Hay muchas cosas que detesto cómo salir de fiestas o pasar el rato con amigos y mucho menos pasarme mi adolescencia follando. Tengo 18 y es gratificante que conserve tanto mi dignidad y mi virginidad a estos tiempos de mi vida y no soy el típico insociable, al contrario tengo mis amigos, una novia con la cuál he iniciado una relación e incluso por ella he tenido que ir a lugares como el cine, al parque o a la playa para salir un poco de la rutina según ella.
La razón por la cuál digo esto es que mi padre ha decidido mandarme de viajes a vivir con mi hermana a Los Ángeles y sinceramente no estoy para nada de acuerdo pero ante la decisión de un padre no hay nada que su hijo pueda hacer, eso es una de muchas cosas que detesto de mí "obedecer todo lo que él diga" según él dice que me ha educado bien y lo admito pero a veces quisiera realizarle una rebeldía para joderle un poco. Mi tiempo está limitado aquí en la ciudad así que cuando acabe de hacer mis maletas mis amigos y mi novia vendrán a despedirse de mí aunque les haya dicho que ¡No!. Lo harán sólo para fastidiarme y para poner todo su sentimentalismo en esa ocasión y es algo que no tolero pero espero contenerme, sólo por esta vez.
Sacaba la última camisas de mi cajón de ropa cuando una especie de libreta terminó en el suelo, al recogerlo me
di cuenta que era el álbum que mi padre me hizo de regalo con fotos exclusivamente de mi madre difunta, le hice creer a mi padre que había superado la muerte de ella pero la verdad era que cada noche tengo pesadillas aún tratando de asimilar su asesinato, queriendo recordar ese día pero al parecer mi mente guardo en lo más profundo ese acontecimiento que marcó mi vida, mi cumpleaños 16 me entregó y no lo he abierto me dio pavor y ahora lo estoy teniendo así que antes de que pudiera caer en un ataque de pánico entonces guarde el álbum en la maleta pero ahí no terminaba todo al guardarlo una foto cayó al piso y pude volverla a ver mi mente no soportó y entonces empecé a perder respiración, y empecé a agitarme moviéndome de un lado a otro y esos sonidos de bestias rondando mi cabeza, chillando y dando aviso que estaban de vuelta para causarme daño
- ¡Alejense!- exclamé -¡Déjenme en paz!- seguí exclamando. Empecé a sudar como loco, estaba sucediendo tenía años que no tenía un ataque de pánico y justo ahora estaba pasando tomé el collar de mi cuello y empecé a frotarlo diciendo -¡Todo va a pasar, mis miedo no me matarán!- repitiendo una y otra vez hasta que el conjuro empezó a tener efecto y fue pasando, las bestias se fueron alejando de mi mente y yo fui recuperando mi respiración normal sin teniendo la piel erizada y los ojos bien abiertos no podía volver a ver la fotografía pero en realidad quería verla antes de la tragedia era total calma y admiración me la quedaba viendo por horas, cuando dormía conmigo o cuando veíamos juntos películas dejaba de ver la tv por verla a ella, eso era antes. El timbre empezó a sonar sacándome de mis pensamientos, recogí la foto rápidamente y la metí en el cajón cerrando de un golpe y bajé rápido haber si Charlie, Ditman, Doroty y mi novia Ariel habían llegado ¡Bingo! Si eran ellos, abrí la puerta y antes de que pudiera decir algo los brazos de Ariel rodearon bruscamente mi espalda dejándome caer al suelo junto con ella.
- ¿Creías que te ibas sin despedirte de mí?- empezó a decir Ariel
- No lose, sabes que no me gusta esto de las despedidas- dije mirando otro lugar que no sea ella
- No seas un gruñón amorcito, además no vine a despedirme porque te pensamos raptar así no te vas de mí- dijo Ari mirándome fijamente con una sonrisa de oreja a oreja. No me sorprendía de ella, está loca y decir esas bobadas era su personalidad
- Pierdes tu tiempo- contesté frío aún evadiendo su mirada- necesitamos hablar
- Su mirada dio un cambio radical, seguramente ese 'tenemos que hablar' era el fin de nuestra relación pero ese no era mi fin, más bien quería saber si estaba segura seguir con nuestro noviazgo a distancia
- Espero que pienses bien lo que quieres decir ratito- se entrometió Ditman. Me había olvidado de ellos y por su expresión también estaban incómodos
- No quiero escuchar nada más, si vas a terminar esto que tenemos prefiero que me lo digas por chat ¡Así duele menos!- dijo Ariel, estando a punto de sollozar-
Me había quedado pensando y quizás era mejor terminarla que a seguir esto, de una u otra forma íbamos a fracasar. En el tiempo en que estaba pensando Ariel no soporto mi silencio, se apartó de mi y salió corriendo Charlie y Doroty fueron tras ella pero Ditman se quedó mirándome con odio. Se acercó lentamente alzando su puño esperando la acción de su golpe en mi cara pero se contuvo - En verdad eres un estúpido- dijo y se retiró lentamente, a llegar al umbral de la puerta le contesté - Si le ves el lado bueno tienes oportunidad con ella- sin más se marchó. Él siempre ha estado enamorado de Ariel, es su mejor amigo y por un tonto juramento de no arruinar su relación Ditman se niega a expresar sus sentimientos....enserio creí ser más tolerante pero mi vida es un desastre y quien está a mi lado arruino la suya.
Mi padre bajó de las escaleras en cuanto ya era tiempo de marcharse a otro país con una hermana que no ves hace 6 años. Me llevaba al aeropuerto cuando de repente un muchacho se cruzó el semáforo en rojo y casi lo atropellamos, sino fuera que mi padre es buen conductor él chico estuviera debajo de las ruedas de nuestro coche. Al levantarse me encontré con un muchacho quizás un año menor que yo con unos ojos azul cielo que logró cautivar mi atención, sus pecas encajaba bien con su rostro, es como quizás estar viendo un Ángel ¿Pero que digo? En fin...mi padre se bajó molesto a ver si ese pobre chico no le había pasado nada, por lo general mi viejo es muy impaciente en este tipo de cosas hasta que sucedió algo muy extraño a mi me dejó sorprendido cuando mi padre entabló amistad con aquel chico, mi pena se convirtió en sorpresa y siguió aumentando cuando él chico se acercó al coche donde yo estaba y se subió en la parte de atrás, todo el trayecto estuve callado mientras mi padre y este chico entraba en confianza, no se porque pero este señor tiene la manía de hablar bien de mi cuando sabe que soy un completo desastre, ah si, por mis buenas calificaciones pero de igual forma me comportaba aún como un niño de 8 años con berrinches.
-Llegamos- dijo mi viejo sacándome del trance y empecé al salir del auto. Al salir mi mirada se encontró con unos hermosos ojos azul celeste y quedé impactado pero sólo fue por unos momentos ya que teníamos que comprar el boleto, es mucha casualidad que él chico también va a Los Ángeles y antes de irse le pregunte su nombre.
-Andrés- dijo, su tono fue dulce y algo intenso a la vez.
Al despedirnos nos dirigimos directamente a comprar el boleto y justamente en 30 minutos salía mi vuelo rumbo a Los Ángeles. Mientras mi padre ponía el equipaje a revisar yo no me podía quitar aquel chico de la mente, su rostro tierno y sus pecas que resaltan con su cara... ¡Diablos! ¿en que estoy pensando? es un chico si fuera chica la ligaría rápido pero e-s u-n c-h-i-c-o me repetía varias veces en mi mente hasta que tocó mi vuelo, la señora que estaba en los parlantes comenzó a llamar a los pasajeros para abordar el avión, los últimos 2 minutos que estuve con mi padre fue de tristeza, de cualquier modo ese viejo me iba hacer falta, aún pude ver su mirada triste ya en la entrada del avión.
Estaba buscando mi puesto cuando... ¿Qué creen? me encuentro con Andrés, esto iba hacer de lo más raro, pero él chico no se había dado cuenta cuando me senté estaba perdido en sus pensamientos hasta que decidí llamar su atención hacia mi... Le toco su hombro y el se sale rápidamente de trance y sus bellos ojos se encuentran con los míos y una resplandeciente sonrisa de oreja a oreja se le dibuja aquel chico en la cual también se la devolví, pero mi mirada cambio cuando noté que había estado llorado, aquella lágrima que saque de su mejilla estaba cálida, una tristeza y preocupación dibujo mi rostro, Andrés me fue contando lo que estaba pasando y lo que dijo para mi fue sorprendente.
-Me he fugado de casa- dijo en un tono casi de susurro y mirando otro lado que no sea yo.
-¿Espera que?- dije aún atónito - ¿porque has hecho eso?.
- Escucha esto es algo personal mío y no puedo decirte el por qué pero promete que no me vas a delatar -dijo un tono preocupante.
-Claro- contesté al instante- ¿Pero que vas a hacer los Ángeles sólo?.
- No estaré solo, tengo una tía así que ella me va a dar posada- dijo rígido.
Suspiré- tu vida es un misterio, amigo -dije con una sonrisa.
Él me miro y río conmigo, en el resto de viaje estuve conociéndome con Andrés sobre sus pasatiempos, nuestra comida favorita, cantantes favoritos y banda favorita en esta última teníamos algo en común, a los dos nos gusta "imagine dragón" ¡joder! es bueno encontrarte con gente que le guste esta banda.
De tanto hablar él chico se había quedado dormido, yo estaba escuchando música y lo observaba detalladamente, era tierno cuando dormía, sus pecas encajaba en su nariz perfilada, me quité mis audífonos y los guardé para descansar un rato hasta que sentí que Andrés se había arrinconado en mi hombro el pulso de mi corazón de repente comenzó a acelerarse, mi respiración se volvió entrecortada y al oler esa fragancia de chico dulce y misterio me descontroló totalmente pero decidí tranquilizarme y de nuevo el ambiente cambió pude escuchar su respiración profunda pero lenta, había algo en el que me daba tranquilidad; esa tranquilidad que no tuve desde la muerte de mi madre, acerqué mi cara a su pelo e inhale, después de algunos minutos me había quedado profundamente dormido.