- Si pudiera volver el tiempo atrás... - Loki comenzó, pensativo. Su amigo Tony lo miro con interés mientras masticaba una fritura.
- Supongo que volvería a esa fatídica noche donde lo dejé ir... - Completó con la mirada apagada.
Aunque habían pasado años, Loki no lograba perdonarse por no haber correspondido a tiempo los sentimientos de su hermanastro.
Cuando su madre se casó con el padre de Thor, la sola idea de tener que soportar a un intruso en su casa, lo enfureció. No era un niño pequeño, tenía doce años y la suficiente voluntad para hacer la vida de cualquier persona miserable.
Y por supuesto toda la ira que había sentido por no aceptar la nueva relación de su madre, la depositó toda en ese joven de cabello de ángel y ojos color cielo. Tarde se había dado cuenta Loki de cuanto le hubiese encantado seguir perdiéndose en ese cielo despejado que eran sus ojos, aunque afuera estuviese lloviendo.
Fue fácil descubrir que Thor lo adoraba. Se esforzaba por llamar su atención, por compartir cosas juntos, por incluirlo con sus amigos... y Loki lo odiaba. Él y su estúpido padre eran el motivo por el que su madre se había separado de su padre. Jamás lo vería como un estúpido hermano. Y supo que Thor tampoco el día que le confesó sus sentimientos. Si se esforzaba aún podía recordar sus mejillas sonrojadas, sus dulces palabras, sus brillantes ojos. Porque para el resto Thor era un joven fuerte, valiente, determinado. Pero con Loki era diferente. Era vulnerable, frágil, dulce. Y el menor detestaba eso porque no se le hacía fácil odiarlo cuando el corazón del rubio era tan grande.
Pero para Loki el orgullo había sido más importante que el amor. Un amor que se había negado a sentir, y sin pensarlo destrozó a Thor. Lo lastimó tanto como lo había lastimado a él que Thor y su padre hubiesen entrado a su familia.
Aún se le estrujaba el corazón al recordar el semblante abatido de Thor. Loki se había levantado de la cama en la cual habían compartido un apasionado encuentro (que años después seguía entibiando sus noches) y le había dicho que lo odiaba. Que nunca podría querer a un tipo tan inútil como él, y tan bruto. Que él era demasiado para un insignificante ser como él.
- Aún me dan náuseas si recuerdo cuánto lo lastimé... - Loki volvió al presente, y su amigo chasqueó la lengua.
- Eras joven, Loki. Y eras un tonto. Sería bueno si pudieras perdonarte de una buena vez. - Tony lo regañó como tantas veces había hecho en los últimos diez años.
- Papá, dejé unas papas en la mesa y ahora no est--... - Fenrir, su hijo, entró a la cocina y fulminó a su tío Tony. Ambos adultos soltaron una carcajada.
- Siempre te robas mi comida y luego te quejas de que el tío Steve te diga culo gordo! - El niño soltó irritado y Loki lo reprendió.
- Cariño, no le digas eso a su tío... -
- Déjalo. Ya vendrá a pedirle a este culo gordo que le programe videojuegos y no obtendrá nada. - Tony refunfuñó ofendido. - Y para tu información... - Continuó. - No tengo culo gordo, tengo caderas anchas. -
Ahora fue el turno de padre e hijo de reír.
- Como sea, me debes unas papas. - Fenrir amenazó a su tío, y se marchó sumergiéndose en la tablet que tenía en la mano otra vez.
- Oye niño, esa tablet la tienes gracias a mi! Mínimo merezco unas papas! - Tony graznó pero su sobrino ya no lo oía. Loki sonrió.
- Cada día se parece más a Thor... eres consciente de ello, verdad? - Tony inquirió volviéndose a su amigo. El rostro de Loki palideció.
- Lo sé... pero Thor vive en otro continente, Tony. Jamás se enterará. Y mamá... ella guarda el secreto. - Repuso con pesadumbre.
- Frigga y él aún siguen en contacto, verdad? - El inventor preguntó con curiosidad.
- Sí... luego de que Odin y mamá se separasen, Thor continúa llamándola. La aprecia mucho. -
- Bueno mi amigo... ojalá nunca te lo cruces o estarás en problemas con el mini Thor que tienes por hijo. -
- Cállate Tony. -
* * *
- Papá... esta corbata me ahorca, y los zapatos son incómodos. ¿Por qué estoy vestido como un tonto? - Fenrir se quejó tironéandose de la corbata.
Loki sonrió sin poder evitarlo. Fenrir era exactamente igual a Thor. Un amante de la ropa sencilla.
- Es el cumpleaños de tu abuela y decidió festejarlo en grande. Así que respeta que ella hizo una reunión elegante y sonríe aunque odies tu ropa. - Loki lo regañó mientras acomodaba un rubio mechón rebelde de su cabello.
- Cómo sea. Iré a buscar a mi primo. - Fenrir repuso de mala gana y Loki le habló antes de que se fuera.
- No vuelvas a decirle a Peter que las arañas comen niños o Tony te matará. - El mayor advirtió serio aunque adoraba las maldades de su hijo.
- Sí, papá... - Fenrir desapareció cruzando los dedos.
Loki dejó escapar un amplio suspiro y negando con la cabeza, volvió su atención hacia la mesa con abundante comida que estaba frente suyo.
Observó sin real interés todos los platillos con aperitivos, hasta que sus ojos brillaron al encontrar algo que realmente le encantaba.
- Ven aquí, hermosa. Hoy serás mía! - Loki murmuró seductor, tomando la copa de camarones entre sus manos.
- La última vez que te vi odiabas los camarones y cualquier ser proveniente del mar... - Esa voz profunda y aterciopelada que Loki jamás había podido olvidar, envió un fuerte escalofrío de placer por todo su cuerpo. Ni siquiera tuvo que girar para saber de quién se trataba.
Pero el pánico lo golpeó haciendo sonar todas las alarmas en su mente, y empujándolo de esa sensación de alegría que lo estaba inundando. Era Thor. Tenía que encontrar a Fenrir y huir. Dejó la copa sobre la mesa.
- Thor... - Fue todo lo que su lengua pudo articular presa del miedo.
El porte del hijo de Odín era impecable. Lejos de la figura desalineada y el rostro delicado y angelical que Loki recordaba, Thor era ahora un hombre hecho y derecho. Una tupida barba cubría su rostro dándole un aspecto más varonil, su cabello normalmente largo en su infancia ahora estaba corto, y Loki tuvo que contener el deseo de pasar su mano para comprobar si seguía siendo tan suave como en el pasado, y ese traje oscuro que se ceñía a su ancho y fuerte cuerpo como un guante, le hizo evocar pensamientos que no debería tener.
- ¿Terminaste? - Thor inquirió con burla, arrancándolo de su maraña mental.
- ¿De qué hablas? - Loki replicó a la defensiva. Echó una rápida mirada alrededor pero no vio a Fenrir cerca así que suspiró aliviado.
- Si terminaste de examinarme... - Thor siguió su mirada y frunció el entrecejo. - ¿Qué sucede? ¿Si tu pareja se entera que estás devorando con tu mirada a tu hermanastro se enojará? - Repuso con burla.
Aunque se sentía avergonzado, Loki no dio nota de ello.
- Tienes demasiado estima sobre ti mismo. Así que si quieres pensar que eso hacía, adelante. Puedes obviar la parte en que me sorprendió verte luego de diez años aquí, en la fiesta de mi madre. -
- Tenía que resolver algunos asuntos de mi empresa, y aproveché la ocasión para acudir a la celebración de Frigga. ¿Te alegras de verme? - Thor se acercó con una vanidosa sonrisa adornando su rostro y Loki retrocedió intentando mostrarse imperturbable. ¿Qué demonios había pasado con el joven dulce y respetuoso?
- Con que mi madre se alegre de verte es suficiente. - Loki repuso evasivo, volviendo a mirar alrededor con tal de no tener mirar a Thor una vez más. Le dolía ver en su apariencia el tiempo que había pasado entre ellos, y que su encuentro estuviese siendo más incómodo que caminar sobre clavos.
- Por supuesto. De todos modos la única alegría que tuviste a mi lado fue cuando te hice el amor, recuerdas? Porque aunque despreciaste mis sentimientos y te burlaste de mi, tus reacciones eran genuinas, no pudiste ocultarlas. - Thor repuso con una gota de odio tiñendo cada una de sus palabras, y su mirada cargada de furia.
El pasado de Loki estaba finalmente aquí, pasándole factura.
- Thor... - Loki comenzó apenado pero el mayor continuó con sus palabras, como si no lo hubiese oído.
- ¿Sabes? En un principio me creí enamorado de ti. Te admiraba, podría haber besado el suelo por el que pisabas y no me hubiese molestado. Pero luego de esa noche en la que estuvimos juntos, finalmente pude entender que no lo hacía. Eras egoísta, oportunista, caprichoso. Todo lo que te importaba eras tú mismo. - Thor lo tenía sujeto del brazo, murmurando sus duras palabras cerca de su oído para que nadie más pudiera oírlos. A Loki le dolía, pero lo dejó ser, soportando. Porque sabía que había lastimado a Thor y se lo merecía.
- Tú dijiste que no podrías nunca amar a alguien tan bruto como yo, y yo supe que nunca podría amar a alguien tan vacío como tú. Es más, dudo que tengas la capacidad de dar amor a nadie. - Thor agregó con desprecio, mientras sonreía a un invitado que pasó a su lado.
Loki quería salir corriendo de allí. Pocas veces se había dado la oportunidad de soñar un encuentro con Thor, pero en las pocas veces que lo había hecho no había sido para nada de esa forma. ¿Quién querría reencontrarse con su viejo amor para oír que jamás sería amado por él?
- Debo irme. - Loki soltó con dificultad bajó la mirada incrédula de su hermanastro. El menor sólo quería un abrazo de su hijo y huir.
- Oh vamos, ahora fingirás que mis palabras te afectan? - Thor repuso con una mueca escéptica y Loki se preguntó en qué momento el adorable rubio se había convertido en un ser tan despreciable.
- Ehm... papá, creo que hice llorar a Peter otra vez. - Fenrir apareció repentinamente junto a ellos, y Loki quiso morir. Su pesadilla se había vuelto finalmente realidad.
Thor y Fenrir intercambiaron una mirada escrutadora, y Loki pudo adivinar con dolor el momento exacto en que el rubio supo que el pequeño era su hijo. Malditos genes que lo habían vuelto un copia exacta del mayor y no de él.
- ¿C-cuántos años tienes...? - Thor preguntó a Fenrir con la voz temblorosa.
Su hijo, obediente, respondió con una sonrisa.
- Diez, señor. -
Su hijo acababa de firmar su propia sentencia de muerte, pensó Loki con desesperación.
* * *
Holi... bueno nada, mi idea era escribir un One - Shot como siempre pero mi amiga me hizo dar cuenta que el argumento daba para un poco más, así que acá estoy con la primera parte de esta historia!
¿Qué les parece?
Trataré de seguirla pronto y de no extenderla demasiado ya que tengo otras esperando.
Les mando un besoorme!