Daño Colateral

By MariaJose019

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# Un secreto que desata emociones. More

1. Volver a la Realidad
2. El Reencuentro
3. Realidad y Ficción
4. Confesiones
5. El sentimiento
6. Consecuencia
7. Una reconciliación corta
8. Camino al abismo
9. La Busqueda
10. La Confesión
11. ¿Me vas a besar?
12. Revelación
13. Apoyo
14. ¿Así es el Amor?
15.- Dos días de cita (1)
16.- Dos días de cita (2)
17.- Propuesta
18.- Sólo las dos
19.- Cerrando un Ciclo
20.- Parte de mi vida
22.- el secreto y la decisión
23.- Te voy a Salvar
24.- Visita Inesperada
25.-Cita Doble
26.- ¿Lo que pasa en Suiza, queda en Suiza?
27.- La última noche
28.- Buena suerte en el amor
29.- Una familia
30.- Esperar no es Luchar
31.- Sin mirar atrás
32.- Plan B
33.- Shock
34.- Que comience la nueva vida
35.- La entrevista
36.- La reunión
37.- Un almuerzo inusual
38.- Mina Myoui
39.- Explicaciones
40.- La mujer más hermosa del mundo
41.- El día más triste
42.- Celos
43.- Una decisión
44.- Nos vamos a casar
45.- Es hora de dejarnos
46.- Una llamada reveladora
47.- Nos acaban de besar
48.- Las 9 o nada
49.- ¿Me harás rogar?
50.- Reconciliación part 1
51.- Reconciliación part 2
52.- El día D
53.- !Si quiero!
54.- Una despedida de soltera diferente
55.- Camino al Altar
56.- La habitación 16
57.- Sólo minutos
58.- FINAL

21.- No sé que hice para Merecerte

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By MariaJose019


Momo

A la mañana siguiente Nayeon me despertó temprano y, cuando digo temprano, me refiero a las 7 de la mañana. Me dijo que teníamos que apurarnos. Teníamos que dejar tomado desayuno con su abuela y partir al aeropuerto.

Durante el desayuno no dije mucho. Me reí con algunas historias que seguía contando la abuela de Nayeon y respondía de vez en cuando. Creo que ni a ella ni a su abuela le molestaba del todo mi estado de somnoliento, estaba segura que Nayeon le había informado a cerca delo mucho que me gustaba dormir y de lo mal humor que me ponía cuando me tenía que despertar a horas que no quería.

Terminamos de arreglarnos a eso de las 8 de la mañana. La ducha había sido de mucha ayuda para que lograra despertar del todo.

-Fue un gusto haberte conocido Momo – la abuela de Nayeon me envolvió en sus brazos y besó mi frente – espero que estas dos semanas sea de mucho amor y alegrías para ustedes. Descansen y pásenlo bien.

-Gracias por todo – le agradecí por habernos acogido.

-Espero tener noticias de ustedes prontos – me apresuré a salir con las maletas y deje que Nayeon tuviera su momento con su abuela. Era increíble lo bien que se llevaban, congeniaban a la perfección. Pude notar desde la distancia en la que estaba que Nayeon había comenzado a llorar. Su abuela secaba sus lágrimas una por una. No recuerdo haber tenido una relación así con mis abuelos. O sea, los abuelos siempre quieren a los nietos pero, la confianza que existía entre Nayeon y su abuela superaba los límites de la ternura y el amor.

-¿Estas bien? – le pregunté cuando volvió. Tenía su rostro hinchado y sus ojos rojos - ¿Por qué lloras?.

-Siempre lloro cuando me despido de ella – la quede mirando – es como un miedo de que sea la última vez que podamos compartir.

-No pienses en eso – me acerqué para abrazarla. Nayeon escondió su rostro en mi cuello – tu abuela se ve bien. Dudo que le pase algo – los brazos de Nayeon envolvieron mi cuerpo y dejo caer las últimas lágrimas – llego el taxi – susurré a su oído cuando vi que el auto se había estacionado frente a nosotras.

-Vamos – me respondió separándose de mí – es hora de nuestras vacaciones y de que te enteres a donde iremos.

-Estoy ansiosa por saber a dónde me vas a llevar.

-Lo sabrás cuando lleguemos al aeropuerto.

Metimos nuestras maletas a la parte trasera del auto y nos subimos. El chofer nos dijo que tenía dos hijas que eran fans nuestras y que se iba a morir cuando supieran que nos había llevado hasta el aeropuerto. No nos preocupamos mucho la verdad, el nos había visto abrazadas pero, también vio a Nayeon llorando. Le entregamos autógrafos de cada una para sus hijas y le grabamos un video.

La ansiedad se estaba apoderando cada segundo de mí. No tenía idea que era lo había preparado Nayeon para estas vacaciones pero ya no aguantaba más. Necesitaba llegar ahora ya.

Cuando llegamos al aeropuerto mucha gente nos reconoció, era obvio. No sé en que mundo paralelo Nayeon creyó que no nos reconocerían pero las dos estábamos raramente desentendida a cerca de este tema. Probablemente tendríamos algún mensaje de PYD en algún momento del día pero no nos importaba. Me encantaba lo despreocupada que estábamos. Me sentía como si fuéramos las dos en contra del mundo. De repente, ya no le temía a nada, la persona que tenía a mi lado me estaba demostrando que era capaz de todo por mí, incluso, de perder su miedo a perder todo lo que había construido.

-¿Lista? – Nayeon llegó con dos pasajes en su mano.

-¿Lo acabas de comprar? – pregunté sorprendida.

-No, los había reservado con anticipación y como soy celebridad – Nayeon levantó sus dos hombros – toma, ábrelo – pasó mi boleto de avión dentro de una carta – espero que te guste el sitio que elegí.

Abrí la carta con cuidado, mis manos temblaban y mi corazón comenzaba a latir con mas frecuencia de lo norma. Tomé el boleto en mi mano y comencé a leer el destino... Destino a Paris – Francia. Levanté la cabeza sorprendida, mis ojos se encontraron con el rostro más hermoso de todo el mundo. Raramente Nayeon estaba nerviosa ¿Creía que no me gustaría ir a Paris con ella? – nos vamos a la ciudad del amor – respondí algo emocionada.

-¿Te gusto la sorpresa?.

-¿Qué si me gustó? – por un segundo se me olvidó donde estábamos y quise besarla ahí mismo. Gracias a Dios mi cerebro me permitió entender que este no era el sitio para hacer tal cosa – Muchas gracias mi amor – simplemente nos miramos. Nuestras miradas decían todo lo que nuestros cuerpos deseaban y eso era algo que no todos tenían. Estaba lista para seguir agrandando esta historia de amor con ella en Francia.

Mientras hacíamos la fila para entrar Nayeon no dejaba de mirarme y de susurrar que era la chica mas hermosa que había conocido en su vida.

-¿De verdad creíste que no tenemos fans en Francia? – le pregunté mientras me reía. Nayeon en serio creía que no teníamos fans ahí.

-La verdad es que no lo sé.

-Cuando fuimos a Suiza habían fans que nos reconocieron en plenas montañas – ella se mostró sorprendida – no me importa la verdad.

-¿Qué cosa?.

-Que no me importa si nos ven o no, no me quiero preocupar de eso. Solo quiero disfrutar contigo. Sea en Corea, en Japón o en Francia. Quiero que solo seamos las dos.

-Y lo seremos bebe – acaricio rápida y levemente mi mejilla derecha – te amo.

-Te amo Nayeon.

Sana

Probablemente cuando todo esto se sepa habrá gente a la cual no le sorprenderá en absoluto pero, por otro lado sé que hay gente que simplemente no lo aceptará. Había pasado 1 año y medio de mi vida llevando esta doble vida que nadie entendía, nadie se podía hacer una idea de lo que fue guardar este secreto durante el último año. Cada día se hacía más difícil ocultarlo. Una parte de mí estaba orgullosa de cómo me había tomado todo lo que me ocurría. Había una gran posibilidad de que perdiera la cordura y creo, que más de una vez creí que no lo lograría y, cuando eso ocurría siempre, estaba la misma persona a mi lado diciendo que podía, que no me diera por vencida, que podía. Que podíamos.

-¿Estas bien? – me preguntó Dahyun. En ese momento me di cuenta de que el avión ya estaba en el aire. ¿En que momento había ocurrido? - ¿Sana? – la quedé mirando.

-Solo estaba pensando – respondí mientras tomaba un poco de agua de la botella que había pedido.

-¿Se puede saber en qué?.

-¿En qué crees tú? – Nos quedamos mirando – las dos sabemos que este viaje no es solo de vacaciones.

-¿Por qué estás pensando en eso mucho antes de aterrizar?.

-¿Por qué no estás pensando en eso tú?.

-Creo que soy algo más relajada que tú.

-No sé cómo lo haces – me quede mirando hacia la ventana – le temes a las alturas y te subes a atracciones, recorriste la montaña a mi lado y te subes a aviones – sentí como la mano de Dahyun se posaba en mi rodilla derecha – ojalá pudiera ser la mita de valiente de lo que eres tú.

-Yo creo que has sido más que valiente en este último año.

-Eso no es verdad.

-Claro que lo es – Dahyun se acomodó en su asiento y me miró directamente a los ojos – durante este año estuviste muchas veces a punto de perder la cordura pero no lo hiciste.

-Eso fue gracias a ti – ella se ruborizó – probablemente yo ya hubiera cometido un error si tu no hubieras estado ahí.

-Creo entender porque tú y Momo son mejores amigas – sonreí – las dos comparten ciertos miedos y preocupaciones que no tendrían por qué abarcar tanto tiempo en su cabeza.

-Desde que supe que haríamos este viaje me he preguntado si eres consciente de lo que haremos en suiza – ella solo sonrió.

-Si lo soy Sana – hubo unos segundos de silencio – quiero recorrer todo lo que hicimos con las chicas pero contigo y nuestras familias.

-No me refería a eso – la interrumpí.

-¿Crees que no pienso en que le diremos a nuestras familias que llevamos 1 año y medio de relación? – Cada vez que lo recordaba los retorcijones de mi estómago volvían – si lo hago, lo hago cada día desde que lo conversamos.

-A veces siento que no sé cuánto tiempo más pueda aguantar este secreto.

-¿Por qué no se lo cuentas a Momo? – la quede mirando – estoy segura que les serviría a las dos.

Nos quedamos en silencio durante unos minutos. No podía dejar de pensar en lo que ella había mencionado. Había pensado tantas veces en contarle a Momo y Mina a cerca de mi relación con Dahyun pero, todo se salió de control cuando supe lo de la adicción de Nayeon y que estaba enamorada de Momo. Una parte de mí esperó que entre ellas ocurriera algo para ver como reaccionaba toda la gente pero eso, nunca ocurrió. Momo estaba comenzando a sentir todo lo que yo me he guardado durante 1 año y medio... quizás Dahyun tenga razón y las dos parejas que hay en Twice deberían apoyarse. Después de todo, no estamos haciendo nada más que ser felices, quizás no sea el tipo de amor al que el público estaba acostumbrado pero, era amo al fin y al cabo y eso era, lo que tenía que importar al final del día.

Tome la mano de Dahyun y nos quedamos mirando. Habíamos pasado por tanto, que cuando la miraba me costaba encontrar una razón para abandonar el cálido calor de sus manos. El miedo no es una razón de peso para salir corriendo a la hora de amar. Nunca lo será, no al menos para mí.

Momo

El viaje había sido larguísimo, a veces odiaba vivir al otro lado del mundo. Todos los viajes en avión era larguísimos, ni siquiera importaba si estábamos en el mismo continente, de la misma forma eran tediosos.

-Te ves cansada – tomamos un taxi que Nayeon inteligente había contratado muchos días antes de este viaje.

-Odio los viajes largos – ella me quedo mirando - ¡Oh no!, no creo que lo digo porque no me guste Francia – ella sonrió.

-SI lo sé – se acercó a mis labios y dejó un pequeño beso. Mis ojos se fueron hacia el conductor pero nada, a él simplemente no le importaba si nos estábamos besando, tomando de las manos. El hacia su trabajo sin opinar del resto – te encantara la habitación del hotel – susurró en mi oído. Sonreí y acomodé mi cabeza en su hombro. Observé como la mano izquierda de Nayeon subía y bajaba por mi muslo derecho. Se sentía tan cómodo sentir sus caricias, por muy simples que quizás lo vean las personas para mí, lo era todo.

Llegamos a eso de las 1 de la tarde al hotel. Nayeon había reservado una habitación en el último piso del hotel, ella pidió que no nos molestaran en todo el día y yo solo podía pensar en cómo se suponía que comeríamos si ella no quiere que nos molesten. ¿Qué tenía pensando esta mujer?.

Cuando nos subimos al ascensor sólo éramos nosotras. Nayeon se apoyó en uno de los lados de este y yo quede frente a ella. Pude notar, sólo con mirarla lo que quería. Ella lo deseaba tanto como yo. No lo pensé dos veces y pegué mis labios a los de ella. No nos importó si en este ascensor había cámaras o si alguien más se pudiese subir. Extrañaba tenerla cerca de mi cuerpo, quería escuchar su respiración acelerarse de a poco, quería sentir como su piel se erizaba con mis caricias, como se le escapaban leves gemidos cuando jalaba su labio inferior.

Acorralé a Nayeon hacía la pared del ascensor. Había viajado con una falda cortísima pero eso no me detuvo. Mientras nos besábamos mis manos se fueron hacia su trasero el cuál apreté con fuerzas haciendo que Nayeon gimiera en mi boca. Cargué a Nayeon sobre mis caderas. Pude notar una leves sonrisa en su rostro al darse cuenta de lo mucho que se había subido su falda – eres una pervertida – sonreí de vuelta y continué besándola. Los labios de Nayeon eran los labios más suaves que había probado en mi vida. Cada vez que me unía a ella se sentía como si fuera una primera vez constantemente, cada beso es especial, y podía jurar que ella igual se daba cuenta de eso – llegamos – susurró en mi boca. Abrí los ojos para mirarla directamente - ¿no quieres bajarte del ascensor? – sonreí. Me alejé despacio y bajé su falda – muchas gracias.

Bajamos de la mano del ascensor. Nuestras cosas estaban en la puerta junto con la llave que estaba colgando en la herradura – espero que te guste el cuarto que arrendé por dos semanas para nosotras.

-Tienes buen gusto así que es imposible que no me guste – Nayeon sonrió.

-Bienvenidas vacaciones.

La puerta se abrió de par en par. Era una habitación gigante, podía jurar que ocupaba la mitad del pasillo del lado derecho del edificio ya que, en este piso solo había dos habitaciones. Al entrar pude notar un olor a flores delicioso. Había una chimenea prendida por el frío que había en esta época. Junto a la chimenea había un living hermoso. Tenía dos sillones gigantes y cada uno poseía una manta. Frente a estos había un televisor enorme, podía jurar que era más grande que la cama de JYP. Alrededor del primer ambiente solo habían ventanales gigantes. Se podía ver todo Paris desde acá. Esto debe verse hermoso durante la noche pensé. Abrí uno de los ventanales y salí a la terraza, dejé que el aire helado chocara con la piel de mis mejillas, esto era tan relajante.

-¿Te gustó? – preguntó Nayeon desde una esquina de un ventanal.

-¿Esto es real? – pregunté sorprendida.

-Obvio que lo es, este será nuestro nidito de amor – sonreí mientras la miraba. El rostro de Nayeon estaba relajado, se notaba que estaba disfrutando de esto ¿Y quién no?, no todas las personas pueden darse el lujo de estar en un hotel como este y de arrendar una habitación como esta – me encanta verte sonreír por cosas tan mínimas como sentir el aire en tu rostro.

-¿Está mal acaso?.

-No – Nayeon comenzó a caminar hacía mi – espero que nunca cambie eso de ti. Que te sigas alegrando por las cosas genuinas de la vida, eso hace que te ame de la forma en que lo hago.

-¿Si?, y de qué forma me ama usted señorita – agarre el brazo de Nayeon y junte nuestros cuerpos. Observe la sonrisa perfecta que comenzó a aparecer por la comisura de sus labios, como sus mejillas se ruborizaban cada vez que la quería cerca de mí. Mirándola a los ojos podía adivinar el siguiente movimiento que haría y, ese fue, abrazar mi cuello con sus brazos.

-Te amo con mi vida Momo – sonreí – me haces la mujer más feliz del mundo. Cada vez que estamos juntas y te miró siento que puedo con todo y contra cualquier cosa o persona. Me haces sentir que no tenemos límites a la hora de amar. Me haces ser valiente – junte nuestras frentes y cerré los ojos. Dejé que el aire que corría por la terraza nos envolviera, que el olor a flores nos transportara. Era como estar en sueño mientras estas despierta, no quería despertar, quería vivir así toda mi vida. Soñando despierta.

-Tengo hambre – susurré en su oído después de unos minutos en donde nos fundimos en un abrazo infinito.

-No te preocupes. Hay comida en la cocina y como dije que no nos molestaran, claramente, pedí mucha comida para que este día al menos nos quedemos en la cama – Nayeon comenzó a jugar con los botones de mi abrigo – abrigadas, con la chimenea y haciendo el amor – al terminar esa frase sus ojos me penetraron – me muero por ser tuya – un escalofrío recorrió toda mi espalda.

-Créeme que lo haré.

Entramos al departamento nuevamente y fuimos a dejar nuestras maletas a la habitación. Cuando entramos no podía creer lo que estaba mirando. La cama era del porte de 3 o 4 camas juntas. Sobre esta habían pétalos de rosas y una champaña helada – esto también es parte de la sorpresa – Nayeon me abrazó por detrás y dejó descansar su cabeza en mi hombro.

-No sé qué hice para merecerte – acaricié sus manos por delante – te juro que te recompensaré estas vacaciones. Es mucho más de lo que había imaginado.

-No tienes que recompensar nada. Eres mi novia y te mereces lo mejor del mundo – nos fundimos en un abrazo y un beso que, con el paso del tiempo comenzó a subir de temperatura. Y, justo en el momento en que íbamos a caer a la cama comienza a sonar mi celular.

-No contestes – dijo Nayeon sobre mi boca.

-Debo hacerlo, quizás sea importante.

-¿Qué mas importante que hacerme el amor? – ella tenía un punto.

-Sólo deja ver quien es, solo eso.

-Te odio Hirai, esta bien – estiré mi brazo hasta el mueble que estaba a un costado de la cama y alcancé mi celular. Cuando miré la pantalla me di cuenta que tenía 4 llamadas perdidas de Sana - ¿Quién es? – me preguntó Nayeon.

-Sana – la miré – tengo 4 llamadas perdida de ella, quizás pasó algo – nos quedamos mirando – la llamaré.

-Está bien – Nayeon se sentó en la cama como muestra de preocupación.

-Hey – salude – lamento no haber podido contestar, no lo sentí, ¿Pasó algo?.

-¿Tienes tiempo?, te tengo que contar una historia. 

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