Stiles
Scott y yo hemos quedado en el aparcamiento del Instituto con Derek. Tenemos un plan, vamos a atraer al alfa.
Entro al aparcamiento y dejo mi Jeep en una plaza, Scotty yo bajamos de el.
-Esto es una muy mala idea- Le acuso.
-Sí, lo sé.
-¿Y aún así vamos a hacerlo?
-¿Se te ocurre algo mejor?
-Personalmente soy fan de ignorar un problema hasta que al final desaparece
-Tu solo encargarte de que entremos.
Hago una nueca y saco unas tenazas amarillas de la parte de atrás del Jeep al mismo tiempo que otro coche entra en el aparcamiento.
-Ha llegado- Anuncia Scott cuando vemos a Derek. Este baja del coche- ¿Y mi jefe?
-Atrás- Nos informa.
Me asomo a una de las ventanillas para ver como Deaton, el jefe de Scott está inconsciente y atado en su asiento trasero.
-Parece estar cómodo- Comento dejando que el sarcasmo reluzca.
Mi mejor amigo me da un ligero golpe en la espalda y vamos hacia la puerta.
-¡Eh, esperad! ¿Que vais a hacer?- Pregunta Derek.
-Dijiste que estaba unido al alfa- Comienza Scott- Espero que aciertes.
Entramos al Instituto y voy alumbrando el camino con la linterna hasta que llegamos a megafonía.
-Oye una cosa, ¿Qué vas a hacer si el alfa no viene?- Pregunto
-No lo sé- Suspira.
-¿Y si derrepente aparece?- Pulso algunos botones para que el aparato funcione.
-Tampoco lo sé.
-Un buen plan- Hago una mueca.
-Vale, decías que un lobo aulla para señalar su posición a la manada, ¿verdad?
-Si, pero si lo llamas, ¿no te hace eso parte de su manada?
-Espero que no.
-Ya, yo también- Le pongo el micrófono enfrente- Vale, todo tuyo.
Pongo el volumen al máximo y Scott se aclara la garganta.
Lo siguiente que oigo es a Scott imitando a una ballena agonizando.
Dios, eso ni se acerca a un aullido de lobo. No puedo creer que este sea mi mejor amigo.
Me rasco la cabeza cuando acaba.
-¿Está bien? Es decir, es un aullido ¿no?
-Sí, en teoría.
-¿A ti como te ha sonado?
-Como un gato siendo asfixiado, Scott
-Bueno, ¿Qué hago? ¿Cómo lo hago?
-Ey, Ey, Scott- Me coloco detrás suya y pongo las manos en sus hombros- Escucha. Quieres llamar al alfa. Se un hombre. Se un hombre lobo, no un lobo adolescente.
-Hombre lobo- Repite.
-Hazlo.
Scott vuelve a pulsar el botón, y lo que sale de su garganta esta vez si es un aullido de hombre lobo.
¡Ha sido increíble! Ha temblado todo, literalmente.
Cuando acaba salimos al aparcamiento otra vez y nos encontramos a un enfadado Derek Hale.
-Os voy a matar. ¿Qué demonios ha sido eso? ¿Que intentais, atraer a todo el estado?
-Perdona no sabía que sonaria tan alto.
-Si, fue alto. Y ha sido increíble- Canturreo lo último.
-Cállate.
-Oh, no seas un lobo amargado.
-¿Scott?- Una voz suena desde el principio del aparcamiemto- ¿Stiles?
-¿Maya?- Esta aparece desde la oscuridad con su móvil en la mano y con una mueca de confusion- ¿Qué estas haciendo aqui?- Pregunto.
-¿Como que qué estoy haciendo aquí?- Vosotros me habéis pedido que venga.
-¿Qué?- Maya nos enseña la pantalla de su móvil en la que se ve un mensaje
"Ven al Instituto, ahora."
-Scott y Stiles.
-Nosotros no te hemos enviado eso.
-¿Ah, no? ¿Entonces quién ha sido?- Pregunta escéptica.
-No lo sé.
-¿Dónde esta mi jefe?- Interrumpe Scott.
-¿Qué? Estaba aquí- Derek se gira y vemos que el jefe de Scott no está.
Entonces, Derek empieza a sangrar por la boca y algo lo eleva en el aire.
El alfa.
Maya grita y Derek sale volando por el aparcamiento.
La agarro de la mano y con Scott echamos a correr hacia el Instituto.
Entramos y cerramos la puerta, Maya deja salir el aire contenido y se apoya en la puerta.
-¿Qué demonios era eso?
Miro a Scott y después a Maya.
-No hay tiempo para explicaciones, tenemos que cerrar la puerta- Empieza Scott- Stiles cierrala.
La chica a mi lado suspira irritada pero no dice nada al respecto.
-¿Qué? ¿Acaso crees que tengo la llave?
-Bloqueala- Insiste desesperado.
-¿Con qué?
-Con lo que sea.
Una idea me viene a la cabeza. Me levanto y miro por la pequeña ventana de la puerta hasta dar con lo que busco. Las tenazas que usamos para abrir antes.
-¿Qué, qué pasa?- Scott se levanta conmigo y Maya tambien se acerca.
-No- Dice la chica al ver mis intenciones- Stiles, no.
-Sí, tengo que hacerlo.
-No, no tienes que hacerlo- Insiste también Scott.
-Oye, no se que narices es esa cosa, pero es grande, parece muy peligroso y a atravesado a Derek. Por favor, Stiles.
La doy una mirada de disculpa y rápidamente abro la puerta y salgo cerrandola tras de mi.
Echo un vistazo rápido a los alrededores y bajo las pequeñas escaleras para coger la herramienta.
Unos golpes y gritos desesperados se oyen desde la puerta. Me giro y veo a Scott y a Maya gritando y golpeando el cristal pidiendo que vuelva.
Vuelvo a mirar al frente y abro los ojos al ver al alfa salir de detrás de mi jeep y correr hacia mi.
Voy hacia la puerta lo más deprisa que puedo y vuelvo a entrar. Coloco las tenazas en la puerta y me quedo unos segundos esperando.
Al ver que no ocurre nada los tres volvemos a mirar por la ventana.
Cojo la linterna y alumbro al exterior, pero no hay rastro del alfa.
-¿Dónde está? ¿A dónde ha ido esa cosa?- Pregunta Maya con temblor en su voz.
Nos alejamos unos pasos de la puerta.
-Esto no aguantará- Informa Scott.
-Me temo que no.
Nos giramos y encontramos el pasillo desierto y oscuro. Da mucho más miedo de noche.
Un ligero aullido se escucha a lo lejos y corremos hasta una de las aulas. Entramos y Scott y Maya empiezan a empujar el escritorio contra la puerta.
-Parad, parad- Ellos dejan de empujar- La puerta no evitará nada.
-Lo sé- Contesta Scott.
-Es tu jefe- Informo.
-¿Qué?
-Deaton, el alfa, tu jefe.
-No
-¿De qué estáis hablando? ¿Qué alfa?- Pregunta Maya pero la ignoramos y seguimos con nuestra conversación.
-Sí. Un hombre lobo alfa asesino
-No puede ser.
-Oh, tío, Deaton desaparece y derrepente ese engendro sale y se carga a Derek. ¿Crees qué es casualidad?
-Él no.
-Él sí- Insisto.
-Derek no esta muerto, no puede estarlo.
-Ha hechado sangre por la boca, ¿Sabes? eso no es precisamente un rasguño. Primero él y luego nosotros.
-Vale- Accede- Pero, ¿Qué hacemos?
-¿¡Vais a contarme que está pasando!? Primero el mensaje que ninguno de vosotros ha enviado, luego un mosntruo aparece y mata a Derek. Y vosotros estáis hablando sobre hombres lobo y cosas sin sentido, ¡Y yo estoy aterrada!- Maya explota y ambos la miramos en silencio.
-¿Y bien?- Insiste.
Miro a Scott y el asiente. Tenemos que contarle la verdad, toda la verdad.
-Oye, no tenemos tiempo, ¿vale? Asique va a ser rápido. Los hombres lobo existen, son reales y hay uno muy grande y peligroso que quiere matarnos a todos, asique tenemos que largarnos ahora.
-¿Qué?- Parece mas confundida y desesperada de lo que ya estaba- Os habéis vuelto locos. Los dos. O eso o estoy soñando o algo asi.
-No, no estás soñando. Esto es muy real.
-¿Estás diciendo que los hombres lobo, son reales? ¿Me estás vacilando? ¿Esque ahora me vas a decir qué también hay vampiros y unicornios?- Pregunta con sarcasmo.
-Maya, si no me crees te lo puedo demostrar. Scott también lo es.
-¿¡Qué!?
-Scott es un hombre lobo- Le miro- Enseñaselo- El asiente y un segundo después sus ojos se vuelven de un dorado intenso.
Veo como a Maya se le corta la respiración.
-Vale, no sé como has hecho eso. Pero suponiendo que eso que decís es real, y ahora mismo hay un... hombre lobo ahí fuera, ¿Que hacemos?
-Vale- empiezo- Corremos hasta mi Jeep y nos largamos- Miro a Scott- Y planteate el dejar ese estúpido trabajo.
Vamos hasta la ventana y al ver como ellos intentan abrirlas hablo
-No se abren, están temporizadas.
-Pues la rompemos.
-Haría mucho ruido.
-Entonces tenemos que correr rápido- Scott mira por la ventana- Muy rápido.
-Stiles, ¿Qué le pasa al capó de tu coche?- Pregunta Maya.
-No lo sé, ¿Que le pasa?
-Está doblado.
-¿Abollado?- Pregunto alarmado.
-No, está doblado.
-¿Qué demoni...?
Me interrumpo al ver que algo ha atravesado la ventana.
Todos gritamos, y nos agachamos debajo de las ventanas. Miro a Maya para comprobar que está bien, pero veo que tiene un par de pequeños cristales clavados en el brazo. Ella me mira asustada.
Alumbro con la linterna a lo que ha atravesado el cristal y me encuentro con una batería. La de mi Jeep.
Ese estúpido perro asesino a estropeado mi Jeep.
-Esa es mi batería- Hago el ademán de levantarme a por ella pero Scott me lo impide.
-No.
-Largemonos- Contesto
-Podría estar ahí fuera.
-Está ahí fuera- Hago énfasis.
-Déjame echar un vistazo- Scott se asoma a la ventana y mira a través de esta.
-¿Ves algo?
-No.
-¿Nos vamos ya?- Pregunta Maya con tono desesperado.
-Si, vamos.
Nos levantamos y salimos del aula hasta el pasillo.
-Por aquí- Maya iba a ir en una dirección pero la detengo.
-Tenemos que ir a un sitio sin ventanas.
-Todas las habitaciones tienen ventanas.
-Pues vallamos a una con menos ventanas.
-Al vestuario- Sugiere Scott después de pensar unos segundos.
-Sí, vamos.
Vamos al vestuario y entramos.
-Llama a tu padre- Dice Scott.
-¿Y qué le digo?
-Lo que sea, cualquier cosa, que hay un incendio o un escape de gas. Si ve el aparcamiento lleno de policías se irá
-¿Y si no lo hace? ¿Y si se pone en modo Terminator y mata a todos los policías, incluido mi padre?- No puedo perderlo. No cuando es lo último que me queda.
-Tienen armas- Sigue él
-A Derek le dispararon una bala llena de acónito para debilitarlo, ¿Te acuerdas?
-Entonces... Tenemos que... pensar una manera de huir de aquí.
-No hay nada en kilómetro y medio a la redonda.
-¿Y el coche de Derek?- Maya se une a la conversación.
-Podría servir. Salimos, cogemos las llaves de su cuerpo- Hago una mueca de asco- Y cogemos su coche.
-Y a Derek- Añade Scott.
-Vale, lo que sea. Vamos.
Empezamos a andar hacia la salida pero al ir a abrir la puerta Scott me agarra del brazo.
-Para. He oído algo.
-¿¡El qué!?- Pregunto alarmado no muy alto.
-Silencio- Nos alejamos lentamente de la puerta- Escondeos.
Me meto rápidamente en una taquilla haciendo que Scott se queje por el ruido que causa.
Le veo a el meterse en otra por las rendijas de la taquilla pero tambien veo a Maya intendando meterse en alguna, pero no abren.
Abro rápidamente la mía y la agarro del brazo para meterla junto a mi en la taquilla. Ella suelta un grito ahogado por la sorpresa y cierro la puerta de la taquilla, reduciendo el espacio entre nosotros.
Su agitada respiración de mezcla con la mia y la veo cerrar los ojos cuando el chirrido de la puerta al abrirse inunda mis oídos.
Oigo a Scott gritar y salimos de la taquilla para encontrarnos con el conserje.
-¡Pero seréis...!- deja la frase al aire cuando le mandamos callar.
-¿Qué intentais hacer, matarme?
-No, escúchenos un segundo,¿Quiere?- Intento convencerle pero no sirve de nada.
-No quiero, largaos- Nos empuja a los tres fuera de la habitación
-Deje que le expliquemos- Vuelve a intentar Maya.
-¡Que os largeis!- De un momento a otro el alfa ha agarrado al conserje y lo ha metido dentro de los vestuarios.
Maya suelta un gritito casi inaudible cuando su cara de estampa contra el cristal y despues de caer al suelo queda un rastro de sangre.
La abrazo y esconde su cabeza en mi pecho.
Scott intenta abrir la puerta para ayudarle pero le agarro y los tres corremos por el pasillo otra vez
-Salgamos de aquí-
Seguimos corriendo hasta llegar a una de las salidas. Los tres la empujamos pero no se abre.
Scott mete su cabeza en el hueco entre las puertas.
-Es un contenedor. Nos ha bloqueado las puertas.
-Quiere encerrarnos- Informo y sigo intentando empujar las puertas.
-Stiles, dejalo- Me agarra y volvemos a andar por el pasillo.
-No pienso morir aquí, no en el Instituto.
-¡No vamos a morir!-Me sigue Scott.
-Dios, ¿Qué está haciendo? ¿Qué quiere?- Pregunta Maya desesperada.
La miro y la agarro la mano a su lado.
-¡A mí! Es más fuerte con una manada
-Oh estupendo, un hombre lobo psicótico al que le va el trabajo en grupo. Qué bonito.
Scott se para y mira por la ventana. Nos paramos a su lado y miramos en su dirección.
El alfa nos está mirando desde un tejado.
Voy a morir. Voy a morir en el Instituto. Genial.
Oh, y ahora el alfa esta corriendo hacia nosotros.
Agarro a Maya más fuerte y volvemos a correr. El ruido de unos cristales romperse se escucha y sé que tenemos al alfa justo encima. Giramos y entramos a otro pasillo más pequeño por el que bajamos unas escaleras y seguimos corriendo.
Estoy completamente seguro de que vamos a morir.
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