Camino detrás de Byron y tira la bolsa vacía en un cesto, la cual antes tenía caramelos. Vamos por la vereda y yo observo su mano, recordado que antes la había agarrado, así que de repente suspiro.
—¿Qué sucede? —Se detiene para girarse a mirarme.
—Na... ¡Nada! —Me sobresalto.
Sonríe.
—¿Qué quieres hacer ahora?
—No... no sé, estar aquí, caminando, es nuevo para mí —digo un poco avergonzada.
—Necesitas vida ¿eh? Déjame pensar —Pone la mano en su barbilla, viendo hacia arriba.
Creo que lo hace a propósito, así que me río.
—¿Y qué se te ocurre?
—Entonces hay que hacer un largo recorrido —Baja su vista para mirarme —primero vamos al parque, hay una feria ahí, luego podemos ir a la costanera, puedes ver el río y después al cine ¿Qué te parece? Es un buen plan ¿no?
—Todo lo que dijiste suena divertido, no sé qué es una feria, pero me gustaría ver un río en persona, y me intriga mucho la palabra cine —expreso pensativa.
—¿Qué te enseñaban tus padres? —Levanta una ceja —¿Historia y geografía?
—Creo que de geografía muy poco —opino y se ríe, así que lo hago también.
Parte de la tarde, vamos a la feria, descubro un montón de objetos nuevos y Byron se ríe con mis reacciones. Luego nos dirigimos a ver el río y me sorprendo de lo grande que es.
—¡Genial! —opino mirándolo y Byron mientras observa su celular —¿Qué pasa?
Sonríe.
—Solo veo la hora, para ver si llegamos con alguna peli interesante.
—¿Una peli? —reacciono —Ah como la tele, ya aprendí a usarla, pero son muchos canales —Hago puchero —cuando estaba con mis papás solo tenía tres, era más fácil.
—Bueno, en el cine no te complicarás tanto y tendrás una pantalla enorme.
—¿Enorme? —Estiro las manos —¿Así?
—Ya lo verás.
Las palabras de Byron no fueron en vano, es cierto, el cine es muy grande. Ni hablar de esa pantalla. No me la imaginaba así. La película está muy interesante, parece que mi acompañante tiene buen gusto.
Me sonrojo cuando la pareja protagonista se besa y giro mi vista a Byron, el cual come las palomitas mientras observa la pantalla. Bajo mi vista a sus labios, mientras él continua concentrado en la enorme pantalla.
—Yo esperando aquí que se máten a tiros y estos besándose —opina y me sobresalto, rápido volviendo a ver la película.
Que vergüenza. El corazón casi se me sale por la boca ¿A tiros? ¿Qué quiso decir con eso?