Despertar junto a Mason era algo a lo que me gustaría acostumbrarme. Especialmente cuando estaba despertando con una lluvia de besos en mi frente, nariz y mejillas. Mis ojos se abrieron y se encontraron con los suyos.
Los ojos de Mason Kane me intrigaron, me encantaba la forma en que esas especificaciones superaban por completo sus ojos cada vez que sentía una fuerte emoción; ira, felicidad, incluso lujuria. Ya me había acostumbrado al cambio, del marrón al dorado, pero no me sorprendió menos.
"Buenos días, Tigre", le sonreí afectuosamente a la única persona, excepto quizás Cella, que no perturbaba mi sueño y no me golpeaba en la nariz; solo porque no necesito descansar no significa que no me guste.
"Buenos días", dijo Mason, pasando una mano grande por mi cabello. "Nos quedamos dormidos, el desayuno comienza en quince minutos".
"¿Entonces? Vamos a saltarlo" sugerí encogiéndome de hombros.
Mason negó con la cabeza. "No puedo. Quizás no tengas que comer, pero yo sí".
Hice un puchero, pero asentí en comprensión. "Está bien, bueno, no voy. No tiene sentido levantarse solo para sentarse a la mesa y pretender que te odio".
Mis ojos se clavaron en su cuello, y vi los dos pequeños pinchazos que le había dejado en la piel; marcas de mordida. Los hombres lobo se curaran rápido y, sin embargo, las marcas seguían allí, descoloridas pero aún visibles. Me preguntaba si alguna vez desaparecerían por completo. Dejé que mis dedos se deslizaran sobre ellos, y sentí una extraña sensación de posesión sabiendo que había dejado mi marca en Mason. Él era mío "Tendrás que cubrir esto" le dije.
Mason se llevó la mano al cuello y envolvió sus dedos con los míos. "No sé, me gusta. Lo llamaré picadura de mosquito o algo así". Llevó mi mano a sus labios y presionó un beso en mis nudillos. "Las actividades comienzan justo después del desayuno, así que si no vas, es posible que no puedas participar".
Me burlé. "Haces que suene tan trágico. Honestamente, prefiero tirarme una sanguijuela por los pantalones antes que jugar fútbol con tus amigos fuckboys".
Mason resopló y sacudió la cabeza divertido, no era como si no hubiera escuchado el término antes. Él sabía que no me gustaban mucho sus amigos. "Estoy bastante seguro de que eso no está en el cronograma", dijo con un movimiento de sus ojos. "Además, me enteré de que tu compañero para las actividades es tu compañero de tienda", añadió, sonriendo cuando levanté las cejas: el engreído bastardo sabía que había captado mi atención. "Piénsalo: tú y yo derribando a mis amigos fuckboy todo el día".
La idea me pareció atractiva, incluso tuve que admitirlo. Me senté en el saco de dormir y dije: "Pásenme mis cosas. Tengo que prepararme para el desayuno".
Mason solo se rió, sacudió la cabeza y extendió la mano hacia donde estaba mi bolsa.
***
Las "actividades" planeadas para el día resultaron ser muy divertidas y atléticas como esperaba, pero, gracias a Dios, no había fútbol americano.
Sin embargo, tuve que pasar el día afuera en el frío con insectos, pasto y animales pequeños que salieron literalmente de la nada. No era mi idea de pasar un buen rato, pero Mason había tenido razón cuando derribamos a sus amigos. Eso ciertamente hizo que mi día fuera mejor. No era un atleta, pero naturalmente era fuerte y ágil, y también lo era Mason.
En otras palabras, los equipos oponentes no tenían ninguna posibilidad. Mason y yo ganamos en casi todo, desde relevos hasta carreras de canoas. Incluso los jugadores de fútbol más voluminosos se quedaron atrás.
Eso no quiere decir que no siguiéramos nuestra dinámica habitual. Lo que me agradó más que dejar a los fuckboys en el polvo fue joder con Mason todo el día. Novio de calidad, lo sé. "Accidentalmente" solté la cuerda de aseguramiento durante la escalada en roca, lo que provocó que Mason cayera al suelo y se riera bastante, junto con un poco de regaño. Justo antes de una carrera de sacos, puse un gran escarabajo en el saco de Mason, se cayó con un chillido a mitad de la carrera y se retorcía en el suelo, tratando de salir del saco de patatas, por lo que tenía que ser el más cómico momento de mi vida. Mason me había maldecido por mis payasadas, presentando un espectáculo encantador para nuestros espectadores, pero los dos sabíamos que nos habían sentido con menos malicia y más bromas, y siempre podía ver la risa en sus ojos.
Por supuesto, él me devolvió las bromas varias veces a lo largo del día, en formas que preferiría bloquear de mi memoria. Nosotros dos realmente no deberíamos confiar en que trabajemos juntos.
La única vez durante el día cuando estábamos realmente separados fue el almuerzo. Los amigos deportistas de Blake y Mason, también conocidos como los amigos fuckboy, se acercaron a Mason antes de que pudiera pensar en sentarse con Marcella, Maria y yo. Mason, siendo la mierda descarada que era, se llevó la mano a la oreja en una señal telefónica. guiñando el ojo y pronunciando las palabras Llámame mientras lo arrastraban. Tuve que poner una mano sobre mi cara para ocultar mi risa, todo el tiempo preguntándome cómo nadie más había captado eso. Literalmente no podríamos ser menos sutiles sin besarnos en la mesa de picnic.
Después del almuerzo, volvimos a más actividades, lo que por supuesto significó más idioteces. ¿Alguien esperaría lo contrario?
Los maestros pensaron que fueron meros accidentes. Los estudiantes pensaron que nos estábamos jodiendo el uno al otro por odio. Era gracioso como a la hora de la cena, las historias se habían convertido. Aparentemente, Mason me había echado una herradura en la entrepierna, había puesto hiedra venenosa en mi almuerzo y había tratado de quemarme en una fogata. A cambio lo empujé fuera de nuestra canoa, coloqué un escorpión en su zapato, y lo golpeé en la cabeza con una rama de árbol.
No intentamos negar nada porque realmente, ¿por qué lo haríamos? Solo hacían que nuestro trabajo de fingir despreciarse mucho más fácil.
Nunca lo hubiera admitido en voz alta a nadie, pero me había divertido hoy. ¿Habría sido mejor el aire acondicionado y los sofás? Oh sí. Pero era natural que las cosas que odiaba fueran menos odiadas cuando estaba con Mason.
Aun así, sorprendentemente agradable como lo había demostrado el día, me alegré de poder volver a instalarme en la tienda. Por fin pude dejar de fingir ser otra persona mientras me acurrucaba entre las piernas de Mason en el suelo asqueroso con uno de sus brazos alrededor de mi cintura. Simplemente estaba descansando, cerrando los ojos e inclinándome cómodamente en su abrazo, disfrutando de la paz y la tranquilidad. Mason, por otro lado estaba usando su mano libre para desplazarse a través de Instagram -estaba obsesionado con la maldita aplicación- y de vez en cuando me mostraba una publicación que lo hacía reír.
"¿Hey Mason?" Dije, rompiendo el cómodo silencio.
"¿Sí?".
"He estado pensando-"
"Eso nunca es una buena señal", bromeó Mason. Giré mi cuello para mirarlo y lo golpeé. "¡Ay!".
"Olvidalo entonces" Me volví con un bufido y crucé los brazos sobre mi pecho.
Mason se rió de mi comportamiento infantil. "Estoy bromeando, estoy bromeando. ¿Qué ocurre?".
Me encogí de hombros de la manera más pasiva y agresiva que pude. "No lo sé".
"Dime pequeña mierda".
Me reí y recosté mi cabeza sobre el hombro de Mason para poder mirarlo. Me estaba sonriendo, mostrando sus colmillos puntiagudos. "Me di cuenta de que por mucho que ame nuestro viejo cobertizo, no quiero que nuestra primera vez sea allí".
Observé divertido mientras la expresión de Mason pasaba por una serie de cambios mientras mis palabras salían. Sus ojos se abrieron de par en par y escuché el suave golpe de su teléfono cayendo al suelo. "O el armario del conserje" agregué casualmente. " Definitivamente no el armario del conserje".
La cara de Mason se había vuelto de nueve tonos de rojo en cuestión de segundos. "Entonces. . ." su manzana de Adán se balanceó mientras tragaba. "¿Dónde quieres, uh ...?".
Ahora, Mason y yo no somos exactamente inocentes. En lo más mínimo, en realidad la vez que ayudé a Mason con álgebra. Es seguro decirlo, nunca hicimos ninguna matemática esa noche. No fue una sorpresa, en realidad, ¿cuánto tiempo podrían durar dos adolescentes sexualmente alterados hasta que se cayeran los pantalones? En nuestro caso, ni siquiera había sido una semana.
Sin embargo, nunca tuvimos sexo real
"No lo sé" seguí, frunciendo los labios. "Estaba pensando en algún lugar privado, en un lugar cliché y romántico, ¿sabes? En algún lugar como ... en el medio de un bosque, tal vez". Mason inhaló bruscamente, y pude sentir su corazón golpeando contra su pecho. "Todo es más romántico en una tienda de campaña, ¿no crees? Aislado, oscuro, un espacio pequeño ... en realidad es todo el paquete".
"Me estás jodiendo", Mason casi gimió. Le sonreí satisfecho.
"No".
La sorpresa y la vergüenza en el rostro de Mason se evaporaron cuando estalló en una sonrisa emocionada. "¿De Verdad?".
Volteé todo mi cuerpo, atraje su camisa negra en mis manos tirando de él hacia mí hasta que estábamos nariz con nariz. "De Verdad".
Mason se inclinó hacia delante y capturó mis labios mientras mis dedos volaban bajo su camisa. Me alejé por una fracción de segundo para tirar de la parte superior de su cabeza, antes de estrellar mi boca contra la suya otra vez. A empujones de Mason, me dejé caer hacia atrás contra mi saco de dormir, arrastrando a Mason hacia abajo conmigo. Gruñí mientras presionaba contra mí y su lengua se sumergió en mi boca. Mis manos se deslizaron por su torso y por su espalda, sentí satisfacción cuando lo sentí estremecerse al tacto.
Las manos de Mason se deslizaron debajo de mi camisa y fueron hacia mi pecho. Se separó de mis labios y jadeé cuando su cálida boca besó desde el dobladillo de mis jeans hasta mi abdomen, mi cuerpo inconscientemente arqueándose en el contacto. Sus dedos agarraron mi camisa y finalmente la quitó sobre mi cabeza. Los labios de Mason continuaron a lo largo de mi pecho, mi cuello, mi mandíbula, todo el camino hasta la esquina de mis labios, antes de que de repente se apartara.
Gruñí ante la pérdida de contacto y abrí los ojos para ver a Mason a horcajadas sobre mi cintura, mirándome. "Mason Kane, no puedes molestarme así", me quejé.
"Lo siento", jadeó Mason. "Es solo que ... eres tan hermoso, Kieran".
Sus palabras enviaron un escalofrío caliente a través de mi cuerpo. Desconcertado de cómo responder y deseando nada más que el cuerpo de Mason contra el mío otra vez, dije: "Bésame".
Dejé que mis piernas se envolvieran alrededor de las caderas de Mason cuando él me obligó; nuestras mitades inferiores colisionaron y Mason se estrelló contra mí con un gemido. Tanto la acción como el sonido enviaron una emoción que se arrastraba bajo mi piel, y de repente mis pantalones parecían demasiado apretados.
Mis manos se dirigieron hacia el botón de los pantalones vaqueros de Mason, y apenas había bajado la cremallera cuando recordé algo -algo muy importante- y retrocedí con una corriente de maldiciones que salían de mi boca.
"¿Qué?" Mason preguntó, sorprendido.
"No tenemos ..." Me callé torpemente. "Sabes, cosas".
Mason me miró por un momento como si hubiera crecido un tercer ojo, antes de darse cuenta y dijo: "Oh ...".
Luego, sin decir una palabra más, se arrastró fuera de mí, dejándome medio desnudo, molesto y confundido mientras acercaba su bolso. "¿Qué estás haciendo?" Yo pregunté.
Mason se rió entre dientes, luego se volvió hacia mí y sostuvo un objeto en cada mano: un paquete de condones y una jarra pequeña, cuyo contenido pude descifrar con bastante facilidad.
"¿De verdad creíste," dijo Masón con astucia, "Que iría a este viaje sabiendo que había una posibilidad de que esto sucediera, y no vendría preparado?".
Sonreí. "¿Entonces estabas esperando esto?".
Mason se encogió de hombros. "Esperar es un término mejor. Pensándolo bien".
"Bueno, si eso está arreglado", tendí una mano, "Entonces pon tu culo sexy aquí".
Mason dejó caer los artículos y tomó mi mano. Tiré bruscamente, tirando de él con dureza contra mí y dándonos la vuelta para que yo estuviera arriba.
"Espera espera ..." Gemí frustrado cuando Mason rompió nuestro beso a toda prisa.
"¿Qué?" Siseé con impaciencia.
"No necesitamos hablar sobre quién va a ... bueno, los dos somos muchachos" dijo Mason. Puse los ojos en blanco.
"No, mierda".
"Eso no es lo que quiero decir" Mason negó con la cabeza. "Los dos somos muy, eh ..."
"¿Muy ...?".
"Dominantes".
Me di cuenta de lo incómodo que me había sentido al comprender. "Mierda ..." Yo murmuré. "Ni siquiera pensé en eso".
Esto no era sexo heterosexual, donde los roles eran obvios. Tampoco éramos exactamente la pareja gay con un hombre que era más dominante y uno que era más sumiso. Cómo demonios se suponía que decidiríamos quién estaría arriba y quién abajo?
"Sí ..." Mason se rió entre dientes con torpeza. "¿Entonces qué quieres hacer?".
No iba a mentir, quería los dos. Ahora mismo, sin embargo. . .
"Creo que lo quiero todo. Los dos está bien para mí".
Pasó un largo momento antes de que Mason pareciera comprender lo que quería decir. Cuando lo hizo, me dedicó una sonrisa torcida y se mordió el labio inferior, asintiendo emocionado. "Sí ... sí, está bien".
"Estupendo." Mis manos volvieron al dobladillo de los jeans de Mason. "Entonces, ¿qué dices? ¿continuamos?".
La única respuesta de Mason fue golpear sus labios contra los míos y tirar de mis jeans.
***
"Bueno", suspiré cuando Mason rodó sobre el saco de dormir junto a mí. Observé la rápida subida y bajada de su pecho, la forma en que sus ojos se abrieron fuertemente para revelar iris dorados cuando se volvió para mirarme. "Mierda".
Mason se rió entre dientes sin aliento y levantó su mano para cepillar suavemente mi pelo húmedo de mi frente. "No podría haberlo dicho mejor." Se inclinó y besó mis labios con una ternura que nadie imaginaría de un licántropo. O un adolescente hormonal, para el caso. "Eres increíble" susurró.
Sonreí contra sus labios y llevé una mano a la parte posterior de su cuello, jugando con el pelo corto en la nuca. En ese momento, a pesar de la pesadez de mi aliento y la capa de sudor en mi piel, me sentí más tranquilo que nunca. La configuración realmente era perfecta. Compartiendo un espacio pequeño con Mason, respirando el mismo aire fresco, sabiendo que no había nadie a su alrededor, nada podía perturbar la tranquilidad del sereno asentamiento que habíamos creado para nosotros.
Todo parecía estar bien. Los destinos sabían lo que estaban haciendo cuando emparejaron a Mason y a mí. Estábamos destinados el uno para el otro, en todas las formas de la frase. Tal vez era extraño estar tan seguro tan pronto, pero de nuevo, ¿cómo no? Fuimos literalmente escritos en las estrellas. Sin embargo, había algo, tan seguro de lo que teníamos. Algo que sentí extendido más allá de ser compañeros. Algo que me dijo que no seríamos una nueva versión de Romeo y Julieta, a pesar de cuán grave podría parecer a veces nuestra situación. No seríamos una tragedia. Me aseguraría de eso.
"¿Hey, Mason?".
"¿Hm?".
"Todavía no te dije que te amo, ¿verdad?".
Una amplia sonrisa cruzó la cara de Mason, más grande y más fresca de lo que yo había visto en él todavía. "No, no lo has hecho".
"Pues te amo".
Sabía que era algo pronto; solo habíamos estado juntos un mes. Eso en su mayor parte, no fue lo suficientemente largo como para saber si era amor. Especialmente a una edad tan joven, cuando uno podría argumentar que ni siquiera sabemos qué es el amor. Pero todo sobre nuestra relación había sido acelerado, desde los sentimientos románticos iniciales hasta su admisión, y ninguno de ellos estaba técnicamente bajo nuestro control. Supongo que solo tenía sentido que me enamorara tan rápido, con todo el asunto de los amigos extraños.
Oye, al menos no era tan malo como Mason, que se enamoró de mí después de dos semanas. Eso ayudó un poco a mi ego.
Aunque no era como si me estuviera quejando. ¿A quién le importa si nuestras emociones son raras? ¿Por qué luchar contra el destino si, por una vez en la historia, en realidad estaba siendo bastante bueno?
Mason presionó un beso en mi frente, luego en mi nariz, luego en mis labios. "Lo sé" fue todo lo que dijo por un momento. "Yo también te amo".
"Bueno" Dejé que mi sonrisa se convirtiera en una sonrisa, cada vez más cansada del aire serio de la conversación. "Ahora ¿Qué dirías sobre la segunda ronda?".
Mason se rió y puso los ojos en blanco. "Eres intolerable".
Levanté una ceja. "¿Es eso un no?".
"¿Estás bromeando?" Mason tomó su bolsa y agarró un segundo condón. Cuando estaba a punto de abrir el paquete, lo arranqué de sus dedos.
"No tan rápido, Tigre" negué con la cabeza, con una sonrisa traviesa tirando de mis labios. "Mi turno".