Elice:
Luna me has llamado, estoy aquí nuevamente, a tu lado siempre presente..
Luna:
Amado Elice has llegado. Días y días te he buscado, desesperada he querido tenerte a mi lado... Dame un abrazo fuerte y quédate en mi regazo, mi corazón necesita de tu calor y tus brazos...
Elice:
Amada mía ¿Por qué sufres? Siento tu sufrir como el Azufre.. El aire se vuelve espeso y es difícil respirar, abre tus brazos y ven acá, nunca mi amor te he negado y nunca mi ser lo hará, ven aquí conmigo, ven sin dudar...
Luna:
De nuevo mi corazón lo recuerda, lo vi pasar hace poco cerca de mi senda, siento que esta pero su esencia se me va ¿Qué debo hacer? ¿Que voy a hacer?
Su amor no abandona mi corazón, se clava fuerte y con tesón. Mi mente se inunda solo de su ser, que ahora solo se que tiene otro pertenecer, pienso en el incluso en el amanecer. Su abandono corrompe todo mi existir, no se estar y vivir así.
Ahora que has llegado lo único que quiero estar a tu lado, no te vayas mi Elice amado. El destino a ti desde hace mucho me ha enviado, quiero quedarme en tu pecho sagrado.. El único que me da paz y a mi corazón agrado.
Elice:
Ven Luna mía. Odio verte en este estado, daria la vida solo por devolverte a tu amado..
Tus mil lagrimas de cristal, esta noche he contado. Por ahora no me iré de aquí y me quedaré tu lado, duerme mi amada, duerme en costado..
El amor no se va ni queda en el pasado, solo se duerme y se cree olvidado. Aún así... El corazón seguirá latiendo, ten mi amor y úsalo como consuelo, porque aunque no seas mía te quiero si aún si muero.