Hoy hable con mi psicólogo sobre lo que pienso de la vida, le dije exactamente lo que pensé ayer.
-¿Crees qué pensarías eso si ella estuviera aquí?. -Me preguntó tomando apuntes.
-Si, si pensaría eso, solo necesitaba un pequeño empujón a la realidad. Que ella esté no significa que la vida dejé de ser tan mierda, pero con ella la vida era una mierda que olía a rosas y no a un pinche vertedero. Ella hacia que las cosas asquerosas no se vieran tan jodidamente mal.