Meses después
-¡Despejen! ¡Carga a doscientos sesenta!
-Sí.
-¡Otra vez! ¡Vamos!
-¡Tenemos pulso doctora! ¡Tenemos pulso!
-¡Si! Buen trabajo equipo, ahora hay que estabilizarlo, doctor Dellisola queda a cargo.
-Claro que si- respondió su colega y amigo.
-Debo irme es tarde.
Camila salía de la habitación del paciente, había pasado antes de su salida y descubrió que el paciente estaba teniendo un paro cardíaco y que básicamente lo perdieron por casi cinco minutos, había sido un turno largo y difícil, 17 horas seguidas de trabajo, dos operaciones de urgencia, cinco pacientes con gripe, una embarazada histérica y el último paciente. Estaba realmente cansada, quería llegar a casa, abrazar a su pequeño hijo y dormir a su lado.
-Nos vemos el jueves- se despidió de algunas enfermeras.
-¡Mila!
-Hey DJ - le sonrió a su mejor amiga.
-¿Sí nos veremos el viernes?
-Sí, sólo espero que Lauren cumpla su promesa y esta vez si venga- sonrió triste.
-No creo que Laurenzo quiera seguir lejos- su amiga le dio un abrazo.
-Pues no la he visto en un mes, llama rara vez, entiendo que está de gira al otro lado del mundo pero soy su esposa y la necesito, Lawrence también la necesita, sé ha perdido su primera gateada y que ahora no para de balbucear demasiado como si hablara conmigo.
-Es un bebé muy inteligente y no dudo que dentro de poco realmente hablará.
-Lo es, y lo extraño demasiado... debo irme mi madre está cuidándolo, te veo el viernes en la cena- le dio un beso de despedida y un abrazo- saludos a Normani.
-Cuídate y dale muchos besos a mi sobrino, y yo le digo a mi chica- le guiñó un ojo.
-Claro que sí, de tu parte- Camila salió rápido al estacionamiento y subiendo a su auto para ir por su hijo.
Casa familia Cabello Estrabao
-Hija, tienes una cara muy cansada ¿estuvo muy pesado el trabajo?- Su madre le ofrecía un té.
-Gracias mamá, si, ha sido un turno muy difícil, pero ha terminado- tomó un poco del té y se relajó- ¿Dónde está mi pulguita?
-Está con tu padre viendo televisión, ya sabes que ese par se une y nadie los despega- Camila asintió sonriendo.
-Lo he echado mucho de menos.
-Hoy llamó Lauren- comentó su madre y Camila no quiso verse confundida pero fue inevitable- Habló un poco con Sebas, dijo que faltaba poco para que terminara el tour.
-Sí, pronto estará en casa- sonrió Camila.
-¿Está todo bien?- Sinu se acercó y le dio un pequeño masaje en la espalda, provocando que Camila dejara la taza y se relajara aún más.
-Sí, es solo que la extraño mucho, hemos hablado muy poco y es algo difícil cuando pasa esto.
-Ella te invitó- comentó.
-Sí, pero estaba adelantando algunas pruebas, quiero tener unos días libres para cuando regrese.
-Entiendo, así estuvieron cuando fue su aniversario.
-Sí, tuve que adelantar algunos turnos, pero tuve un fin de semana increíble con el amor de mi vida- suspiró Camila.
-Creí que me traerían otro nieto- bromeó y ambas rieron.
-No, me estoy cuidando madre, creo que Sebas es aún muy pequeño y Lauren y yo tenemos mucho trabajo, tal vez cuando termine mis estudios y Lauren logre estabilizarse más y tener menos tours.
-Será dicicil para ella, es un trabajo que depende mucho de las ventas, el público, sus viajes y promoción.
-Sí, pero encontraremos el equilibrio en esto- sonrió Camila.
-Mientras estén unidas y lo hablen , así será hija- Sinu le besó la frente- ahora vamos a ver a ese par, me da miedo cuando están muy silenciosos.
-Tienes razón- rió Camila y fueron a la sala. Encontrándose con su papá totalmente dormido y el pequeño Lawrence lo miraba atentamente- ¿Qué crees que vaya a hacer este pequeñín esta vez?
-Me da miedo ver lo que tiene en su manita- respondió su madre viendo que tenía un plumón, pues al parecer habían estado rayando unas hojas el y su abuelo.
-Creo que iré antes de...- su mamá la detuvo y vieron como el pequeño fruncía el ceño y como si planeara algo malicioso sonreía y acercaba el plumón al ojo de su abuelo- mi pequeño es un malvado.
-Déjalo, quiero ver cómo deja a tu padre- rió Sinu cubriendo su boca.
Lawrence estaba muy entretenido, su manita tenía apuñado el plumón y daba pequeños toques al rostro de su abuelo y soltaba risitas al verlo fruncir el ceño.
-Mi amor eres un pequeño travieso- Camila se acercó y lo tomó en brazos y el pequeño pegó un gritito de alegría viendo a su madre, fue acercando su rostro al de su mamá con la boca abierta- aww mi bebé me extrañó y me da besitos.
El pequeño ponía sus bracitos al rededor de la cabeza de su madre y aún con su boquita abierta la llenaba de baba en sus mejillas.
-Te amo mi pulguita malvada- el pequeño como si supiera de qué hablaba su madre, sonrió y se escondió en su cuello- ¿Qué te parece si nos tomamos una foto con tu abuelo y se la enviamos a mami Lolo?
-Baaaaaa- el pequeño parecía saber de qué hablaba y más cuando le mencionaba a su otra madre.
-Veamos- Camila sacó su teléfono de su bolso y se acercaron a su padre quien seguía dormido, Sinu los miraba con adoración- uno, dos...
Tomó dos selfies y en ambas su hijo mostraba el plumón aún en su manita, su padre lleno de puntos en su rostro y Camila sonriente.
-Le enviaremos esto a mami- le dio dos besitos en su mejilla al pequeño y se sentó en el otro sofá junto a su madre.
Abrió WhatsApp en su teléfono y envió la imagen a su esposa.
Mi amor❤️:
[imagen]
¡Hola mami! Mira lo que he hecho a mi abu Ale... creo que nuestro pequeño es un bebé malvado, debiste ver su carita antes de hacer su maldad. Te extrañamos mi amor. Te amo.
-Bueno mamá, ya nos vamos, tengo que enviar unos cuestionarios por correo a la universidad- se puso de pie con su pequeño que al parecer estaba cansado, pues dejó caer el plumón y se abrazó a su madre dejando su cabecita recostada en su hombro- ademas está malvada pulguita tiene que descansar.
-Está bien hija, ¿mañana trabajarás?
-No, tendré turno hasta pasado, pasaré el día con esta cosita hermosa- dejó besitos en el cuerpecito de su hijo.
-Cualquier cosa no dudes en llamar hija.
-Gracias mami, después me cuentas la reacción de papá al despertarse.
-Creo que lo grabaré- soltó una risita su madre.
Una hora más tarde
Cada familia Jauregui Cabello
Camila se encontraba enviando el último correo, su vista estaba cansada, tenía un plato al lado con medio sándwich, decidió dejar todo e ir a dormir. Al día siguiente iría al gimnasio y necesitaba estar descansada.
Apagó su laptop, guardó el resto de su cena, apagó las luces había llevado a su pequeño a su habitación para dormir juntos, así habían estado durmiendo por el tiempo que Lauren no estaba. Lo encontró dormido abrazando su cobija, suspiró dejando un beso en su cabecita. Se dió un baño rápido y volvió a la cama para dormir.
Al despertar, revisó su teléfono y tenía un mensaje de su esposa, sonrió ampliamente.
De Mi amor❤️:
Es una pulga muy traviesa, ha sido muy gracioso ver a tu padre así 😂 peeroo creo que deberíamos decirle a nuestro pequeño que no lo haga, no quiero que en un futuro crea que puede hacer ese tipo de cosas sólo porqué si. También los extraño mi amor, no tienes idea de cuánto, pero debes estar segura que pronto estaré con ustedes. Los amor con toda mi alma. Besos.
Camila suspiró, un mensaje, sólo un mensaje la ponía de buen humor, tenía energía para todo el día. Se apresuró a tomar un baño, se puso su short y playera deportiva, sus tenis. Fue a la cocina a prepararse un licuado y cuando volvió a la habitación su pequeño se encontraba tallando sus ojitos y haciendo un puchero.
-Mi amor, buen día- el bebé miró a su mamá y comenzó a llorar- qué pasa mi vida, ¿por qué lloras?
Lo tomó en brazos sacó su pecho y él rápidamente lo tomó dejando de llorar.
-Eso era todo- sonrió quitándole una lágrima traviesa que recorría su mejilla- come todo lo que quieras mi amor porque hoy me acompañas al gimnasio, estarás con Tamara, ella te cuidará.
El pequeño dejó de alimentarse, dejando en sus labios un poco de leche y luego volvió a su tarea.
-Eres un glotón, el pequeño glotón que más amo- Camila tomó una de las toallitas que tenía y limpió la comisura de los labios de su pequeño- siempre te ensucias como tu mami Lolo.
Lawrence dejó de comer nuevamente al escuchar el nombre de su otra madre, hizo un puchero.
-No te preocupes mi vida, mami estará pronto con nosotros- le dio un beso en la frente y el bebé dejó de hacer esos gestos tristes para comer.
Después de un buen rato, hasta que el pequeño se sintió totalmente lleno que casi vomitaba, Camila le dio unas palmaditas en la espalda, sacando los gases necesarios para que el pequeño se sintiera bien.
Lo subió a su auto, en su sillita. Lo aseguró y se dirigieron al gimnasio donde cuando Lauren estaba en la ciudad iban juntas. Camila estaba realmente recuperando su cuerpo, sobre todo su abdomen, estaba cuidando su alimentación aprovechando que Lauren no estaba para no caer en tentaciones de antojos o comidas rápidas.
Bajó del auto con su pequeño, una pañalera y su mochila personal con ropa extra, una toalla, su cartera, las llaves y su bote de agua.
-Buen día Camila bienvenida- la recibió su entrenador.
-Hola buen día Nick- saludó Camila elevando un poco más a su hijo de su cadera.
-Veo que traes al pequeño Lawrence por acá- sonrió el entrenador detrás del recibidor.
-Así es, este pequeño estará todo el día con mamá... ¿está Tamara?
-Sí, está en el área de cuidados.
-Gracias Nick, llevare a Sebas y vuelvo.
-Claro Mila aquí te espero.
Camila llegó al área de cuidados para niños encontrándose con una Támara sonriente.
-Hey Mila
-Hola Támara, buen día, mira a quién te traje- Sebas salió del cuello de su madre y miró a Támara sonriendo.
-Hola pequeño travieso- le sonrió y el pequeño soltó una risita- ven aquí.
El niño veía a la joven con sus brazos extendidos pero luego miró a Camila, le dejó baba en su mejilla con la boca abierta y luego la miró como pidiendo permiso.
-Te quedarás con ella mi amor ¿ok?- le dejó besitos en sus mejillas.
Le entregó al pequeño y su pañalera.
-Tiene una papilla recién preparada por si se pone inquieto y trae un poco de agua.
-Claro Camila, deja todo en mis manos tú ve a ejercitarte.
-Gracias Támara, vengo en un par de horas- le sonrió- adiós mi vida vengo en un rato.
Camila volvió a área de gimnasio encontrándose con su entrenador, dejó sus cosas en su locker.
-Muy bien, ayer no pudiste venir pero el día anterior trabaste glúteo y femoral, así que hoy trabajaremos con bíceps, tríceps y hombro.
-Bien- sonrió Camila.
-Y no olvidemos un poco de abdomen- ambos rieron- pero inicia con diez minutos en la bicicleta y luego me buscas, estaré con una cliente por aquel lado.
-Claro, gracias Nick.
Después de los diez minutos en bicicleta, buscó a su entrenador y comenzó sus ejercicios.
-Bien Mila, ahora harás cinco series de quince repeticiones- le mostró cómo debía hacer el ejercicio.
-Está bien.
-Solo podrás descansar cinco segundos entre casa serie- le advirtió- Te estaré viendo.
-Ok- rió.
Comenzó a hacer sus repeticiones, al ir en la última serie comenzó a aflojar.
-¡Hey! Vamos Mila, tu puedes, cinco más- la motivaba y comenzó a ayudarla en sacar las últimas.
-Uugg ya no puedo.
-Sí si, ¡vamos! Ya casi descansas.
Lo logró, soltó las pesas a sus lados rendida. El entrenador le aplaudió.
-Solo dos minutos de descanso porque vendrán unas series en aumento.
Camila lo miró preocupada.
-Hey tú puedes- la animo- ahora vuelvo.
Camila bebió agua para recuperarse y volvió para terminar con los últimos ejercicios.
-Bien, ¿Estás lista?
-Eso creo- respondió limpiando el sudor de su frente.
Comenzaron con las series, aumentando cada vez un poco más el peso. Ya en las últimas repeticiones Nick volvió a ayudarla.
-¡Vamos queda una serie más y ya te estás rindiendo!
-Uugg eso intento.
-Pues inténtalo más- le exigió.
-Que tal si lo le ayudo- se escuchó una voz detrás y Camila observó a su esposa sonriéndole, traía un short holgado, playera y tenis. Ambas se sonrieron.
-Vamos, termina esto y dejemos que Lauren te ayude- le sonrió Nick.
Camila pareció motivada y terminó la serie para luego descansar diez segundos.
-Muy bien, toda tuya- dijo Nick estrechándole la mano a Lauren.
-Gracias- se colocó detrás de su esposa- Muy bien señorita ahora yo le ayudaré.
-Gracias- le sonrió, sus ojos brillaban, transmitían demasiado amor, se habían extrañado mucho.
Le ayudó con su última serie y al terminar Laurene dejó un beso en su hombro.
-Bien hecho mi amor.
Camila se dió la vuelta, abrazó a Lauren de la cintura.
-Quisiera colocar mis manos en tu cuello pero no puedo elevar los brazos- ambas rieron. Lauren acercó su rostro al de su esposa colocando sus labios a milímetros de los suyos.
-Hola mi amor- sus alientos se combinaron.
-Hola - Camila estaba sonrojada, parecía una adolescente al encontrarse con su primer amor.
-Te amo- Lauren besó sus labios.
-Te amo más- murmuró Camila en respuesta y volvió a unir sus labios. Soltaron un suspiro al separarse.
-¿y mi pequeño?
-Está con Támara.
-¿Vamos por él? Quiero llevarlos a desayunar- Lauren aún no la soltaba, dejaba besos en su frente y mejillas.
-¿No entrenarás?
-Creí que estarías apenas iniciando, así que mejor vamos a desayunar juntos y otro día venimos tú y yo a entrenar.
-Me parece una excelente idea- Camila dejó otro pequeño beso en sus labios- aprovechemos que Mami Lolo está aquí.
Camila se adelantó para tomar sus cosas del locker y Lauren aprovechó para mirarle descaradamente el trasero, se le miraba fabuloso con ese pequeño short. Camila volteó y la miró.
-Hey pervertida, vamos por nuestro bebé.
Lauren sonrió coqueta y se acercó de prisa abrazándola por la espalda.
-Iiuugh Lauren estoy sudada.
-Y no sabes cómo me pone eso- se pegó, demostrándole en sus glúteos cómo se sentía- estos shorts no están permitidos los días que hagas pierna o espalda baja y debas agacharte ¿entendido?
-Entendido- respondió Camila e hizo su mano como militar en su frente.
Llegaron al área de cuidados y Támara se encontraba jugando con su pequeño.
-Mira Lawrence tus mamis han llegado- el pequeño miró hacia dónde la joven señalaba y al ver a su mami Lolo soltó un llanto- Oow pequeño.
Se apresuró en entregar al bebé y Lauren fue quien lo tomó.
-Hola campeón- el pequeño no dejaba de llorar- aquí estoy mi amor, ya vine, estaré aquí un buen tiempo, a tu lado.
Lauren no aguantó y sus ojos se llenaron de lágrimas, su hijo aún siendo tan pequeño la había extrañado demasiado y su llanto le delataba. Lo llenó de besos y mimos hasta llegar al auto y se tranquilizó, el pequeño la miraba sonriente.
-¿Y tu auto amor?- Camila había estado viendo todo el intercambio de cariño sonriendo.
-Vine en taxi cariño, esperaba irme con ustedes si no te importa.
-Me prevé una grandiosa idea- dejó un beso en sus labios- iremos a casa a que me bañe rápido.
-Muy bien.
Iban camino a casa, despacio pues el pequeño Lawrence no había querido ir en su sillita por lo que estaba en brazos de Lauren. Camila tarareaba una canción de la radio, Lauren la miraba embobada y luego observó a su hijo que hacía lo mismo. El pequeño tenía su boquita abierta en una sonrisa mirando a su mamá Camila, se miraba enamorado, tenía la misma mirada iluminada y la sonrisa tonta que Lauren tenía al ver a su esposa.
-Lo sé campeón, tu mami es perfecta- le murmuró al oído y el pequeño la miró- pero, es mía.
El niño rió y miró a Camila.
-¿no me crees?
-Lauren deja de pelear con nuestro pequeño- la regañó su esposa.
-Pero es que eres mía- le hizo un puchero.
-Sí mi amor, y tu eres mía, pero nos compartimos con este hermoso pequeño- le acarició la mejilla a su bebé aprovechando el alto que hizo.
-Está bien- sonrió Lauren- ¿Mañana veremos a las chicas?
-Oh sí, ayer me lo recordó Dinah.
-Muy bien, después de eso, tengo planes contigo- le dijo Lauren que tomó su mano y le dejó un beso.
-Eso suena estupendo.
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Perdonen la tardanza, entiendo lo que se siente, yo también leo fics y siempre quiero que actualicen, pero es difícil a veces que llegue la inspiración. Así que quizá sea un capítulo sin mucha acción o algo, pero díganme ustedes ¿ a poco no tenemos días así? Un día normal en la vida de las Camren de este fic.
Pronto terminará esta historia. Buscaré inspiración para terminar también la otra que tengo porque tengo otros planes para nuevos fics, espero les haya gustado aunque sea un poco, cualquier error no duden en decirme.
Saludos ❤️