Abril, la chica rubia que me causa curiosidad y esa es una palabra la cual la caracteriza.
—Profesora ¿Qué quiso decir? —pregunta confundida al no entender la oración y todos se ríen.
La mujer se enfada y los reprende por su actitud.
—¿Por qué no aprenden un poco de ella? Deberían preguntar más como lo ha hecho Abril, sean más participativos en vez de comportarse de esta manera.
Es la primera vez que estoy de acuerdo con una profesora. Mis hormonas deben estar revolucionadas o algo así.
Cuando lleva la hora libre y no hay profesores presentes, todos aprovechan para interrogar a la chica nueva. La primera en averiguar es Leia, que camina a sentarse en frente de ella.
—Mi tía dice que mis papás están paranoicos —Abril explica ante la insistencia de la castaña.
—Esa no es una explicación lógica —Rueda los ojos y luego exige —quiero... —Pero sin pensarlo mucho interfiero.
—Leia, ya déjala en paz —Los ojos azules de Abril se giran a verme, pero yo dejo de observarla para aclararle a la otra —¿No ves que la pones nerviosa? —Puedo notar como los dedos de la rubia se mueven, demostrando que está inquieta e incómoda ante la situación.
—¡Yo también quiero saber! —grita Mark cerca de mí y me da ganas de matarlo.
—No chilles en mi oído —le digo al rubio poniéndome molesto y vuelvo a la realidad cuando veo su caja de cigarrillos en su bolsillo —dame uno de esos —Tomo uno y vuelvo a ignorar la situación, pero me descoloco cuando la tonta de Inna también se pone a gritar.
—¡¿No sabes lo que es un cigarrillo?! —La chica de pelo violeta ha apagado su música y se ha acercado para cerciorarse de lo que escucho de la boca de Abril y yo ignore.
—Las "cosas" qué no debe saber —Me mira Mark moviendo las cejas —Byron, tú puedes enseñarle —insinua y lo golpeo —¡Ay! ¡¿Pero qué te pasa?! —se queja.
Tiene razón, generalmente ignoraría ese chiste estúpido, pero mi interés sigue en aumento y me comporto diferente.
Sólo ha sido un día, no quiero imaginarme los demás.