La suerte del capitán (Suerte...

De addiction_jeager

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Actual portada hecha por @UmbraBlack Anterior Portada hecha por @CristtinaRosaless Jason Cooper no esta tenie... Mai multe

Prólogo
1|¿Qué demonios te pasa, Cooper?
2|Somos pareja
3| Amadeus
4| Llamada noctámbula
5| ¿Amigos?
6| Nuestro hijo
7| Colapso
8| Visita
9| A corazón abierto
10| Atracción y Deseo
11| Capitán suplente
13| El primer paso
14| ¿Seguimos siendo amigos?
15| Oferta inesperada
16| Las cosas estan cambiando
17| Un paso más
18| Cita...con el veterinario
19| Atraves de otros ojos
20| Aceptado
21| ¡Lo sabía!
22| ¿Enamorado?
23| Una semifinal y una confesión
24| Con las manos en la masa
25| Te necesito
26| Sospechas
27| Parte del grupo
28| No escuches conversaciones ajenas...
29| Una decisión díficil
30| La Final
31| Se acabo...
32| Sin ti...
33| Intervención
34| Confrontación
35| La Graduación
36| De camino al baile
37| Nuestra noche
Epílogo
¡Importante, leéme!
Extra 1: Tú y yo
Extra 2: Planes
Extra 3: Halloween a distancia
Extra 4: ¡Feliz cumpleños!
Extra 5: Juntos...por fin.
Apartado especial: Fanart

12| Escapte conmigo

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De addiction_jeager

Perdón por la tardanza, pero necesitaba tener listo este y el siguiente capítulo (el cual publicaré mañana).

Espero lo disfruten 😉
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Jason se sentó sobre el capo de su auto mientras esperaba a que Billy apareciera. Se moría de ganas de saber para que lo había hecho esperar en el estacionamiento. Aun no podía sacarse de encima la sensación de calidez que lo invadio cuando el rubio se le tiró encima al final del partido, era tan agradable y exitante tenerlo cerca que Jason temía terminar volviendose adicto a la cercanía de Billy.

—¡Principe Jason!

El castaño dio un pequeño brinco al escuchar aquella vocecita calida, pero su expresión de desconcierto fue remplazada por una de felicidad cuando vio a la pequeña Sophie Tucker corriendo en su dirección.

—Hola preciosa— dijo al tiempo que se inclinaba para tomar en brazos a la pequeña. —Viste jugar a tu hermano ¿eh?

—Si, es muy rápido cuando esta en el campo...

—Y que lo digas, es tan rápido como una liebre— la niña sonrio divertida— pero no le digas que he dicho eso, sera nuestro secreto.

—Nuestro secreto— repitió la niña.

—¿De qué secreto hablan?— Helen, la madre de Billy se acerco a ellos.

—De nada, de nada— dijo la niña rodeando el cuello de Jason con sus bracitos. —Es algo entre el principe y yo.

—Ajá —La mujer sonrió en dirección a Jason — Hola cielo ¿cómo estas?

—Mucho mejor— No la había tratado mucho, pero la señora Tucker le agradaba. —Por cierto, gracias por la galletas que envió, estaban deliciosas.

—¿En serio? Me alegra que te hayan gustado.

—Si las mejores galletas que he comido nunca.

La señora Tucker se sonrojó levemente.

—Oh, vamos, tampoco es para tanto. —dijo apenada.

—Para mi que debería ponerlas a la venta, le aseguro que se venderían como pan caliente y por supuesto, yo sería su cliente número uno.

La mujer soltó una risa agraciada y le dio una palmadita en la mejilla a Jason.

—Eres tan dulce y agradezco tu confianza en mis galletas pero creo que me reservaré mi receta para la familia — Jason se sintió calido ante el gesto, pues no es que su madre fuera demasiado amorosa con él...digamos que estaba falto de cariño maternal. —Pero no te preocupes que la proxima vez que prepare galletas, te enviaré algunas con Billy o puedes venir a casa y comerlas con nosotros.

—Eso sería un honor para mi...

—¿Qué cosa sería un honor?— Billy apareció interrumpiendo la charla y haciendo que a Jason se le atorara la respiración.

Billy llevaba puestos unos jeans negros que se moldeaban bien a sus piernas, una camiseta de manga larga en color gris y sus botas igualmente negras. Se veía increiblemente guapo.

—Mami invito al principe Jason a la casa, para comer galletitas— Informó Sophie.

—Eso es genial— Billy sonrio malicioso— Alucino con tus galletas, mamá, lo hubiera visto, no paró de comer hasta que se las terminó.

Jason se sonrojó mientras los tres Tucker lo veían con identicas expresiones de felicidad.

—Es bueno saber que alguien aprecia mi comida— dijo La señora Tucker con fingido reproche.

—Amo tu comida— Billy besó la mejilla de su madre— pero mujer, a veces me sirves tanta como para alimentar a un batallon y por si no te has dado cuenta este cuerpecito hermoso no se mantendría así si comiera tanto como tú quieres.

—Dramático— la mujer rodo los ojos sin dejar de sonreir. —Venga, vamonos Sophie, antes de que a la diva de tu hermano le de por armar un númerito.

—¿Cómo que diva?

—Adiós Jason, fue un gusto verte—La señora Tucker besó la mejilla del capitán y tomo a Sophie — Espero que sigas mejorando y ya sabes que eres bienvenido a casa cuando quieras.

—Gracias Señora Tucker, también fue un gusto verla.

—¡Adiós principe!— se despidió Sophie lanzándole besitos.

—Adios hermosa.

—¿Y para mi no hay beso de despedida?— preguntó Billy.

—No, tal vez tu cuerpecito hermoso no soporte un beso de despedida de tu madre — Se burlo la mujer. — No vuelvas demasiado tarde a casa.

—¡Mamá!

Jason no pudo evitar reirse ante aquello, al parecer los Tucker tenían la habilidad de hacer sonreir a las personas.

—¿Y tú de que carajos te ries?— inquirió el rubio cruzandose de brazos y dándole una mala mirada. Lo peor de todo es que aun molesto lucía guapo.

—De nada, pequeña diva...

¿Qué fue lo que dijiste, Cooper?

—Nada...—Jason contuvó la risa y trato de ponerse serio. —sabes que, mejor dime para que me pediste que te esperara aquí.

Billy lo observó por un momento pero luego suspiró.

—Escapate conmigo— dijo el rubió haciendo que Jason parpadeara confuso.

—¿Eh?

Billy se rió y se acerco más a Jason provocando que el castaño se tensara por la cercanía.

—Es que no me apetece ir a la fiesta que prepararon los chicos— dijo haciendo referencia a la fiesta que tenía lugar después de cada juego— Me gusta celebrar y eso, pero hoy no tengo ganas de ir. Por eso me ocurrió que tal vez quieras escaparte conmigo y pasar el rato por ahí ¿qué dices?

Si, si! Iré contigo a donde quieras" gritó una vocecita en la cabezá del capitán y eso provoco que se estremeciera. No quería parecer desesperado así que carraspeó y preguntó en el tono más relajado que pudo lograr.

—¿Qué tienes en mente?

—Bueno...—El rubio se llevó la mano al estomago e hizo un puchero. —Primero que nada me gustaría ir por algo de comer, ya sabes que correr como loco detrás de un balón provoca que se te habra un agujero negro en el estomgo. — Jason asintió estando de acuerdo— Y luego veremos que hacer.

—Eso suena como un plan para mí.

Billy no se lo pensó dos veces antes de salir corriendo y meterse en el asiento del copiloto en el auto de Jason. Y vaya si eso no hacia sentir jodidamente bien al castaño, le gustaban las confianzas que Billy se tomaba, de hecho le gustaba demasiado la actitud de Billy.

Ya con el auto en marcha decidieron que irian al centro comercial por unos hot dogs. Billy encendió el reprouctor y de inmediato la música electronica inundo el ambiente. Jason condujó en silencio mientras veia a Billy moverse al ritmo de la música y cantar de vez en cuando.

No tardaron demasiado en llegar a su destino pero justo cuando se disponían a bajar, ambos recibieron un mensaje de texto.

—Es de Max...—Informó Billy mientras observaba la pantalla de su teléfono. —Pregunta si iré a casa de Brice, parecé que ahí sera la fiesta.

—Que casualidad, Henry me preguntó exactamente lo mismo. — dijo Jason quien también revisaba su teléfono.

—Dile que no.

Jason hizo lo que su acompañante le decía, aunque en realidad sabía que un simple "no" provocaría que Henry lo llamara para pedir explicaciones. Y eso fue justo lo que sucedió. 

—No dejará de llamar hasta que responda— Jason hizo una mueca sabiendo lo insistente que podía llegar a ser Henry.

—Entonces dejemos los teléfonos en el auto y asunto resuelto. —Billy metió su teléfono en la guantera del auto e hizo lo mismo con el de Jason. —Ahora si, vamos por esos hot dogs o te juro que terminaré por comerte a ti.

Jason quiso golpearse por tomar ese comentario en doble sentido. No sabía que hacer para dejar de pensar en Billy de esa manera, quería poder verlo como un amigo y no estar preguntandose constantemente como sería besarlo o tocarlo...

—¡Date prisa!— Billy lo tomó de la muñeca y lo arrastró hacia el centro comercial. El castaño apenas si tuvo tiempo de usar el mando a distancia para activar los seguros del auto.

Billy lo arrastro hasta llegar al food court que se encontraba en el tercer piso y no soltó su agarre hasta que estuvó frente al local de los hot dogs. Puede que Billy lo haya soltado, pero Jason deguía sintiendo el calor de su piel y ni mencionar el cosquilleó que se apodero de su brazo.

Copraron la comida y tomaron asiento en las mesas cercanas. Jason no recordaba haber pasado un momento tan agradable antes. Billy hablaba de una y mil cosas y el capitán se dió cuenta de que podía pasar horas y horas escuhando, estaba seguro de que jamás se aburriría. Constantemente tenía que repetirse que si estaba ahí con Billy, era solo como amigos...pero es que aquello era tan parecido a una cita.

—¿Terminaste?— Preguntó Billy sacando al castaño de sus ensoñaciones.

—Eh...si. —Necesitaba mantenerse anclado a la realidad. —¿Qué es lo que sigue?

—Oh, ya lo veras. Vas a alucinar— Y el rubio nuevamente lo tomó de la muñeca —Apuesto a que nunca has ido a ese lugar.

—¿A dónde?

—Solo espera y veras.

La verdad es que a Jason no le importaba mucho a donde lo llevará, ¿si iba a sostener su muñeca todo el tiempo? Podían ir hasta el fin del mundo. Pero el recorrido fue más corto de lo que creyó, en cuestión de minutos estuviero parados frente a un local, el cual tenía una única puerta de cristal tintada de negro. No se veía absolutamente nada del interior.

—¿Vamos a un local vacio?— preguntó Jason con un poco de duda.

—Sabía que no habias estado aquí— Billy bufó. Tomo la manija de la puerta y la abrió. —permiteme mostrarte el magnifico mundo de Spectre...

—¿Eh?....

Y Jason fue jalado al interior del lugar. Lo primero con lo que se topo fue con que la iluminación del lugar era en un tono tenue de azul, dándole un halo fantasmagorico. Lo segundo que noto fue que el lugar era muchísimo más grande de lo que aparentaba. Lo tercero es que había mucha gente y por último...¡Qué el lugar era como el paraiso de los videojuegos!

—Cierra la boca, Cooper. —Dijo el rubio dándole un golpecito en la barvilla.

—Esto es...wow.

—Lo sé, fue lo mismo que pensé cuando encontre este lugar.

En el enorme local habían varios juegos antiguos, tales como pacman, king of figthers, metal slug...etc. Pero también estaban los clásicos de arcade como aquel en el que debes encestar balones para conseguir tickets y canjear un premio. Había un futbolito, hockey de mesa...y muchos más. Por supuesto que también contaban con videojuegos actualea y consolas de última generación.

—¿Cómo diste con este lugar?— preguntó aun escudriñando todo con la mirada.

—Bueno, eso es gracioso...— Billy se encogió de hombros. —Fue un día que Max y yo estabamos aburridos. Venimos al centro comercial a pasar el rato y nos topamos con la puerta de este local...Max decía que estaba vacio y yo insistía en que debía haber algo dentro. —Soltó una carcajada— Jugamos piedra, papel o tijera para ver quien de los dos tendría que empujar la puerta para saber si estaba cerrada o no.

—¿Y quién perdió?

—Max...el pobre estaba tan asustado y nervioso que empujo la puerta con demasiada fuerza y terminó cayendo de bruces en el interior. — La expresión de Billy se volvió un tanto melancolica. —Después de eso soliamos venir todos los fines de semana...

—¿Ahora ya no?— preguntó Jason.

—No desde que Max tiene novio— Billy volvió a encogerse de hombros.

—Ahora me tienes a mi y podemos venir a quí cuando quieras... — Y Jason se sonrojo al darse cuenta de sus palabras— digo...solo si tú quieres...

Billy le sonrió con ¿ternura? Y eso dejó fuera de juego al capitán.

—Te tomaré la palabra.

Luego de eso ambos se dedicaron a pasearse por todo el lugar provando los juegos y apostando por ver quien era el mejor de los dos. De sobra esta decir que como futbolistas, tenían una vena competitiva que no podía ignorar y esta salió a flote cuando se toparon con la mesa de billar, ni siquiera se dieron cuenta de la cantidad de tiempo que pasaron ahí. Reian, charlaban, bromeaban y con cada minuto, Jason se sentía más y más unido a Billy.

Para cuando se dieron cuenta, uno de los encargados les informo que estaban por cerrar. No les quedó más remedio que salir, aunque claro acordaron volver a aquel lugar más pronto que tarde.

El centro comercial estaba casí desiertos y las únicas personas que aún se encontraban ahí era los encargados de las tiendas. Se llevaron una enorme sorpresa cuando salieron del lugar, afuera estaba lloviendo a cantaros.

—Diablos —Dijo Jason dando un paso atrás en clara señal de que no quería mojarse. —¿Y ahora que hacemos?

—Ir al auto— respondió Billy en tono obvio.

Jason se sacó las llaves del bolsillo del pantalón y suspiró lamentandose por no haber dejado el auto en el parqueo subterraneo. Realmente no quería mojarse, la sola idea lo hacia estremecer.

—Trae aca...— Billy le arrebato las llaves y salió corriendo bajo la lluvía.

—¡¿Qué rayos ?! ¡Billy, vuelve!

Obviamente el rubio ignoro sus gritos y en cuestión de minutos volvió con el auto, se detuvó frente a Jason y abrió la puerta, por lo que el castaño solo debía dar un par de pasos para refugiarse dentro.

—¡Sube de una vez!— gritó Billy desde el interior mientras se movia hacia el asiento del copiloto.

Jason se metió al auto y luego giró hacia Billy dándole una mirada de reproche.

—¿Es enserio? ¿Cómo se te ocurre hacer eso? Joder Billy, ahora vas a enfermarte.

—No me regañes, porque era eso o quedarnos ahí hasta que la lluvía cesara y parece que no dejará de llover pronto.

Jason gruñó por lo bajo y encendió la calefacción, luego se inclinó hacia la parte trasera y tomó un sudadero que había dejado olvidado días atrás.

—Toma— le paso la prenda—quitate la camiseta y ponte esto, al menos te hará entrar en calor.

—No es para tan...—Las palabras del rubio fueron interrumpidas por un estornudo.

—¿Decías?

—Ya, me pongo la sudadera...— Jason pusó el auto en marcha haciendo todo lo posible por no desviar su vista hacia Billy y su torso desnudo. —En serio, eres más exagerado que mi mamá y que sepas que ella es muy exagerada.

—Diva...

—¿Qué dijiste?

—Dijé que iremos a mi casa, te prestaré ropa seca y luego te llevaré a tú casa...¿Estas de acuerdo?

—Sip, porque es incomodo usar pantalones mojados.

Asi que el nuevo rumbo era la casa de Jason...

No tenían la menor idea de lo que sucedería esa noche.








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