Los días pasaron como cualquier otro. Nada cambió para nadie, excepto para Ronja quien no podía dejar de pensar y buscar supuestas teorías que explicasen el comportamiento de su hermano hace algunos días.
Aún así y con todo eso, la castaña prefirió permanecer en el castillo todo ese tiempo, no tenía tantos ánimos de salir ni de convivir con otras personas.
Tanto sus padres como los bandoleros Percibían que algo no marchaba bien con la pequeña Ronja, ella nunca era reservada ni callada, siempre se la pasaba riendo, más sin embargo parecía que habitaba algo en su mente que no la abandonaba y la hacia más reflexiva.
—Te sucede algo ¿No es así? —Cuestionó el bandolero pelirrojo ofreciéndole una bandeja de avena a la castaña, quien se encontraba sentada en uno de los escalones que dirigían a la torre principal.
—Hay mucho en que reflexionar. Son cosas que pasan y que no imagine que ocurrirían, bueno no así.
La chica tomó la bandeja y agradeció por el alimento.
—¿Tiene algo qué ver con el hijo de Borka?
¿Acaso era tan evidente? No cabía duda alguna, la relación que mantenía con Birk y lo que sucedía entre ellos causaba cierto efecto en ella el cual no podía pasar desapercibido por los demás.
Diablos. Tendría que aprender a controlar sus sentimientos por su propia seguridad. En estos casos lo mejor sería cerrarse, no siempre queremos que todos sepan lo que pasan en el fondo de nuestra alma.
La mirada del Bandolero pelirrojo pesaba sobre ella, esperando una respuesta concreta de su parte. Le dirigió una mirada rápida, considerando la opción de contarle el dilema de su mente ante lo ocurrido.
En una ocasión un viejo sabio le dijo que lo mejor de la familia y los amigos, es la confianza y que ésta no sólo consistía en creer todo lo que se diga, sino en tener el valor y las agallas de expresar aquello que te acongoja en el corazón, contar tus preocupaciones, tristezas, alegrías, lo que te molesta. Ellos siempre estarán para ti, para lo que necesites. A cambio de la confianza, siempre tendrás unas palabras de aliento para cada situación. Un amigo te ayuda, te orienta y te alienta a ser mejor, la familia hace lo mismo.
—¿No quieres contarme qué es lo que pasa eh?
Después de reflexionarlo con detalle en su mente, determinó que lo mejor sería abrir se ante el joven bandolero y expresarle lo que habitaba dentro de su mente y corazón, después de todo necesitaba sacar ese gran peso de encima.
—Si. tiene todo que ver con él...
Sturkas se acomodo a lado de ella, sentándose en la misma escalera para escuchar con atención lo que ella le tenía que decir.
La chica le contó con lujo de detalle todo lo que había sucedido la última vez que vio a Birk y como se sintió desde entonces, el dilema que se albergaba en su mente Y su falta de valor para buscarle y hablar de lo sucedido.
El joven Bandolero la abrazó a modo de consuelo dándole palabras de aliento. Se sentía tan bien, sacar aquello que sólo ocasionaba dolor y solo abultaba dejando sin lugar aquellos sentimientos de felicidad que tanto extrañaba volver a sentir.
—... Y fue entonces que me di cuenta que el amor que se tienen el uno por el otro es demasiado fuerte cómo para que algo como esto pueda romperlo. Todos tenemos nuestros malos momentos en los que simplemente explotamos por cualquier cosa, lastimando a veces a los que más queremos, como la vez que Klippen y yo nos peleamos por un largo tiempo, fue tonto y nadie quería aceptar sus errores, pero a pesar de todo resolvimos nuestras diferencias. Esto nos demostró que nuestra amistad es más importante que cualquier pelea.
La chica prestaba perfecta atención a lo que le decía aquel joven Bandolero.
—Algo similar a lo que les pasó a ti y a Birk. Algunos de los dos tiene que dar el primer paso, a estas altura ya se le debió de haber pasado "el enojo", ahora es cuando tienen que hablar respecto a lo que sucedió y dejar en claro la situación para evitar que se vuelva a presentar. Y cualquier cosa, aquí tienes un amigo, siempre estaré para ti pequeña Ronja.
—Gracias Sturkas, lo haré.
Aquella charla con Sturkas le había dejado una tranquilidad inimaginable, justo lo que necesitaba. Y ahora ya sabía perfectamente que hacer, lo mejor sería darse prisa, si es que deseaba que todo regresará a ser como solía ser antes.
La chica se dirigió a su dormitorio. Mañana sería un día muy importante para ella, por lo que tenía que reunir energías necesarias para afrontarlo de la mejor manera.
El sol en lo alto del cielo azul anunciaba un nuevo día, no diferente a los días anteriores, pero si relevante para la castaña.
Llego el momento.
Nuevamente, y como en la ocasión pasada, Ronja buscó a su hermano al otro lado del castillo, en la guarida de Borka. Al no encontrarlo se dirigió al bosque en busca del pelinaranja. Las manos le sudaban, nunca antes se había puesto tan nerviosa en su vida, es como si por vez primera entrara a robar a una mansión. Quería retroceder, esperar a que él la buscara. ¿Qué es lo que le diría una vez que lo encontrarse? ¿Por qué todo esto resultaba tan difícil?.
Quería huir, escapar. Parecía que sus sentidos no le estaban funcionando como ella planeaba, por el contrario, era como si estos la controlaran a ella.
Iba a retroceder, más un alardeo de su nombre ocasionó que frenara en seco, sin posibilidades de moverse. ¿Y ahora qué? Sus pies no le funcionaban en lo absoluto.
—¡Ronja necesito que me ayudes es urgente!—Anunció el pelinaranja algo alterado.
—¿Qué sucede? Aguarda, ¿No estás molesto todavía?
—¡¿Qué?! Olvidalo, no hay tiempo para discutir sobre eso. Necesito tu ayuda urgente. —Mencionó el pelinaranja muy alterado.
—Bien ¿Y qué necesitas?
—¿Recuerdas la cueva de la te habló Noodle Pete, la que está repleta de plata y que fue descubierta por los Gnomos Grises?
—Eh... Si.
—Bien porque necesito que la encontremos ¿Tienes alguna idea de dónde podría estar?
—Supongo... ¿Para qué la necesitas? Si no mal recuerdo tú fuiste el que sugeriste que no la buscáramos hasta saber como invertir toda esa plata.
—Si, pero esto es una emergencia.
—¿Al menos podrías decirme cual esa "Emergencia"?—Cuestionó la castaña enfatizando la palabra emergencia.
—No... No hay tiempo para explicaciones.
No dijo nada, solo se limitó a asentir con la cabeza. Por su mente divagaba miles de posibilidades que resolvieran la cuestión de su mente; ¿Para qué necesitaba el dinero? ¿En qué posibles problemas se había metido su amigo pelinaranja? ¿Por qué no quería contarle? ¿Qué era lo que le estaba ocultando y por qué? No entendía nada, todo era muy extraño empezando por su cambio tan repentino de humor ¿Tendría algo que ver con todo eso?.
Tal vez era tonto, pero ella aún tenía la esperanza de que el pelinaranja le diera una explicación lógica del por qué hacia todo eso. Simplemente quería resolver todas sus dudas de una vez por todas.
El tiempo pasó tan rápido que la castaña creyó que solamente habían pasado minutos desde el inicio de su búsqueda. La puesto del sol no se encontraba lejos de suceder y los chicos por fin habían logrado hallar la cueva repleta de plata. Uno más de sus triunfos.
—Bien, p-por fin... La encontramos. —Dijo el pelinaranja entre cortando las palabras.
Los ojos del pelinaranja brillaban al encontrarse con un montón de plata frente a él, cantidades que jamás había presenciado en su vida.
—Bien ahora tienes que irte a casa antes de que anochezca. —El chico escoltó a su hermana a la salida dando un vistazo hacia afuera antes de salir como percatándose que no hubiera "moros en la costa."—Ve directo a casa, no te desvíes del camino y si te encuentras con unos hombres no les hagas caso, sigue directo, no hables con nadie ¿Entendido?
—¿Por qué me dices todo eso? ¿Pasa algo? —Preguntó la castaña muy preocupada por el aspecto que tenía su hermano.
—Solo haz lo que te digo ¿Si?
—Está bien. —Dijo la chica rendida aun muy confundida.
—Y por favor cuidate mucho ¿quieres?
—Lo haré. —El chico solo atinó a abrazar a su hermana antes de que ella partiera rumbo a su hogar.
Todo eso era muy confuso para la castaña. Algo pasaba con el pelinaranja, no sabía de que magnitud solo que tenía que hacer algo...
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Nota de la autora:
¡Hola hola! ¿Cómo han estado pastelillos de merengue? 7u7 ;') He regresado después de una eternidad xd abandone esta historia por mucho tiempo y pues lo siento espero no vuelva a suceder. Pues la verdad desde que ya no estudio tengo más tiempo, de hecho tengo demasiado tiempo para escribir, más no significa que actualizare diario o cada fin de semana ya que a mi me gusta hacer las cosas bien, por calidad no por el tiempo, por actualizar más pronto, y siempre trato de dar lo mejor de mi y mejorar. Además tengo que admitir que muchas veces me gana la flojera para escribir y pues otras tantas no tengo nada de inspiración y aparte no tengo Internet por eso espero me comprendan un poco y sean pacientes, ya que si ven que pasa un año en el que no actualice o que no esté activa en wattpad, que ya no comente y vote en nada, entonces les recomiendo que llamen a la policía y pongan una alerta Amber xdxdxdd. Bueno nos veremos pronto. Comenten y voten si les gustó. Bye.