Saga Elementos III: Agua

By Mysagy

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El chico agua nos sorprenderá por su carácter y por su fuerza. Un rebelde sin causa que se ve en medio de un... More

Prólogo.
Capítulo 1: Nadie sabe nada de mí.
Capítulo 2: Vacaciones obligatorias.
Capítulo 3: ¿Cómo puede haber una fiesta en mi honor?
Capítulo 4: Podría haber sido una noche prometedora.
Capítulo 5: No consigo centrarme.
Capítulo 6: Necesito saber de ti.
Capítulo 7: Necesito ayuda.
Capítulo 8: Me siento inútil.
Capítulo 9: La búsqueda
Capítulo 10: Sentimientos confusos.
Capítulo 11: Mentiras forzosas.
Capítulo 12: El juego de las preguntas
Capítulo 13: ¿Estás loca?
Capítulo 14: Bella desconocida.
Capítulo 15: Descubrimientos y planes.
Capítulo 16: Una visión clara.
Capítulo 17: Lo que parece olvidarse con los años.
Capítulo 18: Errores y mentiras del pasado.
Capítulo 19: Ir en contra de mis principios.
Capítulo 21: Aprender a defenderse
Capítulo 22: Tristes despedidas.
Capítulo 23: Bolas de fuego.
Capítulo 24: Más mentiras en mi vida.
Capítulo 25: Momento inoportuno.
Capítulo 26: Esta vez sí, ¡Feliz cumpleaños!
Capítulo 27: Viajes a lugares imposibles
Capítulo 28: Una visita esperada.
Capítulo 29: Planes y peleas.
Capítulo 30: La huida.
Capítulo 31: La persecución y las promesas.
Capítulo 32: Tú lo has querido.
Capítulo 33: Tienes elección.
Capítulo 34: La llegada.
Capítulo 35: Obviedades y muerte.
Capítulo 36: Olas de fuego y engaño.
Capítulo 37: La espera y una horrorosa sala.
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS Y NOTAS DE AUTOR

Capítulo 20: ¡Vamos, piensa!

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By Mysagy

EVE

Eran dos hombres, podrían haber pasado por simples turistas si no llega a ser por ese espantoso olor. Ambos iban vestidos con bermudas llamativas y camisetas anchas. Uno de ellso llevaba una cámara de fotos colgada al cuello y por los bultos que se veían en su cintura, llevaban armas.

Tenía a Kai a mi espalda, le sujetaba los brazos con fuerza para que no intentara nada peligroso, casi estaba convencida de que me supondría un problema, seguro que intentaba hacerse el héroe para protegerme y acababa herido, o peor, muerto.

- Sabes Luck, me siento algo decepcionado. – dijo el que llevaba la cámara colgada al cuello. – Dejar un elemento en manos de una princesa, ¿en qué pensaban esos de la luz?

Era curioso, porque a pesar de que me veían como una niña desprotegida, su voz parecía denotar respeto hacia la persona que tenía delante.

Tenía que analizar la situación, esto solo era un entrenamiento más, un entrenamiento donde mi vida y la de mi protegido estaban en juego. Bien, empecemos: Ambos visten ropa cómoda y suelta, no puedo saber qué clase de armas guardan debajo pero debo imaginarme de todo.

Eran solo dos y no parecían estar esperando a más gente, me he visto en situaciones peores. Pero la actitud de ese tal Luck, tan cayado, tan fuerte, con mirada violenta y pelo grasiento, me ponía muy nerviosa. El otro era un objetivo fácil, demasiado parlanchín y con mirada de suficiencia, también era fuerte pero parecía estar en baja forma.

Ahora tenía que analizar mis opciones. Una y la menos recomendable, era volver a la cueva y saltar al agua para huir a nado. Pero ellos podrían interceptarnos antes de llegar a la cueva o perseguirnos hasta dar con Kai.

Llegar hasta la moto también era imposible, los sombras la habían alejado hasta el borde de la carretera, haciendo imposible llegar a ella sin pasar por encima suya. Así que solo me quedaba una solución, debía luchar y no solo eso, debía acabar con sus vidas para que estos no avisaran a nadie más.

Vale, ahora que ya tenía una misión, debía pensar como llevarla a cabo.

- Esto es fácil, encanto. – dijo el parlanchín con la cámara colgada. – Solo queremos al chico. Si nos lo entregas sin poner impedimento, prometo concederte una muerte rápida y sin sufrimiento.

Eso encolerizó a Kai, tuve que sujetarlo más fuerte para que no fuera a por los sombras. Pero a mí no me había causado ningún efecto negativo, más bien lo contrario. Me acaba de dar varias pistas sin darse cuenta, una era que seguían órdenes, por lo que había más sombras implicados y otra, que no sabían que Kai ya había elegido un bando. Ellos le querían vivo porque pensaban que estaba indeciso, una vez que has elegido bando no hay marcha atrás y ellos lo saben.

Me giré a regañadientes, necesitaba hablar con Kai sin que se enterasen de lo que tenía que decirle, pero no me gustaba dar la espalda a mis adversarios.

- Kai, escúchame. – dije mientras le obligaba a mirarme – Es importante que hagas exactamente lo que te digo, no va a pasarme nada, lo prometo.

- No lo sabes. – dijo sin quitar los ojos de los sombras.

Los miraba con un profundo odio, más odio de lo que le había visto nunca.

- Me voy a dar la vuelta y debes quedarte donde estas, es muy importante que no pierdas la posición. – eso pareció llamar su atención. – Bien, cuando me gire, quiero que metas la mano en mi bolsillo derecho del pantalón. Coge el mechero y enciéndelo a tu espalda, que no te vean. Es muy importante, si no quieres que te queme vivo, que no te muevas ni un centímetro.

El aceptó con la cabeza y yo me giré de nuevo contra mis adversarios. Ya tenía una misión y un arma, ahora solo me quedaba incitar un poquito a mi público.

- Bien señores, esto es lo que hay. Prometo ser lo menos cruel posible y mataros rápidamente, como entenderéis, morir tenéis que morir. Pero ¿por qué hacerlo con dolor? – gesticulaba como si estuviese en una película de jóvenes adolescentes en busca de pelea.

Kai metió su mano en mi bolsillo de forma rápida y eficaz, me concentré en el ambiente, en el aire, en la magia. Escuché cada sonido hasta que oí el que yo quería, el encendido de mi mechero.

- ¿Sabes? Ya no hay trato, vas a morir lenta y dolorosamente. – dijo el que había estado callado todo el rato.

“Fuego, fuego, fuego…concéntrate en el fuego, Eve. – me dije a mi misma.”

Ya lo tenía, notaba su poder en la punta de mis dedos, notaba como la pequeña llama que estaba a la espalda de Kai iba a obedecerme en todo lo que la pidiera.

El tal Luck se metió la mano por detrás de la camiseta y sacó un cuchillo. Me lo lanzó con suma precisión, pero ya estaba lista, una llama lo interceptó a mitad de camino y lo mandó volando por los aires.

Debía calcular perfectamente la trayectoria de mi llama, no podía prender nada porque entonces ellos también podrían usar el fuego en mi contra. De esta manera, ellos no saben que la llama original procede de la espalda de Kai.

- ¿Pero qué…? – dijo el parlanchín. - ¿De dónde ha salido la llama?

- De mis manos. – dije. Y con otro gesto teatral, mandé dos bolas de fuego hacia la tripa de aquel adversario tan fácil.

En cuanto las bolas entraron en contacto con su camiseta, él ya no pudo hacer nada. Las llamas prendieron fácilmente y pronto llegaron a su cara. Ya quedaba uno menos, ahora a por él grandote.

Me giré para encararme al otro pero ya no estaba donde yo creía. Mi corazón se detuvo y los oídos empezaron a pitarme. Agarraba a Kai del cuello, apretaba un cuchillo contra su garganta y ambos me miraban, uno con suficiencia y otro con disculpa.

- ¿Sabes? No creo que pase nada si le mato, al fin y al cabo, él ya parece haber tomado su decisión. – dijo mientras le olía el cuello y ponía cara de asco - Ahora es igual de peligroso que cualquier brujo.

Mi mente estaba bloqueada, no venía ninguna idea a mi mente… ¡Vamos Eve, piensa!

KAI

Lo había fastidiado, había dejado que me cogiera y ahora Eve parecía no saber qué hacer.  El asqueroso y maloliente sombra tenía mi brazo derecho agarrado y lo alzaba bruscamente detrás de mi espalda, un movimiento más hacia arriba y me lo partiría. La otra mano la tenía sujetando un cuchillo contra mi cuello, el cual lada vez lo notaba más adentro.

¡Piensa Kai! Tantos años de gimnasio, boxeo y artes marciales han tenido que servir para algo, debes ayudar a tu chica a salvarte.

La miré profundamente, quería que ella se fijara en mí e intentar comunicarme con ella mediante la mirada.

- Es algo decepcionante y muy injusto para los que creéis en la liberación del mal. – empezó a decir aquel sombra justo en mi oreja. – El destino, la magia, un Dios,… quien sea, os pone un caramelo delante, os dice que nacerán cuatro seres con tal poder que jamás creísteis posible y que acabará con el mal. Pero cuidado, con que uno muera o se pase al otro bando, se acabó. ¿Ves lo complicado del asunto?  El mundo es muy grande y las posibilidades infinitas.

En toda la charla del tal Luck, había conseguido la atención de Eve. Ella me miró y posó su mano en su costado, justo debajo de las costillas y apretó fuerte. Parecía un gesto de cansancio, como si estuviera agotada o tuviera flato de correr. Pero debía significar algo más, ella no mostraría un gesto así justo ahora.

Entonces cambió de postura y se agarró el codo con una mano, otra postura extraña ya que esta denotaba interés por la conversación.

- Sí, siempre me pareció una estupidez de profecía o lo que sea… Dejar el destino de tanta gente, en cuatro personas sin entrenamiento ni cualificación. – empezó a decir Eve. Lo daba todo en su papel, gesticulaba e incluso ponía gestos de estar realmente disgustada.

Yo debía aprovechar este momento, debía descifrar que era eso del codo y costado… ¡piensa, piensa, piensa,…! ¡Pues claro!

- No sé qué es lo que pretendes, princesa. Eres una bruja de la luz hablando como los sombras. ¿De qué vas? ¿Acaso… - pero no le dejé acabar.

Por fin lo entendí, quería que le diese un codazo con todas mis fuerzas en el costado, justo debajo de las costillas. Eso le dejará sin respiración durante unos segundos y hará que el brazo más peligroso, el del cuchillo, caiga hacia la zona herida.

Le di con todas mis fuerzas. El soltó un grito de dolor en mi oreja y yo aproveché para tirarme al suelo en plancha. Eve salió disparada hacia nosotros y justo cuando Luck iba a volver a cogerme, Eve le dio una patada en toda la boca y le lanzó volando hacia atrás.

- Vamos, levanta y corre hacia la moto. – me ordenó mientras tiraba de mí para que levantara del suelo.

Salí corriendo hacia la moto y la arranqué.  Puse las manos en el manillar y me di cuenta que aún llevaba el mechero de Eve en la mano. La miré para ver si lo necesitaba y no pude volver a cerrar la boca.

Vale, quizás la había subestimado. Me había dicho unas cuantas veces que confiara en ella, que era buena en lo suyo, pero yo siempre me he negado a verlo, quería protegerla… pero como siempre, me equivocaba con ella.

Se las estaba apañando perfectamente sola, a pesar que el tipo este era dos veces más fuerte, ella lo manejaba a su antojo. Esquivó un puñetazo directo a la cara y golpeó las zonas bajas haciéndole chillar de dolor. Este sacó uno de sus cuchillos y empezó a usarlo como si fuese una espada contra Eve. Ella los esquivaba con mucha destreza, aunque algunos pasaban realmente cerca.

Hasta que se cansó de esquivar. De repente se empezó a levantar un fuerte viento, se escuchaba el ruido de las olas chocar violentamente contra las rocas, los pelos de Eve se levantaban formando grandes cortinas rubias.

Uno de esos vientos mandó a Luck volando varios metros hacia atrás y una vez en el suelo, le lanzó el cuchillo directamente al corazón de Eve. Esta lo paró en el aire, como si lo hubiese detenido con la mente o algo así. El caso es que el cuchillo se giró, colocando la punta del cuchillo en dirección de aquel sombra. El viento volvió a soplar levantando todas las rocas y tierra que había, parecía una tormenta de arena.

Pero lo importante de esta tormenta, es que no se veía nada. Eso daba mucha ventaja a una Eve decidida a salir de esta con una gran victoria. Se metió directamente a la tormenta de arena con el cuchillo en la mano.

Sin duda, este era el peor momento de mi vida. Después del maravilloso momento que habíamos pasado en la cueva y en el mar, ahora me tocaba esperar, subido a una moto encendida y sin saber si mi chica estaba herida o necesitaba mi ayuda.

Pero debía quedarme aquí, ella me lo había dicho y aunque me doliese admitirlo, ella era mucho mejor en esto y yo solo sería un estorbo y alguien más en quien preocuparse. Ya lo había demostrado dejándome pillar.

Por fin el viento se calmo y poco a poco el polvo y las rocas volvieron a su sitio. No veía a Eve por ningún lado y tampoco a Luck. Bajé corriendo de la moto, dejándola encendida y sin importarme nada salvo encontrarla. Pero no estaba.

No ha podido desaparecer, debe de estar por aquí a no ser… ¡No, no, no…! El acantilado.

- EVE ¿DÓNDE ESTÁS? – grité mientras corría hacia la zona del acantilado.

- Kai. – escuché como alguien me llamaba, sin duda ella.

Me asomé y ahí estaba, apenas se sujetaba de los dedos, su cuerpo colgaba a una caída en picado hacia las rocas y el mar.

- Aguanta. Te sacaré. – dije mientras me tiraba al suelo y sacaba medio cuerpo fuera para cogerla. – Agárrate de mi mano.

Pero no llegaba, si apoyaba los pies, las rocas se rompían y sin apoyarlos, no podía soltarse.

Los primeros rayos del día iluminaban el cielo permitiéndome ver el cadáver que había justo bajo los pies de Eve. Un gran charco de sangre indicaba que no había muerto a causa de la caída, ella ha debido de matarle antes.

- Haremos una cosa, es lo único que podemos hacer así que no protestes. – dijo con tono autoritario, ya empezaba a no gustarme su plan. – Saltaré y me cogerás al vuelo.

- ¿Y si no llego a cogerte? – pregunté temblándome la voz.

- Tú hazlo, ¿vale? – ahora era ella a la que le temblaba la voz. – Una, dos y… tres.

Se levantó con solo la fuerza de sus dedos y se impulsó hacia arriba, ayudándose con la punta de sus pies. Agarré una de sus muñecas, la otra se soltó pero ya no importaba, era mía. De un solo impulso la subí a tierra firme y la sostuve en mis brazos hasta que estuve preparado para soltarla.

- ¡Oh, Eve! ¿Cómo voy a poder soportar esto? – dije pensando en el futuro.

Sabía que lo que acababa de pasar no era nada comparado con lo que pasará en el futuro. Si apenas he sabido cómo actuar hoy, ¿qué haré ante una guerra?

- Te enseñaré Kai. Te entrenaré y prepararé para cualquier cosa que te pudiera pasar. – dijo ella mientras se abrazaba a mi cuello. – Ambos debemos aceptar que así serán las cosas a partir de ahora.

Aunque sé que lo decía para hacerme sentir mejor, vi en sus ojos lo difícil que sería para ella también aceptar algo así. Lo bueno es que había dicho que me enseñaría y eso implicaba que ya había decidido no abandonarme.

La cogí de la cara con ambas manos y la besé. Fue el primer beso tierno desde el día del cementerio, sin sentir la necesidad del otro o la pasión descontrolada, simplemente un dulce y suave beso.

Vimos amanecer desde esta posición. Eve me contó la parte de la pelea que me perdí, como se metió dentro de la tormenta y peleó con aquel sombra hasta conseguir clavarle el cuchillo en el cuello. Solo que en el forcejeo, no calculó bien el suelo y cayeron ambos por el precipicio.

- Deberíamos volver. Tenemos que informar de lo ocurrido a Steeve. – dijo poniendo una cara extraña.

- ¿Te he dicho ya que no me gusta Steeve? Me pone algo nervioso. – era la verdad, desde que esta mañana había insinuado que quería a Eve, no puedo ni pensar en él sin que me ponga de mala leche.

- Lo que te pasa es que estás celoso. – dijo mientras me miraba de una manera muy lasciva. – Quizás acabe prefiriendo a Steeve, seguro que con él no vienen nadie a intentar matarme.

- ¿A sí? Pues que sepas, que te secuestraría y te llevaría lejos de las manos de ese. – dije mientras la miraba de manera dura pero a la vez sexy.

- Quizás sea lo más interesante que te he oído decir desde que te conozco. – eso lo dijo con algo de nuestra antigua maldad.

Se levantó corriendo y fue hacia la moto, la cual estaba encendida haciendo un gasto de combustible innecesario.  Se montó de una manera muy sexy y la dio gas, haciendo que esta rugiera bajo sus piernas, igual que mis instintos animales.

- Bueno pequeño… monta, que esta vez te llevo yo. – se mordió el labio y esos instintos animales se volvieron aun más locos.

“Lo siento Eve, aun no nos vamos – dije para mis adentros”

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Muchas gracias a @abdiart57 por tu genial dibujo, ya te lo he dicho unas cuantas veces antes, pero me encanta...

Capítulo dedicado a todo un rompe corazones, @Idrilkra es como un Kai en la vida real. Aún no te conozco mucho...pero ya sé que me gustarás ;-P En serio chicas... tenéis a todo un super-chico esperándoos...Aunque vais a tener que correr, lo mismo me le quedo ;-P jajaja!! 

Y para el resto ya sabéis, espero con ánsias vustros votos y comentarios. OS QUIERO...!!!

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