—4-3 oro, 3-6 peón, 4-2 torre, 4-8. torre 3-6 alfil, 1-6 peón, 1-4 peón, 2-6 peón, 6-2 rey- 6-8 rey, 7-2 rey, 7-8, rey, 6-2 plata...
—Te estas esforzando mucho. —Dijo un sonriente sai que venía a dejar comida a Shikamaru en el calabozo. —Un ninja normal se habría rendido hace tiempo.
—Estoy ocupado revisando la partida de los grandes maestros. No tengo tiempo para aburrirme. —Le respondió Shikamaru con una sonrisa.
—Me gusta esa fanfarronería tuya.
—Con el shogi se aprende mucho. —Dijo calmado Shikamaru. —Por mala que sea la situación, siempre se le puede dar la vuelta.
—¿Hay un modo de darle la vuelta a esto? —Dijo sai refiriéndose a la situación en la que se encontraba Shikamaru.
—Me gustaría verlo así. Al menos devuélvanme el encendedor. —Dijo Shikamaru refiriéndose al encendedor de su Sensei. —No me siento tranquilo sin él.
—Si estás dispuesto aceptar la voluntad de Gengo-sama, tal vez lo haga.
—¿Por qué lo obedeces?
—Solo encontré mi hogar.
—¿Konoha no te importa? ¿No eres miembro del equipo siete?
—Entonces, ¿Por qué no vino Naruto o Sakura? Si soy tan importante, ¿Por qué viniste tú?
—Le dijimos pero no dejamos que me viniera para evitar un escándalo aún mayor y evitar perjudicar a la Aldea.
—Es eso o es por que realmente no pertenezco a la Aldea.
—¿No estarás pensando así por culpa de Gengo? Las palabras de Gengo manipulan a la gente, ¿Cierto? —Lo confronto Shikamaru. —¡Despierta de una vez!
—Desperté hace tiempo, cuando acepte la voluntad de Gengo-sama.
—....
Ambos se miraron seriamente hasta que Sai decidió darse la media vuelta para marcharse.
—Espera.
—¿Y ahora qué? —Dijo Sai deteniendo su caminar sin voltearlo a ver.
—Te aseguró que romperé el Jutsu de Gengo y te salvaré.
—Es mejor que te resignes. O te irá mucho peor.—Dijo Sai volteándolo a ver con una sonrisa malévola.
Shikamaru se sorprendió al verlo pero de inmediato reacciono y le regreso la mirada seria y dándole a entender que no se rendiría.
—¡Eres parte de Konoha! ¡No lo olvides! —Le exclamó Shikamaru pero Sai ya se había ido.
Pasaron minutos, puede que hasta horas y Shikamaru seguía repitiendo una y otra vez las jugadas de Shougi.
—4-3 peón, 3-3 alfil, 3-7 caballo... Imposible, me faltan piezas. El rey se me escapa. ¿Eh?
La puerta de su calabozo se abre y arrojan al suelo a Ro.
—¿Eres tú, Ro?
—Esa voz... ¿Es usted Shikamaru-dono?
—¡Gengo! Este hombre solo seguía mis ordenes. ¡Si le van hacer algo, haganmelo a mí! —Gritó Shikamaru.
—Que verguenza... —Dijo Ro con una voz apenas audible.
—Si nos mantenemos vivos, llegará la ayuda ¡Resiste! ¡No te rindas! ¡Si te mueres no te lo perdonare! —Exclamaba Shikamaru molesto y furioso consigo mismo.
—Estoy bien. No es tan fácil acabar conmigo.
—¿Qué paso con Soku? ¿No estaban juntos? También está bien, ¿Verdad?
Con Soku...
¿Pero qué?... ¿Soy yo? —Pensó Soku al escuchar su voz detrás de ella.
—Me utilizan todos son enemigos. —Decía su otra yo.
—No temas. Voltéate. Acéptalo todo. —Le dijo Gengo.
Tcks!...
—¡Aaaaaaaaah!
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Se abre nuevamente la puerta del calabozo. Sai aparece con una de sus serpientes de tinta y se lleva a Shikamaru.
—¿A dónde me llevas? —Preguntó Shikamaru.
Sai lo ignoro y siguieron el camino en silencio hasta llegar a una enorme sala con un trono donde se encontraba sentado Gengo.
—Lo traje como me ordenó, Gengo-sama. —Dijo Sai una vez llegando frente a él.
—Lamento que lo pasarás tan mal, pero no puedo bajar la guardia. —Habló Gengo en forma de disculpa hacia Shikamaru.
—No tengo ganas de hablar contigo. —Respondió molesto Shikamaru. —Es obvio que manipulas a las personas con tus palabras
—¿No se parece a lo que hacia tu padre?
—¿Eh? —Eso había sorprendido a Shikamaru.
—Perdona, investigué un poco sobre ti. —Se disculpo nuevamente Gengo tranquilo y con una sonrisa. —Sobre tu familia y amigos. Así que viniste a matarme, ¿eh?
Shikamaru solo se quedo en silencio viéndolo de mala gana.
—Me pregunto por qué nos oprimen. —Continuó hablando Gengo.
—Nosotros somos los oprimidos. —Respondió Shikamaru.
—Este país es débil, no tiene recursos suficientes. Nuestra producción apenas y nos permitía sobrevivir.
—¡Bonitas palabras para engatusar desertores!, ¿Qué planeas? ¿Cuál es tu objetivo?
—No engatuso a nadie. Ellos vienen buscando la salvación.
—¿La salvación?
—¿Acaso no hay duda sobre el proceder de los Ninjas? ¿Acaso los nobles y los ricos se conforman de países sin conflictos? ¿Acaso eso es ser un verdadero Ninja?
—¿Qué quieres decir?
—Lo que se reunieron aquí solo quieren vivir como Ninjas. Con la Unión pro moviendo la paz, ser Ninja no tiene sentido. Pero habrá quienes quiera salir de eso. Este país sirve de refugio para ellos.
—Se necesitan de algunas reglas para mantener la paz. —Dijo Shikamaru ya hartó de oír las tonterías de Gengo.
—Decir eso es solo una excusa para obedecer a los grandes países. La prueba es el reparto de los Bijuu. Si los usaran este país no tendría oportunidad, ¿Me equivoco?
—¡No pensamos volver a usar a los Bijuu para la guerra! —Exclamó molesto Shikamaru.
—Se guarda los Bijuu, ¿Y esperan que le creamos? Es tan obvio que los otros países esperan algo.
—¡No lo decidas por tu cuenta!
—¿Por qué no le entregan un Bijuu a este país, entonces? Creo que a la Aldea de la nube le sobra uno. Si lo hacen, podríamos sentirnos tranquilos.
—¿Cómo haríamos algo así?
—Claro. Hablas mucho de la paz, pero en el fondo solo son palabras. No se fían de países pequeños como el nuestro.
—Ya te dije que no se utilizaran para la guerra. —Dijo completamente enojado Shikamaru. —Debe de haber otra solución.
—Otra solución, ¿Eh? Ven conmigo. —Dijo Gengo levantándose de su asiento. —Quiero mostrarte algo. —Dijo con una sonrisa Gengo.
—¿Eh?
Sai hizo desaparecer a la serpiente y dejo a Shikamaru en custodia de dos capuchados que lo escoltaban junto a Gengo.
Llegaron a una habitación donde había muchas flores sembradas.
Este lugar... —Pensó Shikamaru.
—A esta actitud prácticamente no crecen cultivos. —Dijo Gengo refiriéndose al fondo del castillo, estaban abajo. —Tenemos lo básico para sobrevivir a la pobreza. Un producto especial podría transformar eso. —Dijo mientras tomaba una flor. —Estás flores podrían causar tal transformación. Las viste por toda la aldea, ¿Verdad? Pero es inútil. La flores se secan al salir de la aldea. La aldea tiene un ambiente especial.
Shikamaru observaba las flores.
—¿Por qué sigues el camino Ninja?—Le preguntó Gengo. —¿Para hacer papeleo?
—Ni idea.
—Dudo que sea por eso. —Dijo serio y tranquilo Gengo. —De seguro pasas tus días perfeccionando tus habilidades Ninjas, para derrotar al enemigo y proteger a tus seres queridos. Para vivir una vida digna de ninja y llegar a ser un día como tu padre o como tu maestro.
Sin poder evitarlo a su mente llegaron los rostros sonrientes de su padre y su maestro
—¡¿Y tú que sabes de eso?! —Exclamó exaltado Shikamaru.
—No puedes dejar de pensar que un día estarás a su altura. Pero, ¿Cómo lo lograra en un mundo tan pacífico?
—No lo sé. Pero estoy dispuesto a entregar mis armas por seguir mi camino ninja, sin arrepentimientos... —Dijo Shikamaru con la vista borrosa empezaba a marearse.
—Tranquilizate, Shikamaru. ¿Qué te parece el aroma de mis flores?
¿Qué?
Shikamaru abrió los ojos como plato al darse cuenta.
—Ya veo, así que se trataba de eso. —Dijo Shikamaru con dificultad de manterse en pie.
Le arrebato una espada a una de los capuchados y atacó a Gengo que esquivo con facilidad el ataque de Shikamaru.
—El aroma de ciertas flores tiene sustancias que afectan los pensamientos. —Explicó Shikamaru. —Las estas usando para lavar el cerebro, ¿Verdad? De ahí los extraños cambios de ideas.
—De nada vale que te des cuenta. No puedes rebelarte contra mí.
—¿Dónde están mis compañeros Ro y Soku? ¡Traiganlos! —Exclamó Shikamaru.
—Estamos aquí. —Dijo Ro quitándose la capucha al igual que Soku. Así mismo dejando a Shikamaru sorprendido.
—¡Ustedes!
—Aceptamos la voluntad de Gengo-sama, ya —Dijo Soku mientras preparaba una aguja de chakra en dirección a Shikamaru.
Soku le dispara a Shikamaru y Shikamaru apenas y pudo esquivarlo, así mismo logra escapar por los conductos de aire.
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—¡Atentos! ¡Qué no escape del castillo!
Todos los seguidores de Gengo andaban buscando a Shikamaru
—Es inútil que te escondas, Shikamaru. —Decía mientras lo buscaba con ayuda de sus serpientes de tinta.
Shikamaru solo lo escuchaba, escondido.
—Aún esta adolorido. Dichosa, Soku... —Dijo Shikamaru quejándose del ataque de Soku que logró rozarle el hombro. —No puedo usar las sombras y se llevaron mis armas. Es una situación bastante desfavorable.
Flash Back
—No me esperaba esta jugada. —Decía Shikamaru a Asuma-sensei
—Se usa para romper la formación del enemigo. —Le explica Asuma. —Algunas veces hay que salir con esto, ¿no?
Fin del flash back
Si escapo, aumentará el riesgo para konoha.
Ya lo dijiste entonces... —Pensó Shikamaru refiriéndose a la jugada que le enseño Asuma-sensei.
¿También me llego este momento?
—Cálmate. Debe de a ver un modo de darle la vuelta a esto. —Se dijo así mismo. —Shikamaru, en el fondo eres un caballo, ¿Romper la formación del enemigo o el salto del caballo?
Las manos le empezaban a temblar.
—O podría ir por rey. —Dijo Shikamaru mirando el conducto de aire que uso para escapar.
Gengo se encontra en su trono con los ojos cerrados meditando.
—¿Podemos ir a buscar a Shikamaru, Gengo-sama, ya? Sería un desastre que escape del castillo, ya.
—No se precipiten. Es un hombre que cuanto más perseguido, más se arriesga. —Dijo Gengo tranquilamente. —¿Cierto, Shikamaru? —Le preguntó mirando hacia la puerta principal por donde venía entrando Shikamaru.
—¿Te diste cuenta? Que fastidio.
—No huirás dejando esto atrás. —Dijo Gengo refiriéndose así mismo.
—Hay que ser muy tonto para volver voluntariamente, ya.
—¡Déjese atrapar por las buenas! —Exclamó Ro a Shikamaru.
Shikamaru camino tranquilamente hacia sus dos compañeros.
Ro lo empezo atacar junto a Soku evitando que Shikamaru use su Jutsu de sombras.
—¡Cuando el suelo no sirve, se puede usar el techo!—Exclamó Shikamaru al mismo tiempo que usaba su Jutsu de sombras hacia el techo pero Soku se percata que es una distracción y otra sombra aparece en el suelo atrapando a Ro.
—¡Suelteme Shikamaru-dono! —Pidió Ro a Shikamaru que bajo del techo y fue hacia él.
—Para desactivar un Jutsu hay que derrotar al quién lo lanzó. —Dijo Shikamaru refiriéndose a Gengo. —¿Qué opinas, Gengo? —Shikamaru usaba de escudo a Ro
—Es inútil. No se puede oponer a mis palabra. —Dijo Gengo refiriéndose a Soku que estaba apuntó de sacrificar a Ro para poder matar a Shikamaru.
Una enorme explosión se hizo presente y una vez disipado el humo de los escombros apareció Temari, Ino y Chouji.
—¡No permitan que se acerquen a Gengo-sama! —Exclamó Sai a Soku y Ro que se pusieron en posición de ataque al mismo tiempo que Gengo escapaba.
—¿Qué esperas? Ve tras él. —Le dijo Temari a Shikamaru.
—Nosotros nos encargamos a partir de ahora. —Dijo Ino
—Gracias, chicos.
—Ve.
—¡No escaparas Gengo! —Pensaba Shikamaru mientras iba siguiéndolo.
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—Así que Shikamaru tenía refuerzos. Es propio de un cobarde como él. —Decía Sai con una sonrisa.
—Para su información, estoy aquí por cuenta propia. —Decía Temari molesta.
Flash Back.
—Shikamaru oculta algo. —Le decía preocupada Temari a Gaara. —Sí, para que actue solo es porque debe de pasar algo.
—¿Quieres investigarlo?, llevate a todos los que necesites. —Decía Gaara.
—¿Estás seguro?, Shikamaru es de Konoha.
—La época de separación entre Konoha y la Arena se acabó. No faltará la ayuda para un hombre que es vital para la Unión. Aunque no creó que el Hokage te de información por las buenas.
—Se la sacaré.
—Se que lo sabes, pero debe de ser lo más pacífico que puedas.
—Por supuesto que será pacífico. Hasta donde pueda. —Dice Temari con una media sonrisa.
—¿y bien? ¿Qué más quieren? —Preguntaba el Hokage a Ino y Chouji que se encontraban en su oficina.
—Shikamaru esta...
¡Pum!
—Hola Hokage. —Saludaba Temari, después de destrozar la puerta de la oficina del Hokage
Fin del Flash Back.
—Y cuando supimos que Shikamaru corría peligro, venimos de inmediato. —Explicó Temari.
Para después empezar con la pelea.
Mientras tanto con la Hyuga.
—Debo ir al calabozo... —Pensaba la Hyuga mientras se escabullía en los ductos de aire.
—¡Agh! ¡Aaaaagh! —Gritaba de dolor el Uchiha no muy lejos de dónde se encontraba la Hyuga.
—Sasuke... —Hinata siguió aquellos gritos hasta llegar a la celda del Uchiha que estaba lleno de aquellas flores que había en toda la ciudad. —Sasuke, resiste. Te sacaré de inmediato. —Dijo la Hyuga para tranquilizarlo pero no funcionó y apunto de quitar la venda de sus ojos fue atacada.
—¿Qué crees que haces? —Pregunto una voz masculina.
Hinata no veía nada alrededor así que activo el Byakugan y vio un flujo de chakra entre las sombras.
—Han venido con refuerzos. Veamos si salen ilesos. —Dijo con arrogancia. —Sasuke, aquellos que ordenaron a tu hermano a destruir a tu clan. Están aquí. Destruyelos.
—¿Qué? ¿Qué le haces? ¡Dejalo en paz! Empezó atacar la Hyuga aquel dueño de aquella voz.
Un minuto después los sellos, las cadenas que ataban al Uchiha y la venda de sus ojos desaparecieron.
—Oh, no... —Susurro la Hyuga.
Nuevamente con el Nara.
—Estas acabado, Gengo. —Anunció el Nara habiendo derrotado a su yo pequeño que fue una ilusión creado debido aquellas flores.
—Aún no. —Sonrió con arrogancia Gengo que de un momento a otro el castillo tembló.
Tembló el castillo y la mitad de este fue destruido debido al Susano del Uchiha.
—¡Diablos! —Exclamó el Nada molesto.
—¡Jajajajajaja! —Empezó a reír como loco Gengo.
Shikamaru le dio un golpe en el cuello para dejarlo desmayado, lo cargo y fue a reunirse con Temari y los demás, pero cuando llego a lo que quedaba de aquel salón sus amigos hipnotizados ya no lo estaban.
—Un problema menos. —Dijo el Nada para si mismo.
—Ahora tenemos un problema más grande. —Dijo Temari refiriéndose al Susano del Uchiha.
—Les haré ganar tiempo para que Shikamaru planeé que hacer. —Dijo Chouji que se hacia más grande para igualar el tamaño del Susano y atacarlo.
—Tcks!... —Chaqueo la lengua el Nara molesto.
—¡Shikamaru! —Grito la Hyuga que venía hacia el mencionado.
—¡Hinata! ¿Estas bien?
—Si. Sasuke esta bajo la manipulación de uno de los seguidores de Gengo, pero por desgracia fue aplastado por los escombros. Sasuke me salvo.
—¿Qué? —Eso último asombro a Shikamaru. —¿Lo dices enserio?
—Puede que tengamos una oportunidad de detenerlo. —Comento Sai.
—¿Qué hiciste para que te protegiera? —Pregunto Temari.
—Antes de despertar al Susano le hablé y creo que reconoció mi voz. —Explico la Hyuga. —Me protegió con el Susano y después me dejo en el suelo con delicadeza.
—Si reconoció su voz, quizás... —Hablo Ino pero fue interrumpida por el Nara.
—Es muy riesgoso.
—Lo haré. —Dijo firme la Hyuga. —¡Chouji! —Le llamó la Hyuga al Akimichi que intentaba detener al Susano del Uchiha.
—¡Alto! Hinata es muy riesgoso. —Dijo Shikamaru.
—Se lo debo a Naruto-kun. Es su mejor amigo.
Shikamaru se debatía si dejar que su amiga se arriesgada.
Rayos... Que molesto es todo esto. —Pensó el Shikamaru al mismo tiempo que recordaba haberle dicho a Naruto que confiará en él. Traería devuelta a Sasuke y Sai.
—Hazlo. —Le dijo Shikamaru a Hinata. —Sai, haz algunos gigantes de tinta para que Chouji pueda recoger a Hinata y acercarla a Sasuke.
—Si. —De inmediato Sai hizo tres gigantes de tintas para pelear con el Susano de Sasuke.
—¡Chouji! ¡Acerca a Hinata a Sasuke! —Le gritó Shikamaru debido a lo grande que era Chouji.
—Espera. —Sai de inmediato creó dos aves de tintas. —Yo lo haré. Entre más entretenido este menos riesgo habrá el acercar a Hinata.
—De acuerdo. —Dijo Shikamaru.
Hinata y Sai se subieron de inmediato a una de la aves de tintas y se a cercaron al centro del Susano donde se encontraba el Uchiha controlándolo.
—Suerte. —Le dijo Sai a Hinata y esta asintió.
Apuntó de lanzarse este fue descubierto y el Susano destruyó la ave de tinta de Sai, no antes de haber empujado a la Hyuga al Uchiha y ser atrapado por su otra ave de tinta.
—¡Sasuke!