ALIADOS. (CORRIGIENDO)

By albardelamo

105K 10.7K 2.6K

Brooke no tenía nada en común con aquellos chicos. Sabía que lo más sensato era no acercarse a ellos, mantene... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20.
Capítulo 21
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50.
Capítulo 51
Capítulo 51 (parte 2)
Capítulo 51 (parte 3)
Capítulo 51 (parte 4)
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58 (parte 1)
Capítulo 58 (parte 2)
Capítulo 58 (parte 3)
Epílogo.

Capítulo 2.

4.4K 407 55
By albardelamo

El silencio reinó entre ellos después de las palabras que aquel chico había pronunciado. Brooke aún seguía sorprendida de que se hubiese quedado, de que siguiera allí a su lado, unos pocos pasos más atrás.

Le dio una última calada a lo que quedaba de su cigarro, se había encendido otro, lo pisó con la punta de su zapatilla y entonces dio un paso hacía delante, avanzando hacía ellos. La luz de una de las farolas cayó directamente en su rostro, iluminándolo, dejando ver sus duras facciones. Si se había dado cuenta de las miradas que los demás le dirigían, no lo mostró: parecía ser totalmente ajeno a éstas, a la incomodidad y cierto temor que había generado, uno al que quizás ya estaba acostumbrado. Sus movimientos eran lentos, como si quisiera añadirle más tensión. Había algo en la manera despreocupada y segura en la que se movía que hacía que Brooke no pudiera apartar la vista, que deseara saber cuales eran exactamente sus pensamientos en ese mismo instante.

Leo y Scott no dijeron nada y también evitaron mirarle de forma directa.

-Estoy hablando de ti. -volvió a hablar, dirigiéndose ahora directamente a Scott que no se veía tan confiado y seguro como antes. Brooke pensó en si debería de intervenir pero se sintió tan reconfortante en ver a Scott de esa forma que decidió guardar silencio, esperando a ver donde iba todo aquello.

Fue Leo quien habló en su lugar.

-Brooke, creo que será mejor que nos vayamos ya.

-Pensé que no había lugar para mi en el coche. -le recordó ella.

-Y no lo hay. -interrumpió Scott ahora, que estaba haciendo un gran esfuerzo por tan solo mirarla a ella y no al chico que había a su lado a quien ambos habían decidido ignorar, como si no se encontrara allí. Estaba convencida de que aquello tan solo haría enfadarlo más. -Ya te he dicho que te hago el favor de llevarte a tu casa, no sé porque sigues dándole tantas vueltas al asunto.

-Problema resuelto. ¿Nos vamos? -sin duda, era Leo el que más nervioso parecía.

Brooke estaba a punto de negarse una vez más, pero entonces escuchó como de nueva esa voz volvía a hablar.

-Yo la llevaré.

Y, como había pasado antes, se volvió a producir un silencio. Ninguno parecía ser lo suficientemente valiente como para contestarle, para dirigirse a él. Leo, quien era el que menos tiempo llevaba en el pueblo, estaba demasiado asustado; le habían puesto al tanto de todas las historias, rumores y comentarios por lo que no podía culparle poro sentirse al menos, un poco acobardado.

- Brooke, ¿podemos irnos ya, por favor? -casi suplicó Leo a la chica y ella no pudo evitar sentirse molesta ante esa indiferencia al chico, esa manera de hacer como si no existiera, como si no fuera nada ni nadie. Aunque en realidad, así era como trataban la gente como ella a la gente como él. Siempre había existido esa superioridad de un grupo hacía el otro.

Y entonces, quizás por el enfado que aún sentí por Leo, por ponerle a prueba de alguna forma, soltó:

-Él me llevará. -aseguró, fingiendo una gran seguridad. Ni siquiera sabía que era lo que quería conseguir de todo aquello, ni mucho menos como iba a terminar. Una parte de ella tan solo quería que Leo entrara un poco en razón, que recordara que era su amiga y que no iba a dejar que se fuera con un completo desconocido ni con Scott, que sería él quien la llevaría a casa.

-¿Vosotros os conocéis? -preguntó, pero una vez más se dirigía solo a ella.

Esa vez,Brooke miró de reojo al desconocido, tratando de averiguar que era lo que pensaba, lo que pretendía con todo aquello, pero no consiguió sacar nada pues en su rostro parecía haberse instalado una especie de mascara, impidiendo así que ningún sentimiento saliera a la luz. Su cara no mostraba nada y eso no hacía más que inquietarla; lo cierto es que su mera presencia era más que intimidante.

-Nos acabamos de conocer. -respondió éste, a pesar de que la pregunta no iba dirigida a él. Leo le miró durante un segundo y con él fue mucho más fácil averiguar lo que había en su rostro: desprecio pero al mismo tiempo temor.

-Tan solo hemos hablado por cinco minutos —agregó Brooke que comenzó a encontrarle la gracia a la situación. Quizás era la cara de asombro de Leo o la mandíbula apretada por la rabia de Scott lo que la divirtió.

-Eso me parece un poco exagerado, yo diría que han sido como mucho dos —corrigió el chico, que dejó ver el atisbo de una pequeña sonrisa en sus labios, algo que de cierto modo le hizo sentir a Brooke como si ambos hubieran creado una especie de broma secreta. -Nos habéis interrumpido. -esto último pareció decirlo bastante en serio.

-Ni si quiera sé su nombre. -siguió Brooke y por un momento sus miradas se cruzaron y ninguno de los dos la apartó.

-Si querías saberlo, tan solo tendrías que haberlo preguntado. -él le tendió la mano, aún con ese toque burlesco en él -Cory. -ambos se dieron un exagerado apretón de manos y entonces, con éstas entrelazadas, Brooke lo sintió; ese pequeño escalofrío en el momento en el que su piel tocó la suya. Las manos de él estaban frías pero aún así ella sintió un leve calor recorrer todo su cuerpo.

Aún cuando ya no se estaban tocando, seguía sintiendo el roce de su mano. Se preguntó que estaba haciendo, a que estaba jugando con aquel chico y por qué lo estaba disfrutando tanto.

Por un momento se había olvidado de que no estaban solos, de que Scott y Leo seguían allí mirándoles, no entendiendo nada de lo que estaba sucediendo.

-¿Estás borracha o algo por el estilo? -preguntó Scott, con un leve disgusto en su voz.

-Supongo que eso es lo que te gustaría, ¿verdad? -le espetó Brooke, de manera fría.

-Brooke, ya está bien -interfirió Leo -¿De verdad vas a irte con él?

-Si, ya está bien, vayámonos antes de alguien nos robe o algo peor... -soltó Scott, acercándose a ella y dándole la espalda a Cory, quien había comenzado a apretar su mandíbula con fuerza. -Lo cierto es que aquí ya empieza a oler un poco a basura. No les deberían dejar salirse de su hábitat.

Entonces, el rostro de Cory cambió, adoptó una expresión que hizo que Brooke sintiera un escalofrío y la manera en la que sus labios se curvaron, en una especie de sonrisa, le hizo sentir cierto temor; no era una sonrisa cualquiera, no mostró los labios, no hubo ninguna amabilidad en ella.

-Me he estado conteniendo desde el momento en el que he visto tu estúpida cara pero supongo que tú te lo has buscado.-y dicho esto, puso su mano en el hombro de Scott, le obligó a darse la vuelta y con su puño cerrado le golpeó la cara, aplastando su nariz.

Del impacto, Brooke se llevo ambas manos a su boca, Leo dio un paso hacía atrás y Scott acabó en el suelo, retorciéndose por el dolor y balbuceando palabras que ninguno logró entender. Cuando por fin logró levantarse, su nariz seguía sangrando y él trataba de parar la hemorragia con sus manos.

-¡Te voy a denunciar! -amenazó, pero esto tan solo hizo que Cory volviera a sonreír.

-Adelante, una más no me hará mucho daño.

Cuando Leo pareció salir de su asombro, se dirigió a su malherido amigo.

-Ahora si que nos vamos. -se dirigió a Brooke. -¡Vamos!

-Que se quede aquí, no va a subir a mi coche. -exclamó Scott con furia y ella no albergó ninguna esperanza en Leo, no esperó que dijera que si ella no iba, él tampoco lo haría. Tan solo hacía falta ver su rostro para saber que decisión iba a tomar.

-Tampoco iba a subirme en la mierda de tu coche. -le hizo saber ella y pudo ver como Cory esbozaba una sonrisa de aprobación. Ambos habían pensado en el consejo que él le había dado anteriormente: la próxima vez métete con su coche, eso le hará polvo.

-No puedo creer que vayas a irte con un tío que ha pegado a Scott. Incluso te estabas riendo.

-Bueno, es que ha sido gracioso. -se defendió Brooke que ni si quiera trató de ocultar su diversión.

-Me alegra haberte hecho reír. -comentó con orgullo Cory, quien ahora sujetaba un cigarrillo con la misma mano con la que había pegado a Scott. Incluso había algo de sangre en sus nudillos pero no parecía importarle.

Leo y Scott comenzaron a marcharse, pero éste último se detuvo un momento, echando una dura mirada en su dirección, pero sin decir nada.

-¿Quieres algo más? -le preguntó con dureza Cory y Brooke creyó que una parte de él estaba deseando que Scott dijera algo y así tener aún más motivos para pegarle. Pero él, siendo el cobarde que era, tan solo se dio media vuelta y desapareció de allí.

Se quedaron solos y entonces, los segundos se sintieron como horas.

Se había quedado a solas con él, con el mismo chico del que no había oído nada bueno, con alguien que podía ser peligroso, con alguien muy diferente a ella, con alguien que a pesar de todo eso, le había hecho sonreír. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora?

-No me equivocaba al decirte lo de tus amigos.

-Esos no eran mis amigos pero tengo que admitir que ha sido divertido. . -miró sus nudillos destrozados. -Ha sido un buen golpe. Tiene pinta de doler.

-Estoy seguro de que a él le duele más. -aseguró con satisfacción. Entonces, su rostro se suavizó un momento. -No creí que tu amigo se fuera a ir de verdad. De todas formas, puedo llevarte a tu casa si lo necesitas. En eso iba en serio.

La sorpresa se reflejó en el rostro de Brooke, que no era tan buena en esconder lo que pasaba por su cabeza. Sus ojos verdes eran demasiado expresivos por lo que Cory se dio cuenta al momento de lo que sucedía, de lo que pensaba. Al fin y al cabo, la historia siempre era la misma.

Soltó una ligera carcajada, aunque no parecía divertido en absoluto.

-Entiendo. -murmuró. Él estaba acostumbrado a toda clase de miradas; las de desprecio, miedo, lastima e incluso respeto, ninguna le sorprendía. Los ojos de Brooke parecían reflejar una mezcla de todas éstas, pero parecía haber algo más. Ella no quería juzgarle de esa forma, no quería ser como el resto de la gente que parecía creer conocer a alguien dependiendo del lugar donde vivía, del aspecto que tenían o de las personas con las que se rodeaban, pero tampoco podía evitar sentirse insegura a su lado. No sólo se trataba de un chico que parecía tener la palabra delincuente grabada en la frente, sino que también era un desconocido. Y aún así, allí seguía, a su lado, queriendo irse pero al mismo tiempo queriendo quedarse.

-No, no es eso. -intentó explicar con rapidez, queriendo dejar claro que su mirada no quería decir lo que él ya estaba pensando. -Es sólo que no hace falta que me lleves, de verdad. Hay unos amigos ahí dentro que seguro que pueden acercarme.

-Espero que sean algo mejor que los anteriores. -contestó él que no tenía intención alguna de insistir. Se acercó a ella y entonces le tendió un llavero, las llaves del coche de Scott. -Supongo que él también va a tener complicado irse a casa esta noche. -le guiñó un ojo y dio un paso hacía atrás, separándose una vez más, sabiendo ella que ya no volvería a tenerlo tan cerca.

-¿Cómo lo has hecho? ¿Cómo has conseguido robarle las llaves?

Cory se encogió de hombros, aún divertido.

-No me has dicho tu nombre.

El hecho de que él quisiera saber su nombre la emocionó.

-Brooke.

Él sonrió, como si aprobara aquel nombre para ella.

-Rodéate de mejores personas, Brooke. -la miró por última vez a los ojos. Sabía que se venía la despedida. -Pasa buena noche.

No esperó a que le contestara, él simplemente se dio la vuelta y comenzó a alejarse, sin mirar atrás. Y ella tan solo se quedó allí, mirando como si iba, preguntándose porque de pronto sentía ese vacío dentro de ella. Aún seguía confusa por el momento que había compartido con aquel chico, confusa por la manera en la que su cuerpo había reaccionado, por lo agradable que todo se había sentido.

Pero entonces, la realidad la golpeó: se había quedado sola. No había ningunos amigos dentro del local. Tenía que irse a casa. No tenía su bolso, lo había dejado dentro del pub y estaba convencida de que sus amigas lo habían cogido con el pensamiento de darselo una vez que la vieran en esa fiesta a la que ella nunca había querido asistir; no podía coger un taxi, no podía llamar a nadie.

Tan solo le quedaba caminar.

Y eso comenzó a hacer, deseando que la noche llegara a su fin de una vez por todas, anhelando su cama y la comodidad de su hogar.

Continue Reading

You'll Also Like

136K 14.9K 99
BILOGÍA AMAR: Libro 1. •✿ ¿Son solo un mito las sirenas? Ella una joven algo peculiar, e inclusive diferente a cualquier chica normal de nuestro mund...
700 151 7
Todos dicen "No te enamores de tu mejor amigo", pero no es cosa fácil si se trata de él. Lía, una patinadora insegura, cree tener el suficiente aut...
38.3K 504 7
El repentino mensaje lo cambió todo. Ahora debo de mudarme por tiempo indefinido a Canadá, con el propósito de esconderme de aquel individuo. Pero aq...
DESCONOCIDO By Alicia Markus

Mystery / Thriller

708K 5.6K 5
UN DESCONOCIDO UN MUNDO DESCONOCIDO UNA CHICA DISPUESTA A CONOCERLO SECRETOS Y UNA PERVERSA VERDAD Portada hecha por la hermosa y talentosa: @Arte...