Siempre me han dicho que soy vidente, y jamás lo creí. La verdad es que soy escéptica, y creo sólo en lo que veo, o en aquello que tiene una explicación razonable.
No digo que debí creerle a mi amiga MARIAM, ya que la confianza y la amistad son importantes, pero por tratarse de ella, hice un esfuerzo, y le otorgué el beneficio de la duda.
¿Quizás era yo la equivocada?
No volvimos a hablar de estos temas, hasta un día en que me envió un mensaje al privado del CHAT, es decir, a una de esas ventanitas de mi perfil de FACEBOOK, que sólo MARIAM y yo podemos ver, y dónde podemos intercambiar con total privacidad.
ELLA – Hola FERNANDA, ¿seguimos el tema?
YO - ¡Bueno MARIAM! Pero no creo que puedas convencerme, ya te he dicho que me cuesta creer en estas cosas.
ELLA - No pretendo convencerte de nada, pero como bien sabes, nací con ciertos dones y no tengo intención de ocultárselos al mundo.
YO – Si para ti está bien, pues ... adelante.
En realidad no sabía qué decirle, o si estaba bien o no, en fin... poco podía responderle al respecto.
ELLA – Te aseguro que está bien, pero no siempre. Cuando tengo una visión acabo agotada.
YO - ¿Te origina un esfuerzo MARIAM?
ELLA - Sí, bastante.
YO -¿Y por qué lo haces entonces?
ELLA - No es algo que se elija FERNANDA, se nace con esta virtud.
Se produjo un silencio, en el que ninguna de las dos supo cómo continuar. Aproveche para ver el grupo de FACE donde nos conocimos siete meses atrás, y en su mayoría todos comentaban acerca de las próximas vacaciones de verano, nada interesante.
ELLA - ¿Sigues ahí FERNANDA?
YO – Sí, MARIAM, ¿acaso no puedes verlo? Ja, ja, ja, -Bromeé.
ELLA - Sí, puedo verte.
¡Tragué saliva! - Me está tomando el pelo, pensé, y yo caigo como una tonta.
Sentí un escalofrío, pero decidí presionarla un poco.
YO - ¿Ah, sí? ... ¿Puedes verme? ... Pues dime MARIAM ... ¿con quién estoy? ...
ELLA – Sola.
Bueno, eso pude haberlo comentado antes en el CHAT, y ella lo leyó.
Decidí seguir, como si se tratara de un juego.
YO - Dime algo que me sorprenda. Algo que veas en mi habitación.
ELLA – FERNANDA, veo que tienes algunas teclas borradas de tu computador, es porque tecleas muy rápido, y las desgastas.
YO – Bien, pero eso le ocurre a la mayoría, todas las letras de los teclados se borran con el uso.
ELLA - Tú tienes borradas las letras : A, S, L y M.
Miré el teclado, curiosa, y ... ¡JODER! ... efectivamente estas letras que mencionó estaban borradas. Ya no me hacía tanta gracia el juego. No obstante, mi condición de incrédula, me hizo ir más allá.
YO - Amiga... estoy segura de que casi todos tenemos las mismas letras borradas. Dime algo que me sorprenda de verdad.
ELLA - ¿Porqué quieres seguir con esto si no me crees?
Buena pregunta, pensé.
YO - Para conocerte un poco más, y para experimentar algo nuevo, interesante tal vez.
En ese momento, supe que ella sonreía desde su lado del monitor.
Mi amiga MARIAM, se mostró siempre amable, abierta, simpática y con un buen sentido del humor. Podría decirse que coincidíamos en todo, menos en estos temas místicos.
Esto de la virtualidad, el FACEBOOK, y el CHAT, es un fenómeno interesante, se estrechan lazos entre las personas, con todo lo interesante, y riesgoso que esto conlleva.
ELLA – FERNANDA, cómo llevas el libro? –Preguntó de pronto.
YO - ¿Qué libro MARIAM?
ELLA - El que tienes encima de la mesa. Déjame ver ... "La fuerza bruta", de John Steinbeck.
Miré a mi derecha con los ojos como platos. ¿Se lo había dicho? ¿Le comenté que había empezado a leerlo? ¿Le mencioné que solía poner los libros en mi mesa porque me encantaba mirar una y mil veces las portadas de los libros que estoy leyendo? Evidentemente, la respuesta debía ser SÍ.
YO - ¡Acabo de empezarlo! -Le respondí sin hacer notar mi sorpresa.
ELLA - Yo no lo he leído.
YO - Ya te diré qué me parece.
En el CHAT general del GRUPO de FACE, no había temas interesantes para comentar, y preferí continuar mi conversación en privado con MARIAM.
Me puse a pensar qué podía preguntarle para descubrirla, o rendirme definitivamente a sus pies, pero ella se adelantó y me habló primero.
ELLA - Alguien va a llamar a la puerta.
YO - Ah, bueno, pues ve, te espero.
ELLA – No, no, ... en tu casa.
Sonreí, descreída. Iba a poner una risa (jajajaja), cuando de pronto ... sonó el timbre. Miré hacia la puerta de la habitación, no había nadie, y mis ojos una vez más se desorbitaron al ver realizado el aviso de MARIAM.
YO - Ahora vengo le dije.
ELLA - Ok.
Llegué a mi puerta, observé por la mirilla, era un vendedor de alfombras.
- No me interesa. –Dije de forma terminante, para no tener que abrir.
El vendedor murmuró algo que sonó despectivo, y se marchó.
Volví al CHAT ...
YO - ¿Cómo lo sabías? Era un vendedor de alfombras.
ELLA - Te he dicho que puedo verte.
Empecé a considerar la posibilidad de que tuviera razón, pero mi sensatez lo negaba una y otra vez. No nací para creérmelo todo, y menos aquello que escapa a la lógica. Mi amiga estaba en su casa, a kilómetros de distancia, en otro país, con distintos usos horarios.
ELLA - ¿Sabes FERNANDA? ... Algo me dice que debo seguir mirándote, no te asustes pero...
YO – ¿pero qué? ...
ELLA - Es que no sabría cómo explicártelo. Generalmente tengo visiones premonitorias, otras veces, como hoy, puedo provocar el verte. Aparecen ante mí imágenes, y te veo, ... veo tu habitación, ... pero esto me origina un esfuerzo enorme, me hace doler la cabeza, y tengo nauseas.
YO - Bien, pero... ¿y el "pero" que dijiste antes, ... a qué te referías?
ELLA - Es que no quiero asustarte, pero ... presiento algo muy raro.
YO - Ahora sí que me estás asustando MARIAM.
¡Qué poca firmeza demostré, por Dios! ... ¡Ahora estaba asustándome de verdad!
Yo, la incrédula, la escéptica, la que si no ve, no cree, me sentía agitada. Quizás se debía a que eran pasadas las once de la noche, estaba en casa sola, y la última persona que había visto, era un desconocido poco amable desde la mirilla de mi puerta.
Por suerte, para aplacar mi ansiedad, mi temor de estar sola, podía escuchar -al menos- el volumen alto del televisor de mi vecina, una viejecita algo sorda.
YO – Mira MARIAM, no sé, pero ... deberíamos cambiar de tema. No es que me hayas convencido pero...
ELLA - No te preocupes, te entiendo. ¿Tengo tu permiso para seguir observando?
YO - Claro, pero que conste que no tengo claro aún, cómo es que puedes verme. En honor a la verdad, mi razón me impide creerte.
Miré nuevamente el CHAT general, para ver si surgía algún tema en el que pudiera involucrarme, pero estaba parado. Había unos pocos miembros del grupo de FACE, y todos estaban conectados en privados.
Miré la ventanita del privado de mi amiga, iba a escribirle algo, cuando ví que ella se me adelantó ...
ELLA - Cielo, por favor ... no temas, pero ... ¡no estás sola en este momento!
Sentí un escalofrío en mis piernas, y brazos. Tanto se me erizó el bello que me dolió. ¿Cómo puedes endulzar a alguien diciéndole "cielo", para luego decirle que no está
sola en la habitación, provocándole semejante temor?.
YO - ¿Qué quieres decir? ... ¡Me estás poniendo nerviosa!
ELLA - No puedo identificarlo FERNANDA, pero ... está detrás de ti.
YO – MARIAM ... ¡¡Por favor para!!.
ELLA – Casi no se mueve, no te asustes, déjame observar bien ...
YO – MARIAM, deja eso ya ... ¡¡estoy asustada!!.
Ahora sí estaba aterrada. Miré por mi ventana, oscuridad total. No me atrevía siquiera a girar hacia atrás para observar ... ¿Y si veía algo que no quería? ... ¿Y si allí estaba MARIAM, o su espíritu, o el de otra persona, o ... algo más extraño aún? ... Eso sería peor, un nudo en la garganta comenzó a asfixiarme.
Hubiese querido ser más valiente, o más cobarde, poder llorar tal vez, pero no, estaba paralizada por mi propia lucha interna, en creer o no creer.
ELLA - ¿Notas frío a tu alrededor, verdad? ...
Su pregunta me llegó cuando estaba a punto de apagar el ordenador, y encender las luces para meterme rápidamente en la cama, y olvidarme del tema.
YO – Aquí es verano, hay una temperatura de 30°, no hace frio.
ELLA – Ok, es que no consigo entrar en él.
YO - ¿QUÉ? ... ¿ÉL? ... ¿ENTRAR? ...
ELLA – Es que se muestra como una estatua, por eso no me deja descubrirle. No sé si es bueno o tiene malas intenciones. Sólo sé que está ahí, estático, y te observa FERNANDA.
YO – ¡MARIAM, yo no veo a nadie ... esto que haces ... no me gusta, déjalo ya!
ELLA - Ya te dije que no te asustes, cielo. Además, yo estoy contigo.
YO - Sí, a miles de kilómetros de distancia.
Entonces lo percibí. Sentí un roce helado, como si hubieran puesto una mano sobre mi brazo, y una brisa gélida en mi nuca, como si me respiraran en el cuello.
¡¡¡Todos los bellos de mi cuerpo se erizaron!!!
YO - ¡MARIAM, ... está pasando algo raro aquí! - Escribí.
ELLA - ¿Qué?
YO - He sentido un frío helado en mi brazo, y mi cuello.
ELLA – Tranquilízate, cielo.
YO - ¡Se me erizó el pelo, tengo una sensación extraña!
Comencé a entrar en pánico.
ELLA - Cielo, tranquila, hazme caso a mi.
YO - Esto es muy raro, ... estoy asustada, ... necesito calmarme, estoy ... joder!
ELLA - Te va a dar una taquicardia, tranquilízate.
YO - ¡Joder! ... ¡Ya tengo taquicardia! ... ¿Qué significa el frío del que me hablabas, mujer ... ?
ELLA - ¡Es el frío que transmiten las almas de los muertos cuando se acercan, generalmente algo enfadados o... ¡
YO - ¿OOOOOO??????????
ELLA - Violentos.
YO - ¿VIOLENTOS?????
YO – Joder, ayúdame, qué hagooooooooo?????
ELLA - Tranquilízate, no lo he visto moverse todavía.
YO - ¡Haz algo!
ELLA - Cielo ¿quieres tranquilizarte?
YO - ¡Hay alguien aquí conmigo joder! ... ¡Tengo un muerto tirándome su aliento en la espalda, estoy llorando, y muy asustada! ... ¿¿¿Cómo quieres que me calme??? ...
ELLA - Cielo.... ¿te importaría escucharme? ... Deja de escribir y lee esto ...
Para mí escribir suponía no mirar atrás y leer palabras, ya fueran suyas o mías, sentirme menos sola en mi habitación.
ELLA - No hay nadie, cariño.
YO - Lo dices para tranquilizarme.
ELLA - ¡NO HAY NADIE!
YO - Está aquí, lo siento, lo presiento lo notooooooo ...
ELLA – Ok, Escúchame. Era broma.
YO - ¿¿ Broma ???
ELLA - Quería demostrarte que no existen los incrédulos, cálmate por favor. Yo no veo nada, es cierto que a veces tengo visiones premonitorias, como cuando han llamado a tu
puerta, pero no puedo obligarme a ver a nadie.
YO - ¡¡Pero yo siento algo!!
Esto último lo escribí con lágrimas en los ojos y más asustada que nunca. Sus palabras no me tranquilizaron. Las lágrimas, me impedían leer bien, pero me las quité con mis manos, o apretando los párpardos para que salieran disparadas, y dejaran de molestarme.
ELLA - Voy a llamarte por teléfono.
Pocos segundos después sonó el timbre del teléfono. ¿Había hecho ella misma una conferencia para convencerme de que no existían las videntes ahora que ya me lo había creído?.
Fui a descolgar pero ocurrió algo que congeló mi mano en el aire.
ELLA - Cielo, no puedo llamarte sin desconectar mi computador. Sólo tengo una línea. ¿Puedo llamarte o prefieres que sigamos aquí?
Cuando ya tenía puesta la mano en el auricular ví su privado.
¿Cómo podía escribirme y llamarme a la vez? Miré el identificador de llamadas antes de descolgar. No había
número, era anónimo. No era ella. Eso lo tenía claro después de haber visto el privado.
Respiré hondo, y dudé entre contestar al privado o descolgar el teléfono. Me decidí por la llamada.
- ¡Hola ... Dígame! – Pregunté.
- ¡Tu amiga va a morir mientras tú escuchas este mensaje! – Se oyó del otro lado de la linea.
Jamás ... jamás, había sentido tanto miedo en mi vida. Nunca mi corazón había dado un vuelco tan grande, ni mis piernas me habían fallado con tal rapidez.
Me derretí como mantequilla. Comenzó a darme vueltas la habitación, y luché por recuperar el aliento.
De pronto, la línea se cortó y comenzó a escucharse el molesto sonido de "linea ocupada".
Solté el auricular como si me quemara en las manos. Volví rápidamente al CHAT, al privado. Tecleé tan rápido que lo escribí todo mal.
YO - ?ESta's ahí'? ... respondeeee ... responde por favvor ... ¿no me lees¿¿¿ ... DI ALGOOOOOOOO ...
Histérica, tomé mi agenda y marqué su número de teléfono. Yo sí tenía dos líneas y podía permitirme permanecer en internet mientras la llamaba.
Conseguí comunicación con el extranjero y esperé... esperé nerviosa, mordiéndome el labio, más agitada que entera, más asustada que nunca... prácticamente bailaba en mi asiento.
¡No contestaba! Colgué furiosa, pegándole tal golpe al auricular que pensé que había roto el teléfono.
Volví al privado y traté de que mi amiga respondiera. No lo hacía. Al final apareció un mensaje en mi privado, en su ventana.
ELLA - Ahora sí te veo. No tengas miedo. Sólo me quedaré un momento.
Sentí un escalofrío que recorrió mi espina dorsal. El CHAT me indicó que tras escribir esa última frase, mi amiga había salido del CHAT. Ya no estaba allí. No se había despedido de nadie, ni de mí, ni del resto de los miembros del grupo de FACE. Se Había desconectado.
Miré fijamente la pantalla, y sólo se movía ahora en el CHAT general. Ni siquiera sé de qué estaban hablando. Para mí todas las líneas no tenían significado, sólo podía mirar su último comentario del privado. "Ahora sí te veo. No tengas miedo. Sólo me quedaré un momento".
Entonces lo entendí, lleve las manos a mi rostro, y lloré sofocada, entendiendo que mi amiga había muerto, y que "ERA YO" quien había tenido la visión y la premonición, y el alma de MARIAM estaba a mi lado ahora.
No quise girar para ver, no quería creer que estuviese allí su espíritu, no después de todo lo que de algún modo u otro, vivimos juntas ...
En ese momento, sentí sobre mi cabeza y mi cara, una caricia tan suave como un suspiro, que lejos de asustarme, me transmitió paz, y una calidez maternal.
Fue entonces que con lágrimas en los ojos, y sabiendo que estaba allí, frente a mí, miré al vació y pregunté al aire ...
¿MARIAM, qué te han hecho?
- Shhhsssss ....
Al escuchar este sonido, respire profundamente, pues era igual al que mi madre hacía cuando yo era pequeña, poniendo su dedo en mi boca, para que dejara de hablar, y olvidara lo que me producía temor, para pensar en cosas bonitas.
Ladeé mi cabeza, sabía que la paz de su caricia no me abandonaba, y tristemente sabía también que este sería nuestro primer y último encuentro.
- Sollozando y con voz temblorosa, le dije ... ¡¡¡Te echaré de menos MARIAM!!!! ...
En ese momento, y sin razón alguna, la pantalla de mi computador se oscureció de pronto, y poco a poco comenzó a aparecer una frase muy corta, y muy significativa ....
¡¡¡ YO TAMBIÉN A TI FERNANDA !!!