Eran las 7 de la mañana, estaba demasiado cansada pero, ¿Que mas da? Era domingo y quería pasarla bien.
Me puse mi chaqueta de color negro, camisa de rayas, Jean negro ajustado y tennis negros.
Llevaba suelto mi cabello y mis lentes negros de pasta, junto con mi celular.
Salí de el pequeño departamento, le avise a mis amigas que no podría ir al cine hoy.
Estaba en una cafetería, iba a pedir mi postre cuando un chico se me acerco, se sentó como si nada al frente mío.
Lo mire extrañada, pero no le tome tanta importancia.
-¿Que desea?-
-Postre de chocolate.- Hablamos al unísono.
-¿Bien...? Enseguida se los doy.
-Hola...- Hablo el, si el ya era lindo? Su voz lo completaba.
-Hola..., Soy Amanda.- Estreche mi mano.
-Hola, Soy Lucas.- Sonríente, beso mi mano.
Todo bien, hasta que te enamoras.