Mía.

By amarna20

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Emilio Garcia un periodista reconocido de la ciudad de Nueva York tiene que entrevistar a Nina Santino, una b... More

La Presentación.
El Inicio.
El bar.
Desaparecidas.
Visitas
AVISO!!!
Coincidencias.
Confianza
Punto sin retorno.
Despertar.
Respuestas.
Corre!
Promesas.
Entre líneas...
Créanme.
Continuación...
Una salida.
Nueva Vida...?
. . .
Maldición.
En mi sistema...
Ayúdame.
La Cena. Parte 1
La Cena. Parte 2.
En el bosque.
Final.
Agradecimientos.

Continuación...

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By amarna20

Sali de la cafetería tan rápido como pude. Los sueños, lo que pasó anoche en el bar y ahora esto. Dios mío! Hay algo mal en mi... no puede ser que tenga tan mala suerte.

-Nina! Oye! Espera! Solo es una coincidencia, no más.- Nikki caminaba a paso apresurado detrás de mi.

- Nikki... ahora no.- conteste de manera tajante.

Sadja salía de la cafetería para encontrarnos.

-Sera mejor que vayamos a casa... necesitamos descansar. Vamos.
Sadja me tomó de la mano guiándome con dirección a un taxi que estaba en contra esquina. Me subi al auto y me perdi mirando a las personas caminando en la banqueta. Deseaba no volver a verlo, no volver a soñarlo, no volver a sentirlo cerca de mi.

Nadie dijo nada en el camino a casa.

Llegamos al departamento y me dirigí directo a mi habitacion, las escuche decir mi nombre en repetidas ocasiones pero cerré la puerta y pase seguro... no quería hablar con nadie.
Me acosté y cerré mis ojos.

-Nina! 

-Ninaaa!

-Solo queremos hablar contigo, saber si estás bien.- escuche a Nikki y Sadja del otro lado de la puerta.

Escuche como la puerta vibraba en sus intentos de hacerla ceder.

-Abre... por favor.- Escuche la voz suplicante de Nikki.

-Estoy bien.- mentí.- Solo tengo sueño. Necesito descansar.

Sin decir mas escuche un par de zapatos alejándose de mi habitación.
Mire hacia la ventana y vi el atardecer, pensé en todo lo que habia pasado en las últimas horas...y cuando me di cuenta mis mejillas y cuello estaban mojados por mis lagrimas. 

-No puede ser cierto.- pensé.

-Y si el responsable me está buscando? Y si mis sueños son un aviso?... Esas preguntas no dejaban de dar vueltas en mi cabeza. No quería ser la siguiente, no quería vivir con el miedo de saber quien esta atras de mi todo el tiempo.

-Ojala sea solo eso... una coincidencia.- repetí tantas veces queriendo creer en mis palabras.

Pero muy en el fondo sabia que las coincidencias no existían...

Me levanté de la cama y recorrí las cortinas con la intención de que no entrará ninguna luz del exterior. Me recosté y no se en que momento me quedé dormida.

(*)

Eran las dos de la mañana cuando desperté, hacia frio y un extraño aroma invadía mi cuarto, parecía tierra húmeda con un toque de lavanda. De repente tenía la sensación de que alguien me estaba mirando, pero no podía despertar del todo, veia borroso, me sentía muy cansada. Mire a mi alrededor y a los pies de mi cama pude ver un par de ojos que me observaban, brillaban como los ojos de un animal nocturno. Me observaban sin nisiquiera parpadear.

-Yo cuidare de ti.

Era la misma voz, pero la podía escuchar mas nítida, ya no sonaba dentro de mi cabeza como si invadiera mis pensamientos... se escuchaba como si estuviera en el cuarto conmigo.

-No... no puedo.- suspire.- Que quieres? Que haces aquí?.-Pregunté intentando levantarme de la cama.

-Vine por ti Nina...dejame comerte.

Pude ver cómo se acercaba a la cama, el colchon se hundió al momento en que empezó a caminar a gatas hacia mi, quise gritar pero mi garganta no respondía, de manera involuntaria me acosté y cerré los ojos.
Sentía su respiración en mi cuello, estaba encima de mi. Me sentía como en un estado de éxtasis.

-Entrégate a mi...

Fue lo último que escuche antes de perder el conocimiento.

A la mañana siguiente desperté sintiéndome diferente, pero no era agradable la sensación. Me sentía mas cansada que de costumbre como si me hubieran robado la energía. Sabía que había sido un sueño lo que habia pasado, no quería buscarle otro significado al asunto, me hacía sentir mejor engañarme al respecto. Así que lo ignore. No hablaria de ello con nadie.

Sali de mi habitación y note que Nikki y Sadja ya estaban despiertas.

-Buenos días.- dijo Nikki con un ligero toque de felicidad.

- Justo para desayunar.- comento Sadja.- Hicimos hot cakes... como dos kilos porque ya sabemos que comes como vikingo.

Sonreí. 

-Buenos días.- conteste devolviendoles la sonrisa.

Nos sentamos a desayunar, y ninguna de las dos abordo el tema de ayer, lo cual agradeci infinitamente.

-Alguien me presta su celular?, tengo que mandar un msj y mi celular murió.- dijo Nikki llevándose un pedazo de hot cake a la boca.

-Ten.- le di mi teléfono.

Nikki lo desbloqueo y al hacerlo no pudo evitar gritar haciendo un sonido de burla.

-Ajaaaa! Eres una maldita mentirosa.- me dijo con una amplia sonrisa mientras me jalaba un mechon de cabello.

-Ay! de que hablas?.- pregunté.

Le enseñó mi teléfono a Sadja y ella empezo a reír.

-Pero Nina... por eso te fuiste a encerrar verdad?.

- De que mierda hablan ustedes dos?.- pregunté nuevamente.

- De esto!!.- dijo Sadja poniendo mi celular frente a mis ojos.

Era una foto mia en la que estaba dormida y tenía fecha del dia de hoy. Al desbloquear mi celular lo primero que arrojo fue la imagen lo cual daba por hecho que quien sea que la había tomado quería que yo la viera.

Me quedé helada, no sabía que responder. Nadie jamas habia dormido conmigo en mi cuarto y el dia de ayer.... el dia de ayer yo dormí sola. Fue entonces cuando la realidad me pego como un tráiler a exceso de velocidad.

- No nos vas a decir?.- pregunto Sadja.- Quiero detalles.- dijo acercándose a mi como si nos fuéramos a contar un secreto de estado.

-Fue real... no fue un sueño.- susurre mientras enfocaba la vista hacia el pasillo que daba a los cuartos.

Nikki y Sadja se miraron a la cara, iban a decir algo cuando mi celular sonó. Nikki lo quito de mis manos.

Leyó el mensaje en voz alta.

Nos vemos hoy en "Uh LaLa", ve con tus amigas porque ire acompañado.

- Justo lo que quería escuchar.- dijo Sadja.

-Me gustaría quedarme en casa si no les importa. Quiero descansar.

La verdad solo quería estar sola. Necesitaba tener los pies en la tierra, estaba empezando a sentirme ajena a la realidad y sabía que un lugar lleno de gente y alcohol no eran la respuesta.
Sasha y Nikki me dedicaron una mirada.

-Si claro, por supuesto.- dijo Nikki comprensiva.

-Necesitas algo?.- Sadja me abrazo.

-No... sólo quiero estar sola.- asentí nerviosa.

- De acuerdo Nina... esto es lo que haremos. Puedes quedarte esta noche pero la única condición es que cuando regresemos nos digas que es lo que te está afectando.- dijo Sadja con preocupación en los ojos.

Dudé. Quizás no era buena idea decirles, nadie sabía de esto. Era mi secreto, pero eran mis amigas después de todo, lo menos que podía hacer era ser honesta con ellas. Eran lo único que tenía.

- De acuerdo.- dije posando mis manos en mis piernas.

- Es un trato.- dijo Nikki extendiéndo su mano hacia mi. 

-Lo es.- respondí con una sonrisa forzada que no llego a mis ojos.

-Y que nos platiques con quien dormiste esta noche.- dijo Sadja señalándome con el tenedor.

Solo pude dedicarle una mueca.

Salieron del departamento alrededor de las ocho de la noche. Me cambie mis jeans, me puse una sudadera y salí a caminar.
La ciudad se veía hermosa, siempre había pensado que la ciudad de Nueva York era fascinante para cualquier cosa, para ser actriz, enamorarte, empezar de cero... Era la ciudad de las oportunidades.
Escuchaba un poco de música electrónica en mis audífonos, empecé a sentir mas frío y entre en la primera cafetería que encontré para tomar algo caliente.
Iba abriendo la puerta cuando choque con algo. Pense que era un costal hasta que hablo.

-Perdoname. Fue mi culpa.- dijo levantándome de un brazo sin mayor esfuerzo. 

-No se preocupe. Mi error, no me fijé.- sacudí mi ropa sin mirarlo.

-Hey... no pasa nada. No te rompí.- dijo soltando una pequeña risa.

Alce la mirada y lo vi. Era hermoso. Tenia el cabello corto, era alto, con un mechón de cabello largo en medio, llevaba una chaqueta de cuero color negro y una camisa del mismo tono, tenía tatuajes en el cuello, nariz respingada, su quijada era pronunciada y unos hermosos ojos grises.

Su sonrisa empezo a crecer, creo que noto como lo estaba mirando, así que baje la mirada para seguir limpiando mi ropa.

-Puedo invitarte algo de tomar?.

-No gracias.- mire mi reloj, ya eran las nueve treinta, llevaba hora y media caminando.

 -Ya es tarde. Ya debo ir a casa.- dije dando dos pasos retrocediendo.

-Insisto.- me dijo extendiendo su mano que tenia mas tatuajes en los nudillos. Queria que la tomara.- por favor.- añadió. -Sera rapido. Deja que repare mi error por casi romperte una pierna.

Intente sonreír ante su chiste.

- No, en verdad. Gracias.- conteste.

-Bueno... entonces dejame acercarte lo más que se pueda a tu casa. Ya es tarde. 

Era cierto, las calles eran más solas en esa zona.

-No, en verdad. No vivo tan lejos. Gracias de todos modos.

Todo en mi cuerpo me gritaba ¡Corre!.

- Como te llamas?.- pregunto mirándome directo a los ojos. Su mirada me ponía nerviosa.

Su insistencia empezaba a hacerme sentir incomoda. No me sentía con la confianza de entablar una conversación con el. Era un extraño para mi.

 -Erin, mucho gusto.

- Erin....-hizo una pausa para mirarme, como si estuviera mintiendo.- Soy Velkan y el gusto es todo mío.

Tomo mi mano en menos de un segundo y la estrecho con suavidad, haciéndome sentir como si una corriente eléctrica me recorriera de pies a cabeza.

-Debo irme.- dije retrocediendo nuevamente soltándome de su agarre con un tirón.

-Cuidate...Erin..- no me gusto la forma en la que había dicho mi nombre falso.-Espero volver a verte pronto.-dijo dedicandome una sonrisa de lado a lado.

Asentí con la cabeza sin sonreír y me fui por donde había llegado.


(*)

Llegue al departamento casi corriendo. Me quite mis tenis en la entrada y deje que mis pies tocaran la alfombra que adornaba el piso de nuestro departamento, se sentía tan bien. Me dirigi hacia mi habitación, tome mi pijama y mi bata y fui hacia el baño. Comencé a llenar la tina con agua caliente y a poner sales de baño. Empecé a desvestirme y al quedar en ropa interior me mire en el espejo... me veía igual, delgada y unos grandes ojos verdes...pero no me sentia igual, no pude evitar pensar en la foto que había en mi celular ni en el sueño que tuve. Escuche que tocaban la puerta, mire el reloj del pasillo y era casi media noche.

-Es temprano para que regresen del bar.- pensé.- Ademas de que ellas tienen llaves.

Me puse mi bata y camine hacia la puerta. Me fije por la mirilla y un pequeño sentimiento de confusión y miedo invadió mi cuerpo al verlo.


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