La casa de Jin Hyosang, el anfitrión de la fiesta, era enorme. Cuando Chanyeol le habló del asunto a Baekhyun la noche anterior le había dicho que habría bastante gente y todo eso, pero ni bien pusieron un pie en la casa, el pelinegro quedó más que sorprendido pues no se había imaginado tanto. Claro que no sabía que el lugar era inmenso con sus dos pisos y muchas habitaciones, azotea, balcones en cada habitación del piso superior, patio inmenso y piscina antes de llegar, y si a eso le agregaba toda la gente que estaban llegando, el equipazo de música que se portaba Hyosang y las cantidades exageradas de alcohol que había por doquier... tenía bastante sentido. No hacía falta que le preguntara a Chanyeol en dónde era la fiesta pues la música -Big Bang en ese momento- se escuchaba a varios metros de distancia y la puerta de la casa estaba abierta porque había un grupo de personas bebiendo y hablando animadamente en la entrada, pero aún así el pelirrojo tomó su mano para guiarlo hacia el interior. No era como si Baekhyun necesitara ayuda para llegar, sin embargo nunca se le ocurriría algo tan estúpido como rechazar la mano de Chanyeol, sino que entrelazó sus dedos con los del mayor con una enorme sonrisa en el rostro, y se pusieron en marcha. Ni bien entraron Junghwan se separó de ellos porque había encontrado a un conocido, por lo que los tres continuaron la marcha sin el chico hacia la cocina dispuestos a encontrar al dueño de casa, y de paso conseguir unos cuantos tragos. Baekhyun aprovechó el pequeño recorrido para echar un vistazo. La sala, bastante grande, estaba sin los muebles para que hubiera lugar para el equipo de música y para los que quisieran bailar, en ese momento un grupo de chicas. Por lo demás, había unas cuantas puertas, una de ellas dando al patio trasero, y las escaleras que conducían al piso superior.
-Hay mucha gente -comentó Minseok mientras miraba a todos los presentes en la sala-. Justo como a ti te gusta, Chanyeol.
-Ugh, cállate -se quejó el pelirrojo, poniendo los ojos en blanco-. Sólo vengo porque Hyosang me cae bien.
-Hyung, qué amargado -intervino Baekhyun, riéndose-. A mí me gustan las fiestas.
-Sí, ya lo comprobé -le respondió el mayor, enarcando una ceja.
-A Chanyeol también le gustarían si pudiera beber sin morir -dijo Minseok con una risita socarrona-, pero como es un peso ligero termina cuidando a todos y se enoja por eso...
-¿A qué te refieres, hyung? -preguntó el pelinegro con curiosidad-. Chanyeol hyung, ¿no tomas?
-No, es algo así como alérgico al alcohol, por eso no toma casi nunca -contestó Minseok sin darle tiempo a Chanyeol de hablar-. Toma más de tres vasos y ya está perdido, así que no bebe más que eso porque sabe cómo termina...
-No sabía...
-Ahora lo sabes, no dejes que Chanyeol beba más de tres vasos -le indicó el castaño, y luego soltó esa risa tan graciosa-. Cuando hace tonterías es de lo más divertido, ni te imaginas... Aunque a veces se pone agresivo y eso no lo es tanto.
-Hyung, cállate -pidió (ordenó) Chanyeol, fastidiado-. No le hagas caso, Baek.
Tanto Minseok como Baekhyun se rieron, pero dejaron de hablar de eso para no poner al de por sí gruñón chico aún más gruñón, y simplemente entraron a la cocina que en ese momento se encontraba, afortunadamente, vacía. Minseok tomó tres vasos de la alacena y botellas del refrigerador, y comenzó a servir con total confianza como si fuera él el dueño de casa, preparando ron y coca cola para cada uno. A Baekhyun le puso menos ron que a sí mismo, y a Chanyeol le puso aún menos ron que a Baekhyun, sin embargo ninguno protestó y bebieron de sus respectivos vasos en el camino de regreso hacia la sala. Allí finalmente encontraron al famoso Hyosang, y luego de presentárselo a Baekhyun, Minseok se fue con él a buscar más bebidas para ofrecer a todos los que estaban dispersos por la sala y la entrada. Y así, Baekhyun y Chanyeol ya se habían quedado oficialmente solos.
Chanyeol, que no había soltado su mano en ningún momento, dejó el vaso vacío en el suelo y ya se estaba encaminando escaleras arriba con claras intenciones de recuperar el tiempo perdido, pero antes de que subieran dos escalones comenzó a sonar una canción que Baekhyun adoraba y no pudo evitar soltar un chillido demasiado alto que asustó al mayor y lo hizo detenerse.
-¿Qué te pasa? -le preguntó Chanyeol, visiblemente preocupado-. ¿Por qué gritaste así?
-¡Me encanta esta canción, hyung! -fue su respuesta-. ¡Vayamos a bailar con esas chicas!
-Tienes que estar bromeand-
No le dio tiempo de protestar al mayor, sino que aprovechó el tener las manos entrelazadas para arrastrarlo hacia el centro de la sala donde el grupo de chicas ya estaban bailando la famosa canción de SISTAR que tanto le gustaba al pelinegro. Apenas llegaron con ellas, Baekhyun soltó la mano del mayor y se metió en el medio, imitando la coreografía a la perfección ante la incrédula mirada de Chanyeol y también unas cuantas de sorpresa y comicidad de las chicas, quienes al verlo bailar comenzaron a reírse y gritar tonterías. Se mostraron encantadas de tener a un chico bailando con ellas, de modo que siguieron riéndose mientras trataban de copiarle los pasos que tan bien se sabía.
Baekhyun reía y gritaba, como de costumbre cuando estaba teniendo un buen rato, dejando de cantar nada más para beber más de su vaso hasta que lo terminó. Chanyeol se acercó de nuevo hacia él, tomándolo del brazo para apartarlo de las chicas que comenzaban a acercarse demasiado, y le quitó el vaso vacío.
-¿En serio, Baekhyun? -soltó el pelirrojo, mirándolo con una ceja alzada-. Creí que te gustaba el hip hop.
-¡No seas amargado, hyung! -gritó, sin dejar de bailar ni un momento-. ¡Baila conmigo!
-Olvídalo -bufó el mayor, dejando el vaso de Baekhyun sobre un parlante-. ¿Ya estás borracho con un vaso?
-¡Claro que no! -gritó, riéndose a carcajadas-. Es que esta canción me gusta mucho...
-Ay, Baek -suspiró Chanyeol, poniendo los ojos en blanco. Baekhyun no estaba seguro, pero le parecía que Chanyeol quería reírse-. ¿Eso quieres, bailar? ¿No preferirías hacer otra cos-
-¡Oye, tú, bailarín! -gritó una de las chicas, tocándole el hombro a Baekhyun para llamar su atención-. ¿Cómo te llamas?
Baekhyun se giró para mirarla y como la chica le sonreía, le devolvió el gesto. Era bajita y tenía el rostro redondo, pero era una de las que mejor bailaba en opinión de Baekhyun, de modo que eso le bastaba para que le cayera muy bien. Por eso, a pesar de la mirada molesta de Chanyeol por la interrupción, igualmente decidió ser amistoso con ella.
-Soy Baekhyun -le dijo, inclinando levemente la cabeza-. Él es Chanyeol.
-Minji -se presentó la chica, y luego señaló a otra del grupo-. Mi amiga Hara y yo estábamos a punto de jugar al Just Dance con unos chicos, ¿se apuntan?
-¡Sí! -fue su respuesta.
-Ni de broma -fue la de Chanyeol.
-Dame un segundo -se disculpó con la chica, sonriéndole, para apartarse un poco junto a Chanyeol-. Hyung, no seas tan grosero. ¿Por qué no quieres ir?
-No me gusta bailar, Baekhyun.
-¡Pero a mí sí! -protestó, haciendo involuntariamente un puchero-. Anda, vamos, será divertido.
-No lo creo.
-¡Por favor, hyung! -insistió, frunciendo el ceño, y de inmediato empezó a hacer aegyo porque esa era su manera de obtener las cosas-. Quiero jugar, vayamos. Por favor, anda, no seas así. Hyuuuung, vamos, vamos. ¡Será divertido, lo juro!
Por un segundo, Baekhyun pensó que Chanyeol lo golpearía o algo así por la mirada exasperada que le echó, y tal vez lo merecería porque sabía cuánto le molestaba el aegyo al pelirrojo y aún así trataba de convencerlo con aegyo. Sin embargo, el mayor nada más suspiró mientras ponía los ojos en blanco, y Baekhyun supo que eso significaba que cedía, de alguna manera lo había convencido para aceptar participar del juego. Así que, sonriente, regresó con Minji seguido por un malhumorado Chanyeol para decirle a la chica que jugarían, a lo que ella respondió chocándole el puño e indicándole que la siguiera. Chanyeol nuevamente tomó la delantera aferrándose otra vez a su mano y llevándolo mientras seguía a Minji, y terminaron en una de las habitaciones contiguas, equipada con una computadora, una televisión enorme y la consola de videojuegos.
Una vez allí, Chanyeol se negó rotundamente a jugar pero le dijo a Baekhyun que él podía hacerlo si quería, mientras tanto se quedaría allí mirando. A Baekhyun le parecía un poco injusto divertirse mientras Chanyeol nada más miraba, pero el mayor lo tranquilizó al decirle primero te diviertes tú, luego me divertiré yo, y eso bastó para convencer (encender) a Baekhyun. Jugaría un rato y luego iría a divertir a Chanyeol durante toda la noche si eso le pedía el mayor, él estaba más que dispuesto a lo que fuese. Mientras que Minji y Hara preparaban el juego entraron dos chicos y una chica más con varias botellas de champaña, cerveza y soju y refrescos que habían ido tomando a escondidas para poder beber mientras jugaran, y terminaron decidiendo que se dividirían en grupos de chicos contra chicas.
Baekhyun la pasó muy bien todo el rato que estuvieron con el juego. Sus dos compañeros de equipo, Youngjae y Sungjong, eran muy agradables, así que más que bailar terminaron bromeando y riéndose un montón, haciendo el tonto delante de las chicas para hacerlas reír. Cuando era el turno de ellas siempre iba a sentarse junto a Chanyeol (quien se había sentado en un cómodo sillón de cuero), y el mayor lo recibía sirviéndole un vaso de cualquier cosa para que pudiera beber, y rodeando su hombro posesivamente para atraerlo más contra sí y dejar bien en claro que estaba con él. A Baekhyun le parecía tonto que Chanyeol estuviera actuando así por celos de Youngjae y Sungjong cuando él no tenía el más mínimo interés en alguien que no fuera Park Chanyeol, pero le gustaba mucho que el mayor lo abrazara o acariciara en el rostro o el brazo, incluso que le robara besos cada vez que estaba distraído, de modo que en ningún momento se quejó de ese comportamiento. Al contrario, aprovechaba el inusual humor cariñoso del pelirrojo cada segundo recostándose sobre él o sonriéndole desde cualquier rincón de la habitación, hasta llegó a lanzarle besos mientras bailaba, a lo que Chanyeol simplemente reía y negaba con la cabeza.
Sí, la estaba pasando muy bien, estaba divirtiéndose mucho y le encantaba ver que Chanyeol no estaba de mal humor como hubiera esperado, sino que todo lo contrario, hasta parecía estar disfrutando mucho con simplemente verlo bailar a él. O eso creía ya que cada vez que se encontraban sus miradas Chanyeol sonreía, le guiñaba el ojo o hasta le sacaba la lengua, levantando el vaso del que bebía haciendo un brindis en el aire.
-Estoy muerto -se quejó Baekhyun cuando terminaron de bailar la décima canción-. No puedo seguir más.
-Ven aquí, bebé, conmigo -canturreó Chanyeol desde el sillón, levantando un brazo en su dirección-. Siéntate con hyung.
De muy buena gana un risueño Baekhyun se encaminó hacia el sillón, obediente de las órdenes del mayor. Antes de que pudiera acercarse lo suficiente Chanyeol ya había rodeado su cintura con un brazo y lo atrajo hacia sí, haciendo que Baekhyun perdiera el equilibrio y se le acabase sentando encima. Y tan rápido como cayó sobre el regazo del pelirrojo, sintió los brazos ajenos entrelazándose alrededor de su cintura, y el rostro del mayor pegándose a su espalda en un abrazo fuerte que lo hizo reír porque realmente era raro ver a Chanyeol tan cariñoso, pero le encantaba. Llevó las manos a las del mayor para acariciarlas, a lo que Chanyeol respondió frotando la nariz contra su cuello y dejando pequeños besos sobre el inicio de su espalda. Y mientras que ellos dos estaban en pleno romance, los demás fueron sentándose en el suelo y junto a ellos en el sillón, tomando las botellas para servir más de beber y hablando de tonterías mientras se reían. En ese momento Baekhyun supo que probablemente él y Chanyeol eran los más sobrios en la habitación, y la idea lo hizo reír por lo bajo, aunque ninguno de sus nuevos amigos parecía estar fuera de control, por lo cual no se preocupó mucho.
-Vaya, ya no queda casi nada -se quejó Sungjong, volteando una botella vacía de champaña-. Ni siquiera tomé de esto...
-Yo tampoco -dijo Youngjae, mirando extrañado la botella vacía-. Apenas probé un poco de cerveza, en realidad.
-¿Había champaña? -preguntó Hara, frunciendo el ceño-. Y yo tomando soju todo este tiempo...
-Bueno, que alguien ha tenido que tomarlo, no pudo evaporarse -soltó Minji, riéndose-. Yo no probé la champaña en ningún momento, ¿quién fue?
-Yo tomé sólo un vaso -dijo Minyoung levantando una mano-, y el chico cariñoso estaba sirviéndose hasta donde sé.
Baekhyun frunció el ceño, extrañado. El chico cariñoso era Chanyeol, lo habían apodado así en uno de los tantos arranques de abrazar y besuquear al menor que había tenido a lo largo del juego. Pero eso no tenía sentido, Chanyeol no le había servido champaña en ningún momento, él había tomado mayormente cerveza y coca cola. Y entonces, como si algo hubiera hecho clic en su cabeza, comprendió todo en el momento exacto en el que Chanyeol comenzaba a reírse oculto todavía en su espalda.
-Hyung -lo llamó, girando un poco la cabeza para poder mirarlo-. ¿Te tomaste toda la champaña tú solo?
-Tal vez -murmuró Chanyeol desde su escondite, aguantando muy mal la risa-, tal vez no.
Todos estallaron en risas ante la respuesta del mayor, todos menos Baekhyun. Minseok le había advertido que no tenía que dejarlo beber más de dos vasos o se emborracharía, pero estaba tan entretenido bailando y le parecía tan lindo que Chanyeol estuviera amoroso que ni se le pasó por la cabeza que el mayor estuviera bebiendo y por eso estuviera comportándose de esa manera. Ahora entendía el motivo por el que el mayor tenía el rostro un poco rojo y los ojos vidriosos, y por qué estaba mostrándose tan afectivo y simpático, riéndose, sirviéndoles cerveza a los demás, hasta hablaba con las chicas mientras que él bailaba, incluso que hiciera tantos chistes y hablara con ese tonito casi cantado... era todo por el alcohol, no por el calor en la habitación ni porque estaba feliz ni nada de eso. Bueno, al menos no se puso agresivo, pensó Baekhyun para consolarse, aunque seguía sintiéndose mal por haber permitido que Chanyeol bebiera y ni siquiera darse cuenta de ello. Lo que no entendía era por qué Chanyeol había bebido tanto, cuando hablaron con Minseok daba la impresión de que el pelirrojo sabía controlarse para no terminar ebrio, pero parecía que esa noche no se había controlado en absoluto. ¡Una botella de champaña entera! Y tal vez más, tal vez también cerveza y soju...
Baekhyun tenía suerte de que Chanyeol estuviera actuando de forma agradable y no violenta, pero con un borracho nunca podía estar seguro, incluso si en ese mismo momento hablaba de lo más tranquilo con los demás chicos sobre el último álbum de Justin Bieber (y Baekhyun no podía creerlo, ¿ese era de verdad Chanyeol?)
De repente, Chanyeol dejó de hablar, y los demás cambiaron de tema. Baekhyun se había perdido en el hilo de la conversación, estaba más preocupado pensando en qué haría con un borracho Chanyeol, por lo que no se dio cuenta hasta que no sintió los labios de Chanyeol nuevamente pegados a su cuello. Lo ignoró los primeros segundos, entonces los suaves piquitos dejaron de serlo para convertirse en besos de verdad, y de un momento a otro tenía la lengua de Chanyeol recorriendo su piel, y no pudo evitar estremecerse ante tal sensación. Se giró un poco para mirarlo y decirle que se detuviera, pero en cuanto abrió la boca Chanyeol llevó una mano a su miembro y lo único que salió de sus labios fue un sonoro gemido. Los demás lo escucharon y se voltearon a mirarlo, algunos riéndose y otros demasiado sorprendidos como para hacerlo, y Baekhyun enrojeció hasta las orejas. Chanyeol, a todo esto, seguía besándole el cuello como si nada hubiera pasado.
-Creo que los dos tortolitos quieren algo de privacidad -canturreó Minji, levantándose-. Deberíamos dejarlos solos, ¿verdad?
-C-chicos -tartamudeó Baekhyun, mitad por la vergüenza mitad porque comenzaba a endurecerse con los besos de Chanyeol-, yo...
-Sí, queremos estar solos -lo interrumpió Chanyeol, sonriéndole ampliamente a los demás-. No nos vimos en toda la semana, queremos follar ahora.
-¡Hyung!
-Minji fue un poco más sutil, pero sí -logró decir Hara entre risitas dirigiéndose a la puerta-. Mejor nos vamos.
-No olviden poner el seguro en la puerta -aconsejó Sungjong, guiñándole un ojo a Baekhyun-. Ya saben, para que nadie los moleste.
-¡Y usen protección! -exclamó Youngjae.
Baekhyun estaba tan avergonzado que se cubrió el rostro con las manos mientras todos se iban riéndose a carcajadas y haciendo comentarios que sólo lograban hacer enrojecer más al pelinegro. No se atrevió a levantar la vista hasta que no escuchó cómo se cerraba la puerta, y entonces se apartó bruscamente de Chanyeol para mirarlo con el ceño fruncido. El pelirrojo ignoró su mirada y se puso en pie, caminando un poco tambaleante hacia él con una enorme sonrisa en el rostro, y al notar que Baekhyun retrocedía a medida que se acercaba, comenzó a reír.
-¿Estás enojado, bebé? -le preguntó el mayor-. ¿Te molestó lo que dije?
-Fue vergonzoso, hyung -se quejó, dando dos pasos hacia atrás-. No hacía falta que... que les dijeras eso.
-¿Para qué mentirles? -preguntó Chanyeol, adelantándose tres pasos-. ¿O es que tú no quieres follar ahora?
-No es eso -murmuró, chocando contra la puerta.
-¿Entonces qué es? -volvió a preguntar el pelirrojo, colocando los brazos a los lados de su cabeza y acercando los labios a su rostro-. ¿Qué te preocupa, bebé?
-¡Me escucharon gemir, Chanyeol!
-Siempre te digo que tienes que ser silencioso, mi amor -susurró el mayor, pegando los labios a los suyos-. Pero todavía no lo entiend-
Baekhyun no dejó que Chanyeol terminara de hablar, lo interrumpió uniendo sus labios para besarlo. Contenerse era imposible si tenía los labios del mayor tan cerca, no había probado ese dulce sabor en una semana y de repente tuvo la oportunidad de besarlo, simplemente cerró los ojos y la tomó. Chanyeol no tardó ni un segundo en responder, empujándolo con el cuerpo contra la puerta, a lo que Baekhyun reaccionó sujetándole la cintura delgada con las dos manos. Y simplemente así, ya se encontraban devorándose la boca, pegados el uno al otro, acariciándose sobre la ropa y rozando las entrepiernas que comenzaban a endurecerse bajo la tela de los pantalones. Los labios de Chanyeol realmente eran adictivos, podría besarlo durante toda una eternidad y no se cansaría nunca, Baekhyun estaba seguro de eso. Y Chanyeol parecía sentir lo mismo, pues no se demoró mucho para morderle el labio a Baekhyun como siempre hacía. Con un movimiento rápido el pelirrojo elevó la mano hasta la puerta, sin dejar de juguetear con la lengua del menor ni un momento, y puso el dichoso seguro del que hablaba Sungjong anteriormente, con lo que aparentemente se sintió mucho más seguro pues al bajar la mano la llevó directamente al bulto que se formaba en el jean de Baekhyun, haciéndolo gemir por el contacto. Cuando el aire se hizo verdaderamente necesario se separaron apenas un poco, sus labios seguían tocándose pero ahora podían respirar.
-Deberíamos avisarle a Minseok hyung que estamos vivos, ¿no? -soltó Chanyeol con una sonrisa ladina-. Y que no nos busque porque vamos a follar...
-Supongo...
Asintiendo, Chanyeol sacó el móvil del bolsillo de la camisa a cuadros y comenzó a luchar por desbloquearlo, sin mucho éxito pues las manos le temblaban y no podía parar de reírse mientras lo hacía. Baekhyun también reía, le parecía mentira estar presenciando a un Chanyeol de tan buen humor. Un Chanyeol ebrio, en realidad, ya le parecía bastante increíble, pero más aún viendo que el alcohol lo hacía lucir como una persona totalmente distinta, tan animado y agradable. Y viéndolo así, en ese estado, recordó la vez que él estaba borracho y Chanyeol cuidó de él y se preguntó si el mayor habría estado riéndose todo el tiempo también, pensando que se veía tierno y adorable, como Baekhyun estaba pensando el mayor en ese momento.
-Deja que lo haga yo, hyung -dijo, extendiendo la mano, y Chanyeol obedientemente le entregó el teléfono-. Tus manos tiemblan mucho.
-Es que ni siquiera veo las putas letras -murmuró Chanyeol, y luego se rió-. Se mueven las letras, no me jodas.
-No se mueven, tú estás borracho -respondió, también riéndose-. Dime la contraseña ahora.
-Swag con dos a y dos g. Dile que me llame cuando estemos por irnos.
Le tocó reprimir una carcajada al escuchar aquello. Tal como le indicó Chanyeol, escribió swaagg y el móvil se desbloqueó revelando un collage de paisajes con la palabra Seúl en el medio como fondo de pantalla, a lo que Baekhyun no pudo evitar sonreír porque las pocas veces que Chanyeol se explayaba hablando de algo que no fuese música, era cuando mencionaba su ciudad natal. Pero no tenía tiempo para pensar en eso pues Chanyeol había vuelto a la carga, besándole el cuello, y le susurró al oído que se apresurase, y por supuesto que Baekhyun obedecería si se lo pedía de esa manera. Buscó rápidamente entre los contactos el nombre de Minseok, topándose con su propio número bajo el nombre de Baekkie, detalle que le pareció tierno, aunque nuevamente tuvo que concentrarse en la tarea de avisarle a Minseok que estaban bien y que no querían ser molestados. Tecleó un rápido <estamos donde la consola de videojuegos, llama cuando tengamos que salir> mientras gemía al sentir cómo Chanyeol succionaba la piel de su cuello, y ni bien terminó devolvió el aparato al bolsillo de la camisa para llevar las dos manos al trasero del mayor.
-Mierda, te extrañé tanto -murmuró Chanyeol desde su cuello-. Te necesitaba tanto, maldita sea.
Sin perder el tiempo, apenas terminó de pronunciar esas palabras Chanyeol se separó para comenzar a desvestirse, y Baekhyun hizo lo mismo. Se miraban comiéndose con los ojos a medida que las prendas caían al suelo, y en cuestión de segundos los dos estuvieron desnudos, listos para volver a unir sus bocas. Chanyeol fue el que tomó la iniciativa, como siempre, pero de una manera distinta: saltó sobre Baekhyun, rodeándole el cuello con los brazos y la cintura con las piernas, a lo que el menor respondió rápidamente sujetándolo por los muslos, algo sorprendido pero sin grandes problemas porque el mayor era delgado y no pesaba mucho. El miembro del pelirrojo quedó atrapado entre los abdómenes de ambos, mientras que el del menor le rozaba el trasero a Chanyeol, y por instinto Baekhyun comenzó a moverse para crear una fricción entre su erección y la entrada del mayor, un roce que se sentía delicioso al punto de hacerlo jadear. Chanyeol lo ayudaba moviéndose entre sus brazos, aumentando el roce y junto con este esa sensación tan placentera que hacía a Baekhyun gemirle en la boca cada vez más fuerte.
Torpemente caminó hacia el sillón, apoyando a Chanyeol sobre este y subiéndose sobre él sin detener los besos, colocando las manos a ambos lados de la cabeza ajena y juntando ahora su miembro con el de Chanyeol. Cuando comenzó a frotar su erección contra la del mayor, Chanyeol rodeó las dos con una mano y comenzó a masturbar los dos miembros primero lentamente, aumentando la velocidad poco a poco, logrando que los gemidos volvieran a resonar en toda la habitación. Baekhyun por su parte liberó el labio herido del mayor para concentrarse en besarle el cuello, sabiendo lo mucho que Chanyeol disfrutaba la atención en esa parte del cuerpo.
La piel del cuello de Chanyeol se veía perfecta sin las marcas que había dejado ya muchos días atrás, y Baekhyun estaba más que dispuesto a volver a corromper ese lienzo de piel de caramelo. Comenzó por lamer la nuez del mayor, recorrió toda la extensión del cuello ajeno con la lengua, y se detuvo para succionar y morder en cada centímetro que encontraba sin marcar, ahogando sus propios gemidos en la piel del mayor. Chanyeol también soltaba gemidos roncos debajo suyo, removiéndose agitado por las caricias que él mismo se impartía, aumentando cada vez más la intensidad con la que subía y bajaba la mano que sostenía los dos miembros erectos. Y mientras que Chanyeol se encargaba de estimularlos de esa manera, el pelinegro siguió recorriendo el cuerpo ajeno con la boca, bajando por las clavículas y el pecho del mayor, y entonces se detuvo en uno de los pezones. Lamió su contorno, lo mordió jalando suavemente con los dientes, y finalmente lo envolvió entero con la boca, lamiendo y succionando con fuerza para dejar otra marca más. Cuando retomó el camino de besos de nuevo hacia los labios del mayor, Chanyeol soltó las dos erecciones para empujar a Baekhyun con la misma mano, y el pelinegro rápidamente se hizo a un lado para que el pelirrojo pudiera sentarse. Lo miró expectante, a la espera de lo que fuese que quisiera hacer, y entonces Chanyeol volvió a empujarlo para que se recostara.
Obediente, Baekhyun se dejó caer de espaldas en el sillón, y apenas se recostó Chanyeol volvió a tomar su miembro con las dos manos, reanudando las caricias.
Cuando Baekhyun cerró los ojos y echó el cuello hacia atrás, sintió la humedad de la boca ajena rodeándole el miembro, y un gemido agudo se escapó de su boca. Chanyeol atendió su pene con la lengua, lamiendo todo su contorno, ayudándose al presionarle los testículos con una mano, y Baekhyun simplemente podía gemir porque Chanyeol era malditamente bueno haciendo orales. Chanyeol era malditamente bueno haciendo cualquier jodida cosa, sí, pero Baekhyun simplemente enloquecía cada vez que Chanyeol se la chupaba. Sabía el momento exacto en el que debía lamer, presionar con una mano, ahuecar las mejillas, apoyar los labios... Por puro instinto Baekhyun llevó una mano a la cabeza del mayor, enredando los dedos en el cabello rojo para jalarlo e indicarle el ritmo a Chanyeol. Y el mayor acataba las órdenes de su mano sumisamente, abriendo la boca y dejando que lo embistiera por ahí, gimiendo ahogado en el pene del menor. Y mientras que Baekhyun penetraba la boca de Chanyeol, el mayor llevó la mano libre hasta su boca, y luego de acariciarle los labios con el índice, dejó caer su pene luego de soltarlo con ese sucio ruido de pop.
-Tienes que lamer mis dedos ahora, mi amor -le ordenó-. Abre la boca.
Baekhyun aceptó la orden sin rechistar, abriendo la boca para los dedos de Chanyeol. Y mientras que le lamía los dedos, Chanyeol le devolvía el favor recorriendo toda la extensión de su miembro con la lengua, bajando desde la punta hasta la base y de la base a los testículos. Baekhyun se deshacía en gemidos que quedaban ahogados entre las falanges largas y delgadas de Chanyeol, moviendo la cadera hacia arriba buscando que Chanyeol volviera a engullirle el miembro. Cuando finalmente Chanyeol se lo volvió a meter entero en la boca gimió ronco, estremeciéndose por completo, y reanudó las embestidas con mayor desesperación que antes al acercarse más al orgasmo. Chanyeol entonces sacó los dedos de su boca y no tardó en llevar la mano llena de su saliva hasta su entrada, introduciendo dos dedos a la vez. La intromisión fue un poco dolorosa, la entrada le escocía, pero el ardor pasó a un segundo plano enseguida gracias a la forma en la que el mayor seguía chupándosela. Los dedos hábiles de Chanyeol comenzaron a penetrar a Baekhyun, entrando y saliendo de su entrada, moviéndolos como si fuesen tijeras dentro suyo, y Baekhyun no podía pensar en otra cosa que no fuera el placer en ese momento. Tensó todos los músculos del cuerpo, cerrando las manos en puños sin siquiera importarle que estuviera tirándole del cabello demasiado fuerte a Chanyeol, más concentrado en aumentar la fuerza con la que le embestía la boca. Chanyeol soltaba algunos quejidos pero Baekhyun realmente no podía evitar querer correrse, estaba llegando a la cima y lo único que le importaba era desahogarse, de modo que empujó el rostro de Chanyeol contra su miembro, y a la vez impulsó la pelvis hacia arriba para poder llegar más profundo en la garganta del mayor. Cuando Chanyeol lo penetró con un tercer dedo las cosas se salieron de control dentro del cuerpo de Baekhyun, y con unas tres estocadas duras y profundas finalmente se corrió en la boca del pelirrojo, soltando un gemido ronco y prolongado que indicaba su liberación.
El tiempo parecía haberse detenido, Baekhyun seguía aferrándose al cabello de Chanyeol, y Chanyeol seguía con los dedos dentro del menor y la boca sosteniendo su pene ahora nuevamente dormido. Recién cuando Baekhyun aflojó la fuerza con la que sostenía el cabello del mayor el chico quitó los dedos de su entrada y dejó caer su miembro tras abrir la boca. Se incorporó quedando sentado frente a Baekhyun, y ante la atenta mirada del menor, se limpió la boca con el dorso de la mano como de costumbre, eliminando los restos de saliva de las comisuras de los labios, aunque no podía eliminar la hinchazón ni el enrojecimiento de los belfos con tanta facilidad. Chanyeol le sonrió de lado a un cansado Baekhyun, llevándose una mano al cuero cabelludo para sobarse ahí donde segundos atrás el menor estaba tirando fuertemente, y soltó un suave quejido. Entonces, sin dejar de mirar fijamente a los ojos al pelinegro, se llevó una mano al miembro todavía erecto y comenzó a masturbarse.
-No tienes idea de lo jodidamente hermoso que luces después de un orgasmo -dijo el mayor con voz jadeante, lamiéndose los labios-. Podría correrme sólo con mirarte, eres precioso.
-Te pones romántico cuando tomas, hyung -le dijo él, sonriendo complacido por las palabras que acababa de pronunciar-. Voy a emborracharte más seguido.
Chanyeol rió por su comentario, aunque interrumpió la risa con un gemido. Baekhyun entonces se arrodilló para quedar frente a él y llevó la mano junto a la del mayor, dispuesto a ayudarlo con la tarea de masturbarse. Sin embargo, antes de que pasara siquiera un minuto acariciando el miembro del mayor, Chanyeol lo tomó de la muñeca y lo detuvo.
-¿Estás muy cansado como para seguir?
Baekhyun sonrió mientras negaba con la cabeza, y Chanyeol llevó una mano a su rostro para acariciarle la mejilla suavemente.
-Entonces te quiero a manos y rodillas ya, mi amor -pidió (ordenó) Chanyeol, sosteniéndolo de la mandíbula mientras lo miraba-. Y podrás hacer todo el ruido que quieras ahora.
No pudo evitar soltar una risita ante el comentario de Chanyeol antes de voltearse para apoyarse sobre las manos y las rodillas tal como le había sido indicado. Chanyeol volvió a prepararlo con los dedos, ayudándose con la lengua, y después de eso follaron dos veces. No fue muy diferente de las anteriores veces que se habían acostado, a excepción de que esta vez Chanyeol no dejaba de repetirle a Baekhyun lo hermoso que era, lo mucho que le gustaba escucharlo gemir, y lo mucho que lo había extrañado y necesitado toda la semana. Lo que más le gustaba a Baekhyun de todo eso, era que no dejaba de llamarlo mi amor en ningún momento. Y, aunque sabía que ese estado tan romántico en el que se encontraba el mayor era a causa del alcohol, se convenció a sí mismo de que era mucho más que eso, y que todas las cosas dulces que Chanyeol decía eran esas mismas cosas que según Minseok no las quería admitir por orgullo. Después de todo, siempre se dijo que los borrachos y los niños no mienten, y Baekhyun sabía por experiencia propia sobre eso de hacer confesiones que sobrio no se atrevería ni a pensar en presencia de Chanyeol.
-Hyung -llamó cuando ya estaban recostados y abrazados, Chanyeol un poco más sobrio ya-. ¿Por qué te tomaste toda la champaña hoy?
-Porque estaba celoso de esos estúpidos que bailaban contigo -balbuceó el mayor-. Tenía que distraerme con algo, estaba a punto de matarlos.
-Eres un idiota, hyung -se rió, negando con la cabeza-. Pero me gustas mucho así como hoy, cuando eres cariñoso y demostrativo.
-Tú me gustas mucho siempre, Baekkie.