Estaba hecha un mar de lágrimas al terminar de escribir la carta, realmente empezaba a dolerme, esta situación me dolía, con cuidado doble la carta y la guardé en el abrigo que usaría mañana, observé el anillo, aquel hermoso y bello anillo, es un corazón, el corazón Lovatic con pequeños diamantes, me lo quite para detallarlo mejor y observé que este tenía algo escrito en su interior «Te amo mi ruiseñor» aquello me rompió, me puse nuevamente el anillo empezando a sollozar, yo estoy comprometida, comprometida con el amor de mi vida, lo cual es maravillo pero hay algo, algo que es grave y peor, yo, yo no podré estar para Demi, no cumpliré mis promesas, no le brindare todo lo que ella espera, no podré ofrecerle un amor verdadero acá en la tierra, la realidad es esa, yo me iré, me iré prometiendo permanecer siempre a su lado pero no podré, no lo haré, le fallaría, la lastimaría y aquello me dolía, joder que me duele, ¿cómo te vas sabiendo que le causarás daño? Pero... ¿cómo sigues sabiendo que ella morirá?... no podía, simplemente no podía dejarla ir, no podía y daré mi vida para que siga con vida, cuando me pidió casarme con ella fue algo que realmente no me esperaba y tuve muchas contradicciones para aceptar y no porque no la amara sino al contrario, es porque la amo bastante y se que la lastimare, pero díganme ¿que podía hacer? Aceptar, aceptar que compartiría mi vida con ella siempre así tuviese que irme.
«Dime, ¿cómo soportas luego que has perdido a quien amas?, ¿cómo continúas adelante cuando tendrás un gran dolor por su pérdida aunque te haya salvado?, ¿como no te culpas de su decisión?, ¿cómo aceptas que la persona que más amas decidió ayudarte cuando su única salvación era tenerte a su lado?, ¿como sigues viviendo cuando tu único motivo para continuar era aquella persona que ya no está y qué tal vez nunca podrás ver mas?, ¿cómo luchas por seguir cuando toda tu fuerza se la lleva aquella persona que ya no estará?, ¿como despiertas en una realidad en la que ella ya no estará?» aquellas palabras de Demi empezaban a retumbar en mi mente causándome ansiedad, ella me había dicho su temor, no directamente pero sabía que temía a ello y sin duda aquel temor será cierto, aquello sucederá, yo me iré, yo la dejaré.
Me levanté de donde me encontraba y salí de la habitación con cuidado, me dirigí a la cocina pero al llegar pude ver que Maddie se encontraba sentada y observaba a un punto fijo mientras lloraba.
-¿Te encuentras bien?- le pregunté sentándome enfrente pero ella no respondió -hey Maddie- sacudí mis manos frente a sus ojos captando su atención -¿estas bien?- volví a preguntar, ella trató de sonreír pero solo consiguió una mueca y sus lágrimas salieran con mayor rapidez -¿Qué sucede?- tome sus manos sobre la mesa
-Es solo...- agachó su cabeza -esta tarde te escuché cuando hablabas con Dallas- suspiro -oí cuando decías lo de la operación de Demi pero no quise creerlo, no quise aceptarlo; pero en el almuerzo lo confirmaste- soltó mis manos para taparse la cara mientras sus sollozos se hacían más fuertes -me alegra, enserio me alegra que mi hermana vaya a recuperarse pero me duele también, me duele saber que eres tú la que intercederás- yo me acerqué y la abracé -¿sabes que me duele más?- se separó y quito las manos de su rostro observándome atentamente -que Demi se encuentra tan entusiasmada y lo irónico de esto es que cuando ella sepa que se trata de ti aquello la destrozará- ella se levantó, se acercó y me abrazo -son tantas cosa y ahora... ahora Demi te pide un compromiso, te pide tenerte a su lado compartiendo cada uno de sus días cuando aquello no será posible- yo ya estaba sollozando -tú no estarás para ella, tú te iras y darás tu vida por ella, tú la dejarás, ella no te verá más, ella cree que a la primera persona que encontrará al abrir sus ojos es a ti, pero eso no es cierto, la realidad es otra y esa es donde tú ya no estás- se separó de mi y yo retire mis lágrimas tratando de normalizar mi respiración -ella cree que la vida luego de su operación mejorará porque te tendrá a ti, es obvio que tú eres su felicidad pero me lastima tanto pensar que ella está ilusionada con algo que no será, deberá enfrentar la realidad de una manera grotesca, tal vez te odie, tal vez nos odie a nosotros, tal vez se hunda pero aun así te prometo que no importa cuando se derrumbe porque yo, porque nosotros estaremos ahí para ella ayudándola a reconstruirse, tal vez no sea suficiente pero te juro que haré lo posible- me dio un beso en la mejilla y se retiró.
De cierta manera con aquella promesas me sentí un poco mejor porque eso era lo que quería y esperaba, quería que Demi se apoyará en alguien y ¿quien más que su familia? Su familia la ayudaría y ella se recuperaría, confiaba en que aquello sucedería.
Me levanté y me dirigí nuevamente a la habitación ya más tranquila, al entrar Demi aun dormía así que con cuidado me acosté a su lado y la abracé.
-Debes tener fuerza, por favor no te rindas, no cedas, lucha y vive tu vida, disfruta de esta nueva oportunidad cariño- le susurré y besé su mejilla, luego de unos minutos logré caer a los brazos de morfeo.
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-No por favor díganme que no es cierto- escuchaba gritar a una persona pero no lograba reconocer de quién se trataba, me sentía asustada y empecé a dirigirme a donde provenían aquellos gritos
-No por favor no es cierto- escuché con claridad la voz de Demi al ingresar en una habitación, allí se encontraba mi chica sentada sobre una camilla, me acerqué dándome cuenta de que ella se encontraba en una habitación de hospital
-Está mierda no es cierto, ella está viva- sollozaba con dolor -díganme joder, díganme que ella está viva- yo trate de sujetar su mano pero me fue en vano ya que solo traspasé su piel -(tn) porque lo hiciste, porque joder, no debiste- Demi empezaba a tener un ataque de pánico.
Estaba en un cementerio, unas personas se encontraban llorando alrededor de un ataúd, con temor me acerqué y me fije en que se trataba de la familia de Demi y mi padre, me percaté cómo aquella hermosa chica abrazaba el ataúd con fuerza
-Esto es una jodida broma, ¿porque lo hiciste?, te lo dije, joder te lo dije, sin saber que intercederías te mande tantas indirectas de que aquello era lo que menos quería y lo hiciste, me fallaste, te fuiste, prometiste estar a mi lado pero no es cierto, tú no serás mi esposa, no tendré una familia contigo, te odio (tn) te odio por dejarme- susurraba ella con dolor mientras miles de lágrimas se presentaban por su parte y yo lo único que querría era abrazarla y decirle que siempre estaría ahí.
El entierro finalizo y Demi salió corriendo, sin dudar empecé a seguirla escuchando su llanto desgarrador
-Eres una tonta, te perdí- gritó ella corriendo más rápido, de un momento a otro sentí pánico, tenía miedo y empecé a aumentar mi velocidad
-¡Demi!- grité sabiendo que aquella chica no me escucharía y de pronto todo paso en cámara lenta, ella iba cruzando pero un carro la atropelló
-No- grité con fuerza llegando al cuerpo sin vida de aquella chica que tanto amaba -porque, esto no debía ser hacer así, tú debías vivir joder despierta- la sacudía con fuerza pero ella no daba señales de vida
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-Cariño debes despertar- escuché con dificultad mientras empezaba a sollozar -despierta (tn)- sentía como me sacudían -oye- gritaron y abrí mis ojos como platos sentándome de golpe sobre la cama
-Pero... ¿que pasó?- pase las manos por mi rostro notando mis mejillas húmedas, realmente estaba llorando
-Tenías una pesadilla, ¿que soñaste?- me preguntó Demi confundida, ante aquella pregunta todo lo recordé con claridad
-Yo... tú...- fue lo único que logré decir cuando siento a Demi abrazarme, aquello hizo que llorara con más fuerza sintiéndome asustada y débil, no quería que ella se perdiera, no quería que ella se fuera, yo le estaba brindando una nueva oportunidad y lo que más quería es que ella siguiera y viviera
-Todo estará bien cariño, tranquilízate- me susurro Demi acariciando mi cabello y ayudándome a acostar nuevamente, ella me tenía entre sus brazos brindándome protección -¿quieres decirme que soñaste?- yo negué tratando de tranquilizarme -esta bien, trata de dormir, debemos descansar cariño- beso mi frente -duerme tranquila, yo siempre te cuidare, tú eres lo que más quiero y amo en esta vida y se que a tu lado todos nuestros temores se irán porque si estamos juntas todo será felicidad- sin evitarlo una fuerte culpa me invadió -descansa por favor- yo asentí y luego de unos minutos logré quedarme dormida.