SINOPSIS
Cuando Duxelle consigue su primer empleo como niñera, se imaginaba cuidar a un niño igual o peor que sus dos terribles hermanos menores, pero no fue así.
Thomas no era para nada un niño, de hecho, tenía la misma edad que ella, pero era algo diferente. Él no era como los demás chicos de su edad.
Duxelle llega todas las tardes para hacerle compañía a Thomas, aunque éste pase la mayoría del tiempo en su habitación. Thomas esconde muchos secretos los cuales Duxelle está dispuesta a descubrir.
PRÓLOGO
—Ni una palabra de esto a mamá ¿Está claro?
Mis hermanos asintieron con terror ¡Ja! Yo soy la debe de estar aterrada.
Bajé la mirada al cuerpo del delito, el jarrón chino de la dinastía >>inserte aquí palabras en chino que no sé pronunciar<< era ahora mismo un montón de vidrios, mis sueños y mis esperanzas rotas.
Intenté recoger los pedazos del jarrón y guardarlos en una bolsa, por mi mente comenzó a pasar toda mi vida... He pasado mucho tiempo sentada frente a mi computador viendo doramas.
Sí, he vivido bien.
Cuando mi madre se entere que su jarrón está hecho trizas de seguro me mata, no, me encierra en un calabozo y me deja ahí hasta la eternidad.
Okay, creo que tantos doramas ya afectaron mi cabeza.
Llevo los restos del difunto a la cocina, ahí me encuentro a los asesinos haciendo quien sabe que travesuras.
—Juro que si parten otra cosa, lo siguiente que meteré en esta bolsa serán sus cuerpos sin vida.
Ellos corrieron lejos de ahí. En estos momentos odio a mis hermanos ¿Por qué mamá debía tener más hijos? ¿Por qué su cuerpo decidió tener gemelos? Respiré profundo y comienzo a pensar sobre lo que le diré.
—Verás mamá, en la vida las cosas y las personas pagan un tiempo, y ese tiempo le llegó al jarrón chino... ¡Pero que estúpida soy! Mamá los gemelos del demonio partieron el jarrón, fue su culpa y también tu culpa por parirlos.
Si claro Dulce dile eso si quieres que tu madre te parta la boca de un golpe.
—Estoy perdida ¿Cómo le diré que se partió el jarrón?
—¿Se partió el jarrón?—Una voz se escuchó detrás de mí.
Por favor, Jesús, Alá, Buda, Superman; que sea un fantasma y no mi madre.
Di la vuelta poco a poco y me encontré lo que menos quería.
—¿Me explicas?—Ella colocó su mejor cara de "estas en graves problemas jovencita."
—¡Fueron tus hijos! Llegaron corriendo e hicieron migas el jarrón.
—Se supone que los debes cuidar y que no pasen estas cosas.
—Se supone que debo estar estudiando, no jugando a la niñera.
Ella suspiró, caminó hasta la mesa y dejó ahí su bolso.
—Hija, sabes que ahora estoy necesitando de tu ayuda. Tu padre trabaja todo el día y yo también, no puedo dejar a tus hermanos solos.
—Contrata una niñera entonces—le respondí lo obvio.
—Cariño sabes que ninguna niñera quiere cuidar a tus hermanos, ya hemos contratado a todas las de la ciudad y cada una de ellas ha huido despavorida de aquí.
Ella se desarma el moño perfecto y deja caer su cabello meneandolo, está tan tranquila como si no hubiese dicho que media ciudad les teme a mis hermanos de ocho años.
—Entonces... ¿Todo bien?—Intento parecer tranquila, pero en realidad estoy muriendo de nervios.
Mamá siempre se ve tranquila y calmada, pero después ¡Bang! El golpe.
—Bien ya nada se puede hacer, el florero está hecho pedazos—sonreí—pero—borré mi sonrisa—debes pagarlo.
—¡¿Qué?! ¿Por qué? Yo no hice nada.
Ella alzó su mano con una perfecta manicura para callar mis protestas.
—Debes ser responsable, Dulce. Te pedí que cuidarás a tus hermanos y estoy segura que estabas pegada en tu celular cuando pasó todo.
—No es verdad—si lo es.
De hecho, estaba en mi computador, en mi defensa era el capítulo final y estaban en la parte del beso. Eso es algo que no se puede aplazar.
—Pagarás los daños, punto final—ella comenzó a caminar hacia las escaleras.
—No, mamá. Pero yo no tengo dinero—lo último que tenía lo gaste en productos coreanos.
—Entonces trabajarás.
—¡Pero ma...!
—Nada de peros.
Ella termino de subir y se encerró en su habitación. Deje salir un grito de frustración y de rabia.
¿Por qué me tenía que pasar esto a mí?
¿Por qué no soy hija única?
Yo estaba bien cuando éramos solo mis padres y yo, pero noooo mi mamá debía embarazarse.
Derrotada, caminé hasta mi habitación. Cerré la puerta de un golpe y me tiré en la cama.
¿De qué se supone que iba a trabajar?
Tomé mi celular y abrí WhatsApp. Tenía varios mensajes del grupo, de hecho, tenía casi tres mil mensajes.
>> ¿De verdad? ¡Cómo pueden hablar tanto!
Carson: ¡Dulce! ¿Qué es mejor The Vow o The Notebook?
Nao: No se vale a Dulce le gusta Channing Tantum.
Carson: ¿Y? The Vow le gana por millón a TN
>>¡Oigan! Tengo malas noticias :c
Carson: ¿Tus hermanos murieron?
Nao: Eso no sería mala noticia...
Carson: AJJAJAJAJAJA
>> Idiotas es en serio. Mis hermanos rompieron el jarrón chino y ahora mamá quiere que trabaje para pagarlo.
Nao: Ay Dul que mal :(
Carson: Siempre hay solución, vende a tus hermanos en la dip web.
Nao: Deep Web* Bruto.
>>Con ustedes no se puede hablar.
Nao: Ignora a Carson sabes que su cerebro no da para más.
Carson: ¡Oye! -.-
Nao: Dul, le acabo de preguntar a mi madre y me dijo que la vecina está buscando una persona que cuide a su hijo por las tardes.
>> ¿De niñera? No lo sé, si no puedo cuidar a mis hermanos ¿Qué te hace pensar que cuidaré el hijo de otra persona?
Nao: Paga bien, además no creo que el hijo de la vecina sea un niño
Carson: ¿Entonces qué es? ¿Un elefante?
Nao: Juro que si estas cerca te reviento la cabeza
>>Elefante o no necesito el dinero, Nao ¿Tienes el número?
Nao: Seppp te lo mando por pv, no confió en Carson.
Carson: Me amas.
Dejé de hablar con ellos en cuanto Naomi me mando el número de la mujer. Me debatí si llamar o no, era bien sabido que yo no era muy buena cuidando niños, pero Nao me había dicho que él no es un niño. Puede que tenga ¿Diez? ¿Once? Para mi sigue siendo un niño, pero puede que sea tranquilo; no como los secuaces de satanás, más conocidos como mis hermanos.
Me armé de valor y marqué el número. Después de unos minutos la voz de una mujer se hizo presente por el auricular.
—¿Aló?
—Buenas tardes ¿Hablo con Michelle?
—¿Quién la solicita?
—Dulce, vera habló por el trabajo.
—Ohh, claro ¿Quién te hablo de él?
—Naomi Jones, su vecina.
—¿La hija de Marie? Bien Dulce ¿Qué tal si viene mañana? Así podré conocerte y podremos charlar mejor.
—Claro ¿A qué hora?
—¿Te parece a la una?
—Sí, es perfecto.
—Bien te espero mañana.
—Por supuesto, muchas gracias que éste muy bien.
—Igual tú pequeña.
Y colgó.
Una sonrisa se formó en mis labios, no me había ido tan mal en mi primera entrevista de trabajo... Si es que eso fue una.
Este trabajo será pan comido.
~*~
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