Según Billy, los sábados eran para descansar y no para estar atascado en tu habitación con una enorme hoja de ejercicios matemáticos y no esta de más mencionar que Billy era realmente bueno con las matemáticas...pero, vamos, que ni siquiera eso hacia la tarea más fácil.
¿Qué era lo que más le molestaba? Pues el hecho de saber que sus padres y la pequeña engendro habían salido al cine y muy probablemete luego irían a comer, porque su madre se despidio con un alegre:
"— siento que estes atado con la tarea, cariño. Te he dejado comida en el refri y te gurde galletas"
Así es, había sido abandonado por su familia...aunque si era optimista, si terminaba la tarea en sábado, tendría todo el domingo libre. Y de hecho se concentro en la tarea por dos tres horas seguidas, sin descanso. Pero en algun punto su mente empezó a desenfocarse hasta terminar pensando en un chico de cabello castaño y ojos grises.
—Mierda...— dijo mientras golpeaba la frente contra la superficie de su escritorio.
Pensar en Jason se estaba volviendo algo normal, demasiado. Era como si el capitán hubiera encontrado la maner de imprimirse en su cerebro, apareciendo en sus pensamientos a cualquier hora del día...incluso en las noches mientras dormía. Sus sueños, joder con sus sueños, eran un tanto (bastante) subidos de tono.
Por lo general sus sueños se ambientban en la habitación de Jason...con ellos dos sentados en la cama y luego...luego la escena cambiaba a un donde el capitán le comia la boca a besos y recorría todo su cuerpo con sus manos. El sueño seguía y seguía hasta convertirse en algo no apto para menores y cabe resaltar que cuando despertaba, Billy se encontraba completamente empalmado y con unas ganas locas de besar a Jason Cooper. En ocasiones se sentía ridículo y otras veces se felicitaba a si mismo por tener tan buena imaginación.
Pero el deso que sentía por el capitán no se detenía ahí, de hecho era más fuerte de lo que Billy se imaginaba y la prueba de ello estaba celosamente guardada en el cajó de su mesita de noche...muy en el fondo....de solo imaginar la vergüenza que había pasado en la farmcia al comprar eso ¿y para qué? No era como que algun día fuera a utilizarlo, mucho menos con Jason, pero se valia soñar ¿cierto?
Pero Billy empezaba a temer que lo suyo no se limitaba a simple deseo, porque al fin se dio cuenta de que aquella sensación desagradable que se instalaba en su pecho cundo alguien tocaba Jason, no era otra cosa más que celos y ni hablar del enojo que sentía cuando Max se acercaba al capitán.
"Es Max y el ama a Daemon" se repetía una y otra vez, pero los celos tenía vida propia y a veces no podía controlarlos, como el martes anterior cuando se había portado todo cortante con Max, solo porque lo había llamado "Jay".
Cerró los ojos y alejo eso pensamientos, ya se sentía lo suficientemente mal consigo mismo. Así que decidió reanudar su tares, pero por más que lo intento no pudó controlarse, etonces termino por enviarle un texto a Jason.
Billy: solo en casa 😢 ¿Quieres hacerme compañia? Te lo agradecería mucho.
Casí salta de la emoción cuando su teléfono vibro con la respuesta.
Jason: ¿Quién se atreve a dejarte solo? 😱Eso es imperdonble...
Jason: Estas de suerte, también estoy solo y de hecho pensaba hacerte una visita sorpresa.
Billy: Visita sorpresa ¿eh? 😏
Jason: Así es 😏😏😏😏
Billy: ¿Qué tan rápido puedes venir?
Jason: Dame 20 y estaré ahí.
Billy: Mamá me dejo galletas...
Jason: Te veo en diez minutos 😋😋
Billy se mordía el labio tratando de esconder la enorme sonrisa que tiraba de sua labios, pero era inútil, estaba feliz, muy feliz.
*****
El timbre sonó por toda la casa y Billy se encontro corriendo escaleras abajo y como no llevaba puestos los zapatos, casí cae rodando, pues los calcetines no le daban demasiado agarre, sin embargo logro llegar con vida a la puerta y al abrirla....
—Hey, pero si es mi rubio favorito— saludo Jason con esa sonrisa coqueta que había estado presente en los últimos días.
Billy se encontro preguntándose ¿Qué pasaría si saltaba sobre Jason y lo besba? Es que el capitán estaba como quería: llevaba puestos unos jeans negros que moldeaban muy bien sus piernas largas, también traía una camisa a cuadros negros y azules y ese cabello castaño un tanto alborotado.
—Y...¿puedo pasar? — preguntó el capitán al notar que Billy se había quedado demasiado quieto.
—Ah, s-si.
Billy se hizo a un lado y cundo el castaño paso a su ldo dejando en el aire su fragancia masculina, tuvo que sostenerse de la puerta para no caer de rodillas.
"Calmate, pareces gata en celo" se regaño por no poder controlar lo que Jason le provocaba. Cerró la puerta y camino detrás del capitán.
—Entonces, te dejaron solito.
—Si, a mi familia no le importo irse de paseo y dejarme aquí, rompiendome la cabeza con esos horribles problemas de matámaticas. —Dramatizo.
—Pobrecito— Jason abrió sus brazos. —Ven aquí, te daré un abrazo.
Y por supuesto que Billy no se lo penso dos veces, se aferró a Jason y dismuladamente acerco la nariz hasta el cuello. Empezaba a sentirse como una adolescente hormonal y las ganas de manosear a Jason eran bastante difíciles de controlar, ese pensamiento hizo que empezara a reirse descontroladamente.
—¿Y a ti que te pasa?— preguntó Jason con una risa confundida.
—Nada, es solo que me di cuenta de algo.
—¿De qué?
—Es que me di cuenta de que tengo unas ganas de meterte mano y...
Billy cerró la boca de golpe al darse cuenta de lo que había dicho y ese era un buen momento para que la tierra se lo tragara o le callera un rayo y lo matara de golpe. El calor inundo su rostro y no necesitaba verse en un espejo para saber que estaba más rojo que un tomate maduro.
—Yo..este, no es...lo que dije...mierda — dio un paso atrás y estuvo a nada de caer sentado.
En ese momento, Billy decidió actuar como un joven maduro que hace frente a las adversidades y por eso... salió corriendo escaleras arriba, no se detuvo hasta que estuvo en su habitación.
—¿Es jodidamente enserio?— se preguntó en voz alta— Es que eso si es meter la pata, hasta el fondo...más idiota, imposible.
Jamás en sus diecisiete años de vida se había sentido tan avergonzado como en ese momento. Solo esperaba que Jason se fuera a su casa...pero eso, era mucho pedir...
~~*~~
Jason se quedo parado sin saber que hacer o decir. ¿Había oido bien? ¿Billy quería meterle mano? Una sonrisa boba aparecio en sus labios al tiempo que su corazón empezaba una carrera desenfrenada. Escucho el portazo que dio Billy al entrar a su habitación y entonces reacciono.
Subio las ecaleras en tiempo record e irrumpio en la habitación del rubio.
—Idiota, idiota, idiota....soy un idiota en toda regla. —Decía Billy mientras se golpeaba el rostro con una almohada.
Jason avanzó y lo detuvo, el rubio grito por el susto pues al parecer no lo había escuchado entrar.
—¡Jason! ¿Q-qué haces aquí?— le temblaba la voz.
—Emm, tú me pediste que viniera ¿recuerdas?— Billy estaba totalmente rojo y lucía todo lindo y nervioso. A Jason le gusto esa faceta, al igual que le gustaba el Billy malicioso y confiado. —¿Lo decías en serio?
—¿Eh?— Billy desvió la vista.
—Me refiero a que si decias enserio lo de meterme mano. — Lo dijo con tanta tranquilidad que parecía como si hablara del clima, pero por dentro era todo un remolino de sentimientos.
—Yo...
—Dime la verdad, por favor.
Jason espero pacientemente por la respuesta. Varios minutos pasaron antes de que Billy cuadrara los hombros y levantara la barbilla de manera desafiante.
—Si, lo decía ens erio.
Y eso era lo único que Jason necesitaba escuhar. Elimino la distacía que lo separaba con dos largos pasos y sin mediar palabra, tomo a Billy por la nuca y lo besó. Había estado deseando tanto ese contacto, fantaseando con ello cada noche, que al sentir los labios de Billy contra los suyos, se estremecio de pies a cabeza. Una oleada de calor empezó a esparcirse por sus extremidades.
Billy gimió y se aferró a su camisa, con puños apretados y tirando de él más cerca mientras abría la boca y le dejaba saborearlo por completo.
—Santo infierno...—Jadeó Billy cuando se separaron, sus ojos estaban vidriosos y sus labios hinchados y muy rojos. —¿Qué fue eso, Cooper?
—Eso...fue...—de verdad se había quedado sin aliento— fue por todos los días que he pasado deseado apoderarme de tus labios. —Jason solto una risita nerviosa— y quiero que sepas que yo también quiero meterte mano.
Billy abrió la boca sorprendido, pero eso duro poco. Jason sintió un vuelco en el estomago cuando una sonrisa traviesa se extendía por eso delgados labios que recién acababa de probar.
—Entonces...—Billy extendió los brazos sin dejar de sonreir — ¿Qué estas esperando?
Si a Jason le gustaba el Billy timido y el Billy malicioso... El traviseo y directo era su favorito.
~~*~~
Internamente el rubio se preguntaba si es que acaso se había caido por las escaleras y estaba teniendo un nuevo sueño sexy. De ser así, este era muy vívido y era fantástico. Jason se acerco a él lentamente, con esos ojos grises oacurecidos por la exitación y vaya si eso no hacia estragos en Billy. La forma lenta en la que Jason se mordía el labio inferior, o la forma en la que su grisacea mirada lo recorría de pies a cabeza como una caricia calida.
—¿Estas seguro de que puedo hacer esto?— preguntó Jason en un susurro ronco.
Billy fingió pensarlo, aunque en ese momento no estaba en condiciones de pensar. De hecho casí estaba seguro de que su cerebro se estaba derritiendo cual helado al sol.
—Muy seguro...capitán... — la última palabra la dijó arrastrando las letras en una especie de ronroneo.
Y lo que sea que detenía a Jason se rompió, por que se abalanzo sobre Billy y golpeo sus bocas juntas en un beso acalorado, incluso más hambriento y necesesitado que el anterior. Caminaron torpemente hasta que se toparon con la cama y ambos calleron sobre la blanda superficie sin dejar de tocarse.
—La ropa...—Billy trató de desabotonar la camisa del capitán, pero al no poder hacerlo, termino por tirar de ella hasta que los botones salieron volando —Lo siento pero estorbava.
—Mhmm— fue el único sonido que Jason emitió antes de arrastrar sus labios hasta el cuello de Billy. —Hueles tan bien...
—Jason...espera, ahí no. —Trato de alejarlo, pero no lo consiguió. —Esa zona es muy sensible, Jason...
—Lo sé, pero me gustan los soniditos que haces. —Confesó el capitán mientras succionaba la blanca piel.
—La otra vez me dejaste una marca— se quejó el rubio, aunque en realidad lo estaba disfrutando mucho. — ¿Tienes idea de lo díficil que fue evitar que alguien se diera cuenta?
—Lo que yo creo es que te gusta la idea de tener una de mis marcas.
—Engreido...
Jason levanto la cabeza y clavo sus ojos en él.
—No lo negaste. —Billy entrecerro los ojos —¿Entonces te gusta tener mis marcas?
—Puede que si. Ahora que lo sabes, sera mejor que vuelvas a besarme o voy a enojarme contigo.
Jason cerro los ojos y Billy aprovecho eso para pasar una mano por su pecho desnudo, deleitandose por la forma en que los musculos se tensaban bajo su toque.
—¿Billy?
—¿Si?
—Quiero hacerte mio— Jason lo dijo en un tono tan necesitado que de inmediato Billy sintió como su cuerpo reaccionaba, specialmente entre sus piernas. —Siento que si no te tengo, voy morirme.
Fue el turno de Billy de cerrar los ojos. Un gemido se escapo de su boca cuando Jason movio sus caderas, mostrándole lo necesitado que estaba.
—Debo suponer que nunca has hecho esto con un chico. —Billy sabía que la respuesta era no, pero necesitaba hablar para aplacar el nerviosismo que recorría su cuerpo.
—Sabes que no...— Jason se inclinó contra su oreja y mordisqueó su lobulo haciendo que corrientes electricas lo recorrieran de pies a cabeza. —Pero he estado investigando y te prometo que seré cuidadoso, solo debes confiar en mi.
Billy había querido besar a Jason y también tocarlo...pero lo que Jason pedía era algo que le daba un poco de miedo. Jamás se imagino a si mismo teniendo sexo con otro hombre, pero era Jason...y que lo condenaran si no confiaba en el chico y si el decía que no le haría daño, pues le creía totalmente. Además había estado soñando aceca de eso ¿no? ¿Entonces por qué no hacerlo realidad?
—E- esta bien, pero si te digo que pares, lo haces. — Jason le besó la mejilla y luego picoteo sus labios con dulzura.
—Lo prometo, solo relajate.
Los besos volviero y la ropa desaparecio. Ninguno de los dos podía creerse que eso estaba pasando. ¿Cómo era que de ser amigos pasaron a eso? En ese momento no había espacio para pensar demasido, todo era sobre actuar y sentirse mutuamente.
De pronto Jason se detuvó con la frente arrugada y maldijó por lo bajo.
—Oh, por favor— gruñó Billy— ni se te ocurra decirme que te arrepientes, porque ya me pusiste todo caliente y debes hacerte responsable.
Jason ahogo una risa y negó — es que no tenemos lubricante y creó que es muy necesario...ya sabes para que sea más comodo para ti.
—En mi mesita de noche.
—¿Eh?
—¡Argh! Deja, lo hago yo— Billy se estiro hasta la mesita y sacó una bolsa de papel y le la entrego al Jason. — No me vesa así, yo también estuve investigando.
Jason tomo el bote de lubricante que estaba en la bolsa de papel en sus manos y sonrio de manera coqueta antes de inclinarse sobre Billy y rozar sus labios.
—Entonces ¿Llevabas mucho tiempo planeando esto?— Billy lo fulminó con la mirada— Sabes lo que creo, que cuando me enviaste el mensaje para invitarme a venir...en realidad estanas tendiéndome una trampa.
—¿Qué?— Billy solto una carcajada— Ajá, una trampa.
—Si, para aprovecharte de este pobre chico.
—Si, tienes razón, planeaba robarte tu inocencia. Ahora si no te importa me gustaría que te concentraras en esto, porque estas volviendome loco. — se quejó Billy.
—Okey, lo que sea que quieras...— Jason lo besó duro —Lo tendrás.
—Promesas, promesas.
Las palabras empezaron a escasear mientras Jason usaba el lubricante para preparar a Billy. El rubio no iba a mentir, al principio fue realmente incomodo tener a alguien tocándolo en ese lugar, pero Jason era muy suave y lo distraía con besos y caricias que lo hacian olvidarse hasta de respirar.
—Creó que estas listo— susurró Jason en su oido— y ahora, relajate ¿de acuerdo?
—De acuerdo.
Billy cerró los ojos al escuchar el sonido de un envoltorio al ser rasgado. "Respira y relajate. Jason no te hara daño" se dijo para infundirse valor. Pero inevitablemente su cuerpo se tensó al sentir a Jason abriéndose paso en su interior y si...dolía mucho.
—Relajte para mi..— pidió Jason con la voz tensa mientras lo besaba suavemente y acariciaba su entrepierna para distrarlo.
Billy soltó el aire lentamente y de manera tembloroso, mientras Jason seguía empujando suavemente.
—Dios...solo un poco más— Jason parecía estar haciendo un enorme esfuerzo por ir lento, pero Billy podía sentirlo temblar.
—¿Por qué la tienes tan grande? — se quejó el rubio. Unas cuantas lágrimas se escapaban de sus ojos que permanecian firmemente cerrados, al igual que sus manos.
Jason empezó a reirse, y el movimiento provoco que se empujara todo el camino al interior de Billy haciéndolo soltar un grito.
—Mierda, lo siento, lo siento...— Jason le acaricio la mejilla y limpio sus lágrimas— de verdad lo siento, cariño.
—Esta bien....—Billy abrió los ojos encontrandose con la mirada preocupada de Jason — Distráeme, solo cuentame algo mientras me acostumbro.
—Okey...yo...este...¡Ya sé! ¿recuerdas que la otra vez te conte sobre mis planes de estudiar en Boston?— Billy asintió— Pues resulta que envié mi solicitud el miércoles.
—¿En serio?
—Si.
—Eso es increible — Billy movió sus caderas como tanteando el terreno y se vio recompensado cuando Jason soltó una maldición y cerro los ojos. —Ahora muevete...capitán.
—Me vuelves loco, te lo juro.
Jason empezó con un movimiento lento y cuidadoso, no quería lastimar a Billy. Pronto ese suve vaivén no fue suficiente para ninguno de los dos, especialmente para Billy quien envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Jason y le clavo los dedos en la espalda, el dolor seguía ahí pero era igualado por el placer que hacía que su vista se nublara y ni hablar de la forma en que Jason susurraba en su odio, diciéndole lo perfecto que era.
—Jason, yo no puedo más...— gimió sintiendo como una presión se contruía en su vientre haciendo el calor casí insoportable.
—Lo se, cariño, solo dejate ir...— Las estocadas de Jason se hicieron más profundas y erraticas y fue todo, Billy no lo soporto, simpleme te hizo lo que Jason le dijo...se dejó ir.
Billy no recordaba haberse corrido de esa manera antes, era como si el mundo estallara en miles de colores brillantes y su cuerpo fuera catapultado al mismo cielo, incluso llegó a pensar que se había desmayado,porque por un momento, todo se desvanecio....hasta que escuho a Jason decir su nombre en un gruñido ronco, mientras también era alcanzado por el extasís.
—Dios de mi vida...— jadeo el castaño mientras se dejaba caer a su lado en la cama — eso fue alucinante.
—Mmmmm— Billy cerró los ojos tratando de recomponerse, ni siquiera se sentía capaz de hablar.
En algún punto sintió algo frío sobre su abdomen y al abrir los ojos se topo con que Jason lo ayudaba a limpiarse.
—Gracias— murmuró recibiendo una sonrisa llena de ternura— Me siento como un fideo recocido.
—Pues eres el fideo recocido más sexy del mundo.
—Tonto...—Billy palmeo a su lado en la cama— Ven aquí, necesito dormir.
Jason no se hizo del rogar y se acostó en la cama, jalando la sábana para cubrirlos a los dos. Suspiró encantado cuando Billy lo rodeo con brazos y piernas como un pulpo.
—Probablemete no despierte hasta dentro de una semana. —Billy sonaba medio grogi. —Así que te diré esto antes de quedarme inconsciente, estoy muy orgulloso de ti.
—¿Por?
—Por haber enviado tu solicitud a Boston.
—Solo fue la solicitud, no es como que me este aceptando ya.
—Da igual— Billy le dio una palmada en el pecho— Yo estoy convencido de que van a aceptarte, así que ten un poco de confianza en ti mismo.
—Pero...— Jason se mordisqueo el labio. —¿Qué pasa si me rechazan? ¿Seguirias estando orgulloso de mi?
—Totalmente— con lo último de su energía, Billy se estiro y lo besó en la barbilla— Y si no te aceptan, pues ellos se pierden la oportunidad de tener al futuro mejor pediatra de todo el jodido pais. Ahora si, me voy a dormir.
—Descansa.
Billy suspiró y en cuestion de minutos estaba completamente dormido y Jason no podía estar más agusto, sintiendo la suave respiración contra su pecho o el latido constante de su corazón.
En ese momento Jason podía aceptar para si mismo esa verdad que había intendado esconder: era gay. Y a pesar de todo, no estaba tan asustado como creyó que estaría. Claro que aun no se sntía comodo con la idea de hacerlo público, pero si se lo contaría a Billy cuando despertara.
Parecia un poco precipitado afirmar ser gay cuando Billy era el primer chico con el que experimentaba, pero si comparaba esta con sus antiguas experiencias sexuales....de hecho no había punto de comparación. Estar con Billy era como despertar de un largo sueño y se sentía tan bien que Jason temía que fuera solo eso, un sueño y que pronto despertaría para darse de lleno con la realidad.
Giró su rostro y presiono un beso en la frente de Billy. Sonrio al recordar cuando le dijó a su rubio que había estado "investigando", lo que se traducia a él buscando en internet sobre relacciones homosexuales, entrando a foros LGBT+, tragandose su vergüenza y haciendo preguntas para saciar su curiosidad. Obviamente también había tenido su dosis de porno gay (el cual disfruto mucho, para que negarlo), sabía que Billy se partiría de la risa cuando se lo contara, pero no le importaba, porque sabía que Billy no lo juzgaría.
Jason no sabía si después de haberse acostado las cosas cambiarian y se volverían incomodas, pero justo en ese momento no quería pensar en ello, solo disfrutar de lo bien que se sentía tener a Billy junto a él.
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Un pequeño (muy pequeño) especial "Daemax"
Max suspiró mientras veía hacia el cielo que ya se pintaba de anaranjado con los colores del atardecer. Ese sin duda había sido uno de los mejores días de su vida y por supuesto lo había pasado junto a Daemon.
—Es una vista hermosa ¿no lo crees?— preguntó si apartar la vista del cielo.
—No solo es hermosa, es una vista perfecta — respondió Daemon, quien en realidad tenía los ojos fijos en Max.
Ambos estaban recostados sobre la motocicleta de Daemon, justo frente a la barandilla que recorria la orilla del mirador. Habían terminado ahí luego de pasar el día junto, yendo a comer y luego al cine para celebrar los cuatro meses que llevaban de novios.
—Tengo algo para ti— dijó Daemon separandose mientras sacaba una pequeña cajita del bolsillo de su sudadera. —No soy muy bueno escogiendo regalos, pero espero que te guste.
Max tomó la cajita y la destapo lo que encontro adentro lo hizo sonreir ampliamente.
—Es preciosa— sacó la fina cadena que había dentro. Era de plata y tenía un pequeño dije en forma de corazón. —Me encanta Dae, gracias.
—¡ya puedo respirar tranquilo!...ahora deja que te la ponga.
Max le entrego la cadena y se giró para que Daemon pudiera ponersela.
—Ahora es mi turno— Max tomó la mochila que había estado cargando todo el día. —Espero que te guste. — le entrego una bolsa que contenía la chaqueta de cuero que Jason y Billy le había ayudado a escoger.
—Wow— Daemon se quedo con la boca abierta— Esto es...gracias cielo, me gusta mucho.
No perdió tiempo en ponersela y vaya que le lucia bastante, le daba ese aire de bad boy que tanto le gustaba a Max. Daemon lo tomo por la cintura y lo acerco para poder besarlo en los labios.
—¿Alguna vez te he dicho lo perfecto que eres?
—Si— Max sonrio contra sus labios— Todos los días.
—Pues no es suficiente, eres tan perfecto y hermoso mi pequeño elfo. La verdad es que no se que haría sin ti, eres mi todo. — lo vio directamente a los ojos — Te amo.
—Yo también te amo Dae, con todo mi corazón.
Se quedaron abrzados, simplemente disfrutando de la puesta de sol. Esos cuatro meses de noviazgo eran como un sueño, uno que ninguno de los dos quería que terminara. Querian un felices para siempre y harían lo que fuera necesario par conseguirlo.
—Oye, Dae.
—Dime.
—Tengo que confesarte que Billy y Jason me ayudaron a escoger tu regalo, porque yo no tenía idea de que comprarte.
—Esta bien— Daemon rió divertido— A mi me ayudaron Mamá y Fallen...incluso Arthur, así que estamos a mano.
—¿Eso significa que ya no te molesta que me acerque a Jason?
—No.
Max se alejó completamente sorprendido, esperaba que Dae le dijera que era una broma, pero parecia que el pelinegro hablaba enserio.
—¿Lo dices de verdad?
—Claro, me he dado cuenta de que Jason ya no te ve igual que antes, quizá su interes ahora este en alguien más. —Y Daemon sonrio de manera enigmática.
—Eso seria genial...¿pero quién podría gustarle ahora a Jay?
—No lo sé— mintió— pero tal vez lo sepamos pronto.
Max asintió pensando en las palabras de su novio. La verdad es que le hacia ilusión la idea de Jason enamorado de alguien más.
—Ahora, pequeño elfo— Dae besó su mejilla y le susurró al oido — que tal si vamos a tu casa...me muero de ganas de hacerte el amor mientras usas solo esto— dijo tocando la fina cadena de plata.
—De acuerdo, pero solo si me prometes que tu usaras solamente esto— toco la chaqueta que acababa de regalarle.
—Joder, cada día me sorprendes más y esta bien, tenemos un trato. — Daemon se subio a la motocicleta y le paso el caso —Ahora vamonos porque en serio, no aguanto más.
Max rio y se subio a la motocicleta. Sin duda esos habían sido los mejores cuatro meses de su vida y esperaba que siguiera siendo así.