UPPER EAST SIDE / MANHATTAN
La noche se hacía más densa sobre la ciudad, alertando a sus habitantes de la culminación del día. Pero eso no detenía el ajetreo en las calles. Siendo un viernes por la noche era normal ver a números trabajadores abandonar sus respectivas instalaciones de trabajo con ansias y un aire jovial, listos para olvidarse de responsabilidades y deberes laborales.
Mientras la mayoría de las corporaciones y vida empresarial se tomaba un respiro hasta el próximo lunes por la mañana, "CABELLO ASSOCIATES, SA" no era la excepción, solo que sus miembros y personal más destacado se alistaban para ser acto de presencia en la gran mansión Cabello. Pues cuando el mismo Joseph Cabello, irrumpió en la sala de conferencias mientras se realizaba una reunión al mando de su hijo y sucesor Arthuro Josep Cabello. Anunciando feliz una nueva adquisición para la firma, además las buenas noticias para la familia que quería compartir con todos, por lo que se estaría realizando una celebración.
Por ello desde temprano no cesaban los comentarios entre el personal, preguntándose porque el hombre parecía tan contento aquel día tan particular. El gran Señor, como era apodado en ocasiones, era conocido por ser un hombre frio, despiadado y sin emociones aparentes, por lo que cualquier muestra de emoción en él era extraño hasta para su propia familia.
Mientras en el interior de la mansión familiar, el personal contratado para la organización de la reunión, corría de un lado a otro alistando los últimos detalles para la gran ocasión, Camila observaba todo sin poder dejar de creer lo asfixiante que le resultaba estar allí sabiendo que tendría que ser parte una vez más de la farsa que era aparentar ante los demás y las cámaras ser una hermosa y unida familia.
-Vaya, parece que el viejo quiere echar la casa por la ventana- fue el comentario de su gran amigo Joshua que la saco de sus pensamientos, girándose hacia el chico, sonrió cuando lo vio comiéndose un trozo de carne que seguro había robado de la cocina.
-De seguro quiere restregarle en la cara a todos alguna nueva adquisición o como la firma volvió al #1 en el ranking global de bufetes del mundo-
-Seguro- estuvo de acuerdo su amigo -O tal vez es Arthuro el que quiera anunciar algo-
Con una mirada de confusión, pidió más información a su buen amigo, pero este solo se encogió de hombros y ella no pude indagar más al ser interrumpidos por el mismo hombre que una vez la hizo querer marcharse y no volver después de un largo tiempo
-Camila Cabello- canturreo el hombre mientras se acercaba más su nieta y se mostraba con la intención de buscar un abrazo entre ambos -Mi Cami-Cami que ya no esta tan pequeña- siguió mientras abrazaba a su nieta que aun sorprendida no supo reaccionar ni corresponder al acto de afecto. -Estas más bella de lo que había comentado tu padre- elogio mirando de arriba abajo a su nieta
-En cambio tú sigues igual, por lo que parece- fue todo lo que logro pronunciar la joven, casi girando los ojos cuando vio sonreír más al hombre mayor
-Bueno, ya sabes, un viejo zorro solo cambia de pelo, mas no deja las mañas- esa sonrisa retorcida le daban ganas de golpearlo -Estoy muy contento por esta noche, que estés aquí lo hace mucho mejor. Ojala decidas sentar cabeza y comenzar a pensar en tu futuro y en la familia-
Riendo sin humor la joven lo enfrento
-Querido abuelo, no comiences si no quieres que llegue algún invitado y presencia como la ejemplar familia está teniendo ciertos desacuerdos aquí-
-Deberíamos subir- sugirió Joshua que se había mantenido al margen pero pendiente que su amiga no perdiera el control por culpa del hombre.
-Sí, deberías subir y alistarte, ponerte guapa y llamativa. Ya que te niegas a obtener un título universitario digno, deberías preocuparte más por tu apariencia esta noche, vendrán muchos miembros de la firma y sus hijos, tal vez como esposa de un hombre respetado e importante pase desapercibido tu falta de conocimientos sobre la firma y desinterés en los estudios-
A la joven para nada la sorprendieron esas palabras, pues las llevaba escuchando desde que apenas entraba en la adolescencia, para su querido abuelo lo más importante eran las apariencias, saber que la joven se negaba asistir a la universidad y estudiar la abogacía lo enloqueció, como el hecho de encontrar a su nieta besando a otra chica y para agregarle un plus, el empeño en la joven por "jugar con su camarita pretendiendo que eso le servirá en un futuro"
Y Camila parecía adorar todo aquello que estaba mal a los ojos del hombre de traje
- ¿Cómo es que todo este tiempo no has sido capaz de mantener una esposa trofeo para ti pero para jugar a casamentero estas hecho? -
-Cami, algún día sabrás que en la vida se ama solo una vez. Tu abuela fue y será mi único amor, las demás mujeres solo me sirven para una cosa- expreso sin emoción alguna -Y cuando eres rico y poderoso como yo, puedes elegir quien te acompañe, como y hasta cuando te servirá -
-No creo que tú sepas que es amar- expreso con repulsión al escuchar que la manera de referirse a las mujeres del hombre mayor no había cambiado nada
-Hay muchas maneras de amar, querida. Y es justo mi amor por esta familia que me mantiene firme en mi deber como líder- sonrió para ambos jóvenes -Siempre querré lo mejor para nosotros y cuidare firmemente de lo que tanto hemos luchado generación tras generación-
-¿Cuánto te dolió que mi madre se decidiera por su felicidad y se alejara de todo esto? - pregunto sabiendo la respuesta
-Tu madre fue una mujer astuta. Y aunque no lo creas, siempre la admirare- eso no era para nada lo que esperaba -Te admiro a ti Camila, eres muy parecida a ella. Una mujer muy capaz, por lo que no he querido otra cosa que te intereses en los asuntos de la firma para cuando tu padre y yo nos retiremos tu tomes ese puesto y mantengas nuestro nombre en alto-
-La vida es más que regirse por un apellido-
-No me importa tu filosofía de vida- corto inmediato -Sé que hemos tenido muchos desacuerdos, pero creo firmemente que las cosas van a mejorar entre ambos, por el bien de la familia-
-No habrá problema mientras te mantengas alejado de mis asuntos como yo me mantengo de los tuyos-
-Somos familia querida, lo que tu hagas me afecta a mí y quiero creer que has madurado, por lo que no habrá incidentes desafortunados mientras estés aquí-
Advirtió recordando de manera sutil en los problemas que la joven junto a sus amigos solían meterse para llamar la atención de Arthuro y hacer enojar al viejo Joseph.
-Oh, no te preocupes, no me notaras estos días que este aquí-
Dicho eso salió disparada de aquel lugar, dejando al hombre mirando su salida sin expresión alguna, hasta que dirigió su mirada al amigo de su nieta y pudo ver en el odio hacia el que estaba acostumbrado a observar en muchas personas, pero que no le importaba en absoluto.
Camila no se consideraba a sí misma una persona rencorosa, pero si le preguntaban por Joseph Cabello, su mirada grita rencor y tal vez odio. Al fin y al cabo era el hombre que toda su vida le había dictaminado sus pasos, criticando cada decisión y comportamiento de la joven.
Pero sobre todo, Camila odiaba el poder que "el viejo" tenía sobre su padre, Arthuro.
Si consideraba a alguien culpable de la separación de sus padres, era Joseph. Tan culpable como que su madre sufriera por años y su mejor medicina fuera permanecer alejada de todo lo que involucrara a los Cabello.
Su padre, era un hombre muy fácil de manipular, su vida se ha basado en mantener contento a su progenitor, sin importar dejar su propia felicidad a un lado, son pocas las veces que se quita su costoso traje y es simplemente un padre, ese que es atento y amoroso con sus hijas, ese que sigue allí y por el cual la joven fotógrafa, volvió.
Pero ahora que estaba de vuelta, había sentido tanto estar tan lejos y dejar a su pequeña hermana bajo el poder de la influencia Cabello.
Había visto como su padre dejo de ser un hombre familiar para convertirse en un empresario que solo tiene tiempo para los negocios, dejando a un lado todo lo demás que lo distrajera de hacer crecer el nombre Cabello, no estaba dispuesta a dejar que su pequeña hermana sufriera el mismo camino.
Por ello sus planes habían cambiado repentinamente, al ver como sus personas favoritas estaban siendo tan manipuladas a conveniencia de un hombre tan frio como despiadado que solo le importaba cuidar su imagen dentro de la elite neoyorquina.
Estaba dispuesta hacer lo que fuera necesario para darle una lección a Joseph Cabello que jamás olvidaría.
*** ***
Horas más tarde, la mansión Cabello, estaba colmada de hombres y mujeres que con su exclusiva y costosa vestimenta se desplazaban por la mansión con sus copas llenas de champaña o alguna otra bebida alcohólica, mientras apreciaban la majestuosidad de la morada Cabello.
Su anfitrión lucia junto a su traje de marca, una sonrisa radiante que tenía a todos desconcertados, pues se le conocía por todo menos un hombre sonriente o simpático. Pero aquella noche, algo parecía tenerlo muy entusiasmado.
Era un conocimiento común que el reconocido juez había comenzado en el mundo de la política un par de años atrás, por lo que había dejado la firma en manos de su único hijo, Arthuro, ahora su mayor objetivo era ser el principal representante legal de toda la nación estadounidense, por lo que estaba trabajando duro para finalmente ser elegido como fiscal general de la república.
Faltando solo un par de minutos para dar inicio a la tan esperada cena, el hombre lanzo una mirada de advertencia a su hijo que parecía muy perdido en su acompañante, aunque el viejo no podía culparlo, aquella mujer que le acompañaba hacia perder la razón de cualquiera. Arthuro rápido comprendió aquella mirada y escaneando la habitación busco entre los presente para encontrarse que parecían estar todos allí, incluyendo Ariana Miller y Joshua Dallas, menos su rebelde y caprichosa hija.
La joven que tras pasar unas horas sumergida en sus pensamientos, decidió que era momento de volver para la dichosa celebración.
Y allí vio a todas esas personas "importantes" según su abuelo y la sociedad, por tener un importante título universitario o ser parte de una familia adinerada, lo demás no tenía importancia.
En la parte superior de los escalones de la entrada del salón de fiesta donde se estaba realizando la celebración, la joven fotógrafa se permitió permanecer por unos minutos solo observando y analizando todo y a todos los presentes allí.
Sonrió con ironía al ver al joven que fue en algún momento, su compañero de clases, ese chico que su apariencia y gestos gritaba "soy gay, me encantan los hombres" del brazo de una guapa y sexy chica que sus pechos voluptuosos parecían tentar a cualquiera, menos al incomodo chico que dejaba ver en su lenguaje corporal todo el repudio que estaba sintiendo.
Pero claro, si eres hijo de uno de los empresarios más importantes del país, no está permitido ser tú mismo si eso no era lo aceptado por todos.
A unos pasos más lejos, vio a una rubia muy joven y linda, con una apariencia que la forma más fácil de describirla seria "Barbie humana" junto a un hombre que mínimo pasaba los 70 años de edad, mientras ella debía tener como mucho 30 años. La artista se preguntó por un momento si valdría tanto la pena sacrificar la juventud y energía al lado de un hombre que claramente solo podía darte una vida cómoda y lujosa, pero carente de pasión y amor.
Lamento también ver a su mejor amiga, Ariana. Sonriendo falsamente mientras su "novio perfecto" contaba alguna de sus maravillosas historias siendo escuchado por los padres de la chica y otros presentes, mientras su amiga desviaba su mirada hacia el hombre fornido y de piel oscura que estaba a una distancia considerable para un guardaespaldas, su mirada gritaba lo que sus labios tenían prohibido decir. Allí se veía el deseo reprimido por dos cuerpos que se anhelan pero que saben que no pueden dejar que los demás lo noten.
Al final, no estaría bien visto que la hija de un alcalde se viera involucrada de alguna manera con el escolta de la familia.
Clases sociales muy diferentes, mundos opuestos.
Lo que todas esas personas pasaban por alto era el hecho de que el corazón tiene lo que quiere.
En la esquina izquierda, observo al Sr y Sra. Adams, un matrimonio maduro que eran la envidia de cualquiera, tres hijos jóvenes promesas de los negocios, excelentes estudiantes, deportivos, unidos y consolidados, solo pocos sabían que cuando el flash de las cámaras se apagaban y terceros apartaban sus ojos de ellos, eran todo menos una familia unida. Le desagradaba tanto saber que como la Sra. Adams habían muchas mujeres, soportan hombres infieles y maltratadores solo por aparentar, hijos que nunca desobedecían a sus padres aun cuando su felicidad estaba muy lejos de lo que estaban haciendo, un hombre cegado por el interés en las apariencias y poder.
Sonrió mas al similar de nuevo que no hace mucho permaneció en una familia así. Pero no más.
Observo con recelo la interacción de todos allí, sonrientes, sofisticados y inalcanzables para alguien fuera de su grupo social.
Parecían tenerlo todo, menos humanidad
No sabía porque, pero el aire allí comenzaba a sofocarla y aún no había comenzado su paseo para saludar a todos eso presentes, sonreír y asentir, eso siempre fue lo suyo frente a ellos, porque cuando se dejaba llevar y hablaba, terminaba diciendo verdades que incomodaba a más de uno y por supuesto, recibía la mirada amenazadora de su abuelo o la advertencia silenciosa de su padre.
Observando un poco más, respiro profundo y se preparó para hacerlo, no era la primera vez pero si esperaba que fuera la última.
Pero de pronto lo que capturaron sus ojos, mando toda su preparación mental por un desagüe
Sus labios se abrieron ligeramente y trago en seco. Su cuerpo entero tuvo una reacción que no se explicaba y en ese momento estaba muy distraída como para analizar aquello.
Allí estaba ella, luciendo tan hermosa e inalcanzable como tanto la recordaba.
Fue verla y volver a sentir todas aquellas emociones y sensaciones que creyó jamás volver a sentir
Increíble como hace solo minutos se había prometido a si misma mientras volvía a la mansión no pensarla ni recordarla más y ahora estaba allí frente a sus ojos, cuando había perdido toda esperanza de encontrarla.
Su corazón volvía a latir como aquella vez, sin importarle lo que había prometido. Olvidarle y seguir adelante.
Vestía adecuadamente para la ocasión, vestido ceñido color negro que se ajustaba perfectamente con sus curvas infernales, con una abertura considerable en la espalda, el cabello suelto con ondas definidas que le daban un plus, sus labios con tono rojo que incitaba a pecar, sus zapatos de diseñador la hacían lucir aún más sensual, dándole ese aire de poder... o era su personalidad entera que le otorgaba aquella cualidad.
En definitiva estaba más ardiente y sensual de lo que recordaba
No sabia cuanto llevaba observándola a la distancia, solo sabia que se sentía muy bien deleitar de nuevo su vista con tan agradable imagen, pero necesitaba y quería hacerle ver que estaba allí, que el destino las volvía a juntar.
Y por supuesto, le debía una explicación.
A pesar de la distancia que las separaba, la vio sonreír, siguió hipnotizada cada movimiento que hacían sus labios al hablar o sonreír, y fue inevitable la punzada que sintió en todo su cuerpo al recodar lo bien que sabían esos labios, su maldito sabor que se quedó grabado en su mente.
El salón estaba lleno de personas, pero su vista era incapaz de ver más allá de la hermosa mujer que tanto rodeaba su mente los últimos meses
Un maldito dejavu podría decirse
Como si su cuerpo se mandara solo, impulsivamente dio un paso, quizás tres, lo que le otorgo otro ángulo visual más amplio, donde por primera vez desde que sus ojos se posaron en la mujer noto quienes eran sus acompañantes. Y nada ni nadie podrían prepararla para lo que sus ojos vieron a continuación, haciéndola detener su andar y quedarse petrificada en su lugar.
Arthuro Cabello, parecía muy cómodo y seguro mientras poseía un fuerte agarre en la cadera de la hermosa mujer, a vista simple se veía la complicidad entre ambos, cuando se miraban y sonreían en su plática hacia los otros hombres allí. Cuando vio como otra mano acariciaba esa delicada y provocativa espalda sintió una nueva y extraña sensación que jamás había sentido pero no supo descifrar. Arthuro, parecía encantado de tenerle a su lado, tal vez por eso cada vez que podía posaba sus manos en el cuerpo de su compañera o la acercaba más a él, como diciendo silenciosamente, "es mía"
-Hermosa pareja ¿no? - Escucho de aquella voz que tanto le irritaba -Se ve feliz ¿no crees? - volvió a interrogar colocándose a su lado con la vista en la posible pareja
Pareja
Se repetía en su mente
Tenía que haber otra explicación. No era posible
Aunque parecían tan a gusto en presencia y contacto entre sí.
¡Pero era imposible porque se trataba de su padre y de la mujer que se enamoró desde la primera vez que la vio!
-Sabes, siempre desee ver a Arthuro volver hacer su vida, desde tu madre le he visto solo ir de flor en flor pero creo que al fin encontró la adecuada-
Esas palabras captaron su atención, apartando su vista por fin la dirigió a su abuelo
- ¿La adecuada? - Pregunto con ironía y burla -Déjame adivinar, su familia es dueña de medio país, tiene montones de títulos universitarios, pero el más importante e interesante; está dispuesta a llevar el título de esposa perfecta con tal de no decepcionar a su perfecta familia ¿Me equivoco? - soltó sin contenerse la rabia que ni sabía estaba sintiendo
-Más que eso querida nieta- sonrió arrogante para volver su vista a la pareja -Es una mujer inteligente, con sed de poder y muy audaz-
Observándola de nuevo, la vio sonreír con arrogancia, mientras su padre comentaba algo y los otros hombres luchaban por ocultar su envidia.
-Suena como toda una caza fortuna- escupió
-No. Es de las pocas mujeres que quiere realmente poder, no dinero para ir de compras. Y trabaja por ello-
Cerrando sus ojos por unos segundos trato de controlar las sensaciones que sufrio al ver como el hombre que amaba y llamaba padre, besaba a la mujer que creía hace unos minutos, la mujer de sus sueños.
-Acostarse con un hombre mucho mayor que ella para conseguir ese poder no creo que la haga especial, mucho menos única-
-Con su carácter, personalidad y la belleza que posee es solo un plus para facilitarse las cosas-
Mirándolo fijamente soltó sin medirse
-¿Por qué tanto interés en la mujer de tu hijo, Joseph? -
-Porque por fin mi hijo me dará lo que tanto he querido-
Cuando se atrevió a volver su vista a la pareja, los encontró en lo que parecía una conversación intima, a solos, perdidos entre si
-Un heredero- susurro apenas audible sin poder ocultar su impacto
-Exacto- confirmo el hombre mayor -Seria la solución perfecta. Tú y tu hermana se librarían de liderar un imperio que evidentemente no les interesa, nuestra relación como familia mejoraría por completo-
Sonaba tan fácil aquel plan y ella tenía tanto por alegar, pero ahora mismo no estaba siendo capaz de meditar en el descaro o crueldad de su abuelo, su mente estaba hecha un lio.
Y cuando esos hipnotizantes ojos color esmeralda se encontraron con los suyos, supo que no tenía escapatoria. La sonrisa en el rostro de la guapa mujer fue desapareciendo de a poco, dejando entre ver la sorpresa y confusión que experimentaba, no fue hasta que Arthuro pareció darse cuenta de donde estaba su atención y le dijo algo al oído que recobro su postura de mujer segura que volvió a sonreír y se dejó tomar de la mano del hombre y caminar tras él.
Trato de prepararse para lo que venía, pero como rayos se supone que debía actuar frente a esa mujer
¿La recordaría? ¡Obvio la tenía que recordar!
Sus manos sudaban y su cuerpo estaba en tensión, perdida en sus pensamientos inconscientemente termino de bajar los escalones que le faltaban para llegar al encuentro
-Hija querida, sé que todo puede ser muy inesperado, pero déjame presentarte finalmente a esta hermosa mujer- expreso cargado de emoción su padre apenas llegaba a su lado -Aun no me creo que después de la primera cita le seguí interesando- bromeo el hombre sin ser capaz de notar la tensión allí.
Ver como sonreí por lo que el hombre decía, tan cómoda e indiferente la descoloco
-Lauren Stevens- finalmente estiro su mano hacia ella, con una sonrisa tan viva, genuina -Un gusto finalmente conocerte- expreso descaradamente
¿¡Qué diablos!?
No, no era posible. Ella no podía simplemente jugar de esa manera. No después de lo que vivieron.
No después de regalarle los momentos más asombrosos de su vida
¿Cómo puede fingir tan bien?
-Y esta hermosa chica, es mi otro tesoro, mi hija mayor, Camila- siguió presentando su padre al no ver reacción en su hija
Finalmente extendiendo su mano tomo la de la otra mujer, la estrecho fuertemente mientras no quitaba su mirada de esos ojos tan hermosos pero mentirosos.
-Claro, un gusto- dijo con ironía sonriendo falsamente -Porque un placer ya lo fue ¿no?- soltó sin medirse
Verde esmeralda perdidos en chocolate, ninguna se apartaba la mirada, su reacción corporal delataba la sorpresa e incomodidad en ambas al notar la presencia de la otra.
La mujer mayor solo pudo sonreir y fijar su mirada en la fotógrafa.
¿Han sentido algunas vez como sus sentidos parecen dejar de funcionar por unos segundos, todo a tu alrededor desaparece y en tu campo visual solo hay cabida para ese alguien, mientras tu cuerpo comienza a elevar su temperatura corporal, tus manos y piernas tiemblan, tu boca se reseca y tu corazón palmita tan intensamente que temes que en cualquier momento saldrá de tu pecho?
Camila Cabello, ya lo había experimentado, justo con la misma persona frente a ella, pero ahora habían otras emociones dominando sus sentidos
-Queridas, ya es la hora de pasar a la cena- fue lo que escucharon a lo lejos ambas, apartando su mirada de la otra y recordando que estaban frente a los dos hombres que esperaban por ellas.
[** **]
La dichosa cena llego, todos los presentes fueron invitados a tomar asiento, pudiendo apreciar una mesa rectangular enorme repleta de diferentes platillos dignos de un restaurante cinco estrellas, pues no se podría esperar menos si era un mismo chef reconocido el que estaba a cargo de hacer degustar a la familia Cabello y sus amigos. Una vez todos posicionados era esperado que el hombre mayor ofreciera un brindis, probando que todos sin pensarlo lo acompañaran levantando sus copas.
–Hoy es una noche especial por muchas razones– comenzó observando a todos allí –Quise compartir este momento con todos los presentes aquí porque de alguna manera han contribuido a que esto sea una realidad– miro cómplice al gobernador Miller, para después lanzar una mirada indescifrable para el congresista Jonás –Cabello Associates SA, ha tenido las mejores reseñas y posiciones una vez más– informo haciendo asentir alegremente a todos allí –Es un orgullo decir que la firma que mi familia y yo hemos trabajado tanto sigue creciendo cada día–
Camila ya había perdido cuantas veces voltio los ojos con fastidio ante el discurso elaborado del hombre mayor, que siguió y siguió hablando de como la firma creció y se convirtió en la firma de abogados más prestigiosa y demandada del país. No paro de jactarse recordando para todos sus pasos ahora en la política estadounidense.
–Trabajar con personas disciplinarias, capaces y leales es lo principal– siguió el hombre –La lealtad es lo más importante para mí– con ello muchos presentes se miraron entre ellos con una mirada misteriosa, podría decirse. –La firma es lo más importante para nuestra familia, por ello me deja tranquilo saber que queda en buenas manos, mi hijo Arthuro está haciendo un gran trabajo– miro sonriente a su hijo –Junto a la bella dama que lo acompañara tanto en lo laborar como en lo personal– guiño estúpidamente el ojo a su hijo que rio junto a todos –Lo están haciendo genial chicos– felicito alzando más su copa
Camila, que había permanecido perdida en sus pensamientos no pudo evitar prestar atención a la mención de la pareja, pero no quería soportar más, no sin antes enfrentar a la mentirosa que sonreía ante todo, pero unas palabras en particular la hicieron frenar su huida.
–Por ello, los gastos de esa luna de miel corren por mi cuenta– anuncio el hombre sin saber el impacto para su nieta mayor –Y obviamente están todos invitados a presenciar la unión de mi querido hijo y su bella y ahora prometida, Lauren Stevens–
Todos comenzaron aplaudir llenando de felicitación a la pareja que recibió los elogios con una sonrisa
–¿Estas bien? – pregunto Joshua al ver sin expresión ni reacción a su vieja amiga, recibiendo solo un gesto de afirmación se quedó nada convencido pero no insistió más.
–También quiero resaltar la felicidad que nos deja tener de nuevo a nuestra querida y escurridiza Camilita con nosotros– ahora todos los ojos estaban sobre ella –Es un honor saber que después de disfrutar y apreciar la libertad que le hemos regalado vuelva al nido, dispuesta a trabajar en conjunto para seguir creciendo el legado familiar–
–Por la familia– agrego Arthuro alzando su copa al percibir la tensión entre los miembros de su familia
La cena siguió su curso sin problema alguno, la cena exquisita según los presentes, entre conversaciones fluidas y oportunidades de hacer negocios aprovechando la ocasión. Mientras una morena furiosa fue la primera en abandonar la mesa sin haber probado bocado alguno, fue directo a servirse un vaso de whisky cargado, lo necesitaba urgentemente.
–Cariño– escucho a su espalda, pero ni se molestó en voltear –Sé que estas sorprendida–
No tienes ni idea. Murmuraba por lo bajo la joven
–Pero planeaba decírtelo antes, no pensaba que mi padre lo anunciara de la nada– explico rápidamente el hombre con una preocupación aparente.
La joven solo se perdió en sus pensamientos mientras su mirada estaba fija en esos ojos que la habían acompañado durante toda su niñez, esa calidez que solo los brazos de papá te pueden dar.
¿Podría decirle que su futura esposa era una vil y cruel mentirosa?
La velada siguió y todos allí sonreían y charlaban, tan ajenos a lo que estaban viviendo allí dos mujeres. Que no eran más que victimas del destino, un destino que las unió en el momento equivocado y las volvía a reunir siendo aún más cruel la realidad.
[** **]
Sin saber cuánto tiempo llevaba en el balcón de la mansión con la vista perdida hacia la ciudad gracias a la vista que le otorgaba el lugar, se dejó soltar el aire que no sabía estaba conteniendo, pensaría que habría sido mucho por un día, pero sabía que a la noche le faltaba mucho por acabarse, después de saludar e intentar mantener unas palabras cortés con los invitados allí, se excusó y salió casi corriendo a buscar aire y tal vez con suerte algo de paz. Conteniendo sus repentinas ganas de llorar llego a la conclusión que todo se debía a la sorpresa del momento y su aparente desánimo era por la frustración e incomodidad, solo eso. Retrocedió con la intención de volver al salón donde se estaba llevando acabo la celebración, pero sus pasos murieron al notar la presencia de la persona que menos esperaba allí, observándola a un lado de la puerta de entrada al balcón. Se armó de valor y avanzo un poco más, tratando de ignorar los golpes erráticos que sentía contra su caja torácica a medida que se acercaba más a la mujer frente a ella.
Quiso ignorarla, pasando por su lado dispuesta a salir de allí, de alejarse lo más que pudiera de ese lugar. Ya recuperaría fuerzas para enfrentarla.
–Espera–
Pronuncio esa voz tan ronca y sensual. No sabía si fue escuchar su voz nuevamente o sus delicados pero firmes dedos envolviendo su muñeca que erizaron su piel. El agarre en su muñeca se intensifico cuando quiso apartarse de forma no tan delicada pero le fue inútil.
–Yo... solo...– Trato de hablar Lauren pero solo le fue posible soltar una bocanada de aire de forma frustrada que solo término de hacer enojar a la fotógrafa –No sé qué decir–
Camila, logró zafarse de ese contacto que por alguna razón parecía quemarle
– ¿No sabes que decir? – pregunto con amargura
Sus miradas otra vez se perdían en los ojos de la otra. Por su parte Lauren, quería decir tanto, quería gritar, pero sabía muy bien que no podía y callarse era lo más sano, aunque le matase por dentro. Mientras su labios se abrían ligeramente con la intención de pronunciar alguna palabra, no era capaz de coordinar su cerebro y su corazón.
–Me alegra tanto volver a verte–
Soltó sin medir el peso de sus palabras, solo con una espontaneidad que la sorprendió a ella misma y enojo aún más a la joven frente a ella, que por bajar la mirada a esos labios mientras se abrían y cerraban ligeramente vio perfectamente como al pronunciar esas palabras una sonrisa real se formó en esos mismo labios, haciendo maldecir por dentro.
–Tienes que estar de broma– dijo sonriendo con ironía, caminando ahora si dispuesta a irse
–Camila– su nombre siendo pronunciado de nuevo por esa mujer estaba siendo una tortura, todo aquello parecía una maldita tortura.
–¿¡Que, Lauren!? – Casi grito en desesperación – ¿Qué quieres? ¿Por qué estás aquí? – Dijo ahora volviendo hacia la mujer mayor – ¿Tienes algo para decirme? – volvió a preguntar a solo un paso de distancia entre ambas.
–Yo... no...–
Ese silencio las estaba consumiendo a ambas y se notaba
¿Cómo pudiste?
Se escuchó por lo bajo entre tanto silencio
– ¿Hace cuánto estas con él? – pregunto por fin eso que más la atormentaba
Después de un incómodo silencio a Lauren no le quedo más que armarse de valor y responder.
–Un par de meses–
– ¿Fue antes o después de...? – Su voz sin quererlo se apagó al final, incapaz de seguir, pero fue esa mirada de vergüenza que le dio la respuesta
–Supongo que descubriste que era mucho mejor seducir al heredero del imperio Cabello y dejar los juegos con la nieta rebelde y desheredada de la familia–
–Camila– pronuncio dando un paso más hacia la joven –No fue así, no es así–
– ¿No? – rio con burla dando un paso atrás –¿Cómo explicas esto? – dijo sintiendo como una lagrima escurridiza bajaba por su mejilla, que rápidamente limpio queriendo ocultar lo evidente.
–Una maldita casualidad, solo eso–
Esta vez fue una sonrisa triste y abatida la que se hizo presente
–Solo espero que todo esto no te cueste más de lo que vale–
Y allí quedaba una Lauren Stevens, abatida, sintiéndose tan miserable como jamás. Con tantas cosas por decir pero sin ser capaz de retroceder lo que tanto había avanzado.
[** **]
Tras mas sonrisas fingidas y soportar mas del mismo circulo ridículo, Camila había decido que era hora de terminar la noche. Había sido un verdadero alivio no contar mas con la presencia de cierta pelinegra, debía felicitarse a sí misma por no echarse atrás y seguir allí, aunque toda su intención al dejar a la mujer sola en el balcón era salir corriendo mientras maldecia su suerte. Pero no podía y no les daría ese gusto. Por eso estaba allí, observando una vez mas a su querido abuelo rodeado de todos sus mas cercanos socios, colegas y amigos, siendo el centro de atención como tanto le gustaba, pero sobre todo siendo elogiado y dejando que el nombre Cabello creciera entre la mas fina elite neoyorquina.
A unos pasos de distancia, Joshua le sonreía, una sonrisa cómplice y algo tétrico, mientras Ariana mostraba un poco de preocupación, pero ella siempre acompaña a sus fieles amigos aunque no estuviera de acuerdo.
De un momento a otro, la mansión Cabello quedo en oscuridad total.
Todos los presentes comenzaron a preguntar que pasaba, murmurando cosas sin sentido entre su preocupación y sorpresa.
Mientras con sus celulares inteligentes comenzaban a alumbrar lo mas que podían, se escucharon unos fuertes ruidos, tal vez un forcejeo y cosas rompiéndose a su paso, aunque muchos se asustaron otros creyeron que entre el desespero algunos se habían llevado cosas por delante. Una voz que se reconoció como la de Arthuro, pedía calma, indicando que ya estaban solucionando la falla eléctrica.
Unos minutos después, el lugar volvía a la normalidad. Con algunos agitados y otros extrañados del recién acontecimiento, disculpándose con los invitados dieron por finalizada la velada que iba tan bien. No fue hasta que el lugar se había vaciado que Arthuro noto que solo quedaban los tres amigos inseparables, Joshua, Ariana y su hija mayor, quienes tenían una carita de cual niño que acaba de hacer una travesura y no quiere ser descubierto pero su sonrisa y mirada traviesa lo delata. Lanzando una mirada de advertencia al trio, dio indicaciones al personal de seguridad que se aseguraran que todo estaba en orden en el lugar.
Camila, aprovecho la ocasión y salió de allí seguida por sus fieles cómplices, la noche para el trio apenas comenzaba y la fotógrafa necesitaba un respiro lejos de su querida familia.
Y alcohol, necesita ahogar sus neuronas en alcohol. Ya vería como repararía los daños a su terco corazón.
Lo que nadie imagino es que esa noche había sido el comienzo de un infierno para muchos.
[*** ***]
Se viene lo bueno,mrk👌💕