Billy le dio una mirada a los graderios y sonrió mientras esa sensación de euforía lo invadía, era la misma sensación que tenía antes de cada juego. Las ansias de anotar un gol, las ansias de ganar hacian que se sintiera más vivo que nunca. Billy de verdad disfrutaba jugando al futbol, era una sensación de libertad que no podía comparar con nada.
En el campo, los miembros del equipo de Dalton High estaba reunidos alrededor de su entrenador, seguramente preparando las últimas estrategias de juego. El rubio le dio una mirada indiferente y encambio se encamino hacia los graderios en donde se encontraban sus amigos.
—¡Billy Boy!— Aron se pusó de pie y se recostó contra la valla para poder hablar con él —Dale con todo en el juego.
—Créeme Aron, cuando este juego terminé, los chicos de Dalton desearan no haber venido. —Aseguró con una sonrisa confiada.
—Primero asegurate de ganar, no vaya a ser que termines arrepintiendote de tus palabras. —Como siempre, Daemon estaba listo para molestarlo.
—¿Es en serio?— preguntó Billy indignado— Alguna vez te pondrás de mi lado y me apoyaras...porque de verdad, Daemon, tu falta de confianza en mi me lastima justo aquí— dijo tocandose el pecho con una expresión de sufrimiento.
—No te lo tomes a mal, a Daemon solo le gusta sacarte de quicio— Dijo Max con una sonrisa— él sabe que eres capaz de ganar, bueno tú y todo el equipo. Además...— Max se inclino como si estuviera contando un secreto— A Daemon le agradas, es solo que decirlo en voz alta arruinaría su fachada de chico rudo...
—¡Tes estoy escuhando, pequeño elfo!— Daemon tomó al castaño por la cintura y empezó a hacerle cosquillas lo que termino en un beso y arrumacos que los llevaron a perderse en su propio mundo.
—¡Busquense un cuarto!— gritó Aron mientras reía. —Por cierto, Scott no pudó venir hoy— hizo un puchero— Tenía cena familiar, ya sabes una mierda, pero pidió que te dijera que te esfuerces al maximo.
—Lo haré...
—¡Billy!— gritó una chica pelirroja que se acercó dando saltitos hasta donde estaba.
—Hola Scarlett, creí que lo tuyo no era el futbol.
—No lo es, pero no esta prohíbido deleitarme con la vista ¿cierto?— la chica movió sus cejas de manera coqueta mientras le daba una mirada a los demás jugadores en el campo. —No se porque los hombres se ven tan bien en uniforme de futbol...con esos shorts tan sexys...
—Totalmente de acuerdo— dijo Aron suspirando exageradamente. Eso hizó reir a Billy.
—Hablando de sexys jugadores —Scarlett empezó a ver en todas direcciones— ¿En dónde esta nuestro super sexy capitán?
—No lo sé— Billy suspiró preocupado pues en los últimos dias, Jason había estado bastante distraido. Tal vez el hecho de no jugar en el equipo le estaba molestando más de lo que aparentaba. —Me dijo que vendría pero no lo ha hecho.
—Esta con el entrenador — señalo Aron y Billy giró de manera precipitada. En efecto, Jason estaba hablando con el entrenador Bradfor.
—Los veo luego...
Billy se despidió precipitadamente de sus amigos y corrió hasta Jason, saltó sobre su espalda y se aferro a su cintura con las piernas.
—Hola capi, creí que me habías engañado y no vendrías.
—Joder Billy, me asustaste— y el rubio podía dar fe de ello pues sentía el latir exagerado del corazón del capitán. Lo que Billy no sabía es que el corazón de Jason latía asi por su cercanía. —Y como crees que iba a perderme el juego, sobre todo cuando tú seras mi suplente.
Billy volvió a poner sus pies en el suelo y rodeo al capitán para poder verlo a la cara.
—¿Tu suplente? ¿A qué te refieres?
—¿Acaso el entrenador no te lo dijó?
—No...
—No lo hice— el entrenador se acercó a los dos chicos y le dio una mirada escrutadora a Billy. —Conociendo a Tucker, probablemete hubiera hecho un alarde de esto.
—Sigo sin saber de que hablan— se quejó el rubio.
Jason sonrió y le revolvió el cabello al tienpo que le daba una banda elástica que en el centro tenía una letra "c".
—Felicidades Billy, hoy serás el capitán suplente del equipo. —El rubio abrió los ojos muy sorprendido.
—¿Yo? ¿Por qué?
—He notado como te esforzaste esta semana durante los entrenamientos y también he notado que después de Jason, tú eres quien más liderazgo tiene en el equipo— el entrenador se encogió de hombros y se acomodo la gorra. —Seras el capitán hasta que Jason este de vuelta ¿de acuerdo?
—Si...— dijo aun viendo la banda entre sus manos. El entrenador rodo los ojos y se alejó reuniendo al resto del equipo.
—¿Qué sucede?— preguntó Jason poniéndole una mano en el hombro— parece que no te gusta la idea de ser el capitán...
—Claro que me gusta— Billy clavó sus ojos verdes en los de Jason y sonrio timido. —Pero no sé si sea tan buen capitán como tú...es mucha responsabilidad.
Billy no mentía al decir aquellas palabras, porque toda la semana había estado esforzandose más de la cuenta. Al principio no se dio cuenta de la razón por la que lo hacia, hasta que pudó admitirse a si mismo que le gustaba la forma en la que Jason lo alentaba durante los entrenamientos, era agradable escuhar un "eso es Billy, lo haces bien" por parte del capitán. En pocas palabras, quería que Jason se sintiera orgulloso.
—Awww, que ternurita— se burlo el capitán pelliscándole las mejillas— quieres ser tan buen capitán como yo.
—Que te den, cooper— dijo dando un paso atras con molestia, pero Jason lo detuvo toamándolo de brazo.
—Escucha Billy, tú eres un jugador increible y se que puedes ser un maravilloso capitán, se que eres incluso mejor que yo. —Jason sonrio ampliamente provocando que el corazón de Billy diera un vuelco. —Confio en tí, se que lo haras muy bien.
—¿De verdad lo crees?
—Totalmente... Ahora ve allí y demuestra de lo que eres capaz.
Sin pensarselo mucho Billy dió un paso al frnte y abrazó al castaño.
—Gracias por confiar en mi.
—D-de nada...
Billy se colocó la banda de capitán y se alejo para reunirse con el resto del equipo. Era hora de salir campo y dejarlo todo, como en cada juego.
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Jason no podía dejar de alentar a su equipo, porque ellos de verdad estaban esforzandose, en especial Billy quien a pesar de estar siendo fuertemente marcado por los defensas de Dalton, no se rendía.
El entrenador le había permitido quedarse cerca de la cancha y Jason lo agradeció y también maldijo mentalmente, porque desde ahí tenía una visión bastante clara de Billy ¿Acaso el rubio siempre había lucido así de bien con el uniforme? Jason trago en secó mientras sus ojos se negaban a apartarse de la esbelta y atlética figura de Billy. Era una especie de tortura, ver la forma en la que la camiseta azul-celeste se le pegaba al torso a causa del sudor o la forma en que sus pienas tonificadas se marcaban através del short blanco y que decir de su expresión de absuluta concentración, era simplemente sexy como el infierno...
—¡Eso es falta!— gritó el entrenador a su lado. La indignación en su tono iba totalmente dirigida al arbitro.
Jason giró la vista solo para ver como Emett, uno de los laterales izquierdos de su equipo, permanecía tendido en el suelo agarrándose la pierna derecha.
—Esto es mierda— gruñó el entrenador— Eso amerita un penalti, pero es obvio que el jodido arbitro no nos lo va a conceder.
Jason sólo resopló frustrado pues la verdad era demasiado notorio que el arbitro estaba favoreciendo al equipo de Dalton, sin embargo esta vez la falta había sido demasido obvia como para ignorarla y no le quedo más remedio que ceder un tiro libre y el castaño sonrió al darse cuenta de que Billy cobraría el tiró libre.
—¡Vamos Billy, con todo!— gritó con las manos haciendo de bocina para hacerse escuhar por sobre el ruido de la gente en los graderios.
Billy se posicionó frente al balón y giró en su dirección, le guiñó el ojo y volvio a concentrarse en su tarea. En los graderios dominaba el silencio, todos a la espera de lo que sucedería. Billy saltó sobre la punta de sus pies y luego avanzo hasta llegar al baló y le soltó una patada que lo hizó volar por los aires sobrepasando la barrera que había formado el equipo contrario.
Jason contuvó el aliento mientras seguia la trayectoria del balón y no pudo evitar gritar de emoción cuando el esférico entro justo por la esquina derecha burlando por completo al arquero.
—¡Si! ¡Si maldita sea! — gritó Jason levantado los brazos, luego se giró y le dio una palmada en el hombro al entrenador. —Joder, eso fue incrible.
—Lo sé— el entrenador se había quitado la gorra, lo que Jason sabía, era su mayor expresión de alegría— Tucker realmente lo esta haciendo bien ¿eh?
—Más que bien — Jason sonrió tontamente mientras seguía con la mirada al rubio, quien estaba celebrando con el resto del equipo.
Luego de ese magnífico gol el primer tiempo llegó a su fin. Y en los quince minutos de descanso, Jason aprovecho para felicitar a sus compañeros y decirles lo bien que estaban jugando, en especial Billy a quien se moría por abrazar y por que no decir las cosas claras...también quería besarlo, pero obviamente eso era algo que no podía permitirse, sobre todo porque aún no tenía las cosas claras en su cabeza. Estar atraído por un chico como Billy le seguía confundiendo de sobremanera.
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Durante el segundo tiempo del juego las cosas fueron todavía mejor. La confianza inicial del equipo de Dalton fue disminuyendo de a poco y ya cuando faltaban solo quince minutos para el final, se notaba que estaba muy desesperados.
Billy por su lado seguía demostrando su calidad como jugador. Le encantaba esa sensación de correr por el campo y escuhar el apoyo de las personas en los graderios. Sabía que sus amigos estaba ahí, sabía que su madre y Sophie también estaban ahí, apoyándolo. Pero lo que más le emocionaba saber era que Jason estaba ahí, viendo sus movimientos y eso...por alguna extraña razón lo hacia querer esforzarse al maximo.
En un momento de claridad, Billy se dio cuenta de que había un hueco en la defensa del equipo contrario y sin perder tiempo corrio con el balón y con una sola mirada le hizo saber a Henry, quien jugaba de lateral derecho, que le lanzaria un pase. El chico le pilló al vuelo y se posiciono listo para recibir el balón. Y como era de esperarse esa jugada termino en gol volviendo loca a toda la afición.
—Gracias por el pase— Henry se acercó a él con las manos en algo listo para chocarlas con las del rubio.
—Hombre, era la jugada perfecta.
Ambos se sonrieron y es que afuera del campo no se llevaban demasiado bien, pero adentro era todo lo contrario. De hecho tenían química... futnolisticamente hablando, claro esta.
El juego volvió a iniciar y justo cuando faltaban cinco minutos para el silbatazo final, gracias a un pase de larga distancia por parte de su compañero Trevor, logro anotar el último gol del partido y fue sin duda el mejor de todos, ya que logro hacer que el balón entrara en medio de las piernas del portero.
Cuando el juego llegó a su fin, Billy celebro brevemente con sus compañeros y luego corrió en dirección a Jason y como ya se estaba volviendo costumbre, se le tiro encima enganchando sus piernas en la cintura del castaño.
—¿Viste mi último gol?— preguntó entusiasmado viendo aquellos ojos grises que los veían con emoción y felicidad.
—Fue increible, joder, burlaste completamente al portero— Jason soltó una carcajada mientras sus manos se posicionaban en la cintura del rubio— se quedo con cara de "¿Que rayos?" — el castañó sonrio de medio lado — Te luciste capitán.
—Noup, tu eres el capitán y lo sabes.
Jason bajó la vista y se mordió el labio mientras sonreia lo que provoco que Billy se quedara embobado por un momento, su corazón latiendo rápidamente.
—¡Ganamos!— Henry apareció destruyendo la extraña atmosfera que se había formado entre Billy y el capitán. —¿Saben lo que significa? ¡Que tendremos fiesta! Si señores, preparense para emborracharse!
—¡Nada de alcohol!— gritó el entrenador aunque a leguas se le notaba que estaba feliz con los resultados del juego.
Los demas miembros del equipo empezaron a desfilar al interior del vestuario sacudiendo sus camisetas y celebrando la victoria.
Billy volvió a poner los pies el suelo. La verdad es que quería quedarse ahí con Jason, pero estaba empapado de sudor y necesitaba ducharse.
—¿Iras a la fiesta?— preguntó al castaño quien lo veía atentamente.
—No lo sé...—Jason se encogió de hombros, la verdad no tenía ganas de ir a ninguna fiesta. —¿Tú iras?
—Tal vez...— Billy sonrió pues una idea se le ocurrió— Esperame en el estacionamiento mientras tomo una ducha — pidió.
—¿Para qué?
—solo esperame ahí.
Y así como así Billy desapareció dejando a Jason con la intriga ¿Qué era lo que Billy iba a decirle? Pero en realidad no iba a mentir, estaba emocionado. No perdió tiempo y corrió hacia el estacionamiento.
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Hola señoritos y señoritas 🙋🙋
Espero que les haya gustado el capítulo y saben algo..... Cada vez estamos más cerca del momento que tanto esperan entre Jason y Billy ¡que emoción!
Bueno, eso era todo. Ya saben que sus votos y comentarios siempre son bienvenidos.
Los quiero😘 nos leemos pronto.