Pasaban las horas, pero el edificio se mantenía abierto mientras los chicos que pertenecían a talleres extracurriculares se quedaban hasta más tarde para sus ensayos y proyectos. En el salón de actos el grupo de teatro repetía por quinta vez la misma escena con tal de conseguir actuarla perfectamente, en el gimnasio Bebe hacía que las nuevas integrantes repasaran la rutina para el próximo partido de los Cows, el taller de arte discutía en que orden colocar sus cuadros para la exposición de mañana, todos dentro de la escuela estaban ocupados.
Todos menos ellos dos, aún estaban sentados en el pasillo, ocasionalmente siendo interrumpidos por algún conserje que debía asear las salas contiguas. Stan se sentía completamente relajado, a punto de quedarse dormido con el pelirrojo que enredaba su cabello distraídamente mientras miraba hacía la nada de forma pensativa. Era una sensación única que había entre ambos, eran capaces de estar juntos sin decir ninguna palabra y no sentirse incómodos, al contrario, era un espacio acogedor e íntimo que compartían solo ellos dos. Lamentablemente ese paraíso personal no podía durar mucho para Stan, la suave voz de Kyle lo despertó, pero su pereza lo limitó a escucharlo con los ojos cerrados.
"Dude, ¿ya pensaste dónde quieres estudiar?"
¿Universidad? ¿estudiar? ¿separarse de su mejor amigo? No tenía ni la más mínima gana de hablar sobre eso, ¿a quién le importaban esas idioteces? Es mejor conversar sobre cosas agradables, cosas felices... ¿Por qué no mejor hablar sobre el espacio? Si viajaran juntos a Marte no tendrían que preocuparse por esas tonterías, se pasarían el día mirando las estrellas, diría algo cursi como que eran hermosas, pero no tanto como él y se sonrojaría hasta que el rojo de sus mejillas no pudiera diferenciarse del de su cabello. La vida sería más sencilla y alegre así, no habría exámenes de admisión de los cuales preocuparse. Su plan ideal quedó inconcluso cuando sintió los dedos del judío apretando su nariz y cortando su respiración.
"¿¡Qué coño te pasa!?"-decía entre cada tosido- "¡Casi me ahogo!"
"No exageres, fue un segundo"
"Un segundo sin mi precioso oxígeno"
"Stan, te hice una pregunta"-lo miraba con una mezcla de enojo y decepción- "...No lo has pensado"
Estaba acorralado, durante el año la mayoría de las veces había logrado escaparse de esas preguntas cambiando el tema, pero esta vez su mejor amigo le hablaba en serio y Stan sabía que era algo a lo que no podría restarle importancia por siempre, ya que cada vez quedaban menos meses para que acabara su ultimo año de escuela y tuviera que adentrarse al mundo universitario. El caso es que le costaba pensar en todo lo que significaba y conllevaba, ni siquiera estaba totalmente seguro de lo que quería estudiar. Había muchas cosas que disfrutaba hacer, pero ninguna lo llamaba lo suficiente como para decir 'si, esto es a lo que deseo dedicarme por el resto de mi vida' y no se trataba tan solo sobre eso, incluso si encontrara aquello que lo apasionaba, tendría que esforzarse mucho más para conseguir las notas suficientes, porque a pesar de que en general sus notas estaban en el promedio, había muchas cosas en las que aún era deficiente y se encontraba completamente perdido sin Kyle. No se sentía listo para tomar esas decisiones, pero tampoco podía ignorarlas.
"No lo se"-suspiró y estiró su gorra para que le cubriera el rostro- "no quiero pensarlo"
Kyle le quitó la gorra y levantó sus rodillas para apartarlo de sus piernas y las dejara de ocupar como almohadas- "¡Joder Stan! algún día vas a tener que hacerlo"
"Kyle..."-lo observó con pena- "Estábamos muy bien, no te enojes conmigo ahora, no lo arruines"
"Tú eres quien lo está arruinando"-frunció el ceño y suspiró- "Stan ¿Crees que no me pone triste también?"
El pelinegro se quedó mirándolo vacilante, sinceramente no había tomado en consideración los sentimientos del judío en cuanto a la graduación, más que nada porque se mostraba entusiasmado por todas las opciones de carreras que podían estudiarse, en su mente Kyle parecía tener todo bajo control y casi siempre lo tenía. No obstante, la forma en que lo miraba decia algo distinto, en sus ojos verdes se reflejaba el temor y esa misma impotencia que sentía del no poder detener el tiempo que avanzaba demasiado rápido para ellos. Parecía como si estuviera en un desafío de cuantas veces podía cagarla en una misma semana, todos estos días había estado tan enfocado en sí mismo que se olvidó de cómo podía sentirse Kyle. En general el pelirrojo veía las cosas de forma más racional y en vez de atender a los efectos emocionales que podían traer ciertos problemas, se concentraba en buscar alguna solución para ellos, aun así, muchas veces el mantener ese papel de la voz de la razón llevaba a que los demás olvidaran que a él también le afectaban anímicamente muchas cosas, solo que no lo tomaba como una prioridad.
"T-tienes razón, lo siento...soy un egoísta"-apretó los puños y se mordió el labio inferior.
"De hecho sí, pero no te preocupes, siempre estaré listo para golpearte cuando vuelvas a creer que eres el centro del universo"-le prometió el judío riéndose.
"No lo dudo"-le respondió con una sonrisa- "¿Tampoco quieres que se termine el año?"
Kyle recostó su espalda en la pared y dirigió su vista hacia el techo- "Si...y a la vez no"
"Lo entiendo, yo en realidad estoy asustado"-se arrastró hasta poder arrodillarse junto a su amigo- "Me da miedo equivocarme, si no elijo bien qué quiero estudiar y donde, perderé tiempo y dinero"
"Es cierto"-asintió con la cabeza- "A pesar de todo, creo que me contenta pensar en que es un nuevo mundo, lleno de cosas que aprender, no será nada como lo que estudiamos aquí, será mucho más complejo"
"...eso es lo que más me aterra, es demasiado para mí"-reía nervioso- "el trabajo de historia, admito que lo que escribí lo copié de- "
"A mí lo que más me aterra es que nos separemos"
No sabía que responderle, así que no dijo nada, solamente entrelazó sus dedos con los suyos y apretó su mano fuertemente, en un intento de poder transmitirle confianza y seguridad-"A mí también me da miedo"
"Por eso...si insisto no es porque quiera hostigarte, quiero hacer lo posible para que sigamos juntos"-lo miró fijamente a los ojos-"Para eso primero necesito que escojas que quieres hacer y yo estaré dispuesto a estudiar contigo día y noche con tal de que lo logres"
Sintió un abrupto impulso de querer besarlo pero usó toda su fuerza de voluntad para contenerse, el nivel de compromiso que tenía su mejor amigo para mantenerlo cerca suyo lo hacía sentir un cariño inimaginable hacia él. Se preguntó si acaso a eso se refería su madre cuando decía que en el amor verdadero ambas personas trabajan para construir un futuro juntos, si era así entonces no podía quedarse atrás y dejarle toda la responsabilidad a Kyle, tenía que dar de su parte.
"Esta bien, intentare decidirme por alguna carrera...eso sí, no creo que sirva mucho para devolverte la ayuda, soy inepto en todo menos ecología y eso ya lo manejas"-dijo dejando salir un suspiro.
"Ya pensaré en algo, por mientras enfócate en estudiar"
"¡A la orden capitán! Estudiaré todos los días y haré todas las tareas extras que nos den"
"Más fácil dicho que hecho, ¿me lo prometes?"-preguntó acercando su dedo meñique, el cual Stan cruzó con el suyo para firmar su juramento.
"Te lo prometo"-la expresión del pelirrojo por fin cambió a una de alivio-"Por cierto, ¿Qué crees que me vendría mejor?"
Kyle se quedó pensativo por un momento y luego respondió asertivamente-"Creo que te vendría bien algo como biología o veterinaria, así podrías estar cerca de los animales y a la vez protegerlos y estudiarlos"
"Ahora que lo pienso sería genial"-sonrió ampliamente-"aquí en South Park no hay mucha variedad de animales, me gustaría conocer otras especies raras...algo que no sea Stripe o la ballena de peluche que me regalaste para mi cumpleaños"
"¡Se me había olvidado! Tu cara cuando lo abriste no tenía precio, parecías un niño otra vez"
"Ojalá lo fuera..."-de repente la conversación lo hizo recordar que aún tenía que buscar un regalo para Kyle-"Esto...dude, tengo que irme, le prometí a mi papá que lo ayudaría a...a bañar a Sparky"
"Hm, nos vemos mañana entonces, asegúrate de no dejarlo escapar al patio como la otra vez o quedará lleno de barro"-se puso de pie y limpió la suciedad de sus pantalones
"Claro, esa vez si que fue difícil lavarlo de nuevo"-se despidieron chocando los puños y el pelinegro se encaminó en la búsqueda del regalo perfecto para su mejor amigo.
Por lo menos Stan ya estaba seguro de cuál iba a ser el regalo, solo tenía que encontrarlo. Kyle se había pasado varios días hablando sobre un libro que quería leer, "Somos polvo de estrellas" de José María Maza, pero no se había dado el tiempo de comprarlo porque estaba demasiado ocupado estudiando para los exámenes finales y no tendría tiempo para leerlo con tranquilidad. Otra opción era una laptop pero su escaso presupuesto no se lo permitía, por lo que confiaba en que sus padres se ocuparían de ello. El libro no era muy caro en comparación a la mayoría ni era muy largo, no debía tener más de unas cien y algo páginas, lo más probable es que le fuera fácil encontrarlo ¿no es así?
Pues no, llevaba más o menos una hora y media buscando aquel libro y no podía encontrarlo en ninguna de las librerías que habían en el pueblo, sus pies ya estaban cansados y le quemaba el caminar. Se sentó en el banco de una plaza cercana y pasó sus manos por su rostro ¿Qué iba a hacer? O de pronto la gente de South Park se había vuelto muy culta o el libro era tan poco conocido que no era capaz de llegar hasta las montañas nevadas. Había llamado a algunos amigos que les gustaba la lectura preguntando por el libro pero ninguno lo tenía, ni siquiera Timmy y Jimmy que eran aficionados a la ciencia. Según ellos disfrutaban más de las actividades prácticas de laboratorio que pasarse leyendo toda la tarde libros científicos '¿Para qué queremos leer libros de otros? Algún día haremos un descubrimiento del que se escribirán miles de libros' decía Jimmy, tenía que admitir que envidiaba un poco la seguridad que tenían en ellos mismos, Stan no esperaba conseguir algo más allá de una vida común y corriente, mientras que ellos estaban totalmente convencidos de que serían investigadores prestigiosos en el futuro.
Otra alternativa sería comprarlo por internet, pero el envío demoraría demasiado y Stan deseaba entregárselo en su mismo cumpleaños, teniendo en cuenta que estaba preparando una sorpresa, no exageradamente elaborada pero estaba seguro de que a Kyle le encantaría. El hecho de solo imaginar la forma en que sus ojos brillarían con emoción lo motivaban para preparar todo a la perfección, pero para completar lo que le faltaba en su plan debía esperar hasta que Token volviera de las vacaciones con sus padres. Detestaba el hecho de necesitar la ayuda de quien comenzó a salir con su ex novia días después de que terminaron, pero era una pieza clave para que funcionara.
Escuchó una puerta cerrarse y notó que estaba sentado justamente en frente de la casa de Kevin, quien salía llevando una bolsa de basura en una mano mientras con la otra equilibraba una pila de revistas y libros sobre una caja de cartón. Viendo lo complicado que estaba intentado acarrear todo se levantó para hacer su buena acción del día.
"Hey Kevin ¿Necesitas una mano?"-el rostro del chico apenas se divisaba entre los bultos.
"Hey Stan, ten, ayudame con esto"-le tendió la caja con el montón de libros y suspiró de alivio al aminorar su carga-"Que suerte pillarme contigo, acumulé demasiada basura en mi pieza y me obligaron a sacarla"
"Ya me doy cuenta, esto pesa bastante"-ojeó algunas de las revistas que llevaba en brazos, agradeció que no hubiera ninguna pornografica y no tuviera que hacerlo pasar por vergüenza. Fue entonces que se dio cuenta que entre las revistas estaba el libro que tanto buscaba-"¡Kevin! ¡No puedes botar esto!"
"¿Qué?"-el chico asiático dejó la bolsa negra junto al basurero y vió lo que Stan tenía levantado-"Ohh...ese libro, lo compré pensando que era sobre Star Wars o ciencia ficción, no me gustó"
"¿Entonces no te importa si me lo llevo?"-le preguntó en tono suplicante-"De verdad lo necesito"
"Llévatelo, no me importa"-se encogió de hombros-"Tengo que volver a jugar, que la fuerza te acompañe"
Al fin logró conseguir el libro, estaba en perfecto estado y no le faltaba nada, lo escondió en su chaqueta por si se encontraba accidentalmente con el pelirrojo y ya mucho más tranquilo siguió el camino hasta su casa para continuar organizando el resto.
"Este vestido es lindo pero no abriga nada"-Butters se aferró más fuerte a la chaqueta naranja, lo único que protegía a su cuerpo del frío-"G-gracias por querer acompañarme a casa Ken"
"No agradezcas, cinco minutos más contigo valen la pena"-el más bajo se sonrojo y Kenny rodeó sus hombros con el brazo.
"¿No tienes frío? solo llevabas una polera debajo"
"He aguantado cosas peores"- y tenía razón, si había pasado por cosas como ser atropellado, apuñalado, quemado, entre otros, el frío de South Park no era nada para él.
Estaban llegando a la salida de la escuela, cuando un grupo de 3 chicos con las caras encubiertas que estaban reunidos al otro extremo empezaron a seguirlos por la calle. Al principio ninguno de los dos se dio cuenta, pero pronto Kenny comenzó a sentir un escalofrío instintivo, aquel mismo que casi siempre sentía cuando se encontraba en peligro, para luego solo desvanecerse y despertar en el purgatorio. No quería atreverse a mirar hacia atrás inmediatamente, por lo que cuando doblaron una esquina en un rápido movimiento ocultó a Butters detrás de su espalda y encaró a quienes los perseguían. Se notaba que todos eran mayores y más altos que él, estaban vestidos para no llamar la atención pero fueron prudentes al esconder sus rostros, no era capaz de reconocer a ninguno de ellos, ni siquiera le recordaban a alguno de los vagabundos con quienes se relacionaban sus padres.
"¿Qué quieren?"-preguntó con voz gélida, su mirada amenazadora no intimidaba a los chicos quienes solo rieron y se acercaron más hacia ellos.
"Nada, los vimos y teníamos que decírselo"-uno de los chicos velozmente arrancó la peluca de Marjorine antes de que Kenny pudiera darse cuenta-"¡Bonito vestido, marica!"
Butters sintió el temor recorrerlo de la cabeza a los pies, su mente le gritaba '¡Corre, escapa!' pero su cuerpo desobedecía, sus piernas no respondían y sentía las lágrimas formarse en sus ojos, estaba petrificado. Lo único que podía hacer era ver cómo Kenny les propinaba golpes uno tras otro. No esperaba que el rubio tuviera tales habilidades de combate, a medida que se defendía de uno, inmediatamente se daba la vuelta para contraatacar al que tenía detrás y así sucesivamente.
Había algo en la manera en que se movía, con perfecta fluidez y precisión, era como si ya lo hubiese visto pelear alguna vez, lo cual no tenía sentido ya que era la primera vez que lo hacía fuera de sus juegos de niñez como Princesa Kenny, era demasiado fuerte en comparación, con una sola patada era capaz de empujarlos hacia el suelo. Pronto empezaron a cansarse y fue más fácil para el rubio detenerlos, se quedaron contra el cemento helado y se escuchaba uno que otro gemido de dolor. Rápidamente se hizo la conección entre los recuerdos de la mente de Butters, sabía quién era, le sería imposible olvidar a alguien así, ¿Cuantas veces lo había visto con esa misma mirada? la mirada de un héroe que no le teme a nada, ni siquiera a la muerte, porque la había experimentado cientos de veces en toda su vida. Al ver cómo se levantaba pudo ver en él esa misma valentía de la persona que escondía su identidad con una capucha y se alzaba orgullosamente sobre el pueblo con su capa danzando al viento, era el mismo entrometido que se atrevía a intervenir en los planes del Profesor Caos y declaró como enemigo.
"Todo está bien Buttercup, vámonos"-Kenny tenía el labio partido y lo que ya se convertiría en un moretón en su ojo, le costaba respirar y al parecer tenía un golpe cerca de la costilla izquierda que aún dolía. Sin embargo, hacía el esfuerzo de sonreír para que se tranquilizara y no pensara en sus heridas.
"Ken..."-se acercó y tomó cuidadosamente su rostro magullado en sus manos-"¿Acaso eres...?"
Luego todo ocurrió muy rápido, al parecer uno de los chicos solo fingía haber sido derrotado y aprovechó para coger un trozo de tubería que había en el piso, con el cual le dio un golpe seco en la nuca a Kenny. El rubio se desplomó y cayó sobre los brazos del menor, Butters lo abrazó contra su pecho y desesperadamente intentaba que recobrara la conciencia, pero la sangre caliente brotaba de su cabeza y había dejado de respirar.
"Maldito imbécil, no tenía que entrometerse"-dijo el chico escupiendo uno de sus dientes-"Esto se trataba solo de ti, pero no te preocupes, ya te enviaré con él"-su sonrisa era repugnante, sin pensarlo dos veces levantó la tubería, preparado para blandirla contra Butters, quien cerró los ojos fuertemente y colocó su frente contra la de Mysterion.
Pasó el rato y solo escucho el ruido del metal contra el suelo, abrió los ojos y vio al mismo chico correr en dirección contraria. Confuso, miró hacia atrás y observó al sargento Yates haciendo su patrullaje diario, se bajó del carro policial y se arrodilló junto a los chicos, inspeccionando el cuerpo inmóvil del rubio. El policía le hablaba pero lo único que su cerebro alcanzaba a procesar eran las palabras 'hospital, sospechoso, interrogar, ir a casa' todo se escuchaba estático y no podía apartar sus ojos de Kenny. Con manos temblorosas tomó la fría del otro, estaba pálida a excepción de sus nudillos que estaban rojos por los golpes. Se sentía culpable y a la vez la rabia lo invadía, había muerto con tal de protegerlo y no tenía ni la menor idea de por que lo habían atacado en primer lugar. Sabía que mañana volvería a despertar como cualquier día, pero no permitiría que quede impune, iba a llegar al fondo de todo esto, cueste lo que cueste.
Se quedó junto a su cuerpo hasta que llegaron sus padres, la policía los había llamado para que lo llevaran a casa. Su padre sin ningún dejo de compasión o empatía estaba enfadado con él, durante todo el viaje en auto no paró de gritarle sobre cómo se ponía en situaciones peligrosas como esa, que ese chico solo le traía problemas y que se merecía lo que le sucedió. Butters se esforzó por ignorar sus hirientes palabras y aparentar que lo que decía no lo afectaba en lo más mínimo, se cerró la chaqueta naranja de Kenny y escondió su rostro con la capucha, su ropa aún mantenía su perfume característico y lo relajaba.
Cuando por fin llegaron a su hogar, subió rápidamente las escaleras sin mirar atrás, podía escuchar los gritos de su padre diciendo que si creía que podría zafarse de ser castigado por ir vestido así estaba equivocado y que le prohibirían salir en toda una semana. Su relación siempre había sido así, estaba acostumbrado a ser constantemente regañado y castigado por sus padres, por cosas que al parecer de sus amigos y él mismo eran demasiado exageradas, tal ambiente excesivamente estricto lo convirtió en alguien sumiso, incapaz de defenderse a si mismo y lo aisló de muchas experiencias que sus compañeros tenían la libertad de vivir y sentir. Cada vez que el rubio había intentado desobedecerlos, lo tomaban como una manifestación de rebeldía y aumentaban aún más su castigo, su padre era mucho más agresivo en ese sentido, pero su madre tampoco lo apoyaba y se limitaba a quedarse callada, confiando en el juicio de su esposo.
Se quedó despierto toda la noche esperando a que llegara un mensaje o algo que le dijera que Kenny había vuelto a la vida. Nunca se lo había dicho, pero siempre había sentido un miedo de que quizás, en cualquiera de las tantas oportunidades en que había muerto, sería la última vez, la última vez que el milagro ocurriría, que nunca más volvería a despertar. No sabía el cómo funcionaba esa maldición,
¿Que le aseguraba que duraría por siempre? por eso para él no era un juego, por eso no podía irse a dormir sin darle importancia, dando por hecho que lo vería a la mañana siguiente como si no hubiera sucedido nada. Finalmente, el sueño lo venció, se quitó el vestido de Marjorine y lo cambió por un pijama más abrigado, pero no se quitó la chaqueta naranja, se quedó dormido con ella y con la esperanza de que tendría la oportunidad de devolvérsela al día siguiente.
"¿Para qué querías verme, Cartman?"-Clyde cerró la puerta de la habitación del mismo, Eric estaba sentado en su escritorio con lo que parecían ser varias fotografías de personas, específicamente de alumnos de su escuela. Lo único que alumbraba la pieza era la tenue luz de una lámpara, las sombras que formaba hacían parecer las facciones del castaño aún más perversas de lo común.
"Vaya Clyde, ¿Que son esos ojos rojos? ¿Estuviste llorando otra vez?"-preguntó con sorna, se levantó de su asiento, el cual rechinó al librarse de su peso-"¿Será por Bebe?"
"¿¡Y qué sabes tú, hijo de puta?!"-le gritó y se restregó los ojos con la manga de su sudadera
"Wow tranquilizate, no es conmigo con quien tienes que enojarte"-se acercó a Clyde y colocó una de sus manos en su hombro-"De hecho, estoy aquí para ayudarte amigo"
"¿Amigo? no sé quién te crees, nunca hemos sido amigos, nunca lo sería con un pendejo como tú"-apartó la mano de su hombro con un manotazo y se dispuso a salir nuevamente por la puerta-"Si solo quieres joder, me voy"
"¿No te gustaría que dejaran de reírse en tu cara? Todos te ven como un llorón, yo puedo cambiar eso"-el castaño se detuvo antes de poder salir pero siguió dándole la espalda.
"Bebe realmente fue una perra ¿no?"-Cartman sonrió maliciosamente, sabía que por fin tenía al otro en sus redes-"Terminaron y lo primero que hizo fue lanzarse a los brazos de Kyle, ese judío de Jersey, ¿No te gustaría darles su merecido? ¿Vas a dejar que se sigan burlando de ti?"
"Ellos...ellos no se burlan de mi, se lo que intentas hacer y no caeré en tu juego"-intentaba sonar seguro pero la mano que sostenía la perilla de la puerta temblaba ligeramente.
"Oh Clyde, ¿Cómo puedes pensar tan mal de mí?, solo me preocupo por ti, quiero que abras los ojos y veas la realidad como es"-tomó su celular y le mostró la fotografía que habían subido Bebe y Kyle juntos-"Abre los ojos Clyde"
El castaño tomó el celular en sus manos y al ver la foto apretó los dientes irritado, ambos se veían muy felices juntos, la rubia sonreía de una manera que nunca lo había hecho cuando estuvieron juntos.
"Míralos, pasandola bien, deben estar pensando '¿A quién le importa Clyde? que se joda"-Cartman comenzó a pasearse por la habitación con las manos en su espalda-"No mereces que te traten así"
"N-no..."-tenía el ceño fruncido, tiró el celular sobre la cama del otro con furia, no podía seguir aguantando ver esa imagen.
"Todo es culpa de Kyle, no hizo más que aprovecharse de Bebe cuando estaba sola y despechada...uso algunos encantos para que pensara que sin ti estaba mejor"-cogió una de las fotografías del escritorio, efectivamente era del pelirrojo sin su gorra, una foto que tomaron para el anuario escolar-"Puedes escoger, seguir siendo el hazmerreír de la clase o..."-colocó la foto de Kyle sobre la palma de Clyde-"Hacer un trato conmigo y vengarte por lo que te hicieron"
"No lo se..."-dejó caer la foto al suelo-"Esto es demasiado sospechoso ¿Por qué quieres ayudarme de pronto?"
"¿Quizá porque soy un alma caritativa?"-al ver que no se tragaba aquella mentira, carraspeó y continuó-"Es simple, ambos tenemos nuestros objetivos pero ambos necesitamos deshacernos de Kyle"
"Ajá, ¿Y cuál es ese objetivo del que hablas?"-preguntó cruzándose de brazos-"Digo, no es raro que quieras hacerle la vida imposible a los demás, pero ¿Por qué particularmente a él?"
"Bah, tampoco es el centro de mi plan"-dijo rodando los ojos con fastidio-"No es más que una de las tantas piezas que debo eliminar en mi partida de ajedrez"
"Entonces...¿hay más personas metidas en esto?"-se sintió inquieto y asustado al ver las demás fotografías que quedaban en la mesa, quizás era un embrollo demasiado grande en el que se estaba involucrando.
"Sí, pero tú no te preocupes por eso, tú solo tendrás que ver con él"-pisó y restregó contra el piso la foto que había caído al suelo-"Tú me ayudas y yo te ayudo, es lo justo"
"No lo se, solo me quedare tranquilo si me explicas que quieres hacer...y si prometes que no dirás que te ayude"
"Por supuesto, soy todo menos un traidor"-aseguró Eric, dándole palmadas en el brazo-"Verás...estoy algo aburrido, cansado, de siempre tener que lidiar con la misma gente de este pueblo"-dejó salir un suspiro dramático-"Es como una montaña rusa ¿sabes? las primeras veces que te subes es genial y te pone la piel de gallina, pero si te subes a la misma todos los días deja de ser divertido"
"¿Y eso que tiene que ver con Kyle y los otros?"
"Digamos que como ya me aburri de esa montaña rusa, lo único que tengo que hacer es buscar otra atracción, una mucho mejor"-revisó entre los cajones de su escritorio y sacó el folleto de una universidad-"¿Conoces la Universidad de Colorado?"
"Claro que sí, es muy conocida y también muy cara, han venido a dar unas cuantas charlas"-abrió el folleto y admiró las imágenes que mostraban lo extenso del campus
"Bien, el caso es que como South Park es un pueblo enano a quien no le importa un carajo, nos dan solo dos becas en la escuela, para los mejores promedios de la generación"
"¿Y...?"-preguntó Clyde aún sin comprender cómo se enlazaban todas esas cosas-"¿Quieres entrar? no tienes las mejores notas que digamos..."
"Lo se, pero ninguno de esos dos tiene tanta ambición como yo"-acto seguido tomó otra foto, esta vez de Wendy Testaburger, que sonreía mostrando la persona íntegra que era-"Quiero salir de este pueblo de mierda y hacerme poder en lugares más grandes, para eso tengo que sacarlos del camino"
"Joder Cartman, esto es demasiado enfermo"-Clyde tragó saliva-"Kyle me cae mal pero no lo suficiente como para querer arruinar su futuro"
"Vamos Clyde, no es como si porque yo ganara la beca él terminará en la calle"-recogió la foto de la alfombra y la juntó con las demás-"Puede ser un judío avaro pero es inteligente, irá a otra universidad distinta y todos seremos felices...lo único que pasará será que sus notas bajarán un poco, lo suficiente para que pueda ganarle"
"¿Y cómo piensas hacer eso? Kyle es muy bueno en casi todas las materias, no puedes hacerlo fallar"-se acercó a donde estaba Cartman para inspeccionar el resto de sus próximas víctimas,algunas estaban rayadas con una equis roja encima.
"Calma, aún estoy planeando eso, pero ya encontré un factor importante"-dijo con un tono de casi orgullo por su propio intelecto-"Cuando Wendy y Stan terminaron otra vez, sus notas bajaron bastante, de hecho aún le está tomando tiempo recuperarse, creo que puedo usarlo a mi ventaja"
"Mierda...esto está muy mal"-negó con la cabeza-"Espera un momento...todos aquí tienen sentido, son los mejores en los otros cursos, pero ¿Por qué está Butters? sus notas no son mayores al promedio"
"¿Hm? Ah, ese idiota es otra historia"-tomó la foto de butters con una equis y la amuñó con sus manos para luego botarla al basurero-"Él no es un buen amigo, siempre terminaba jodiendo mis planes, era muy débil y se echaba para atrás, 'Eric esto no es correcto, es inmoral, tienes que parar Eric'"-dijo imitando infantilmente la voz del rubio-"Me traicionó y delató a los demás, ya no podía confiar en él, le di lo que se merecía...yo jamás te haría eso Clyde, tú si eres un buen amigo"
El castaño no sabía qué pensar, Butters era inocente y sería incapaz de hacerle daño a nadie, no sabía qué fue lo que le hizo Cartman, pero conociéndolo estaba seguro de que debía ser algo cruel. Podía escapar ahora mismo, mandarlo al carajo y contarle de sus planes a los demás, pero una parte dentro suyo quería vengarse y a la vez temía que si lo rechazaba hiciera lo mismo, fuera lo que fuera, que hizo con Butters. Le prometió que solamente estaría dentro de su estrategia contra Kyle, podría terminar con ello rápido y seguir viviendo su vida tranquilamente, dejándolo con sus planes y lo que fuera que causarían, no sería culpa suya de todos modos, no podían acusarlo de nada, solamente ayudaba a un 'amigo'.
"¿Y bien? ¿Tenemos un trato?"
"Hecho"
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N/A: pude actualizar sin demorarme mil años!! es un milagro! :'D la cosa ya se esta poniendo buena (͡° ͜ʖ ͡°) por más que deteste a cartman admito que es un buen villano, ojala les guste y pray 4 kenny