-Ya, chicos-. Jimin reía junto con sus dos mejores amigos, TaeHyung y JungKook.
Era viernes en la tarde, y, por alguna razón Min YoonGi no había llegado a su casa, pero Jimin no le presto mucha atención, pues sabía que a veces a su mayor le pedían quedarse hasta tarde en el trabajo.
El pelinegro trabajaba en la biblioteca de la universidad, su turno era de doce y media a ocho, mientras Jimin estudiaba de doce a cinco y en la mañana cumplía un turno en la cafetería de la esquina. Días como esos, a Jimin le gustaba salir con sus amigos, pues entre semana no los veía casi nada, así que, después que el pelirrojo saliera de sus clases TaeHyung y Jimin lo pasaron a traer para ir al cine.
En el camino los tres contaban chistes, TaeHyung molestaba a Jimin con YoonGi, pues aunque estos dos estuvieran juntos ya desde hace cuatro años, TaeHyung seguía molestando al castaño como si siguieran en la secundaria.
TaeHyung y JungKook eran pareja, un año de relación, así que en pequeños fragmentos de tiempo se daban uno que otro piquito.
Pero esa no era la situación que se presenciaba en este momento.
JungKook y TaeHyung... se comían, a los ojos de Jimin. A su alrededor la gente murmullaba y reía por la escena, pues se notaba que los dos menores lo hacían por molestar a su mayor.
-Ya chicos, vamos, la función va a empezar-. Jimin empezaba a ponerse casi tan rojito como el pelo de JungKook, pero es que, carajo, todos los estaban viendo.
-Cambio de planes, ya no al cine, vamos a la discoteca, en ese lugar no nos verán raro como en este parque, vamos Kookie-. TaeHyung tomo la mano de su novio para llevarlo a la puerta de la cafetería en la que Jimin trabaja en las mañanas.
-Esta será nuestra discoteca, esta es la discoteca de gente nerd como nosotros, vamos amor-. JungKook no decía nada solo se reía mientras seguía a su novio.
–Bien, no iremos al cine-. Jimin corrió para alcanzar a sus amigos que ya iban más adelante que él, pero se topó con alguien. -¡Oh como lo siento!-. El castaño empezó a hacer reverencias como loco, hasta que el sonido de la risa de la persona lo detuvo.
-Tranquilo, pequeño... hip-. Jimin abrió los ojos tal platos. ¡Ese tipo estaba borracho! Después de soltar una risilla nerviosa escapó de aquel lugar. CrazyShop. Solo el nombre le daba ganas de vomitar, pero ya como un instinto, Jimin volteo a ver dentro de aquel bar.
Y lo encontró, ¿Qué carajo estaba haciendo?
Estaba con NamJoon y HoSeok, este último se encontraba bailando con una chica (Que Jimin en su vida había visto) Por otro lado, NamJoon solo bebía, mientras hablaba por el celular. "Quizá esté hablando con SeokJin Hyung", mientras, YoonGi no hablaba con nadie, no bailaba, y menos prestaba atención a su alrededor, pero tenía una cerveza en la mano, "Joder, esta borracho" dedujo.
Y realmente no esperaba hacer aquello pues nunca había entrado a ese bar, ¡Nunca había entrado a un bar! Porque, como TaeHyung dijo hace rato, ellos eran inadaptados, no les gustaba el ruido muy fuerte, y aunque YoonGi lo odia también, a él si le gusta estar en esos lugares. El olor a alcohol es algo que ninguno de sus dos amigos soporta, y mucho menos él, ¿Y que va con las mujeres? ¿Qué tenía de divertido acostarse con una desconocida? Jimin no lo sabía. Jimin odiaba los bares, odiaba las discotecas, porque le recordaban dolor, Jimin odiaba el alcohol, pero aún así entró.
Su ceño iba fruncido y su rostro rojo de enojo. Se acercó a la esquina, donde, YoonGi estaba hecho un ovillo y tomo a su pareja de la oreja.
-Suéltame, suéltame, soy hombre comprometido, tengo novio y lo amo, no me sacaras nada, no, no, yo no le seré infiel, ¡Suelta... Ah, Jimin, eres tú-. Jimin se sonrojo, pero rápidamente volvió a su semblante serio.
-¡Min YoonGi! ¿Qué haces aquí?-. Regaño. –Ah... yo no lo sé, no recuerdo-. Jimin frunció aún más su ceño. -¡Cariño te haces daño!-. YoonGi puso su pálida mano en la frente del menor para que aliviara el ceño. –Puaj, YoonGi, hueles a licor, no te me acerques, no, ¿Sabes qué? Mira cómo te regresas a casa, sabes cómo hacerlo-. Y entonces YoonGi empezó a llorar.
-No, no, no, amor, ¡No me dejes solo! Ya... hip... ya veré como lo arreglo, pero... hip... No te vayas, sin ti nada... hip... Sin ti mi vida...-. Y Jimin frunció el ceño.
-¿Qué tienes que arreglar? YoonGi... ¿Qué pasó?-. Entonces el mayor lloró más.
El castaño empezó a caminar mientras con una mano tomaba la cadera de su pareja, que, al parecer no podía sostenerse a sí mismo.
-Hice... hice, hip, algo, hip, algo muy malo, amor, hip, no me dejes, hip, yo te amo, hip-. Jimin no entendía, YoonGi realmente se veía triste ¿Pero por qué?
-YoonGi, no te voy a dejar, cariño, estoy aquí, te saque de ese bar ¡Entre a un bar! Te estoy prácticamente cargando y soportando tu olor, ¿Crees que te voy a dejar? Yo te amo, y por eso hago esto, ahora dime ¿Qué paso?-.
YoonGi dejo descansar su rostro en el cuello del de piel dorada y dejó ser fundido en el olor que emanaba. –Eres demasiado para mí, Jiminnie, ¿Por qué no me dejas morir aquí?-. Jimin puso los ojos en blanco. –Ya hablamos de eso Min YoonGi. Yo te amo tal como eres, y ¡No seas tan dramático, Hyung! Has estado más borracho otras veces además, no hace mucho frio como para que mueras helado, deja de temblar-.
YoonGi sorbió su nariz.
-Hoy olvide el almuerzo en casa-. Y se echó a llorar de nuevo.
-¿Por eso estás haciendo este escándalo? ¡Si yo te lo lleve! No te quedaste con hambre-.
...
Era viernes en la tarde, Jimin había salido con MinEun, su novia.
YoonGi se encontraba dando vueltas en su cama, había querido dormir, pero no podía.
Park Jimin. ¿Quién era? Pues su mejor amigo. Pero... Min YoonGi lo había dejado de ver así desde hace unos meses, aunque tarde, e imposible.
Mientras más lo pensaba más se odiaba, ¡Park Jimin era heterosexual y Min YoonGi era homosexual!
Park Jimin tenía novia y YoonGi en su vida ha tenido una.
No soporto más el dolor de cabeza
Tomó su celular y llamo a su mejor amigo. –HoSeok, llama a NamJoon, juntémonos hoy-.
Así que se preparó para salir a tomar un par de cervezas.
Una cosa llevo a otra y a las diez de la noche YoonGi, NamJoon y HoSeok se encontraban en un bar, CrazyShop. Ese era el nombre.
HoSeok se encontraba bailando con una chica desconocida, mientras NamJoon bailaba con SeokJin, que había decidido ir.
YoonGi se quedó en una esquina, si se paraba se caía, además, bailar no era de su agrado.
-Hola, guapo-. YoonGi gruño, ya se quería ir, eran las doce y tenía sueño, eso le pasa cuando esta borracho. –No sé, creo que estas aburrido, si no te gusta bailar, te puedes quedar sentado y no se...- YoonGi sintió el aliento de la chica en su oído. –Yo te bailo-. Y entonces un foco de prendió en la cabeza de YoonGi. Jimin ya habría llegado a su apartamento, pues siendo mejores amigos, vivían juntos, así se ahorraban la renta de dos apartamentos. –Oh, hermosa, que tal si, mejor...-. ¿Cómo es que lo hacían los chicos de los dramas que su padre veía? Alzó su mano e hizo una personita con sus dedos, haciéndolos subir del brazo de la chica hasta su barbilla, era así como se seduce ¿Verdad? -... Lo hacemos en mi apartamento-. Pudo jurar que los ojos de la otra brillaron así que lo tomó de la oreja, al estar borracha no distinguía mucho, y se lo llevo a su auto.
A YoonGi no le interesaba tener sexo. Y menos con una chica.
El solo quería que lo llevaran a casa.
Se subió al auto de la chica y mientras esta manejaba hacia donde YoonGi le decía, el solo hacia pequeños movimientos en el cabello de la chica, solo para mantener la atmósfera -¿Y si lo hacemos aquí de una vez?-. Pregunto ella a lo que él se negó. –En mi casa será más cómodo-. Ella soltó un bufido, pero siguió su camino.
Bajaron y la chica se trepo en YoonGi. –Por cierto, soy gay, gracias por traerme-. Ella frunció el ceño y soltó a YoonGi, entonces este estuvo a punto de caer, en verdad estaba muy borracho. Jimin abrió la puerta en el momento preciso, pues YoonGi iba a caer al suelo, pero no lo hizo, en cambio, cayó en los brazos de aquel chico que tanto amaba, La chica abrió la boca para comentar algo a lo que la única razón que YoonGi tenía para que ella hiciera eso era por pura venganza –Lo disfrute, ahora quédatelo tú, lo hace bien-. Y se marchó.
Para que ninguno de los dos cayera al suelo Jimin tomó a YoonGi de la cadera y al momento en el que la de pelo largo se marchó el mayor mencionó –Esa chica... hip... está loca-.
Y entonces aquello se tornó una rutina, cada viernes, YoonGi, NamJoon, HoSeok y (A veces) SeokJin, salían a aquel bar, YoonGi siempre regresaba a la una de la mañana con una chica diferente. Jimin abría la puerta, las chicas hacían algo para insinuar que hicieron algo, (A lo que YoonGi pensaba que era para meterlo en problemas con lo que ellas creían era su pareja)
Así pasaron meses. ¿Y por qué? Quizá, YoonGi pensaba que, si se emborrachaba, se le olvidaría todo. Quizá se le olvidaría lo que siente por Jimin. Y quizá se olvidaría de aquel sueño en el que estaba con el menor.
...
-Hoy olvide mi almuerzo... hip-. YoonGi abrazaba a Jimin, porqué sentía que si lo soltaba este se iría volando, cual mariposa. –Así que tú me lo fuiste a dejar, cuando entraste a la biblioteca...hip... saludaste a la chica de la recepción...hip... cuyo nombre no mencionare... hip-.
-Sí, YoonGi, hay que ser amable con las personas-. Jimin empezaba a perder la paciencia, pero agradecía que YoonGi no fuera de esos borrachos que empiezan a decir cosas incoherentes, pues YoonGi puede entablar muy bien una conversación aunque este al límite de la borrachera, lo único que hay que soportar son sus hipidos.
-Pues, ella, hip, te saludo, hip, al entrar tu llevaste mi almuerzo a mi escritorio, hip, y luego llegaste a donde estaba yo, hip, lo siento mucho-. YoonGi lloró aún más, y Jimin no entendía el porqué.
-Amor, trabajas en mi universidad, no me sobre esforcé si eso es a lo que le temes-. Y era verdad, a YoonGi no le gusta que Jimin se sobre esfuerce, su bebé tiene que estar sanito.
-Bien, hip, yo estaba sentado en el suelo, hip, ordenando un par de libros cuando tú te acercaste, hip, te agachaste y, hip, tu lindo trasero fue visto por ella, hip-. YoonGi lloró aún más mojando el cuello de su pareja. –Ella, hip, tomo una foto, hip, no me enoje, porque pensé que quizá no nos tomó fotos a nosotros, hip, tu solo te agachaste para besarme y luego te fuiste, hip, ella te vio el trasero cuando ibas para afuera, hip-.
Decir que Jimin estaba rojo era poco. –Ya, cariño, no te pongas así por el hecho de que alguien me vio el trasero, es solo tuyo-. Menciono el menor queriendo hacer reír a su Hyung, pero este solo lloro aún más con esas palabras.
-Luego, hip, tu dejaste una nota en la bolsita en la que tu almuerzo venia envuelto, hip, Jimin cocinas muy bien, hip, ¿Has tomado clases de cocina? Siempre me encanta la comida que preparas, el.... Olvide que era pero, la comida de hoy estaba demasiado rica, por dios, Jimin cómo es que haces, hip, todo tan perfecto, hip-. Jimin sonrío, aún borracho YoonGi siempre lo elogiaba. –No divagues, YoonGi, estabas contando él porque después de años de no tomar, te emborrachaste-. A Jimin le dolió decir eso, pero solo quería sacarle una, al menos una, risita a YoonGi.
-Por dios, hip, soy tan estúpido, hip, ¡Estoy borracho! Tú, hip, odias que yo me emborrache, hip, y el olor a licor, hip, y yo apesto a licor, hip, y también detestas los bares, ¡Y hoy entraste a uno! Hip—. YoonGi mojo la playera de Jimin, se aferraba a esta mientras poco a poco iba cayendo al suelo, haciendo que Jimin se pusiera de rodillas para no dejarlo caer. –No te merezco Jimin, eres demasiado perfecto para mí, ¿Por qué te enamoraste de mí? ¡Si yo llegaba cada viernes con una chica diferente!-. Jimin río. –Nunca te acostaste con ninguna, YoonGi, si no fuera por mí, seguirías siendo virgen-. YoonGi agrego. –Y si, hip, había durado sin hipar, si no, hip, fuera por mí, hip, tú también fueras virgen, hip, no te hagas el macho, hip, yo soy el activo, hip, tu solo gimes, hip, pero ¿Sabes? Hip, no me molesta, hip, te amo, hip-. Jimin estaba rojito, no solo por lo que YoonGi acababa de decir si no, porque, lo había prácticamente gritado. –Yo, hip, me estaba guardando para ti, hip, solo usaba a las chicas para, hip, que me llevaran a casa, hip-.
...
-Solo mírenlo, Min YoonGi, ¡hombre, eres perfecto!-. "Solo sigue caminando, solo sigue caminando, ignóralas"
-Solo mírenlo, con ese pantalón se te marca el trasero, bebé-. "Él es lindo, acéptalo, agh, pero ya no aguanto"
-Gracias, gracias, soy una maravilla, señoritas, lo sé-. "¡Min YoonGi! ¿Por qué les respondes?"
Park Jimin era homosexual y Min YoonGi era heterosexual.
Tenía a en su palma a todas las chicas que quisiera, y eso a él le gustaba.
Pero también tenía a un chico muriendo por él. Aunque esto sería un secreto que Jimin se llevaría a la tumba.
A las chicas siempre les llamaba la atención YoonGi, nunca Jimin, entonces le gritaban a YoonGi, no a Jimin.
Y este les contestaba con elogios.
-Chicas, hay demasiado Min YoonGi para ustedes-. Siempre lo decía carcajeándose.
Jimin creía que a YoonGi le gustaban aquellos gritos.
YoonGi los odiaba, pero fingía, porque, si mostraba su odio por ellos quizá se lo gritarían a Jimin, y él no quería eso, pues siendo Jimin hetero, quizá el si se lo tomaría en serio y terminaba como pareja de una de ellas. Y eso, no lo iba a permitir, no iba a permitir que Jimin tuviera pareja.
Así que nadie gustaba de Jimin. Hasta que la pequeña MinEun apareció.
-Me gustas Jimin, ¿Quieres ser mi novio?-.
Jimin siempre soñaba con que sería YoonGi quien pronunciara aquellas palabras, pero nunca fue así.
-¡Pues claro que si, MinEun!-.
Semanas después YoonGi empezó a llegar con chicas a la casa. Qué bueno que no rechazó a MinEun por YoonGi, porque eso dolería bastante.
¡Pero qué más da! Eso ya dolía.
Entonces el creo una rutina junto con YoonGi, aunque a este se le olvidara siempre.
YoonGi es el tipo de borracho que olvida todo al despertar después. Y quizá, Jimin se aprovechó de eso.
-Vaya, el chico lo tiene grande, me duele caminar ¿Podría...?-. Esa fue la primera noche con la que empezó con su plan.
Cerró la puerta en la cara de la chica y se fijó en el chico que tenía en sus brazos.
No haría nada, además, si quisiera hacerlo, no podría, el mayor estaba demasiado borracho.
Subió las gradas de su apartamento para llegar al área de habitaciones, pasó la suya, paso la de los invitados, y llego a la de YoonGi.
Tiro al mayor a su cama y se acostó al lado de este.
-¿Sabes? Sé que estas despierto y consiente de todo esto, pero te conozco y mañana lo olvidaras-.
El menor se sacó la camisa y el pantalón quedando en bóxeres, y se acostó al lado de su mayor.
-¿Sabes? Hip, si no te conociera, hip, pensaría que quisieras hacer algo, hip, pero eres hetero, tienes novia, hip, y duermes en ropa interior desde los cinco años, hip-.
Jimin no supo, pero decir aquello le dolió a YoonGi. –Y si yo no te conociera, pensaría que eres gay, pero te conozco, te encanta que las chicas te elogien y que te griten y que, quizá te gusta la recepcionista de la biblioteca-.
YoonGi quedo cayado para no reír, al poco tiempo el mayor se durmió. Porque YoonGi era la clase de borrachos que se duermen a cada rato.
Jimin subió hacia el torso de YoonGi lo besó, también le beso la mejilla y el cuello, pero este no se despertó y, eso alegro un poco a Jimin, prácticamente podía hacer lo que quisiera con el mayor, pero por el momento estaba bien con solo besarle la carita.
Y entonces esa fue su rutina.
Cada viernes que YoonGi llegaba con una de esas... no, no eran eso, el que era eso, quizá era YoonGi, pero joder, es que, si YoonGi se le insinúa a alguien, ni el hombre más heterosexual se le puede negar. Sigamos, siempre a la una de la mañana llegaba una chica que no se podía negar a la belleza del pelinegro y siempre llegaba con el pelinegro en brazos, decían algo con respecto al sexo que tuvieron con YoonGi y el las interrumpía cerrándoles la puerta en la cara, se llevaba a YoonGi a su habitación, esperaba a que se durmiera y lo mimaba, nunca paso de eso, le daba besitos en la mejilla, en la nariz y una que otra vez en los labios.
Pero, era porque, según Jimin, era la única manera de tener al mayor.
A la una de la tarde se iba a su propia habitación y sentía frío.
Porque nada supera el calor que YoonGi le da cuando lo abraza por la noche.
A las cinco hacia el desayuno/Cena para los dos, luego subía con un levanta muertos se lo daba a YoonGi, luego le decía "Vamos a desayunar, Hyung" Ambos reían y bajaban al comedor.
Comían y luego se iban a la sala.
Se recostaban juntos como los mejores amigos que eran y veían la televisión, luego de un par de horas, regresaban a dormir.
Entre semana era estar con MinEun y fingir que era feliz al lado de una mujer, pero por dentro anhelaba el viernes.
La rutina de Jimin.
Amar a alguien al que nunca podrás tener
...
-Siguiendo con el otro tema, ¿Qué paso con mi nota? No decía nada malo-. YoonGi se río. –No, pero amor, eso, hip, se puede malpensar rápido, hip-.
-Y eso, hip, fue lo que la estúpida recepcionista, hip, hizo, hip, ¡Y ni siquiera lo hizo bien! Hip-. Jimin se sonrojo, y es porque, ahora pensándolo, en verdad era fácil malpensarlo. –"Te tengo una sorpresa, hip, para la noche, hip, atentamente, hip, Tu Mochi, hip" Sin los hipidos, lo siento, vino la muy idiota y la tomó en sus, hip, manos, hip, la leyó y dijo, hip, "Vaya, hip, yo quiero esa sorpresa, hip, y más, hip, si es, hip, con ese chico tan lindo, Mochi, hip-.
Jimin se carcajeo por la mueca de desagrado que hizo YoonGi al terminar de decir aquello.
-No me moleste, hip, porque pensé que quizá sabia, hip, que tus sorpresas nunca son sexo, hip, sino una película nueva y, hip, comida preparada por ti, hip-.
-Vaya, ¿Y porque estamos aquí en media cera contigo borracho si no te molesto?-. YoonGi sonrió por primera vez en la noche y Jimin se sintió muy feliz de eso.
-Ahorita viene lo peor, hip, a la hora de salida, hip, estaba con sus amigas, hip, resulta que le había tomado una foto a tu hermoso cuerpito, hip, y estaba hablando de lo sexy que eras, hip, y que... que...-. YoonGi empezó a llorar y se escondió en el pecho de su novio.
-Y que soy alguien demasiado estúpido para tener un novio tan perfecto como tú, que soy muy poco y que tú estás conmigo solo por lástima, porque, hip, sabes lo frágil que soy y que, hip, un día de estos te perderé, porque, hip, hay millones de personas más lindas, más amables, menos estúpidas, en resumen, que hay millones de personas mejores que yo, hip-.
Lo que YoonGi decía era casi inentendible, pero Jimin sabía que decía. Acarició la espalda de su novio y susurro.
-YoonGi, vamos, llevo casi toda mi vida enamorado de ti, ¡Desde que yo estaba en el jardín de niños!, YoonGi eres perfecto, te amo y sí. Hay millones de personas más amables que tú, porque tú de eso no tienes casi nada, creo que eres la persona más estúpida que existe en este mundo porque, ¡Míranos! Estamos a media cera, tu estas borracho y llorando y acabas de gritar que eres el activo ¿Personas más lindas? Pues mírame, soy muy guapo así que si, en este mundo hay muchas personas más lindas que tú, hay muchísima gente mejor que tú en el mundo, pero no en mi mundo-. Jimin hizo un énfasis en Mí para que YoonGi entendiera a lo que se refería.
-En mi mundo solo existe una persona linda, solo existe una persona estúpida, solo existe una persona amable y ese eres tú y eres mío. De nadie más, que valga verga lo que piensen los demás, estamos juntos en esto-.
Y YoonGi sonrió. –Jimin, no me, hip, emborrache por eso, hip-. Jimin frunció el ceño.
-Hip, me enoje tanto que le grite, le saque su madre y todo, hip, me despidieron, hip. No me dejes, hip-. Y Jimin sonrió.
-Tranquilo, amor, yo puedo pedir más horas a la señora Choi, estoy seguro de que me las dará, trabajo de ocho a doce, Min YoonGi, imagina, que trabaje de cinco a doce-. Y entonces YoonGi se separó de Jimin.
-No, no, no, no, y rotundamente no, no, no, everybody say no, no trabajaras más, mucho hice aceptando que trabajaras de mañana, tú tienes que enfocarte en estudiar, ya cerraras y entonces tendré como novio a un diseñador gráfico, pero por el momento tengo como novio a un nerd que tiene que seguir siendo un nerd, que no se tiene que sobre esforzar porque no quiero que se me enferme, yo trabajare, verás que encontrare un trabajo y esto no volverá a pasar, pero tú, Park Jimin te quedas con tu horario de ocho a doce, vaya, no hipeé, hip-.
-Min YoonGi, te digo que no, soy el empleado de la señora Choi que menos horas trabaja, todos mis compañeros trabajan cinco horas o más-. YoonGi frunció el ceño. – ¿Y si todos tus, hip, compañeros se tiran de un puente? ¿Tú también, hip, quieres tirarte? No, no, hip, si ellos trabajan mucho es porque no tienen un increíble Min YoonGi que fue capaz de tomar horas extras para... hip-.
-¿YoonGi? Ese último hipido sonó falso, ¿Por qué tomaste horas extras todo este mes?-.
...
Hace un mes que Jimin había terminado con MinEun. Ahora solo esperaba a que los viernes llegaran.
Pero ese viernes fue diferente.
YoonGi no llego a la una de la mañana, la hora en la que el mayor siempre llegaba.
Jimin espero hasta las dos pero el mayor no dio señales de vida. Así que llamo a SeokJin, el sabría donde estaba su chico.
-¿SeokJin Hyung?-.
-¡Hey! Hola Jimin-.
-Hyung, ¿Esta YoonGi Hyung allí?-.
-¿YoonGi Hyung? ¿Quién es ese?-. SeokJin estaba borracho, demonios.
-Hyung, que tú no le digas "Hyung" no hace que cuando alguien lo haga es otra persona-.
-Ah hablas de YoonGi, el pálido amargado... ¿O del gordo YoonGi el dueño de la cafetería del gimnasio de NamJoon? Ese Hyung hace buena comida, pero al parecer, él también se la come-.
-De YoonGi, el pálido amargado-. Suspiro el menor.
-Ah ok, tu novio ¿Verdad?-.
-No, Hyung, él y yo no somos novios, solo mejores amigos-.
-¿Qué clase de amigos se besan? YoonGi el pálido amargado, no el gordo de buena comida, se vive la vida hablando de lo mucho que te ama y que cada viernes cuando regresa del bar sabe que recibirá muchos mimitos de tu parte-.
-Oh, joder-. ¡YoonGi no lo olvida! Carajo.
-Sí, ¿Y sabes qué? ¡Es virgen! Las chicas con las que siempre sale del bar solo las usa para regresar a casa y que nunca ha tenido sexo con ninguna de ellas, ¿Te lo crees? ¡Ni tú eres virgen, Jimin!-.
-Uh... Claro Hyung, ¿Esta en tu casa?-.
-Sí, hoy empezó a llover así que mejor nos venimos, aquí están todos, bueno solo faltas tú, y TaeHyung, y JungKook, bueno quizá no estemos todos, pero sabes a lo que me refiero-.
-Voy para allá-.
Jimin cortó y tomó su abrigo y las llaves de la casa. Ya que ni Min ni el tenían auto, se fue a pie hacia la casa que Nam y SeokJin compartían.
Al llegar toco la puerta, nadie le abrió pero no era necesario pues habían dejado la puerta abierta
"Jimin, ya viniste muy tarde a la pachanga, la puerta está abierta porque ya todos nos fuimos a dormir, por otro lado si no eres Jimin, y eres un desconocido, se te ruega no entrar porque hay cosas de mucho valor aquí adentro" SeokJin :v
-Que horrible caligrafía-. Susurro Jimin, al entrar quito la nota y cerró la puerta, luego lo que encontró hizo que su corazón se le parara.
Min YoonGi estaba tirado en el sillón, dormido, sí, pero estaba titiritando de frío.
HoSeok se debió de haber quedado en la habitación de invitados y Nam con SeokJin debieron de quedarse en su cuarto, dejando al pobre Min YoonGi en la sala.
Jimin se acercó al chico y lo tomo de la cadera, se regresarían a su apartamento aunque eso significara cargar a YoonGi hasta allá.
La sorpresa fue que, cuando lo cargo el mayor grito. -¡No! ¡No! ¡No! Soy virgen y me estoy guardando para Jim... ¡Oh! Jimin eres tú-. Pero sin ningún hipido y si algo tenía YoonGi es que, cada vez que estaba borracho hipaba al menos cada dos palabras.
Así que Jimin lo soltó. –Vaya, no estas borracho, creí que te tendría que llevar cargado hasta el apartamento-. Respondió Jimin.
-Quien, hip, dijo eso-. Jimin se carcajeo. –Ese hipido es más falso que yo con quien me gusta-. Bufó el menor. –Yo solo quería que me cargaras, Mochi-. Puchereo YoonGi.
-Ajá, claro, vamos, YoonGi devuelta a casa-. Jimin empezó a andar fuera de la casa, YoonGi corrió detrás de él y luego de cerrar la puerta corrió un poco más para alcanzarlo y tomarlo de la mano.
-En tres meses, es el primer viernes que no me emborracho, deberías de estar orgulloso-. Jimin frunció el ceño y le dio una cachetada a YoonGi. –Si vuelves a tomar aunque sea un poquito te castro, ¡No me gusta que regreses borracho a casa, Hyung!-.
-Pero bien que te aprovechas de mi amnesia después de la borrachera, ¿No, Mochi?-. El menor se sonrojo.
-Sólo lo hice una vez-. Se defendió.
-Fueron todos los viernes-.
-Dos veces-.
-Catorce viernes, durante tres meses-.
-Tres veces-.
-Mochi, no mientas, bebé-.
-Cuatro veces-.
-¿Seguirás hasta llegar a los catorce?-.
-Cinco veces-.
-Cinco veces ya es mucho, bebé, acéptalo-.
-Seis veces-.
-Te amo-.
-Siete veces-.
-La mitad-.
-Ocho veces-.
-¿Quieres ser mi novio?-.
-Nueve veces-.
-Vamos, Jimin, ¿Si? ¡Llevo enamorado de ti casi toda la vida!-.
-Quizá, diez veces... ¿Te emborrachabas por mi culpa?-. Y entonces YoonGi dejo de sonreír.
-Yo..., si, ¡Pero no por tu culpa!-. Aclaro rápidamente al ver el rostro dolido del otro. –Yo pensaba que eras heterosexual, pero es que, carajo, ¿Cómo no pensarlo? ¡Si tenías novia incluso!-. Jimin trago saliva y respondió. –Yo... pensaba que tú eras el hetero, siempre llegabas con chicas diferentes, llamas la atención de muchas chicas y no te molesta-. Jimin hizo un puchero al final de decir aquello, YoonGi se carcajeo. –Somos muy estúpidos Jimin, yo aceptaba a las chicas para que tú no sospecharas que era gay, y mucho menos... que estoy enamorado de ti-. YoonGi bajó su mirada para ver sus zapatos.
-YoonGi yo...-.
-Tranquilo, bebé, si tú no sientes lo mismo, no te preocupes, si en algún momento me tomaste como juguete sexual, pues créeme que fui el hombre más feliz del mundo, yo estaré siempre contigo, y tranquilo, no importa si en realidad, no sientes nada por mí. Yo solo quería que no hubiera secretos entre nosotros, no decirte lo que siento por ti, me dolía, yo... me emborrachaba porque sentía que era la única manera de no pensar en ti pero, cariño, siempre que tomó mi último trago, me recuerdo de ti, porque, en mis sueños, en mis fantasías y pensamientos más profundos, tu, Park Jimin, siempre serás el único y el ultimo amor verdadero, así que yo te preguntaré y si no sientes lo mismo, dime no. Las cosas seguirán igual entre nosotros, te lo juro-.
Min YoonGi se arrodillo frente a Jimin y lo tomó de la mano, posó un besito en esta y pregunto. –Jiminnie, ¿Quieres ser mi novio?-.
-YoonGi... yo no quiero que las cosas sigan así, no te quiero ver más...-. Entonces el rostro de Min YoonGi reflejo tristeza, mucha tristeza, pero no porque Jimin lo fuera a rechazar si no porque, Jimin acababa de decir que no lo quería volver a ver.
-¡No te quiero ver más como mejor amigo!-. Se apresuró a decir. –Yo también estoy enamorado de ti-. Jimin se sonrojo ante decir aquello y tomo las pálidas manos de YoonGi entre sus pequeñas manitas. –Y si, quiero ser tu novio-.
YoonGi sonrió, dejando ver sus rosas encías junto con sus perlados dientes. Se paró y abrazó a Jimin de la cadera levantándolo un poquito del suelo, para posteriormente besar todos los pequeños rincones de su linda y tierna carita, para luego besar aquellos carnosos y rojos labios que siempre había querido probar.
-Y si, lo hice catorce veces... y quisiera volver a hacerlo por más, pero esta vez, YoonGi, no solo te daré besitos en la carita-.
...
-Yo... Hip... Jimin... hip, tu... hip, joder, hip, te tengo una, hip, pregunta, pero, hip, no es el, hip, momento perfecto para, hip, hacértela, pues, hip, estoy borracho y, hip, será muy poco romántico y, hip, tu amas lo romántico-. YoonGi bajó la vista.
-Vamos a casa, amor-. Pidió Jimin levantando a YoonGi entre sus brazos. –Este será el plan, vamos a casa, te bañas porque no soporto ni un minuto más tu peste, te cambias y dormimos, ya después me cuentas lo que quieras-.
Y así lo hicieron, Jimin llegó a su casa con YoonGi en brazos y lo llevo al baño, YoonGi se bañó, se cambió y se acurrucaron en la cama.
-Jimin...-.
-¿Hmn?-.
-¿Es cierto eso?-. Pregunto posando sus manos en la cadera del menor, acercándolo más a él. -¿El que, Hyung?-. YoonGi rio. –Que todo tu cuerpito es mío-. Jimin se sonrojo pero contesto. –Si, Yoonie Hyung, todo mi cuerpito es tuyo, porque todo tu flacucho cuerpo es mío enterito-.
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Me quedo largo :v Luego de esto, prometo escribir otro shipp.
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