Daño Colateral

By MariaJose019

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# Un secreto que desata emociones. More

1. Volver a la Realidad
2. El Reencuentro
3. Realidad y Ficción
4. Confesiones
5. El sentimiento
6. Consecuencia
7. Una reconciliación corta
8. Camino al abismo
9. La Busqueda
10. La Confesión
11. ¿Me vas a besar?
12. Revelación
13. Apoyo
14. ¿Así es el Amor?
15.- Dos días de cita (1)
16.- Dos días de cita (2)
17.- Propuesta
18.- Sólo las dos
19.- Cerrando un Ciclo
20.- Parte de mi vida
21.- No sé que hice para Merecerte
22.- el secreto y la decisión
23.- Te voy a Salvar
24.- Visita Inesperada
25.-Cita Doble
26.- ¿Lo que pasa en Suiza, queda en Suiza?
27.- La última noche
28.- Buena suerte en el amor
29.- Una familia
30.- Esperar no es Luchar
31.- Sin mirar atrás
32.- Plan B
33.- Shock
35.- La entrevista
36.- La reunión
37.- Un almuerzo inusual
38.- Mina Myoui
39.- Explicaciones
40.- La mujer más hermosa del mundo
41.- El día más triste
42.- Celos
43.- Una decisión
44.- Nos vamos a casar
45.- Es hora de dejarnos
46.- Una llamada reveladora
47.- Nos acaban de besar
48.- Las 9 o nada
49.- ¿Me harás rogar?
50.- Reconciliación part 1
51.- Reconciliación part 2
52.- El día D
53.- !Si quiero!
54.- Una despedida de soltera diferente
55.- Camino al Altar
56.- La habitación 16
57.- Sólo minutos
58.- FINAL

34.- Que comience la nueva vida

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By MariaJose019


Momo

Me sentía ida, me pesaban los ojos. Trataba de moverme pero todo el cuerpo me dolía. No tenía fuerza. Traté de moverme por segunda vez y logré sentarme en la camilla. Miré a mi alrededor y pude darme cuenta que estaba en un hospital.

Miré a mi alrededor y pude notar que la ventana de la habitación estaba cerrada con las cortinas corridas. El cuarto era de color blanco, había una televisión y un sofá, que estaba vació. Observé la camilla en la que estaba y me di cuenta que tenía una venda que cubría toda mi mano derecha. ¿Qué había pasado?. Traté de recordar pero, cada vez que lo intentaba la cabeza se me partía. Me dolía horrible.

-Vaya, despertaste – en ese instante Heechul entró a la habitación.

-¿Qué haces acá? – Heechul llevaba dos tazas de café y algunos pasteles.

-Creí que si llegabas a despertar tendrías hambres – tomó una silla que se encontraba al costado de la puerta y se sentó a mi lado izquierdo - ¿Cómo te sientes?

-Mal – Heechul me ofreció el café y lo acepté. Sentía mi estómago vació - ¿Qué ocurrió?.

-¿En serio no te acuerdas?

-Es en serio – hubo una pausa – Heechul...

-¿Por qué no me dijiste que estabas consumiendo cocaína? – él no me miraba a la cara. Estaba enfocado en su café.

-Yo...

-Te dio una sobredosis Momo – me quedé callada. Sabía las consecuencias que podría traer mezclar las dos sustancias. Había pasado por eso con Nayeon – Cuando te encontré, creí que habías intentado suicidarte.

-No lo había visto así – esquivé su mirada y me enfoqué en el paisaje que había detrás de la ventana – quizás en ese momento sólo quería dejar de sentir.

-¿Crees que tocaste fondo? – Voltee a mirarlo – necesito saber si ya hiciste todo lo que tenías que hacer.

-No entiendo.

-Te necesito. No sólo yo, muchas personas te necesitan. Quizás perdiste el rumbo después de terminar con Nayeon pero, eso va más allá de tu relación. Se trata por todo lo que tenemos que pasar nosotros como personas. Se trata de todos los derechos que nos vulneran como artistas. ¿No crees que si estás acá hoy, también es por culpa de tu empresa?, ¿Crees que Nayeon no hubiera viajado contigo si no existieran malditas clausulas? – No respondí su pregunta – quizás no es lo que quieres escuchar pero tú y yo sabemos que todo sería diferente, si no fuéramos celebridades detrás de empresas con poder. Necesito a la antigua Momo, a esa Momo que estaba segura de que ganaría la demanda, a la que no le importaba echarse el mundo encima con tal de ser libre porque, aunque estés en Estados Unidos no eres libre. Ni tú ni yo. Los dos tenemos miedo de salir, de que alguien nos reconozca. Tu, Twice, Super Junior y yo podemos cambiar todo esto. Necesito que te enfoques. Quizás así logres pensar en otra cosa que no sea...

-No la nombres, por favor – el sólo me miró – Sé que no puedo caer mas bajo – miré mi mano – esto podría haber terminado mal – miré a Heechul con lágrimas en los ojos.

-Gracias a Dios esto no pasó mayores – el hizo una pausa – debo decirte que en Corea saben lo que te pasó.

-No me importa – miré nuevamente mi muñeca – esta cicatriz que me quedará me recordará muchas cosas – él sonrió - ¿Podrías decirme cómo llegué acá?

-Tu vecino. ¿Mike?. Él fue el que te encontró. Desbloqueo tu celular y me llamo. Creo que en algún momento le hablaste de mi – el me miró tratando de buscar respuesta – claramente no te acuerdas – sonreí irónicamente – cuando me contó salí corriendo de mi departamento, no tuve cuidado con las personas y alguien me reconoció y llamó a los periodistas cuando me vieron entrar a tu edificio. La noticia se esparció por todo Corea.

-¿Qué pasó con Mike?

-Se fue del edificio. Creo que sabes porque se fue – claramente lo sabía. Él tenía drogas en su departamento.

-¿Tienes tu celular acá?.

-Tengo esto – me pasó un celular desechable – es para ti.

-Voy a ocupar este teléfono para hacer dos llamadas, después de esto seguiré sin celular por un tiempo.

-O puedes tener otro – le sonreí – toma, haz la llamada.

Heechul salió de la habitación dejándome sola. Observé el celular que tenía en mis manos y millones de pensamientos se me pasaron por la cabeza – será la última vez – susurré. Me sabía el número de Nayeon de memoria, necesitaba escucharla antes de terminar con todo este ciclo. Si iba a empezar de cero necesitaba dos cosas. Dejar a Nayeon atrás y a una persona a mi lado – a la mierda – marqué su número y mientras lo escuchaba sonar mi corazón latía con mucha fuerza. Una parte de mí rogaba para que no contestara pero la otra, la otra se moría por escuchar su voz.

-Hola – ella contestó, fui incapaz de decir una palabra - ¿Quién es? – por su voz, pude notar porque estaba preocupada. Podría decir que hasta, podría haber llorado.

-Ho... Hola – susurré. El silencio se alargó más de lo normal. Sentí sus sollozos.

-Momo... - escuchar mi nombre de su boca me hizo temblar - ¿Eres tú?, dime que eres tú.

-Yo... lo siento.

-No pidas perdón, yo soy la que tiene que pedirte perdón.

-No es necesario que lo hagas porque no te voy a perdonar – ella volvió hacer silencio – quería escucharte y decirte – mi corazón latía muy fuerte – decirte que no pude caer más bajo. Que el alcohol, las drogas nunca me ayudaron a olvidarte. Que tu recuerdo me hace daño, extrañarte me vuelve loca. Quiero que sepas que podría haber muerto por ti.

-Momo...

-No me interrumpas por favor – sentí un suspiro – El amor no debería ser así. Siempre imaginé un amor bonito y tú lo sabes. Me hiciste creer que contigo tendría todo eso, me hiciste hacer promesas que ahora no me dejan dormir tranquila, me hiciste crear un futuro que nunca sentí tan lejos. No sé qué clase de amor teníamos, no sé si lo quiero seguir teniendo. Me cansa pensarte, extrañarte, buscarte, imaginarte. ¿No crees que si tengo que hacer todo eso para poder sentir que en algún momento existimos es porque nunca fue real?.

-Sabes que eso es mentira.

-Nayeon – podía sentir sus sollozos y sus suspiros – Tu y yo no fuimos, no somos ni seremos. No intentes volver a llamar porque esté teléfono dejará de funcionar apenas te corte y eso es ahora – esperé unos 10 segundos antes de cortar, creí que no iba a poder pero lo terminé haciendo. Me acurruqué en la camilla y comencé a llorar. Estar sería una de las últimas veces que la lloraría, tenía que sufrirla para poder lograr cumplir mis metas. Una parte de mí sabía que ella estaría bien, allá tendría a su familia, a sus amigas. Tenía el apoyo que yo acá no tenía. Ella se quedó con todo lo mío. Tengo que volver a nacer, a encontrarme, a conocerme. Ya no era la misma persona que se fue de Corea, de hecho, no sabía quién era hoy en día.

Tres meses después

Nos estábamos acercando a diciembre. El frío se había apoderado de todo Estados Unidos. Iba a ser la primera vez que festejaba las fiestas sola y, aunque, lo decía a menudo. Mike y Heechul se encargaban de recordarme que no estaba sola, que los tenía a ellos y la verdad, es que sin ellos no hubiera podido hacer nada de lo que había hecho.

Nos fuimos a vivir los tres a una casa que compramos con la venta de los departamentos de cada uno. Nuestros abogados velaban por nuestro bienestar y nos mantenían informados de todos los detalles de las demandas.

Hoy día era un día especial. Hoy día salía para todo el mundo la entrevista que nos hizo Billboard en dónde hablábamos de todo. También, se hacía factible la demanda colectiva de un grupo grande de Idols que habían demandado a sus respectivas empresas. Heechul tenía razón. Cuando ellos vieron que íbamos enserio no dudaron en hacerse partícipes de esta demanda.

En Corea las cosas no estaban tan bien para las grandes empresas encargadas de crear Idols. Muchos habían perdido credibilidad, personal encargado de las nuevas celebridades. La gente había dejado de ir a sus castings y sus grupos emblemas los demandaban. Estábamos creando una revolución sin darnos cuentas.

Después de llamar a Nayeon les hice saber a las chicas que estaba bien y que no había pasado a mayores el accidente que tuve en el azotea de mi ex edificio. Sabía por abogados y por Heechul que muchas habían intentado saber de mí pero yo no podía, necesitaba mi espacio y la verdad, no estaba lista para verlas. Me conformaba con saber que estaban bien.

Jihyo estaba trabajando en su primer álbum solista. Logró salirse de JYP pero no logró que, los nuevos ingresos que ella genere sean sólo de ella. Eso pasó con todas nosotras así que, cada una demandó a JYP por una misma causa. También tenía un pre-contrato con una agencia de actores.

Chaeyoung compró un estudio de producción y quería dar clases de Hip-Hop. Cómo la demanda seguía vigente no podía desarrollarse como profesora así que, pasaba la mayor parte del tiempo en su estudio creando arte.

Tzuyu preparaba su álbum solista y había firmado como modelo con una Dolce & Gabbana. Aún no podía lanzar música, ni mucho menos recorrer las pasarelas por la demanda.

Jeongyeon se asoció a diferentes empresas encargadas del cuidado responsable de animales en el mundo y también firmó para sacar un álbum como solista.

Dahyun y Sana fueron presentadas hace algunas semanas cómo las nuevas animadoras de un programa de variedades para Idols emergentes. Tenían convenios con el estudio de producción de Chaeyoung en dónde, ellas dos harían clases. Las dos firmaron para sus respectivos álbumes solistas. Dahyun tenía un pre acuerdo cómo actriz después de que la demanda se terminara.

Realmente estaba orgullosa por cómo, cada una luchaba por lo que creía que era su pasión. Todas siguieron en la música, después de todo eso fue lo que nos unió en un principio.

-¿De nuevo leyendo eso? – sonreí al escuchar su voz.

-Lo leo porque es una forma de no extrañarlas tanto – voltee hacía dónde había venido la voz.

-Sería mejor si llamaras.

-Sabes que no puedo hacer eso.

-No te entiendo, pero te respeto – se sentó a mi lado – siempre lees la misma página.

-No me interesa saber qué es lo que hace Nayeon y lo sabes.

-Pero en esa hoja no sólo está Nayeon.

-Lo sé, también estás tú – le dije a Mina.

-¿No te interesa saber a qué me dedico ahora? – las dos sonreímos.

-Mmm... eres mi mejor amiga, la persona que me estaba esperando afuera del hospital cuando me dieron de alta. Buscaste a Heechul por todo San Francisco para poder encontrarme después de mi accidente. Serás profesora de Ballet y danza urbana profesional, firmaras con una agencia de modelo y serás mi socia, mano derecha en mi academia de baile y canto.

-Suena hermoso – ella se levantó de la silla.

-Se hará realidad, cada vez falta menos para abrir.

-Sabes cómo soy.

-No te gusta hacerte altas expectativas.

-Así es – ella hizo silencio – las chicas nunca me perdonaran haberme ido de un día a otro. Sólo me dejaste llamar una vez.

-Sabes que cuando salga la entrevista todo ese se acabará.

-Vamos a triunfar.

-A triunfar y a derrocar todas esas malditas empresas que nos hicieron esto.

-Sabes que estoy contigo Momo.

-Lo sé Mina, probablemente Sana nunca nos perdone.

-En algún momento entenderá.

-¿Cuándo llegará ese momento?

-Tendremos que viajar en algún momento a Corea.

-Espero que para cuando ese momento llegue estés lista.

-Lo estaré Mina, lo estaré – en ese momento mi celular vibró. Era un mensaje de Heechul.

"La entrevista ya salió. Que comience nuestra nueva vida".

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