir que es el Proyecto Géminis? –Dice Blanca.
-¿Por qué sabes tú de ese Proyecto? –Dice el abuelo de Marcos.
-Tu hija ha venido a decírmelo. Experimentabais con nosotras. ¿Por qué? ¿Para qué? Iré a la policía si es necesario.
-No creo que te dé tiempo. –Dice el abuelo de Marcos.
-¿Qué vas a hacer? –Dice Blanca.
El señor Pazos, llama a seguridad y les pide que la sujeten mientras él mismo le inyecta el virus.
-Ahora, tendrás que buscar una cura para este virus, si no estarás muerta. –Dice sonriendo.
Ahora...
Ella no está con ellos porque quiera, sino porque de ello consiste su vida. De sobrevivir.
La noche pasa como siempre. Acercándose al final del curso.
-Vicky, tienes que dormir algo. –Dice Julia.
-No puedo.
-¿Qué pasa? –Dice Carolina.
-Sé que a Nacho le han hecho algo.
-¿Por qué lo dices?
-¿Cuáles eran los síntomas de los infectados? –Pregunta Vicky.
-Perdían la vista, sangraban...
-¿Cuánto tardaban los demás? –Dice Vicky.
-No más de veinticuatro horas. –Dice Roque.
-Entonces, no tenemos que perder más tiempo. Vamos a buscarle, con suerte lo encontraremos. –Dice Marcos.
Los chicos corren hacia los laboratorios para encontrar a Nacho y poder así salvarle la vida. Se dirigen por el bosque para ir lo más rápido posible.
Mientras tanto...
-El pulso cada vez es más lento, no le queda mucho. –Dice el médico a Nacho mientras ven el cuerpo inmóvil de Nacho.
María, está limpiando el baño como todas las tardes, pero algo le llama la atención dentro de uno de ellos. La puerta se abre sola, no hay nadie, pero todo hace presagiar que es por Noiret, desde que la tiene amenazada vive en tensión constante.
Afortunadamente, los chicos han encontrado a Nacho, pero los perros van detrás y tarde o temprano, podrán con la puerta y los pillará a todos.
Consiguen sacarlo de allí y dejarlo a salvo de los perros.
-Nacho, Nacho, te pondrás bien. –Dice Vicky.
-Uno de los vuestros es un traidor. –Dice Nacho como puede.
Carolina y Vicky que son las únicas que se han enterado de lo que ha dicho, se miran sin dar crédito a lo que acaban de oír. ¿Será verdad? ¿O habrá oído mal?