Capítulo 2: "Mirar, torcer y abrir"
- Mañana mismo nos mudamos - Aseguró sin una pizca de duda en su tono al mismo tiempo que la puerta de entrada se abría
- ¿Quién se va a mudar a MI departamento? - la actual inquilina hacía acto de presencia.
Verónica y la vendedora giraron su cabeza inmediatamente hacia la voz que habían escuchado, de hecho la latina lo hizo tan rápido que le quedó doliendo el cuello. Por supuesto que disimuló el dolor transformando la mueca en una sutil sonrisa.
Pero al contrario de las otras dos, Camila giró lentamente y con la suma tranquilidad que la caracterizaba. No temblaba a la hora de hacer negocios por sumas gigantescas mucho menos lo iba a hacer a la hora de sacar a patadas al desagradable ocupante de SU departamento.... O al menos eso creía, porque el temblor, que digo temblor, el terremoto, que digo terremoto, el tsunami, que recorrió todo su cuerpo apenas sus ojos encontraron el cuerpo y rostro de la inquilina, tiro por la borda la tranquilidad y templanza anterior. En tan solo dos segundos, ese pequeño cuerpo moreno que se había quedado estancado en la puerta de entrada, había logrado hacerle sentir lo que en sus 24 años de vida no había sentido. Con tan solo una mirada, la Ojiverde que tenía a tan solo 18 pasos, calculó Camila rápidamente, había hecho que la empresaria se sintiera desnuda como Dios la trajo al mundo.
- ¿Se puede saber quién carajo eres? - La voz de Verónica sacó a las tres mujeres de sus distintos pensamientos
- ¿Tuviste una cita con Chris Brown o algo así? - preguntó nuevamente la latina
que Claramente se había centrado en los moretones, rasguños y pequeñas cortaduras que ocupaban la mayor superficie del rostro de la Ojiverde, aunque las lastimaduras no eran recientes, le daban un aspecto tétrico a su cara.
- Ella es Lauren Jauregui, es quien vive aquí - Antes de que la inquilina pudiera contestar, la señorita agente inmobiliaria apresuró las presentaciones para tratar de aliviar el momento
- Señorita Jauregui ¿se encuentra bien? - preguntó haciendo varios pasos hacia la ojiverde.
Apenas vio que la vendedora caminó varios pasos hacia ella, la inquilina retrocedió rápidamente alejándose de cualquier inquisición. La pared hizo que no pudiera retroceder más y agradeció que la mujer hubiera detenido su avance al notar su incomodidad - ¿Porqué están en mi casa? - volvió a preguntar a ninguna en particular.
Era lo único que iba a decir Lauren, para después descansar contra la pared esperando que alguna de las otras mujeres le explicara porque estaban allí mientras ella se dedicaba a inspeccionarlas desde su lugar. Cuando se topó con la mirada evaluadora de Camila decidió que era mejor mantener la cabeza abajo, sus ojos contaban demasiadas historias que ni ella misma quería recordar. En cambio la morena acortó la distancia un poco sin sacar la mirada de la otra muchacha, no porque no quisiera, simplemente, no podía.
- Señorita Jauregui - la vendedora carraspeó antes de seguir hablando - tengo entendido que usted le informó a mi jefe que no tenía problemas en tener compañeros de departamento - le dijo. Lejos de contestar Lauren se limitó a asentir con su cabeza.
- De acuerdo - continuó la agente inmobiliaria
- Estas señoritas - señaló a Camila y Verónica de forma inútil porque Lauren seguía sin mirarlas -desean mudarse mañana mismo, si no hay inconvenientes claro - agregó volviendo a mirar a la ojiverde y obteniendo la misma displicencia anterior
- ¿Usted quiere entrevistarlas o hacerles alguna pregunta? - que más quería ella que alguien les hiciera pasar un mal momento a las dos mujeres que habían sido su pesadilla durante varias horas.
Nuevamente sin palabras Lauren se limitó a subir sus hombros restándole importancia a lo que estaba diciendo la mujer.
Suspirando la vendedora siguió - Bien, una vez finalizado los problemas creo que no queda más que....
- Mhmmm - la carraspera de Camila la detuvo
- ¿Finalizado los problemas dijo? - Preguntó sin sacarle los ojos de encima a la Ojiverde
- Yo creo que aun no comienzan - agregó esperando recibir la atención de la más bajita de las presentes en la sala pero sin éxito alguno porque Lauren seguía muy entretenida mirando el piso.
- No la estoy entendiendo Señorita Cabello - opinó la mujer encargada de atenderlas
- Creí que ya habían decidido mudarse mañana, y si la señorita Jauregui no tiene inconvenientes - era obvio que ella quería terminar con esto lo más pronto posible - no veo que otro problema puede haber - finalizó esperando una pronta resolución.
- ¿USTED ES ESTUPIDA O QUE? - el grito de Verónica casi logró hacer que Lauren la mirara con reproche por tratar a la mujer de mala manera. Obviamente a Verónica no la movió ni un poco la mirada acusatoria de Lauren
- Hay muchos problemas - agregó sin gritar pero con un tono bastante duro - por empezar que yo no pienso vivir en el mismo lugar que una clara prófuga de la ley, una ex convicta, una traficante de drogas o peor aún, una degenerada - miró a Camila reprochándole su decisión mientras señalaba a Lauren
- Camila no podemos vivir bajo el mismo techo que esta - volvió a apuntarle - ¿Le has visto la cara? - Poco le importaba que Lauren estuviera presente
- Estoy segura de que a la primera que nos descuidemos es capaz de sacarnos los órganos para ir a venderlos a algún mercado negro que le de la suficiente dinero para ir a drogarse en algún sucucho de la ciudad - siguió tratando de que su amiga reflexionara
- O peor aún... puede robarme mi pelo, mi hermoso pelo y vendérselo a alguna actriz famosa que de tanta tintura ya se ha quedado pelona...
- Verónica - habló Camila sin nerviosismo - Cálmate - pidió autoritariamente para después volver su mirada a algo más interesante como la Ojiverde, el problema fue que Lauren ya no estaba en el mismo lugar. Camila movió su cabeza desesperada por todo el departamento buscándola y largó un suspiro de tranquilidad poco usual en ella, cuando la encontró sentada en la mesada de la cocina tomando agua mientras sus piernas se balanceaban hacia arriba y
hacia abajo a compás. La ojiverde parecía ajena a lo que estaba pasando a su alrededor.
La morena frunció el ceño cuando notó la sospechosa tranquilidad de la otra joven y avanzó hacia a ella a paso firme. El ruido de sus tacones contra el piso de madera, alertaron a Lauren de la movida de la morena. La ojiverde bajó rápidamente de la mesada y se alejó de la morena rodeando la mesa para quedarse justo en la entrada del pasillo que daba a las habitaciones. Camila se frenó ante este gesto y frunciendo aun más sus cejas habló - ¿En cuánto tiempo de puedes mudarte? - le preguntó secamente y sin anestesia.
Ahora si tenía su atención, dicho esto Lauren clavó sus ojos en los de la morena y con su cabeza torcida se enfocó en analizar lo que había escuchado. Camila vio como la boca de la ojiverde se abría pero no escuchó que saliera sonido alguno de sus labios. La morena insistió
- Tienes que alquilar otro departamento, hemos decidido revocarte el alquiler de este - volvió a decir con seguridad.
- No, no.... Señorita Cabello.... disculpe.... creo que no ha entendido.... - inmediatamente la vendedora se arrepintió de haber dicho esas palabras, dos segundos después tenía la respiración de la morena en la nuca.
- ¿Acaso dijo que yo no he entendido algo? - preguntó Camila punzante.
La mujer trago saliva y se pasó una mano en la frente, de repente empezaba a sentir mucho calor, buscó ayuda en Verónica pero la latina estaba ocupada tratando de localizar a Lucy con su celular para ver si ella podía convencer a Camila de que esto era una locura
- Lo que.... lo que.... lo que quise decir - volvió a tragar saliva - lo que quise decir es que, yo no me explique bien - Se corrigió - La señorita Jauregui es la dueña del departamento, ella no puede mudarse - explicó con cautela.
- A BUENOOOO, LO UNICO QUE FALTABA - Verónica volvía a participar de la conversación, después de todo saber que no iba a poder vivir allí era una noticia interesante
- LLEVAMOS TODO EL DIA EN ESTE COCHINO LUGAR Y ENCIMA NO SE PUEDE ALQUILAR - agarró su cartera y caminó hacia la puerta - ¡Vámonos Mila! - Le dijo a su amiga
- Asegúrate de que esta vendedora mira tetas no vuelva a trabajar más y consigámonos otra - dijo agarrando la manija de la puerta - Tal vez una con mejor cola si es posible porque.... ¿Camila? - La latina no podía entender como Camila, siendo tan Camila, todavía no había agarrado su celular para hacer despedir a la mujer y había caminado con ella afuera de ese apestoso edificio.
- Espera un momento Vero - para tranquilidad de la vendedora, la morena frenaba a su amiga y volvía a buscar a la Ojiverde en la entrada del pasillo donde la había dejado - si este es tu depar.... - Pero Lauren ya no estaba en el mismo lugar. Camila suspiró tratando de tranquilizarse, esto ya no le estaba gustando, la sacaba de su zona de confort y eso la molestaba. Volvió a la tarea de buscar a la Ojiverde que ahora estaba sentada arriba del banco que ella misma usaba para hacer pectorales.
La empresaria caminó hacia ella pero cuando Lauren se movió un poco decidió frenarse
- ¿PUEDES DEJAR DE MOVERTE? - La paciencia de Verónica no era tanta como la de Camila. El grito hizo que Lauren se quedara inmóvil antes de llegar al destino que pensaba ir
Aprovechando la quietud de la Ojiverde pero sin atreverse a alterarla, Camila, luego de un nuevo suspiro, volvió a preguntar desde su lugar
- Si este es tu departamento - dijo - ¿Por qué necesitas compañeros para habitarlo? - preguntó directamente a la Ojiverde. Una vez más, la mirada de Lauren se centraba en el rostro de Camila y la morena veía como la Ojiverde torcía su cabeza y abría la boca para decir algo, pero nada salía de la misma. Simplemente la menuda chica, volvió a subir sus hombros como respuesta.
- ¡DIOS MIO! - Verónica que había seguido la interacción protestaba
- ESTA NIÑA ME SACA. CON RAZON TIENE TANTOS MORETONES - cuatro había contado Camila. Uno que ocupaba todo su ojo derecho, otro en la mejilla izquierda del mismo tamaño, uno más pequeño en el del costado del ojo del mismo lado y el último en la comisura de sus labios
- HASTA YO MISMA TENGO GANAS DE HACERLE UNO - agregó la endemoniada empresaria haciendo que Camila notara como Lauren ni siquiera cambiaba su gesto ante los gritos de la latina. Parecía inmune a estos.
- Señorita Cabello - la agente de inmueble vio la oportunidad perfecta para terminar con esta pesadilla
- ¿Es algún inconveniente para ustedes tener que compartir departamento con la señorita Jauregui? - preguntó
- SIIII - Verónica
- NOO - Camila
La mujer decidió enfocarse en la morena, ella le iba a dar la comisión tan deseada - Si no me equivoco usted le informó a mi jefe que esta situación
era por pocos meses - dijo llamando la atención de Camila
- Entonces no veo cual es el problema, este lugar es espacioso, confortable, barato y....
-Una mierda - agregó Verónica recibiendo una mirada desaprobatoria de su amiga.
- .... y como ve, la señorita Jauregui no tiene inconveniente alguno - siguió la vendedora señalando el lugar donde la Ojiverde se había quedado después del grito de Verónica pero que obviamente ahora ya no era ocupado por ella. Camila y Verónica solo giraron los ojos ante un nuevo cambio de lugar de Lauren.
- Nos mudamos mañana mismo - aseguró Camila agarrando su cartera
- ¿QUEEEEE? NO,NO - la latina seguía con su estado de negación - Camila espera.... - había empezado a perseguir a su amiga
- piénsalo bien - le pidió su amiga
- La mira tetas tiene razón Verónica - la latina le arrojó una mirada envenenada a la mujer. Después de todo ella tenía la culpa. - Es por pocos meses y que mejor forma de pasar desapercibidas que vivir en un departamento en el cual tenemos que compartir los gastos con otra persona - le dijo
- Si, pero con otra persona que está en un estado mental deplorable Camila - seguían las protestas
- ¡Mírala por favor! - insistió la latina pidiendo algo que la morena no tenía problemas en hacer. El problema era donde mirar, porque Lauren nunca estaba en el mismo lugar
- Saltémonos el hecho de que necesita una cirugía de rostro inmediata, saltémonos el hecho de que tiene un tatuaje en el cuello.... -La morena recordó la imagen que ya tenía grabada en su retina, una paloma. Una paloma dibujada con finos trazos negros y con pequeñas líneas en su costado que le daban movimiento.
- Pero.... ¿Ya viste como viste Camila? ¡Por Dios! tiene puesta una remera de mangas largas millones de talles más grande que ella, unos jeans que no ha lavado hace años y unas zapatillas que estoy segura yo misma doné el año pasado - Verónica miró al espacio vació donde debería estar Lauren
- Y NO PARA DE MOVERSE - agregó con un grito que volvió a frenar a Lauren en medio camino
- Además.... además no hay suficiente habitaciones en este lugar para nosotras - este dato si hizo detener a Camila. Verónica suspiró aliviada, tendría que haber pensado eso mucho antes.
- ¿Cuántas habitaciones dijo que habían? - le preguntó a la vendedora
- Cuatro - respondió para pesar de la latina - Pero dos están ocupadas por la señorita Jauregui y....
- Vas a tener que desocupar una de las habitaciones - le dijo Camila a la Ojiverde inmóvil
Por tercera vez en el día, la morena veía como Lauren torcía su cabeza y la miraba en forma fija para después abrir la boca y quedarse en esa posición durante un momento. Camila pensó que nuevamente la chica no iba a decir nada y se dispuso a salir pero como raras veces pasa, Camila pensó mal.
- Eso no puedo hacerlo - dijo Lauren en un suave pero firme tono de voz.
Camila se dio vuelta sorprendida - ¿Qué dijiste? - volvió a preguntar.
- Señorita Cabello estoy seg......
- Haga silencio - fue severa con la agente. La cara de Lauren se frunció al ver el mal trato a la otra mujer otra vez
- ¿Qué dijiste? - Camila insistía con su pregunta.
Lauren torció su cabeza, la miró fijamente y contestó - Solo hay dos habitaciones disponibles, la otra es mi habitación y la otra.... bueno la otra está ocupada - contestó mientras jugaba con sus propias manos.
Camila sonrió, miró a Verónica que a su vez miraba a Lauren como si la Ojiverde estuviera diciendo la peor de las barbaridades. Camila volvió a sonreír, pero esta vez lo hizo agregando una carcajada. Cuando volvió el silencio, la morena se enfocó en el pequeño cuerpo moreno que tenía enfrente - Pues vas a tener que solucionarlo - le dijo firmemente
- Porque mañana mismo Verónica, Lucy y yo nos mudamos aquí y queremos una cama para cada una ¿De acuerdo? - preguntó sin sacarle la mirada de encima.
Como era de esperarse todo el ritual de la Ojiverde se hizo presente, mirar, torcer cabeza y abrir la boca, sumado a que ahora sí, nada Salió de sus labios y solo una subida de hombros respondió la pregunta de la morena.
- ERES DESESPERANTE - Fue lo último que dijo la latina antes de salir por la puerta seguida de la agente inmobiliaria. Por su parte Camila miró una vez más a la otra chica y siguió los pasos del resto, este día había sido raro para la joven Cabello, muy raro, era hora de volver a la normalidad. Poco le iba a durar...