Amor de Leyenda (Legend Love)

By MariangVentrue

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Una historia mística llena de magia, amor y traición... un enfrentamiento entre la realidad de 2 mundos... el... More

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Amor de leyenda (Legend Love)

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By MariangVentrue

AMOR DE LEYENDA (LEGEND LOVE)

Esta es una historia que al principio se parece a varias, pero la sorpresa y la magia que la cubre será el punto clave para mantenerte pegado a ella... de verdad espero que les guste...

CAPITULO I: FANTASÍA HECHA REALIDAD?

Wow, quede completamente impactada al leer esa historia famosa de vampiros, en mis diecisiete años nunca pensé que me internaría tanto en una lectura. Llegue a soñar despierta, me imaginaba que podría ser cierta, que en algún lugar existían esos personajes que la gente normal encontraban aterradores, la gente normal, yo nunca he podido encajar en ese esquema. - oh no!- otra vez llegare tarde al colegio por estar sumergida en fantasías sin sentido.

Otro día en el colegio, mi último año, todos van emocionados porque ya faltan solo 2 semanas para culminar las clases, en los pasillos solo se escuchan los planes para las fiestas a las que irán todos en estos días, unas mas fabulosas que otras, yo en cambio prefiero quedarme tranquila en casa, bueno no todas las noches, pienso ir algunas de ellas, pero no con la emoción que tienen mis compañeras, ellas tienen novios con quien ir a cada celebración, yo no. No porque sea fea o de esas loser que andan por las esquinas escondidas, yo soy popular, soy una de las primeras en todos los aspectos, tanto académicos como sociales.

Me sorprendió mi amiga Astrid a gritos -Amiga que cara tienes, parece que te fuiste de rumba anoche, oh no no no, ni siquiera pudiste enviarme un mensaje para avisarme?- con su maquillaje y uniforme perfecto, su cabello arreglado como para una fiesta de coctel, me di cuenta que cumpliría con su promesa de conseguir novio antes de terminar las clases. -wow la que parece ir de rumba eres tu amiga, crees que los profesores te dejen entrar a clases con semejante imagen de fiesta?- preparada para darme una respuesta, lo pensó mejor - no señorita no me vas a desviar del tema respondiéndome con otra pegunta, con quien andabas anoche? Que hiciste? Cuéntamelo todo, absolutamente todo!- su tono de verdad a veces asusta. - nada en serio, solo me quede toda la noche leyendo un libro, no dormí nada- y para dramatizar mas mi respuesta puse cara de enferma. - qué? No puedo creer que tu estés perdiendo el tiempo leyendo libros, en lugar de estar disfrutando los últimos días de fiestas, es absolutamente increíble que no te preocupe tu carencia de vida amorosa.- ya me parecía extraño que no lo hubiera mencionado antes. - no comiences con eso, no necesito ningún novio para disfrutarme las fiestas, además era domingo por la noche, a donde me iba a ir? Preferí quedarme encerrada en mi cuarto leyendo, aun quedan varios días de fiesta, así que por favor no me presiones- me apresure a entrar en el salón de clase como un intento de cortare la conversación. El profesor ya estaba leyendo la lista de asistencia cuando cruce el umbral de la puerta, corrí a mi puesto antes de que se diera cuenta de mi llegada tardía, justo cuando me senté el profesor dijo mi nombre - Marianastasia Santos?- levantando la mirada hacia mí. - Presente profesor- sacando mi cuaderno de ingles. El resto de la mañana fue tranquilo, ya que trate de esconderme de Astrid y sus planes de Cupido con varios de los chicos del colegio, no me gustaba nadie del colegio, ninguno podía ser mejor que el chico de mis sueños, el protagonista de la historia que termine de leer esta madrugada; ese vampiro tan bello y romántico que describen en ese libro, solo podía pensar en el.

Llegue a casa a mediodía, comí mi almuerzo sin mucho ánimo, luego subí a mi cuarto para cambiarme y estudiar, lo cual no pude hacer porque al ver la cama solo pude quitarme los zapatos y caí inconsciente en seguida.

Eran las 7pm cuando me desperté, corrí al baño sacándome el uniforme, me duche y peine mi cabello, cuando iba a abrir la puerta para salir del baño envuelta en una toalla, sentí una presencia en mi cuarto, por un momento pensé que era mi madre que había decidido regresar unos días antes de su viaje, pero algo me decía que no era ella, sentía un aroma dulce, demasiado dulce, entonces se me ocurrió que sería mi amiga Astrid que había decidido venir a buscarme para llevarme alguna fiesta de esta noche, me confié en esa idea ya que ella tenía una llave de mi casa por alguna emergencia. Termine de abrir la puerta y Salí rápido a mi armario para ubicar algo decente que ponerme y salir al club en el centro comercial, no estaba Astrid en mi habitación, pensé q me está esperando afuera, así que grite: -¡As me visto y maquillo rápido ok?! -. Me comencé a vestir con unos pantalones negros, un top delicado rojo con tiros de pedrería, unos stilletos altísimos de cintas de seda una chaqueta negra, me maquille de forma sencilla por el apuro, recogí mi bolso para buscar mi identificación falsa y la metí en uno de los bolsillos traseros de mi pantalón, algo de efectivo, mi tarjeta de debito y un pequeño labial en mis bolsillos delanteros, y lista!

Salí del cuarto en una carrera, ya que por la costumbre soy muy ágil en tacones altos, - As! Estoy lista, nos vamos?- mi casa no es muy grande así que no me tomo mucho tiempo revisarla y darme cuenta que estaba sola. Oh dios, me senté en el sofá para respirar y pensar en la presencia que había sentido, -oh por dios, es verdad! Si existen!- me pare rápido fui a mi cuarto y trate de oler todo a mi alrededor, y nada.

Después de media hora de estar sentada en mi cama convenciéndome de que necesitaba ayuda psicológica urgente, llegue a la conclusión que la soledad era el problema. Mire el reloj de mi teléfono, eran las 8:40, le envié un pin a mi amiga Astrid diciéndole que nos veíamos a las 9:15 en la puerta del estacionamiento del centro comercial donde queda el club Dark Night. Salí del cuarto con mi mente en blanco, no quería seguir pensando en que quizás un vampiro había entrado a mi casa mientras me bañaba, necesitaba volver a la realidad, recogí mis llaves del sofá, active la alarma y encendí las luces del porche antes de salir por la puerta de la cocina.

La noche estaba más oscura de lo que imagine, normalmente no me da miedo caminar de noche por la urbanización donde vivo, pero hoy de verdad estaba muy oscuro como para andar tranquila. Ya había caminado 2 cuadras cuando de repente me sobresalte al escuchar que una voz ronca me llamaba, quede paralizada por unos segundos, me di vuelta poco a poco y dramáticamente con los ojos cerrados, mi imaginación fue como un volcán, lo único que se me ocurrió pensar era que al fin! Mi vampiro bello y romántico me había encontrado, que me diría q tenía siglos buscándome, que nuestros destinos estaban unidos, y que solo tendría que dejar morderme un poco en el cuello para obtener algo de mi sangre, y ya, era todo, eso bastaría para estar unidos por toda la eternidad. - Marianastasia! Será que puedes abrir los ojos? Me estas asustando, te volviste loca? O eres sonámbula? No creo que con esa pinta te hallas acostado a dormir y ahora andes a esta hora por la calle durmiendo!- abrí lentamente los ojos, y wow! Era mi vecino, ex - novio y mejor amigo Javier Villa. Me dieron unas ganas inmensas de morirme, la tristeza invadió mis ojos, no podía creer que no era "Mi vampiro". -Javi! Me diste un susto de muerte! Pensé que era... olvídalo!- no podía decirle que creía que era una criatura chupasangre de la cual estaba locamente enamorada y que solo vivía en mi estúpida y desquiciada imaginación. - ah ok! Y a dónde vas tan tarde y sola? Creo que por la pinta que no es a la iglesia- se acerco un poco y me abrazo por la cintura, aunque habíamos terminado nuestra relación hace ya unos 6 meses, nos quedo la costumbre de ser cariñosos, a veces mucho más de lo normal, le pase los brazos alrededor del cuello y le di un beso en la mejilla, aunque muy cerca de la boca para ser solo amigos, - Voy a Dark Night, estaba cansada de estar encerrada en la casa. Quieres venir conmigo?- le dije alejándome y arreglándome la chaqueta. - no puedo mi princesa, me siento enfermo. Solo Salí cuando te vi por la ventana de mi sala para ver si estaba todo bien.- tan lindo, siempre preocupándose por mí, desde que éramos muy pequeños siempre ha estado pendiente de mi, a veces lo siento más como un hermano protector. -bueno yo solo voy un rato porque ya quede con As, si quieres de regreso me paso por tu casa a ver como sigues- de verdad que me estaba volviendo loca, yo sabía que si hacia eso, puf! Adiós amistad! Sería terrible que entre Javier y yo pasara algo mas, primero porque a mí solo me gustaba como mi mejor amigo, y segundo porque estaba muy consciente de que sus sentimientos no eran de una simple amistad, el estaba enamorado de mi desde siempre, así que sería causarle daño, en ese momento venia un taxi, así que sin decir nada, le hice señas para que parara, y le di un beso a Javier para montarme. -oye! Me llamas para estar pendiente de ti cuando regreses, ok?- me dijo mientras me montaba en la parte de atrás del taxi, solo me voltee le sonreí y me fui.

Llegue al centro comercial y me fui por un callejón oscuro q estaba a un lado de la casilla de vigilancia, ya que para llegar al club que queda en el cuarto piso, había que entrar por el estacionamiento donde estaba una puerta que se mantenía abierta de noche para el cine y los clubes.

El callejón estaba solo (algo que me extraño muchísimo) y oscuro, terriblemente oscuro, trate de caminar rápido pero sin llegar a parecer desesperada, llegue a la puerta y al girar la manilla me di cuenta que estaba cerrada. No podía estar pasándome esto a mí! Aun con la mano en la manilla sentí un frio aliento en mi cuello, era como el hielo, cerré mis ojos y me gire rápido para ver quién era. -no deberías estar aquí sola- me dijo una voz demasiado bella como para ser imaginada, era un hombre alto (como de 1 metro 85 aproximadamente), se acerco a mi tanto, que me dejo entre su cuerpo y la puerta, no podía verle la cara solo podía ver que estaba vestido con un pantalón negro y una camisa azul dentro de una chaqueta negra, a mi nivel solo podía verle el pecho y el cuello, olía de maravilla, dulce, tan dulce como el olor de mi cuarto, me sentí volar por un momento, todos mis pensamientos eran una nube de confusión, esa voz congelo cada uno de mis músculos, no podía ni siquiera pensar en hacer algún movimiento, mucho menos alguna cosa que decirle a ese hombre que tenía tan cerca, su olor me mareaba. -te encuentras bien?- me pregunto poniendo un dedo bajo mi mentón para q subiera la mira hacia su cara. -Si- fue lo único que pude decir, antes de ver sus ojos, dios mío fue impresionante ver su mirada, sus ojos brillaban tanto q podía ver su color miel con unos destellos rojos en toda la oscuridad del callejón. -no te ves muy bien, estás segura?- sus palabras me hacían sentir en una nube muy alta, era maravilloso sentirse así, era tal la mezcla de emociones que no pude aguantar más, sentí como mis piernas se debilitaban y llego la inconsciencia.

Me desperté totalmente aturdida y confundida, estaba acostada en mi cama, mire alrededor todo, definitivamente era mi cuarto, pero había un detalle de diferencia, no estaba sola, en la ventana como una gran sombra estaba ese hombre alto que por un momento pensé que solamente había sido producto de mi muy desarrollada imaginación. -oye? Quien eres? Y que haces en mi cuarto? Como entraste a mi casa? Como...- increíblemente en un instante estaba a mi lado en la cama poniendo un dedo sobre mis labios para que me callara, no podía entender como de repente estaba en la ventana y luego a mi lado, -ya veo que te sientes mejor, así que mi trabajo aquí termino.- dijo parándose y dirigiéndose a la puerta -que? No, no, no, primero me explicas quien eres?- le dije saltando de la cama y corriendo hacia la puerta para bloquearla y no dejarlo salir, por cosas así es que no soy una persona normal, nadie en su sano juicio pensaría en encerrar en su cuarto a un desconocido que bien podría ser peligroso, podría ser un psicópata, un asesino en serie, o un... otro desmayo, oh que bien, justo me desmayo cuando no debo.

-Marianastasia, oye? Despierta-

-será que es buena idea llamar una ambulancia?

-que te pasa? Estás loco? Estoy segura que solo se tomo una de esas locas pastillas para dormir.

-mas a mi favor! Hay que llamar ahora mismo.

Abrí los ojos y estaba en mi cama con Astrid y Javier, uno a cada lado.

-oigan! Que me paso? Que hacen ustedes aquí?

- Amiga! Estas viva! Oh que susto nos diste! Llevas dormida todo el día.

-todo el día? Qué? No puede ser! Qué hora es?

-son las 6 de la tarde Mari, que paso anoche? Me dejaste preocupado.

-Donde está el?

-quien?

No puede ser, no puedo creer que toda haya sido un sueño. Instintivamente levante mi mano derecha y cubrí mi cuello, si él me mordió ellos no debían enterarse. De un salto me levante y corrí al espejo de mi armario, mis amigos se asustaron al ver mi comportamiento, revise detalladamente mi cuello y mis hombros, oh rayos! Me di cuenta que traía puesta mi pijamas, oh no! Que había pasado con mi ropa?

-Astrid cuando llegaron yo estaba vestida así?

-si amiga, porque?

- nada, olvídalo, solo que no recuerdo cuando me cambie de ropa.

El extraño me había cambiado, era lo único que podía pensar ahora, mi cabeza en un instante se volvió tan pesada por todas las preguntas que tenía, necesitaba verlo, tenía que conseguir a ese vampiro y hacerle muchas preguntas.

Acompañe mis amigos a la puerta principal mientras les prometía unas doscientas veces que estaba bien y que no había ningún problema en que me dejaran sola, les dije que tenía que adelantar varios trabajos y estudiar para los exámenes finales, y así poder tener el fin de semana libre. Al quedarme sola, mi mente se convirtió en un gran nudo de pensamientos, unos más locos que otros. Fui a mi cuarto y me prepare para darme una ducha y así poder despejarme un poco, trate de poner mi lienzo de ideas en blanco, por unos momentos quería solo dejar de pensar, solo respirar y sentir el agua caliente en mi cuerpo, que a pesar de haber descansado tanto, seguía tan cansado como si hubiese participado en una maratón.

Salí del baño media hora después, vi el reloj y eran las 8:10pm, muy tarde para salir a caminar, pero muy temprano para acostarme a dormir, aunque de verdad tenía mucho sueño, eso era lo que más me extrañaba, me puse un camiseta larga y peine mi cabello mientras pensaba que sería mejor hacer. Busque en mi bolso del colegio mis apuntes de ingles, necesitaba estudiar el doble, ya que había perdido el examen de hoy, además no quería pensar ahora en lo que había sucedido anoche, necesitaba tiempo libre para meditarlo, y ahora mismo no disponía de él. Me concentre estudiando, cuando termine eran casi las 11, y ahora si estaba dispuesta a dormir, quería que mi mente siguiera haciéndome caso, así que me tumbe en la cama apreté una almohada fuerte a mi cara cerrando fuerte mis ojos, solo quería dormir, nada más, pero un pequeño clic en mi ventana me envió de nuevo al mundo de mi imaginación.

Me levante rápidamente y corrí hacia la ventana, y como un fabuloso regalo del cielo, allí estaban los ojos hermosos que había conocido la noche anterior en el estacionamiento del centro comercial, mis músculos querían quedarse paralizados, mi mente quería hundirse como roca en eso ojos destellantes, pero mi instinto de anormalidad fue más fuerte y mis manos se posaron en la ventana para abrirla, comencé abrirla lentamente, hasta que su sonrisa hizo que me apurara, cuando estuvo por completo abierta, mis ojos hicieron un pequeño tour de reconocimiento a ese gran cuerpo, quería saber que detalle me había perdido anoche, quería aprender cada centímetro de esa larga figura, le paseo de mi mirada termino en dos segundos, cuando el destello rojizo de unas perfectas y pequeñísimas líneas atrajo por completo mi atención, no me podía explicar como unos ojos tan claros podían tener un efecto tan aterrorizante y a la vez seductor, parecían la entrada al mismísimo cielo del propio infierno. Mi boca comenzó articular algo como una invitación a entrar, pero no estaba segura que de verdad hayan salido las palabras, me aleje un poco de la ventana cuando el empezó a entrar, y allí fue que me di cuenta que si había dicho algo, pero no recordaba haber pronunciado palabra alguna, estaba muy sumergida en la idea del delirio que me provocaba esa mirada.

-hola, solo venia a ver como estabas.

-hola, bien, me encuentro bien, aunque un poco confundida.-

-y eso por qué?

Su mirada se volvió fría de repente, como asustada, sus cejas se juntaron un poco para darle una expresión de incredulidad y confusión, pero al mismo tiempo podía sentir una leve incomodidad, como cuando guardas un secreto y están a punto de descubrirte.

-no lo sé, no estoy segura. Por un momento llegue a pensar que había sido un sueño, que no te había visto nunca. Me gustaría mucho que me explicaras.

-no hay nada que explicar, creo que mejor me voy, así descansas para que no te sientas tan confundida.

-hey! No, por favor no te vayas, solo quería saber que paso anoche, solo recuerdo que me desmaye en el estacionamiento del centro comercial y cuando desperté estaba aquí, acostada en mi cama, y tú estabas en la ventana, luego intente preguntarte como... como te moviste tan rápido anoche? De repente estabas en la ventana, y en un instante estabas a mi lado, no te vi correr ni caminar hacia mí, solo apareciste a mi lado en la cama.

-eso? No creo que fuera esa la pregunta que querías hacerme anoche. Creo que estas un poco enferma, estás diciendo cosas un tanto absurdas, no crees?

-no! De verdad no creo que sea absurdo, eres... eres un... olvídalo, creo que si estoy enferma, mejor te vas y hablamos mañana te parece?

Otra vez de repente el estaba al lado de la ventana, y como un acto de magia (de esos increíble de la tv) apareció frente a mí, a solo unos cinco centímetros de mi boca, pude sentir su aliento dulce y frio, extremadamente frio, tanto que me hizo temblar, el lo noto y me abrazo suave y lentamente. -tienes frio? O solo es miedo?- su voz era seductora, pero a la vez con un tono de ironía y burla casi imperceptible, tenía ganas de desmayarme de nuevo, peo obligue a mi mente a mantenerse despierta, no podía perder de nuevo la oportunidad de preguntar. -porque debería tener miedo?- mi voz sonó increíblemente calmada, a pesar de que estaba hecha un manojo de nervios por dentro. - Qué pasaría si te dijera que todas esas idas que rondan tu mente, son de mi entero conocimiento, que puedo saber exactamente todo lo que piensas?-. Me quede helada, no podía coordinar las palabras para que salieran de mi boca, sentí que el piso bajo mis pies desaparecía y que solo quedaba sujeta por esos largos y fuertes brazos. -te diría que... que necesito explicaciones.- mi voz se volvió temblorosa, y empecé a pensar en lo de que mis pensamientos eran de su entero conocimiento, oh no! Entonces él sabía que yo creía que él era un... interrumpió mis pensamientos diciendo -hay veces que la fantasía se convierte en realidad, solo que nunca una fantasía fue tan peligrosa. Deberías tener miedo, tómalo como un gran consejo.- definitivamente lo era! Estaba en los brazos de un vampiro! No podía creer la mezcla de emociones, era alucinante, cerré mis ojos y me apreté hacia su cuerpo. -No quiero tener miedo, no voy a tenerle miedo a mis fantasías, así resulten al extremo peligrosas.- Sus brazos que estaban alrededor de los míos a la altura de mi pecho, fueron bajando hasta que se apretaron suavemente a mi cintura, instintivamente coloque los míos sobre sus hombros para abrazarlo también. -esto no está bien Marianastasia, no sabes lo peligroso que puedo ser.- abrí mis ojos y subí mi mirada hacia su cara, era la imagen más bella que había visto jamás, su piel perfectamente blanca, lisa y suave, sus labios en contraste a al resto de la piel, eran rosados, curvados en una pequeña sonrisa de satisfacción y placer, sus ojos atraparon los míos, y otra vez pude detallar las líneas rojas q serpenteaban ese cálido color miel dorado, parecían una obra de arte, algo precioso y cautivante. Pasaron unos cuantos segundos antes de que pudiera concentrarme de nuevo en mis ideas, y lograra articular palabras. -ya que sabes mi nombre, no crees que debería decirme el tuyo?-. Fue lo único que se me ocurrió preguntar.

-Máximo Shirscov

- y eres... un vampiro?

-jajá, pues no creo que ya pueda ocultarlo, así que, si! Lo soy.

- demuéstramelo.

-mas?

-solo un poco.

-no creo que eso sea una buena idea, o algo seguro para ti.

-abrazas de esta manera a todas tus victimas?

-no, jajá, solo a ti.

-y que tiempo hay entre el abrazo y el mordisco?

-oye deberías estar asustada! Jajá eres demasiado divertida para llegar a esa etapa, por lo menos esta noche no.

-ósea que cuantas noches me tendrás como tu diversión antes de morderme?

-las que quieras.

Acerco su boca la mía, y sentí como mi pulso se disparaba al infinito, era como tener en el estomago un arsenal completo de fuegos artificiales a punto de explotar, mis piernas temblaban, mis ojos se cerraron al sentir el helado contacto de sus labios contar los míos, eran como el hielo seco, un frio ardiente, algo inexplicable sentí en mi pecho, era un mar de imágenes de cosas totalmente extrañas y confusas lo que tuve en mis parpados cerrados. Sus brazos me apretaron mas a él, yo metí mis dedos en su cabello para intentar perdurar ese beso tan maravilloso, su lengua se sentía cálida a diferencia de sus labios, era una experiencia deliciosa besar aquel extraño, un extraño que resulto ser mi príncipe azul, aunque mejor sería llamarlo príncipe de las tinieblas (así le dicen en algunas culturas a los vampiros). Delicadamente despego sus labios de los míos y su abrazo se soltó de mi cuerpo, antes que terminara de soltarme agarre sus brazos para retenerlo cerca, su sonrisa era deslumbrante, en ella se podía leer fácilmente la agradable sensación de poder que sabía que ahora tenía sobre mí, sus manos se deshicieron de mi agarre y acuno mi cara entre ellas, me dio un suave beso en la frente.

-tengo que irme, mañana en la noche vuelvo a visitarte, te parece?

-no! No puedes irte aun, tenemos mucho que hablar. No puedes dejarme aquí con tantas preguntas sin respuestas.

-tengo que irme ahora. Mañana volveré y responderé todas tus preguntas, lo prometo.

Me acerco a él y me envolvió en un abrazo mucho más fuerte que el anterior, era como si quisiera que me fundiera a él, yo temblaba como nunca pensé temblar. Un sueño hecho realidad. Un vampiro me abrazaba y me prometía volver, un ser eterno me había besado y me hacía sentir en las nubes.

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