(Algunas de las canciones que utilizaré pertencen a otros artistas, pero fingamos que son creadas por mi)
...
Observaba atentamente como los productores escuchaban mi canción, unos de ellos, Rex, sonreía y movía la cabeza ritmicamente con mi canción. Los otros 2 movía los pies, pero no mostraban expresción.
Cuando esta acabó los aplausos de los productores cortaron el silencio de un segundo que se había armado tras la última palabra de mi canción.
-Wow.- exclamó Jake, el productor que usaba unos lentes enormes.
-Exacto.- añadió Trab, el último productor.
Se creó un gran silencio en la habitación. Mire nerviosamente a Ed, Cameron y Carter, que me devolvieron la mirada. Me miré las uñas tratando de lucir tranquila.
-La amo.- dijo finalmente Rex.
Era la primera vez que sonreía en 3 días. Tres días en los que había escrito una canción, y en los que no había recivido ninguna noticia sobre Ross. Solo que estaba bien.
-¿Como se llama?- preguntó Jake sonriendo mientras sacaba una copia de mi canción.
-Red.- le dije.
-Por un segundo creí que ibas a llamarla Lynch.- comentó Trab distraido.
El silencio volvió a levantarce en la habitación, y está vez me sentí incomoda.
-¿Quieren ir a beber algo?- preguntó Ed.
Cogí mi bolso y todos nos fuimos hacia la cafetería. Ordené agua, porque todo lo demás era dulce, y me sentía mal como para beber algo dulce y alegre.
No participé mucho mientras todos bebían y contaban sus historias, solo asentí y sonreía cuando alguien decía algo gracioso.
"Saquenmé de acá pensaba", pero luego me dí cuenta de que si me iba a casa me quedaría sola y me pondría a llorar.
Mi teléfono interrumpió historia de Rex, me disculpé mientras sacaba mi movil del bolso, me levanté y me fuí a esquina.
El corazón se me detuvo. La llamada era de Stormie. "No porfavor" pensé.
-Ho...hola.- dije dudando, ¿Quería saber lo que me quería decir?
-Alguien quiere decirte algo.- la voz de Rydel sonaba tranquila.
Esperé unos segundos confundida, solo escuché ruido por el teléfono.
-"Hola nena"
Sentí que mi corazón golpeó mi pecho con fuerza, tanto así que dí un pequeño grito y me cogí corazón, como si esque se fuera a salir.
-¿Ross?- mi voz sonó aguda.
-Si.- respondió, sentí su sonrisa a traves del teléfono. No lo podía creer, estaba hablando con él.
-¿Qué...como, como es que?- no tenía las palabras.- Pasame con Rydel.
...
-Ya no tiene problemas.- dijo Stomie sobando la cabeza de Ross.-Mañana saldrá si todo sale bien hoy.
Asentí, quería volver a llorar...de felicidad. Ross tenía mi mano sujeta y me sobaba lo nudillos.
-¿Y que has estado estado haciendo mientras estaba aquí recostado?
...Escribí una canción sobre ti...
-Luego te lo cuento.- respondi sonriendo.
Y esque me era imposible no sonreir cuando ya todo estaba bien, y ya no volvería a llorar sola en mi habitación, y ya no miraría mi teléfono cada minuto para comprobar de que no tenía ninguna llamada o texto de los Lynch.
...
Encontré a Ross en su habitación jugando en su movil, el miercoles cuando fui a visitarlo. Me recosté junto a él y me sentí muy cómoda. Debería empezar a usar mallas más seguido, eran más comodos que los jeans. Puse me cabeza en su hombro.
-Cuentame algo.- me pidió.
-¿Como que?- pregunté.
-Dime lo que quieras.
-Dime que quieres que te diga.
Lo pensó por un momento.
-Dime que me extrañaste.
Me volví y lo miré a los ojos. Cuanto había extrañado esos ojos miel, pasé mi mano por su cabello y lo desordené. Tambien había extrañado eso. En realidad había extrañado todo.
-Claro que lo hize Lynch.
Me jaló y me puso sobre él y mis piernas a cada lado de sus caderas.
-Yo tambien lo hize.- me besó en los labios.
Me pegué más a él, y sentí sus musculos a traves de su camiseta. No pude contenerme y pasé mis manos remarcando cada cuadrito que tenía allí.
Rió contra mis labios, pero continuó besandome. El beso se intensificó y su respiración tambien, me pegó aún más a él y pude sentir todo su cuerpo. Mis pechos estaban siendo aplastados contra el pecho de Ross. Dirigí mis manos a su cabello, y el puso la cabeza para atras, de manera que le tiré del cabello.
Gimió y sentí como algo crecía en sus pantalones, trate de ignorarlo. Pasó sus mano frías bajo mi camiseta sobó mi espalda. Sentí escalofrios al contacto.
-Estás frio.- dije separandome.
-Espera, en unos segundos me calentaré.
Entendí su respuesta y me alejé más de él.
-Ross...
-Shhh.
Me volvió a pegar a él y intodujo su lengua en mi boca. Con sus manos desató mi bra.
-Oops.- dijo fingiendo inocencia.
-Ross...
Introdució su lengua en mi boca nuevamente, se la mordí y el gimió, cada segundo me costaba más resistirme.
Ross estaba mal, y que tal si se ponía peor luego de esto.
-Ross para.- dije finalmente.
-Estoy bien,_____.- dijo irritado.- Mírame, tócame, soy el mismo que te hace gritar en las noches.
-No dije que no lo fueras.
-Entonces olvidate de todo y quítate esa maldita ropa.
-¿Y si te pones mal?- dije.- Ya no podré soportar otra vez más.
No respondió. Se quedó callado y mirandome como si tratara de enterme.
-No lo haré. Estaré bien si esque estás conmigo.
Le acarizié la mejilla, y trate de olvidarme de todo.
-Està bien.
Me quité la camiseta por arriba, y tiré el bra en el suelo. El bulto del pantalon de Ross creció más.
-¿Que tienes allí,Ross?- bromeé señalando su entrepierna.
-¿Porque no lo descubres tú?
Jalé a Ross y lo puse sobre mí, aún así tenía miedo de que le falte el aire, y quitandole mi peso ayudaria.
Lo acerqué a mí y empezé a besar su cuello, hundió su cabeza en el mió para que me de mejor acceso a su cuello. Pude sentir su olor, que tanto extañaba, dejé marcas con mis dientes y labios, y gimió cuando le mordí el lóbulo de la oreja.
Se separó de mí, tardó un poco en quitarme las mallas. Bueno talvez no era tan buena idea usar mallas. Me quitó las panties y las tiró junto a mi camiseta.
Me abrió las piernas. Sentí que el deseo aumentó, todo lo sentía allí abajo.
Puso sus caderas tan cerca a las mías que sentí que su erección iba a entrar en mí, pero aún llevaba boxers.
Sobó su polla sobre mi sexo, incitandome y dibujando circulos con ella.
-Ross tus boxers.-dije entre jadeos. Bajé las manos para liberar su erección, pero el me detuvo.
-Te haré sufrir un rato más.
Continuo sobando su pene contra mi sexo, dando vuelta y haciendome que sienta la punta, pero solo la punta. Yo ya estaba mojada, más que mojada!
La burbuja que media mi nivel de excitación iba a explotar...lo sentía, conocía esa sensación, me iba a correr, y él nisiquiera me había penetrado.
Gemí tratando de liberar esa energía, pero no ayudo.
Me corrí y Ross pasó su mano por mi resbaladizo sexo, y luego se llevó los dedos a la boca.
Sin esperar más le bajé los boxers, cogí su erección, que era más dura de lo que esperaba, y me la metí.
Ambos gemimos al rozamiento, moví las caderas lento, quería ser yo la que dirigiera esto, para así poder controlar la velocidad y hasta que punto podía permitir que Ross llegara.
-Oh,nena... Como extrañaba esta sensación.
Moví las caderas un poco más rápido, teniendo en cuenta su respiración.
-¿Tienes suficiente aire?- pregunté.
-Dejalo ya, estoy tratando de follarte.
¡Yo lo estaba follando a él! Pero no le dije nada.
Ross aceleró sus movimientos, pero yo los hize más lentos, espero unos segundos y volvió a acelerarlos.
-Me lastimas.- mentí, tenía que hacer que pare.
Volvimos al mismo ritmo, y ahora sí me deje llevar por la sensación.
Ya habíamos vuelto...