Llámalo infierno © |COMPLETA|

By EleSimo20

63.2K 4.3K 913

En cuanto Eduardo ya no es capaz de distinguir los comportamientos normales de los dañinos, está en peligro d... More

ANTES DE LEER
SINOPSIS
¡IMPORTANTE!
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
NOTA AUTORA&CRÉDITOS

Capítulo 28

1K 92 36
By EleSimo20

El último capítulo de hoy

Capítulo 28

Narra Daniela

Después de repasar cada una de las fotos, Viviana suelta el celular y éste se cae en su regaza luego llega en el sofá que compartimos. De pronto ella no me quita la mirada de encima pero su expresión es indescifrable.

—Espero que no estés creyendo esas tonterías.

—Pues no, no lo hacía. Sin embargo tu actitud despierta sospechas.

—Mi actitud... —tarda en continuar— Mi actitud no tiene nada que ver con los rumores y las fotos. Obvio que no pasó eso que inventaron. Pero yo... Comprobé que... O sea... No sé cómo explicártelo.

—Tendrás que buscar la manera porque me estás asustando.

Noto que sus ojos se van aguando, que sus manos se entrelazan y se mueven con cierto nerviosismo. Su pecho sube y baja con lentitud, luego sus labios se apartan y sin embargo no pronuncia palabra alguna. Es como si tuviera mucho miedo.

Cuando vi esas fotos y leí las cosas que escribieron en los medios, supe que no podía ser real, que aunque estoy muy celosa cuando una mujer se le acerca a mi marido, con Viviana no tengo por qué preocuparme. Cuando ella está cerca, no me pasa lo mismo... Y sé que durante todo este tiempo ellos se vieron para hablar de mí y de él. Sin embargo, verla actuar así me pone muy insegura.

—Me estoy enamorando de tu esposo.

¿¿¿Qué??? No. Imposible.

Me revuelvo en mi asiento, manejada por la necesitad de interponer distancia entre nosotras. Al mismo tiempo, no puedo hacer gran cosa, no puedo reponerme del shock, no puedo moverme o hablar. No sé qué hacer con mis manos. Me repaso el rostro, luego las hundo en mi cabello y me quedo estancada. Observando una pared. Asimilando la noticia. Pero es una locura, es un golpe que jamás había imaginado recibir y con el que no sé cómo lidiar. ¿Qué hago? ¿Llorar? No... Dios, esto no puede ser... ¿¡Se está enamorando de él!?

No, la voy a...

— ¿Eduardo lo sabe? —pregunto en voz grave mientras trato de mirar cualquier cosa menos su cara; no quiero ver su cara

— ¡No! Claro que no. ¡Y nunca debe enterarse! Amiga, perdóname. Sé que de alguna manera te estoy traicionando... Pero créeme que si hubiera podido evitarlo, lo habría hecho. Por desgracia no podemos elegir de quién enamorarnos.

— ¿Desde cuándo sientes eso?

—No sabría decírtelo. Me pregunto lo mismo.

Clavo los dedos en el sofá y aprieto los labios. Ahora todo cobra sentido, todas las veces que se entrometió y estuvo del lado de él, todas las veces que lo defendió. No niego que a veces tuvo razón pero... ahora descubro que lo hizo porque lo quiere, no sólo porque... ¿¿¿Desde cuándo???

— ¿¿¿Desde cuándo, maldita sea??? —pienso en voz alta

— ¡No sé en qué momento crucé la línea hacia ese tipo de sentimiento! Pero... Lo descubrí hace un par de semanas... O eso creo. Todo empezó cuando me di cuenta de que estaba confundida... No entendía por qué empezaba preocuparme tanto por él, por qué me alegraba tanto cuando me llamaba, por qué sólo empezaba desear que sí se separaran...

—Sé que no fui la mejor amiga. Pero jamás imaginé que me pagarías de esta manera.

—Sí, mi corazón te está traicionando pero yo no pienso hacer nada inapropiado. No pienso intentar nada con él. Nunca. ¡Te lo juro!

Es que con lo que acabo de saber, mi mente imagina todo tipo de cosas. ¿Cómo confiar en ella? ¿Cómo sé que no intentó seducirlo? ¿Cómo sé que no hay algo inadecuado en esas fotos?

—Aun sabiendo que estás enamorada, lo abrazaste. Esas cosas lo confirman —señalo el celular—. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te viste con él si-

—Él me llamó para agradecerme —interrumpe—. Parece que lo del psicólogo le ayuda muchísimo. Eso puede ser una muy buena noticia para tu matrimonio. Aunque sigue con la idea de separarse, quizá...

—Sigue con la idea de separarse... —repito decepcionada— ¿Eso dijo?

—Sí. Pero bueno, entiéndelo.

— ¡No me des consejos! Ya no. Menos si es para convertir en realidad tu deseo de verlo libre.

—Te repito que no voy a intentar nada con él. Eso sigue en pie incluso si se divorcia. Y por favor, no se lo digas. A ti te lo confesé porque somos amigas, porque me pareció que debía ser honesta contigo...

Mejor se lo hubiera ahorrado y hubiera desaparecido de mi vida. Tenía tantos problemas, lo último que me faltaba era conocer sus sentimientos acerca de MI esposo. Me da asco. Ni idea como lo voy a superar.

Éramos amigas —la corrijo— Sal.

Ni se mueve. Siento su mirada en mí pero me empeño en seguir evadiéndola. Sólo quiero que se largue de aquí, para siempre. ¿Cómo tiene el descaro de llamarme su amiga después de esto? ¿O de imaginar que todo va a seguir igual?

—Sal.

—Daniela, lo siento.

— ¡No me importa! ¡Vete! ¡Primero empaca tus cosas porque no te quiero volver a ver!

Por fin me hace caso; se levanta y se encamina hacia la salida de la sala. Al quedarme sola pero sin nada que hacer para desquitarme, me acurruco en una esquina del sofá y comienzo llorar. Me siento traicionada y más sola que nunca.

. . .

¿Quién puede ser a esta hora? Si yo ya no tengo a nadie en este mundo... Ah, claro, debe ser mi querida ex amiga. Pero ya que estoy rumbo a la puerta, le voy a abrir y le voy a dejar todo claro, pues parece que hace horas no comprendió nada. ¿O qué? ¿Cree que cambié de opinión?

Bueno... a decir verdad, una parte de mí no la puede juzgar. Ella tiene razón, no podemos elegir de quién enamorarnos. Y cuando nos topamos con hombres como Eduardo, es muy difícil no ceder. Si me confirman que no hicieron nada, quizá hasta la llego a perdonar...

— ¿¿¿Tú???

Mi amor... ¡Menos mal que terminé abriendo! Hace tiempo que no lo veo... Y no puedo evitar quedarme contemplándolo, como si quisiera recuperar el tiempo transcurrido. ¡Cuánto lo extrañaba!

—Viviana me contó que se tuvo que mudar porque pelearon y porque, lo más seguro es que no lo arreglen. También quiso dejarme claro que fue su culpa, aunque se negó explicármelo. Mira, si es por las fotos-

—No es por las fotos —aclaro, callándolo—. Sabía que no había nada que reclamar, que seguramente habían inventado todo eso. Ya sé cómo son.

— ¿Es en serio?

Se queda boquiabierto. Hasta parece agradarle lo que acaba de escuchar.

— ¿Por qué me ves así? —decido preguntar

—Porque estás enterada de todo lo que salió en los medios y no me haces una escena. Porque me acabas de decir que no hay nada que aclarar, que sabes que lo inventaron.

Quisiera responder algo pero me veo incapaz de hacerlo. Mi mente está en blanco. Primero me sorprende con su visita, luego parece satisfecho por mi reacción, por mi respuesta... Es lindo verlo así. Me encanta ver que he reaccionado tal como esperaba, que he logrado hacer algo bueno... Lástima que la confesión de Viviana me arruine el momento...

—Ni yo, ni tu amiga podríamos hacer algo así. Me alegra que lo sepas.

Juzgando por lo que acaba de decir, de verdad no sabe nada acerca de los sentimientos de mi amiga. Y ella me dijo que él no debe enterarse pero yo siento que debo contárselo. Si no lo hago, puede que sigan llamándose y viéndose, pues él ni imagina lo que ocurre... Aunque bueno, si Viviana ya no está aquí, no tiene ningún motivo para seguir en contacto con Eduardo. Lo hacían sólo para mantenerlo al tanto de mi situación y cosas así.

— ¿Y qué te trae por aquí? —pregunto en un intento de cambiar el tema

—Creí que habían discutido por lo que viste. Sólo que me pareció extraño que ella se haya sentido culpable, pues no hicimos nada. Y fui yo el que la citó en esa cafetería. Y aunque hubiera sido al revés... no tenía nada de malo.

A ver cómo se lo explico sin soltar la verdad...

—Espera... si dices que sabes que no ocurrió nada, no entiendo por qué pelearon.

Ya es un hecho, no puedo respetar el deseo de Viviana. Tengo que ser honesta con mi esposo y además prefiero eso en vez de inventar alguna mentira...

—Eduardo... ¿Alguna vez notaste algo raro en su actitud?

—Entonces sí tienes tus dudas... —concluye

—No, no. Bueno sí. ¡Pero no tiene que ver contigo! ¡O sea no pretendo culparte de algo! Lo que pasa es que... Viviana está enamorada de ti.

Frunce el ceño. Pero por su expresión, es obvio que no me cree.

— ¿De dónde sacas eso? Al fin y al cabo sí estás imaginando cosas...

—Ella me lo dijo —apunto enseguida—. No es alguna hipótesis mía, no es algo que a mí se me haya ocurrido. De hecho nunca se me hubiera cruzado por la cabeza. Ella misma me lo confesó hoy, cuando le mostré uno de los artículos que había salido... ¡Por eso te dijo que fue su culpa! ¡Por eso le exigí que se largara de aquí!

Enmudece.

—Era la única mujer de la que nunca hubiera desconfiado... la única que podía estar cerca de ti sin despertar sospechas... ¿O crees que hubiera estado de acuerdo que vieran tantas veces?

Creo notar que intenta buscar algo que decirme y que sin embargo no lo logra. Está igual de sorprendido que yo, por lo que me atrevo concluir que no había notado nada raro, que ella no le había dado ni una señal de que algo así estaba pasando.

Para mí es horrible, me saca de onda que la vida me haya preparado semejante sorpresa. Hubiera esperado algo parecido de parte de Jacqueline pero ella está feliz con Luis, por lo visto lo suyo va en serio. Y el golpe llega de quien menos me espero. De la mujer con la que he compartido tanto, de la mujer que tenía un lugar especial en mi corazón, la mujer que era mi única familia... Lo fue durante tantos años...

— ¿Te das cuenta? —suelto al borde del llanto— Mi propia amiga... ¿Por qué? ¿Por qué me hizo esto? ¿Es un castigo porque fui insoportable?

—No digas eso. Uno no se enamora porque quiere... Estoy seguro que no deseó que sucediera, que no quiso hacerte eso, que jamás te haría daño a propósito. Aun conociendo nuestra situación, nunca intentó aprovecharse, seducirme o algo parecido. Ese abrazo lo inicié yo. Ese encuentro fue mi idea. Porque quería hablar de la terapia, quería agradecerle por ayudar. Debes admitir que nos ayudó bastante.

—Estoy confundida... Un día me dijo que a veces se hartaba de mí pero que seguía porque me quería. ¡Y que también lo hacía por ti! Porque temías que si me quedaba sola, iba a suicidarme y... Quizá me aguantó sólo para poder seguir cerca de ti. Y eso de hablar tanto contigo le convenía...

—Te propongo que dejes que pase un tiempo, que te tranquilices. Ahora es normal que te sientas así, que dudes de todo.

Duele. Duele mucho. De pronto siento que sólo en un abrazo suyo encontraría un poco de consuelo, así que me acerco y le rodeo la cintura. Para mi sorpresa, sus brazos no tardan en envolver mi cuerpo; pero el gesto me mata. Tantos meses sin sentirlo cerca y ahora pasa esto... Por supuesto que ya es imposible seguir conteniendo las lágrimas. Me pongo a llorar tan fuerte que él se ve obligado a acariciar mi espalda, sin tener idea que no ayuda. Sus gestos me hunden. No me las merezco. No merezco que esté aquí ahorita, tratando de calmarme.

Pero ojala nunca me soltara...    

.

Si hay alguien que quiere decirme algo guardando el anonimato, lo puede hacer aquí: https://ask.fm/EleSimo20

Continue Reading

You'll Also Like

DADDY'S By NdBooks

General Fiction

17.3K 689 22
¿Quién diría que unas vacaciones cambiarían por completo la vida de Arianne? Ella una pediatra cansada de sus decepciones amorosas, negada a abrir su...
92.1K 13K 51
Taehyung es un Omega que nunca tuvo una vida fácil. Junto a su padre Jin, deciden mudarse para comenzar de nuevo, pero a Tae le cuesta socializar y J...
52.5K 2.5K 22
Jeongin siendo el Omega más coqueto y lindo no ayuda mucho para changbin. En el sexo con él no se puede ser amable. Changbin top Jeongin bottom ¡18+...
15.1K 1.1K 5
Juliana y Valentina terminan en un lío entre las sábanas el día del cumpleaños número uno de su hija. Ellas quizás se extrañan demasiado y otro montó...