Estaba sentado enfrente de mi abuelo mientras él me relataba un hermoso poema, al término de este le pregunté
-Abuelo, ¿de dónde viene ese poema?
Y él me respondió:
-Hijo, este relato me lo conto mi madre hace mucho, mucho tiempo, y quiero que tu se los cuentes a tus hijos y tus hijos a tus nietos.
Esa fue la última vez que vi a mi abuelo, puesto que el falleció unos días después de manera natural.
Antes no comprendía lo que mi abuelo decía con aquel poema pero, ahora que soy mayor por fin he comprendido su significado
-Hijo, acércate por favor- le digo a mi hijo mayor de apenas 6 años
-¿Qué pasa papi?- responde el con su pequeña y tierna voz infantil
-Te voy a relatar un poema que mi abuelo me relato a mi hace algún tiempo
El poema comienza así:
Yo, príncipe de las tinieblas
Controlador del miedo
Con tan solo escuchar mi nombre tiemblas
Y causo terror incluso al más austero
Yo, señor de la oscuridad
Rey del inframundo y gobernante de los tontos
Poderoso lord de la no verdad
Odiado por varios y amado por otros
He llegado a sentir el más profundo amor
Me he enamorado de un alma enemiga
Y este amor no es más que un profundo sentimiento de dolor
Pues he comprendido que ella no puede ser mi amiga
Si, el poderoso lucifer se ha enamorado
Ella es hija de mi padre
Pues a ella dios ha enviado
Y yo... yo soy un desastre
Quisiera poder decírselo pero esas puertas lo impiden
Quisiera poder besarla y hacerla mía en este momento
Ella hace que los demás suspiren
Pero está rezando ahí... ahí en ese convento
Al fin he comprendido que mi amada está casada con dios
Y que yo, yo solo soy el enemigo
Quisiera que escapáramos juntos los dos
Yo tan solo soy un ángel caído
Ahora sé que es tener el alma rota
Y el corazón vacío
Mi oscuro y corrompido corazón no lo soporta
Sus ojos brillan, como si les hubiera caído de la mañana roció
Mis alas rotas las tengo
Y no fue por la caída
De tanto licor apenas me sostengo
Y en medio de mi pecho tengo una herida
Me despido de ti para siempre amada mía
Regreso a mi eterno destierro
Y espero que perdones mi osadía
Por dejar esta carta en tu aposento
Firma: Satanás.
Al terminar de relatar mi hijo se queda algo confundido, no sabe por qué el diablo quiso conquistar a su vis abuela y la respuesta es simple mi abuela, no era una simple mortal, ella estaba confinada a pasar sus días con el rey de las mentiras, pero contra todo pronóstico se quiso volver monja pero antes de hacerlo conoció a un apuesto sacerdote, se enamoraron, pidieron un perdón a Roma, se casaron y formaron una familia, de ahí nació mi padre después yo y ahora mi hijo.
Se dice que ahora mi familia esta maldita y que cada que nazca una mujer en mi familia el... el intentara conquistarla.