Bienvenidos a Una Vida entre Versos, ésta es una historia de drama, intriga, misterio y amor, contada a través de una intrincada poesía interiorista y contemplativa, que les aseguro, los cautivará.
Sin más preámbulo, Bienvenidas y bienvenidos a Una Vida entre Versos ¡disfrútenla!.
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Era el amanecer de otra soledad radiante
Un día como todos, rutinario y sin semblante,
Aunque radiante es una descripción errada, porque la mañana se pintaba de gris creciente,
Estaba oscuro el cielo, un evidente presagio de lluvia fuerte
las golondrinas volaban veloces, impacientes
las sonrisas del sol aquel día parecían ausentes
La vida está colmada de metáforas subjetivamente pero yo que soy testigo de la realidad, se que ésta es diferente, subsecuentes matices, a veces sobria, a veces dulce, distante, melancólica inexplicable o incipiente
Sinceramente, ésta historia que te contaré es más real de lo que parece
porque retrata la vida ,los sueños los recuerdos que quedan clavados en la mente
Y por más que busques borrarlos con personas, situaciones, bebidas o idioteces
jamás se borrarán, porque lo vivido te hace ser quien eres, así el remordimiento pese.
Pase quizá diez minutos en cama despertando el cuerpo, imaginando estupideces,
intentando perturbar el sueño,
aunque no es fácil vencerlo a veces
porque es triste saber que el cuerpo se arruga pero el alma no envejece y que nadie entiende la vida solo hasta unas horas antes de su muerte
Por mi parte, yo sentía mi sangre cada vez mas fría, pero la piel como un horno caliente
Y para que negarlo, estaba destrozado desde mi corazón hasta lo más profundo de mi mente
pues sabía que los versos eran el arte mas puro, y pocos lo valoraban en el presente,
y tristemente yo era el último poeta del mundo, a punto de desaparecer ¡para siempre!
Abrí los ojos con sigilo calmado y lentamente para no olvidar mis sueños así como para no perturbar la mente
recobrando poco a poco los recuerdos desde mi nacimiento hasta el presente
Me levante del lecho, como levitando hacia el frente,
No se ni como lo hice
Si ya mis huesos marchitos temblaban y no soportaban otro moverse
Solo se que llegué a ese lugar como siempre,
allí frente al espejo de los valientes
repito, sentía mi alma viva pero mi cuerpo ausente
brillantes mis ideas,
pero desgastados mis huesos y opacos mis lentes,
un mar de arrugas corrían desenfrenadas por mi frente,
Y el reflejo cristalino,duplicaba una mirada añeja, turbia pero persistente
sin embargo, hasta el roble es sencible y una lágrima recorrió mi rostro al denotar la juventud ausente
Aquella suave y juguetona, rebelde y valiente aquella egocentrista y amedrantante que todos aman porque es hermosa pero envidian cuando ya no la sienten
Aquella que se burla de los estereotipos pero pasa como las modas tan rápidamente
Y jamás vuelve, aunque la anheles y las busques, jamás vuelve...
Fingí ser feliz, pero el temor era evidente
sabía muy bien que mi próximo destino no era París ni New York, era algo cercano al olvido, tal vez Macondo
porque mi destino era el vagón de aquel, que estando débil debe ser fuerte.
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En el preciso momento cuando el ruiseñor cantaba en vez del gallo fino que exhalo su último aliento la semana pasada
en ese instante flameante cuando el reloj las seis anunciaba tocaron a mi puerta de la manera más decente, pues nunca así lo imaginaba
Claro que yo ya lo presentía , por la experiencia, que que los viejos acompaña
y preparado estaba desde hace tiempo porque mas vale precavido que gente necia y tacaña
quite el cerrojo y abrí sin cautela, sin rigor
Como cuando era un niño y le abrí por primera vez las puertas al amor
Sabiendo en la mente que me lastimarían
pero como siempre tan iluso, el corazón
No puedo explicar su forma, ni describirla con detalle
Porque era tan bella pero a la vez tan desastrosa e intrigante, si hubiera tenido fuerzas habría lanzado un grito a la calle pero en ese momento hasta el más perspicaz olvida los detalles
Sinceramente sentí miedo,
Soy humano y soy consciente
Que una helada me traspasó los huesos y hasta me quebro un decrépito lente
Al verme con ese macabro y quimérico ser frente a frente,
Se me aguaron los ojos, me sentí impotente, Igual como la imaginaba aunque un poco más prepotente,
en su mirada guardaba mi vida, mis triunfos y éxitos,
en su mirada también guardaba mis tristezas y noches de infancia cuando me sentaba bajo la luna inspirándose en recuerdos.
En su mirada guardaba el universo
que siempre quise describir en mis versos
En su mirada estaba todo, mis poesías, mis chicas, mis canciones, recuerdos, familia lo que tuve y no tuve todo estaba allí inmerso
Y yo que pensaba que vivía en un desierto
Ahora entiendo que el desierto vive en mi y que el mundo es realmente incierto
Y yo que dudaba de la religión, termine
persignando mi poquito tiempo
No entendía como la muerte guardaba la vida
y como la vida en parte era muerte
No entendía porque se complacía en ser tan decente
Si al fin y al cabo se llevaría mi alma de la forma más inclemente
No asimilaba cuán efímero era ser un ser viviente
Y cuán irracional es el ser humano
Al cambiar su tiempo por un dinero banal y decadente
Y repudió aún, la metamorfosis del arte
convertido en puro sexualismo irreverente
La desentimentalización del romance
Porque como todo, el amor pasó a ser comercial y ahora se vende como pan caliente
en las calles a diversos precios, gustos, dime tú, si eso no es ser indiferente
Son tantos pensamientos que corren sin control por milésima en la mente
Son como gotas de nada que te hace reflexionar el presente
Solo en ese momento entendí que éste, era mi último día, pues me lo decía ni más ni menos que la propia muerte.
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Espero que haya gustado este primer capítulo.
¿Como te imaginas tú a la muerte?