El auto iba de aquí para allá, exactamente la escuela quedaba no poco lejos de donde estaban; más el señor "Ukai" parecía tener que hacer un montón de vueltas. Lo peor de todo es que lograba ir a más de 80, se aferraba al asiento pero temia morir en ese auto.
En algún momento vio al hombre tirar el cigarrillo por la ventana y prender el auto con desesperación; al notar la cara plantada de terror en el menor el mayor hablo:
—¡El profesor takeda nos va a ganar! —explico con sus ojos bien abiertos, mientras volvía al volante y retrosedia el auto rápidamente del estacionamiento.
—¿Q-Quien es el profesor takeda? —pregunto con curiosidad, aún asustado por la explicación tan poco explicable.
—¡Es un... Un amigo! Hice una maldi.. —tocio para fingir no estar apunto de decir una palabra grotesca frente a la mirada curiosa del menor-, ¡Una apuesta con él! ¡Y no lo puedo perder!
—¿Uh? ¿Qué clase de apuesta? —cuestiono nuevamente, mientras el contrario colocaba una mueca de desesperación. Sin saber si decirle o no.
—¡Son cosas de adultos!
—... —yamaguchi callo por un momento, analizandolo— Acaso.. u-ustedes...
El mayor manejaba mientras miraba al menor, asustado con los que diría, y por lo que quizás podría ser descubierto.
—¿S-son traficantes o algo así? —respondio junto con otra pregunta a la vez, mirando el suelo del carro preguntándose: "quizá este carro... Haya sido comprado con ganancias de eso..."
El mayor pego un chillido, saltando en su puesto por la idea del menor en el, volteo a verlo rápidamente frenando el carro
—H-Hey, Hey, Hey, N-No vendemos droga, ¿okay? Relájate. —aclaro moviendo sus manos en negación, tranquilizando al menor.
—O sino... —agrego sin pensar, haciendo temblar nuevamente al pecoso con inseguridad.
—S-Si no hago caso me matará ¿V-Verdad? —miro nuevamente el suelo, más asustado y con lágrimas en sus ojos.
El mayor golpeó su cabeza contra el volante ocasionando un pitido. No servía para explicar y menos para hacer a alguien mantener la calma, ahora tenía a un adolescente casi llorando atrás; no lo culpaba, por esas razones no tenía hijos y tampoco servía para tener novias.
Su celular sonó, lo atendió y la voz juguetona del profesor lo hizo reaccionar, colgo rápidamente y arranco sin dejar que el menor se organizará el cinturón, el auto se movía rápido y casi atropellan a unas chicas que estaban pasando por la cebra en la carretera.
Cuando llegaron el de pecas se bajó rápidamente y se fue al basurero más cercano a vomitar, un castaño bajito pero de unos 28 o incluso 30 de edad se acercó al menor a revisarle, al ver que solo estaba mareado miro con desaprobación al entrenador.
—¿¡Q-Que demonios Ukai!? ¡Casi lo matas de un infarto! —regaño, mientras el otro sobaba su nuca.
—Ah.. si, bueno. Pero no pasó, es lo importante. ¿No? —el contrario frunció su ceño y negó levemente.
—¿Por qué lo tragiste contigo? Shimada-san se enojara contigo al tener a su aprendiz en este estado.
Ukai se puso en blanco, ¿Shimada enseñando? Una mentira.
—El no tiene ningún apren..
—Ukai-san, Takeda-san. —hablo una linda chica de cabello azabache azulado. La cual les miraba con su expresión calculadora de siempre que no quitaba ni restaba su elegancia en la forma de hablar o expresarse.
—¡Ah! Shimizu-chan, ¿Podrías llevar a este chico adentro por favor? —pregunto señalando al chico que estaba contra una pared medio traumado. La contraria asintió sin dudarlo.
—Tadashi-kun. —llamo con dulzura, este al ser llamado volteo a verle, ambos mayores estaban sorprendidos. "Tadashi-kun?"
Sin poder preguntar el chico solo obedeció al llamado y se fue junto a la única chica del lugar, mientras takeda regañaba a Ukai por haber llevado de esa forma tan incorrecta y peligrosa a un menor que no era nada de él, ni un conocido.
La azabache caminaba al lado del Pecoso que no parecía dar señales de relajarse. Hacía mucho frío en ese momento y eso empeoraba la situación.
—Tadashi-kun, ¿Tu madre sabe de esto? —pregunto monótona pero con calidez propia. El menor no la miró, más le respondió.
—N-No.... No le digas, por favor. —respondio mientras se autoabrazaba. La mayor asintió.
—Necesito que te quedes aquí un momento, ponte el suéter que está ahí; supongo que al dueño no le importará ya que lo dejó tirado ayer. —señalo el suéter, luego se fue dejando encerrado en una habitación llena de bastantes cosas. Se puso el suéter inseguro de si usar algo ajeno, le quedaba grande para su sorpresa
Miro alrededor y habían un montón de cosas, ropa tirada, zapatos, el bolso de Hinata...
¿Que...? ¿¡El bolso de Hinata!?
Eso significa que Hinata estaba unido al club de voleibol, bueno, aunque no le extrañaba tanto; aveces le pedía que se la levantará cuando realmente no sabía hacerlo, más a el parecía bastarle con que solo flotara en el aire. Siempre la alcanzaba sin importarle en que forma caería.
Empezó a ver todo el lugar, encontró unas historietas raras que abrió con curiosidad, miro la portada, era una mujer semi desnuda. Rápidamente tiró eso a un rincón del cuarto ¿Que integrantes tenían en ese equipo? No quería conocerlos.
Se levantó y abrió la puerta, no quería quedarse más tiempo ahí encerrado. Casi choca con alguien que era un poco mas alto que él.
—¡L-Lo lamento mucho! —se disculpó sin siquiera mirar a la persona en frente de él.
—¿Eh?, ¿Quién eres tú?, ¿Y qué haces con mi chaqueta? —pregunto un azabache de su misma altura, ¡era aquel chico que andaba con Hinata!
—Bueno, yo.... —trato de explicar bajo la mirada fruncida del otro.
—¿No vas a hablar? Muevete. —le grito al Pecoso, el cual dió un respingo. Escucho los pasos de alguien y una risa que ya conocía.
—Oh, ¿El rey está molestando a un pobre súbdito? —se burló el rubio, sin mirar a nadie más que no fuera al azabache.
—¡¡No me llames rey, maldito Tsukkishima!! —rugio haciendo reír de forma satisfecha aunque no amistosa al de mayor altura, la risa se le quitó cuando vio al Pecoso mirando a otro lado mientras jugaba nervioso con las mangas del saco que le quedaba grande. Tsukkishima dirigió una mirada fría al azabache, que se sorprendió sin dejar de fruncir su ceño.
—¿Que le hiciste, Rey? —pregunto serio el rubio.
—¡No me culpes! Lo ví con mi saco, ¡¿Que querías que pensara?! —grito señalando a un culpable pelioliva que solo miraba al suelo.
El más alto fue hacia Tadashi y le quitó el saco con cuidado, tirándoselo a la cara al dueño haciendo que se quejara. Fue a buscar el suyo entre sus cosas y se lo coloco al Pecoso sin mirarlo a los ojos, luego volteo un poco su cabeza para mirar neutro al azabache que los miraba extrañado.
—Listo, ya no tiene tu saco, ¿Feliz? —pregunto molesto, el ojioliva no hizo más que sonrojarse y ocultarlo hundiendo su cara en el saco del más alto, su olor lo hizo sentirse protegido y vulnerable a la vez, aveces odiaba sentirse de esa manera, teniendo que ser cuidado de alguien, patético.
Una pulga naranja no tardó en aparecer mientras cantaba una estúpida melodía. Haciendo voltear a todos y mirarlo.
Se asustó al ver un duelo de Titanes y retrosedio con más miedo al ver el aura que desprendía su armador.
—U-Uh, Kageyama-kun, cálmate. parece que fueras a matar a alguien.—recomendo temblando el menos alto de todos.
—Callate, ¡Hinata idiota!, ¡Idiota! —intento golpear al menor, más lo esquivo y comenzaron a correr intentando golpearse.
Dejando en una atmósfera algo silenciosa a el rubio y el Pecoso, El mayor no tardó en hablarle al encontrar algo que decir:
—Yamaguchi. —llamo al menor, este lo miro.
—Perdon, Tsukki.
—¿Qué hacías con la chaqueta de ese idiota? —de alguna forma le molestaba, el menor se sorprendió quizá estaba molesto por ocasionarle problemas.
—Bueno... Kiyoko-san me dijo que el dueño de la chaqueta la había dejado, entonces me dijo que podía colocarmela ya que hacía mucho frío... —respondio sin mirar a Tsukkishima, pero sintiendo su mirada penetrarle.
—¿Por qué?
—¿Eh? —le miró— ¿Por qué, que?
—¿Por qué la llamaste "kiyoko" y no "Shimizu"? —pregunto intentando ocultar su leve enojo con su mirada y habla neutra
—¿N-No crees que me estás pidiendo muchas explicaciones? —pregunto a lo que el rubio frunció su ceño.
—¿Y eso que? Respóndeme.
Antes de que la escena siguiera alguien entró al lugar.
Pta. Escribir con este calor tan intenso me mama. Lptm. Nisiquiera hace sol pero mi cuerpo arde en calor ;;;v;;; Help.
Este capítulo, estoy segurx y es el más horrible que he escrito, pero con este estrés que me mandó no pude sacar algo mejor que esto, mis manos ya me arden y me jode tanto bañarme.
El próxima capítulo tiene que ser mucho mejor que está kk, posiblemente lo saqué el próximo fin de semana o incluso entre esta.
Perdonen errores, o las pinches rayas que se me pasan de chiquitas a grandes :> gaypadd deja de joderme las peLOTAZ PORFA. ::>>
Key🐲✨-