Resopla.
- No te quiero cerca de él.
Me mira tan intensamente que sé la seriedad de su comentario.
- odio que hables de esa forma. Como si fuera de tu propiedad.
- Eres mía, Ronnie.
- No tiene sentido discutir contigo. No vas a decir lo que quiero escuchar.
Eso fue un pensamiento expuesto en voz alta.
- ¿qué es lo que quieres escuchar? -frunce el ceño.
- Nada. Olvídalo.
- Dime.
- ¿para qué? No funciona de esa forma.
¿Qué sentido tiene decirle que odio no tener una formalidad? de igual forma él no me pedirá ser su novia.
- es sobre la estúpida etiqueta ¿no es cierto?
No respondo.
- ser novios... ¿por qué es tan importante para ti?
Quisiera que ese nudo en mi garganta desapareciera, solo me deja esa sensación de llanto en los ojos. ¿Porque estoy tan sensible?
No soy de esa clase de chicas lloronas, por eso no entiendo mis ojos cristalizados.
- Es... Alisson, Ashton... esa estúpida voz en mi cabeza.
- ¿qué es lo que sucede con ellos?
- Me hacen sentir una... cualquiera. Estar contigo sin ser tu novia hace que todos mis ideales se vayan a la mierda. Y se siente bien cuando estas cerca, pero cuando no es así, entonces la culpa importa, y luche contra la idea por semanas, pero sigue pareciendo terrible. Es decir, tú y yo nos besamos, dormimos juntos, pero ni siquiera puedo asumir que iremos a la boda como una pareja, porque simplemente no lo somos.
Listo. Todo está afuera.
Admito frente a Luke lo que me negaba a admitir para mí.
- Yo... no pensé en lo importante que era para ti.
- Ya. Olvídalo, no quiero hablar de eso.
- ey no... -toma mi rostro entre sus manos- No debería importante lo que ellos piensen de ti. Iré a callar sus bocas si es lo que te molesta.
- ¿y que harás conmigo? también me siento mal... no se trata solamente de ellos.
- Tal vez no conozca cada aspecto de ti, pero sé que significa que no puedas sostener mi mirada. Estas ocultándome algo, Ronnie. ¿Qué es? ¿También es sobre ser novios?
Su voz me arrulla e interroga a la vez.
- No pienses ni un segundo que ser "novios" hará que esto sea más importante, porque simplemente una etiqueta es solo es nombre que se le da a una relación en la sociedad. Pero ¿sabes? Me importa una mierda lo que la sociedad piense; es así ahora, mañana y puedo asegurar que siempre será así para mí. Porque esto se trata sólo de tú y yo; no Ashton, no Alisson, no tú madre ni la mía, somos nosotros y nadie más. ¿Puedes entenderlo? ¿Sabes que eres más importante de una etiqueta para mí, cierto?
Asiento.
Acepta su punto de vista, aplacando mis ideales formales y convenciéndome de que no es importante.
- ¿de acuerdo?
- Sí.
- ¿ya no veras más a Collins?
- Espera espera, Eso no era parte del acuerdo.
- No, pero esperaba que pudieras aceptarlo.
- El tema de Collins está cerrado. No hablare más sobre él.
- Solo diré una cosa más. Si se llega a pasar de listo, le voy a sacar toda la Mier...
- ¡Luke! -interrumpo tratando de oír.
- Es cierto es que...
- No no, espera -topo su boca con la mano.
- ¿qué pasa? -frunce el ceño sin entender.
Desearía haber sido más rápida, hábil y poder advertir a Luke sobre la presencia de mi madre Antes de que fuera demasiado tarde.
El corazón pretende salir de mi corazón en un intento de huida.
Escucho las llaves sonar en el primer piso. Intentar esconderlo sería inútil, ella está moviendo la manilla para entrar al cuarto.
Helen da el último paso para darse cuenta de lo que oculto en mi habitación.
Sus ojos se abren sorprendidos. La imagen parece suceder en cámara lenta, sus pupilas dirigiéndose hacia mí y hacia Luke, repitiendo el movimiento varias veces. Los segundos que transcurren mientras ella no dice nada, son los más largos de mi vida.
No sé qué esperar ¿un grito? ¿Desesperación quizás? Sin tener idea me quedo quieta, al lado de Luke, quien también esta petrificado.
Tres ideas pasan por mi cabeza como fotografías fugazmente.
Yo entrando a un tren, llorando sin poder evitar mi partida a casa de tía Sarah. Mi madre no se despide de mí, termina de montar mi equipaje.
Y Luego está Luke, parado viendo como el tren se marcha conmigo en él
Dramático, lo sé. Pero es muy probable que suceda ahora que mi madre nos ha descubierto. Al menos las dos primeras fotografías.
- ¿qué es esto Verónica? -dice con voz pasiva.
Como si el aire de sus pulmones se ha agota con cada suspiro.
- No estaba sucediendo nada.
Me sorprende el todo tranquilo de mi voz, tomando en cuenta que la tercera guerra mundial se está efectuando en mis adentros.
- ¿qué haces tú aquí? -Se dirige a Luke.
- Vine a ver a Ronnie.
Él está tenso, cada musculo me lo demuestra.
- ¿en su habitación? -sube su ceja depilada.
Asiente.
- ¿que no te dije que te alejaras de este bueno para nada, Verónica Monroe?
- Lo siento, madre. Pero soy libre de elegir mis amistades.
- ¿libre? -sonríe hipócrita- No eres libre de elegir cuando vives bajo mi techo.
- No eres mi dueña ¿cuantas veces debo decírtelo?
- La misma cantidad de veces que te exigí que te alejaras de este.
- Mama...
- ¿mama? No. Ya se agotó mi paciencia, no voy a soportarlo un segundo más.
- ¿qué quiere...
- Empaca tus cosas.
- No. ¿qué estás diciendo?
- Te iras con Tía Sarah. Todo está dicho. No me quedare de brazos cruzados mientras tú te revuelcas con este vago, terminaras en la ruina y embarazada.
- ¡No iré de aquí! Basta ya de esto madre ¿puedes dejarme vivir un minuto?
- No estás viviendo Verónica, estas echando todo por la borda. No lo permitiré, ahora empaca -mira a Luke fon odio- y tu vete, no tienes nada que hacer aquí. Aléjate de Ella, antes de que la conviertas en un lamento para la sociedad.
Él no se mueve, al contrario; rodea mi cintura con su larga mano. Los ojos de mi madre ven el movimiento, sus mejillas se coloran entre tanta rabia.
- ¿¡No me escuchaste Jovencito!? ¡Vete de mi casa ahora mismo!
En cualquier momento su ira se desatará, puedo sentirlo en el fuerte agarre de mi cintura. Lo conozco, no soportara otro grito.
Quisiera despertar de esta pesadilla, pero es imposible no darme cuenta de que es la realidad. Esa que esperaba que no sucediera nunca.
- Aun no entiendo por qué es que me odia tanto. No conoce nada de mí.
- Solo tengo que verte para saber que eres un bueno para nada.
- También debería saber que no se va a librar de mi tan fácil.
- ¿a no?
Luke la mira desafiante, de pronto ya no me siento parte de la guerra, sino en medio de ella.
- Vete antes de que llame a la policía -advierte Helen.
- Llámelos. No me iré sin ella -me hala para llevarme fuera de la habitación.
- A donde crees que vas Verónica Monroe? -me hala del otro brazo.
La fuerza que aplica me lastima, y necesito quitar su agarre pronto, antes de que sus uñas se sigan hundiendo en mi piel.
- Lejos de ti.
- ¡NI SIQUIERA LO PIENSES! -grita- ¡NO VAS A SALIR DE ESTA CASA!
La ignoro y sigo caminando.
- ¡VERONICA!
- ¡Ya basta mama! ¡Termina con esto!
- ¡Tu tía Sarah estará complacida de recibirte! Te enviare tan lejos que no tendrás forma de comunicarte con este pedazo de idiota. ¡Ya verás Verónica, aprenderás por las malas!
Fue suficiente para mí. Se derramo la última gota.
3 años de reproches, regaños, culpa. Helen es la culpable de quedarme estancada en la muerte de Thomas. Estuve 3 años creyendo que yo debía haber muerto en ese accidente, en vez de él, y todo eso gracias a Ella.
Llore por Días, meses, y no logre conseguir consuelo de mi madre; porque simplemente estaba demasiado ocupada pretendiendo estar bien, siempre queriendo dar una buena impresión, mientras su hogar se derrumba a su espalda.
Deje de Dibujar, el día que dijo que no tenía talento, olvide mi pasión, por tratar de hacerla sentir mejor.
Nunca saque una mala nota, siempre fui la primera en mi clase, pero eso no fue más importante que asistir a las reuniones de té junto a sus amigas.
Yo sola cure mis heridas, y guardé cada palabra para mis adentros, solo para no herirla, porque siempre pensé que estaba muy frágil por dentro, que todo ese circo era una marcará para ocultar el dolor de haber perdido a Thomas.
Ahora, en mis 17 años, me doy cuenta de que no le importe ni un segundo. Que yo soy tu boleto de salida de esa "pobreza" que tanto odia. Sin importar los efector secundarios que eso me ocasiones, ella me quiere ver casada con un hombre de poder, para así adquirir más dinero y ser la mujer rica y prestigiosa que siempre soñó.
Olvido a sus hijos, para continuar con su vida codiciosa.
Pero me cansé. Ya fue suficiente para mí.
- ¡No iré a la maldita casa de tía Sarah! ¿Oíste madre? ¡Me canse de este estúpido régimen! No quiero más etiqueta, ni pretender. ¡Ya no soy más tu hija robot! He encontrado a alguien que milagrosamente me mostró que la vida no está estas cuadro paredes, lo quiero y no me alejare de él solo por qué quieres destruir todo lo que me hace bien.
y por ultimo ¡No soporto más esta mierda!
Respiro.
Nuestras miradas no se despegan una de la otra, hasta que siento mi mejilla arder.
En un movimiento rápido a golpeado mi rostro con la palma de su mano.
Cierro los ojos, evitando que el mareo mi haga caer. Paso mi mano por el área, tratando de suavizar el dolor intenso. Ese tan fuerte te hace querer llorar.
- Aprenderás a respetarme, por las buenas, o por las malas.
Nunca habíamos llegado a este punto. Ni siquiera puedo moverme, y esa mirada de furia, no la olvidare nunca.
Narra Luke
Llevo a Ronnie tras de mí.
La maldita impotencia me está comiendo los huesos. Esa Maldita vieja acaba de golpearla en mi presencia ¿quiere que la mate?
- Aléjese de ella -digo entre dientes.
Un moviendo en falso y conectare mi puño en su mandíbula maquillada. No me importa que sea una mujer, ni una vieja. Ya fue demasiado para mi tener que verla pegar una cachetada de Ronnie, es suficiente motivo para salir de mis cabales.
- ¡Es mi hija y la trato como quiera!
- ¡Aléjese si no quiere que le devuelva esa cachetada!
- ¡Ja! No serías capaz.
- ¿quieres probarlo? Usted acaba de golpearla frente a mí. No quiere subestimarme, créame.
- Ya Luke -la voz entre cortada de Ronnie me detiene- no vale la pena.
Toma mi mano con su mano libre, la otra sostiene la zona herida.
Seguramente le quedara una marca, esa infeliz le ha dado tan duro como a una pera de boxeo.
Ninguno de los tres dice nada más. Salgo con Ronnie hasta el auto. Un par de viejos nos clavan la mirada mientras entramos, los ignoramos por completo.
Ella entra negándose a aceptar mi ayuda, yo subo a mi asiento de piloto y volteo a verla.
- Déjame ver.
- No. Solo conduce lejos de aquí.
Ella tiene lágrimas en los ojos, pero lucha por no dejar caer ninguna de ellas.
Esa presión en mi pecho es gracias a todo el caos que se desató hace minutos, y por lo débil que se muestra mi chica de ojos hazel.
Pienso rápido un lugar a donde llevarla. Juzgo ir al hospital para tener en observación ese golpe, también pienso en mi casa, o ir a la hacienda, a mi lugar en el bosque.
No consigo tener una buena alternativa.
- ¿podemos entrar a tu casa sin hacer un alboroto? -pregunta ella- no quiero que nadie se de cuenta de... esto.
- Seguro.
Solo tengo que entrar por la puerta trasera, tal como lo hago cuando llego borracho. Nadie sabrá nada.
Manejo hasta mi residencia. Ronnie no ha dicho nada en todo el camino, aún mantiene su mano en la mejilla y recuesta su cabeza del cristal.
Deseo llegar y conseguir la casa sola, aunque se lo difícil que es eso, sobre todo cuando se trata de mi madre.
Estaciono el v8 en la parte trasera. Ambos nos bajamos al mismo tiempo para caminar por el pasillo del conserje. Este es el área de limpieza, mi madre contrata una vez al mes a un hombre que limpie la piscina y los arbustos, y el área trasera es donde guarda todos los instrumentos.
Tomo su mano para indicarle el camino. Pasamos por una modesta puerta hasta conseguir las escaleras que nos llevarán justo a la sala del segundo piso. Solo debo asegurarme de que nadie esté ahí, para luego caminar hasta el pasillo de mi habitación.
Sin muros en la costa, pasamos hasta mi cuarto sin problema, sin ser descubiertos.
Entra directamente al baño. La sigo, pero cierra la puerta en mis narices. Escucho sonar el seguro, y sé que no hay más que hacer, me toca esperar que salga.
Los minutos parecer eternos, hasta que comienzo a cuestionarme ¿qué tanto hace en el baño?
Dejando atrás los buenos modales que nunca tuve, coloco mi oreja en la puerta para escuchar lo que sucede adentro del baño.
Sollozos.
- ¿Vero?
- Estoy bien. Salgo enseguida.
Espero 30 segundos más y abre la puerta.
Justo lo que imagine, pero hubiese preferido no haberla visto así. Sus ojos y nariz están de color rojo, irritados de tanto llanto, y las ojeras se han vuelvo notorias, pero lamentablemente, eso no es lo peor. Su madre se encargó de dejar una marca en su mejilla izquierda, los malditos anillos que usaba quedaron plasmados en la fina piel de porcelana de Ronnie.
- ¡Demonios Ronnie! Tenemos que curar eso ahora mismo.
Al dar un paso hacia mí, me doy cuenta, también esta rasguñada.
- Maldita sea ¿Cómo se atrevió hacerte eso?
- No importa -vuelve a tapar la herida con su mano.
Corro hasta el botiquín, lo coloque en closet. Me doy cuenta de las pocas cosas que contiene, aunque para esta ocasión, he logrado conseguir lo necesario. Gaza y alcohol.
Empapo una gaza con el líquido oloroso, no soy bueno en estas cosas, pero la necesidad aguarda...
Me inclino para quedar a su nivel mientras está sentada en la cama. Deslizo suavemente por la mejilla, luego hasta los rasguños. Ella da un pequeño brinco cuando el alcohol entra en sus heridas.
- Lo siento.
Niega. Dando a entender que está bien, por lo cual continúo limpiando.
- Quisiera haber podido hacer algo. Ella nunca debió haber llegado a tocarte.
- Es la primera vez que sucede.
Nuevamente sus ojos están cristalizados. Una parte de mi desea que se desahogue, la importancia debe estar comiéndose parte de ella, pero otra parte de mí no soporta verla llorar.
- No hice nada porque es tu madre Ronnie, pero Juro que quería...
- Lo sé -me detiene.
Una lágrima cae de sus ojos. Rápidamente la limpio con mi pulgar. Dios, esta malditamente difícil verla así.
Una de las razones por las que me he fijado en esta chica, es la poca debilidad que ha demostrado. Cuando yo intentaba romperla de la manera mal jodida e irritante, se comportaba como si estuviera bien, no le importaba. Esta chica frente a mí no es la Ronnie de hace unas semanas, es débil, frágil, y esos ojos hazel solo gritan tristeza, justo ahora no están irradiando esa luz que solo ella puede tener.
- No vale la pena que llores, esa... mujer no lo merece.
- Tú no entiendes. Estaba tan constantemente decepcionada de mí que tuve que empezar a creerlo.
- ¿crees que no lo entiendo? ¿Yo, la oveja negra de la familia?
- Es jodido ¿no crees?
- Estoy de acuerdo -paso de nuevo el alcohol por su rasguño y vuelve a quejarse.
Nos quedamos en silencio por un minuto, hasta que la pregunta sale de mi boca sin pedir permiso.
- ¿es verdad lo que dijiste de mi hace un rato? ¿Tú...me quieres?
Su mirada perdida en el piano regresa a mi instantáneamente. Me examina por un segundo, pero luego contesta.
- No dije ni una sola mentira hace un rato.
- ¿quererme?
- Si Luke.
- pero... ¿estas segura...
- Si Luke, Te quiero ¿ahora, puedes dejar de preguntarlo?
- Por supuesto.
Baja la mirada y temo que quiera volver a llorar. Levanto su mejilla para recuperar sus ojos en los míos.
- ¿y tú?
- ¿yo?
- Olvídalo.
Quita mi mano de su mejilla, escasamente se puede ver cómo ha fruncido su ceño, y sus labios se han arrugado.
- Si Ronnie, si te quiero ¿ahora, puedes dejar de preguntar?
Ella sonríe.
- Por supuesto.
------
- Mantén el hielo en tu mejilla -ordeno.
- No tiene caso.
Despertamos hace unos veinte minutos, ambos cansados, la noche anterior fue agotante. A mitad de la noche escuche sollozos, pero preferí dejar que drenara toda la impotencia, luego se durmió profundamente.
Mama aún no sabe que se ha quedado a dormir, pero tampoco creo que tenga problema.
Ronnie ha evitado a toda costa verse al espejo, y yo he evitado a toda costa comentar algo sobre el moretón alrededor de su ojo izquierdo.
- No sé qué voy a hacer Luke -susurra.
- ¿a qué te refieres?
- ¿A dónde voy a ir? Yo simplemente no puedo volver a casa, ella me enviara lejos, y aún faltan muchos digas para que papa llegue de su viaje. Yo... no sé qué haré -niega.
- A mí se me ocurre algo...
- ¿qué?
- Estar conmigo.
- No puedo estar todo el tiempo aquí, sería inapropiado.
- Mi madre no tendría problema de que te quedaras, sabes que ella tiene una extraño nexo contigo.
- Eso no quiere decir que me aproveche de su amabilidad.
- Tal vez pueda conseguir un hotel que sea muy económico.
¿y cómo se supone que pagara la estancia de un hotel? No tiene dinero desde que compro el Renault.
- Pero no tengo dinero -razona.
- Insisto, puedes quedarte aquí.
- Parece increíble que esto esté pasando. Pero para ser sincera, hace algunos meses atrás, cuando mama se volvía más y más insoportable, imaginaba que haría y tuviera la valentía de dejar la casa.
- ¿Y cuál eran tus opciones?
- Ir a casa de Alisson o Ashton. Claro que esas ya no son opciones.
- ¿por qué no?
- Estoy enojada con mis mejores amigos.
Asiento.
No deseo saber del tema, puedo imaginar el por qué su enojo con ellos, posiblemente yo este involucrado en el asunto.
Se levanta de la cama y camina hasta el baño. La sigo, se lo que hará y será mejor que este cerca.
- Oh mi Dios.
Mira su reflejo asombrada, pasa los dedos por el moretón de su ojo.
- No creí que estuviera -yo se rompe- tan mal.
- Seguro mejorara con el transcurso de las horas.
- ¿cómo se supone que iré con este moretón al trabajo?
- Puedo hablar con Charlie, no tienes que ir si no quieres.
- No, tengo que ir.
Se examina nuevamente, acercándose al espejo. Estoy agradecida de que no se haya rojo con vaso sanguíneo en su ojos izquierdo, eso hubiese sido más grave.
- ¿me das un minuto? -pregunta.
- Claro -salgo del baño, sabiendo que debo monitorear el tiempo, es posible que se instale a llorar ahí adentro, y no quiero eso. No es justo que siga derramando lágrimas por esa maldita, digo, su madre.
Para mi sorpresa, ella sale más rápido de lo que creí. Limpio su rostro y utilizo el cepillo de dientes de mi madre obsequio ayer.
- ¿crees que logremos llegar a las últimas dos clases?
Oh, olvidaba que aun estudiamos...
- Si quieres...
Prefiero quédame aquí, me vale mierda el colegio.
- si quiero ir.
- Bien, pero primero debo darme una ducha.
Entro al baño. Ansió estar bajo el agua caliente, es una magnifica forma de relajarme.
Después de que el agua cumplió su cometido en mi cuerpo, salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla y abro la puerta del baño.
Sus ojos se posan en mí, en mi cuerpo. Lucho contra una sonrisa que sea salir, ella está segura de que es discreta pero la he capturado viéndome detalladamente. Sé que le es difícil admitir que se siente atraída por mí, no solo sentimentalmente, me refiero a como su cuerpo reacciona cuando la toco.
- ¿no vas a vestirte? -pregunta con la mirada perdida en algún lugar de la habitación.
- si ¿acaso no quieres que lo haga?
- Apresúrate por favor.
A eso me refiero, esta tan roja como tomate, pero sé que esta tan interesada por sabes que tan lejos puede llegar.
Elijo pantalones negros, camisa blanca y vans negros.
- Ten. Esto ayudara.
Le entrego mis lentes de sol, unos Ray Ban originales.
- Tal vez deberías darme un tunda en el ojos derecho, así estaría pareja.
La observo. ¿que está diciendo?
- No digas eso.
- Era una broma -justifica, se encoje de hombros.
- No es gracioso, ni siquiera en bromas, vero.
- ¿Vero? -alza una ceja.
- ¿qué? Dijiste que no te molesta.
- No me molesta -sonríe- vamos.
Hala mi mano para salir de mi habitación.
- Vamos a salir por la puerta de atrás -le aviso.
Tal como entramos salimos, y con el mismo éxito de no ser descubiertos. Es raro tener que actuar como "un angel de Charlie" en mi propia casa, pero es eso lo que ella quiere, no hacer de esto un escándalo.
Entramos en el v8.
- ¿crees que deba ir por el Renault?
- Yo puedo llevarte, y pero no creo que sea la mejor idea ir a tu casa ahora.
- Tienes razón -acepta.
Se quita los lentes, y examina otra vez su ojos en el espejo.
- Debería conseguir un poco de maquillaje.
- Lo siento, no tengo -digo.
- Eso ya lo sé -rueda los ojos.
- Compraremos un poco.
Ha solo dos calles se encuentra una farmacia, venden muchas cosas ahí, seguro encontraremos algo.
Me detengo en el estacionamiento.
Ella camina directamente al pasillo de cosméticos, observa las vitrinas hasta que toma algo.
- ¿eso?
- sí, creo que servirá.
Lo arrebato de sus manos y camino hasta la caja, ignorando sus quejas.
- Yo lo pagare -dice tras de mí.
- No seas ridícula -la callo.
Pago el cosmético, es muy económico, no me molesta comprarlo.
Se lo entrego, aun así me mira con cara de pocos amigos.
Espero que termine de colocar el corrector de su mismo color en el moretón, voltea verme. Se ha ido, ya no puedo ver rastro de golpe en su rostro.
- El maquillaje es milagroso -digo.
- sí.
------
Llegamos justo antes de que suene el timbre avisando que el almuerzo a terminado.
- Te veo luego -se despide.
- Ronnie...
- ¿qué?
- Promete que no iras a casa de tu madre sin mi
- pero…
- Promételo.
- ¿por qué haría eso?
- No lo sé, tal vez un impulso.
- De acuerdo, no iré sin ti.
- Es que ella podría llevarte...
- No lo hará -cubre mis mejillas con sus suaves manos.
- Si aparece aquí llámame ¿de acuerdo? apareceré en un minuto.
- ¿cómo un Superman? -sonríe.
- Hablo en serio,
Ella no está considerando la idea de que su madre aparezca aquí para llevársela, ahora tendré que vivir alerta todo el tiempo. Temo dejarla un minuto sola y luego no verla.
- También Hablo en serio. Todo estará bien -guiña un ojo y luego sonreí. Besa fugazmente mis labios.
La veo irse por el pasillo del colegio, deseo que voltee para verme un último segundo y así lo hace, como si estuviera leyendo mi mente.
Mi teléfono suena.
- ¿hola?
- Lamar tenía razón.
Maldición,
- Que tal Aarón.
- Es muy ardiente. Además, esa fue una escena muy romántica, colega.
- ¿de qué demonios estás hablando?
- ¿cuál es su nombre Luke?
- ¿nos estabas viendo?
Miro a mi alrededor buscando donde está el maldito... hasta que aparece detrás de su auto, estacionado a 10 metros.
Termino la llamada y espero que llegue hasta mi lugar.
Cuando esta frente a mi hace una mofa de besos acercándose a mi cara, golpeo su hombro para que se aleje de mí.
- Que sentimental te has vuelto.
- ¿qué es lo que quieres -pregunto sin rodeos.
- Ven conmigo, tenemos que reunirnos con ellos...
No hay vuelta atrás, lo entendí la última vez que me reuní con estos tipos.
Debato entre ir o no, se supone que debería estar en el colegio para asegurarme de que la madre de Ronnie no aparezca, pero no sé si pueda evitar estar reunión con Aarón.
- ¿qué esperas? -grita caminando hasta su auto.
Lo sigo. Espero que nada malo suceda en mi ausencia.
Subimos a su auto y toma el desvió hasta la carretera, nos dirigimos a Different Pigment, es ahí todo esto comenzó.
No hablo con el bastardo de Aarón, le subo el volumen a la música, lo suficiente para no entablar alguna conversación.
Cuando al fin llegamos a la casa no puedo evitar ponerme rígido.
- Como le va a mi hermano Luke -dice Lamar.
Aun quiero matarte maldito, mejor aléjate.
No le contesto, me limito a entrar a la casa. Justo como imagine tres hombre están sentados alrededor de una mesa.
- Vine con Luke -avisa Aarón.
- Genial -dice Albert- tenemos otro ayudante.
Es el único nombre que logre aprenderme de este trio de sarnas.
- Dije que no ayudaría en nada de eso.
Las miradas de los 6 hombres en la sala se plantan en mí.
- ¿qué demonios estas diciendo? -me susurra Aarón
- Lo que oíste. No haré esto, no voy a arriesgarme a que suceda lo mismo de la última vez. Me salgo.
- ¿Salirte? -carcajea- vaya que tienes sentido de humor, amigo.
La carcajada desaparece instantáneamente, ahora su mirada es rígida.
Camino hasta la puerta, pero Lamar se opone.
- Largo Lamar -le digo.
- Nadie de sale de esto Luke -dice Albert tras de mi- Tu estas demasiado involucrado para tirar la toalla.
- ¡Maldición! No voy a hacerlo.
- ¡Luke! -me hala Aarón a un lado, donde se supone ningún otro podría escucharnos- Deja esta maldita actitud, te dije que esto es serio.
- No quiero hacerlo. Ya no.
- No hay opciones, harás que algo salga mal, y ambos vamos a salir perjudicados de esto.
- Tú, que eres tan amigo de ellos, diles que no cuenten conmigo. Lo siento Aarón.
- No. Harás lo que ellos digan, a menos que quieras que hable de tu amiguita... recuerda que puedo conseguir a cualquiera, Luke. Y no querrás involucrarla en este juego.
Estoy listo para golpear su rostro, pero Lamar toma mi brazo antes de poder volver mierda a Aarón, quien se suponía era mi amigo.
- ¡NO TE METAS CON ELLA!
- ¿ELLA? -dice Albert- Así que tienes una chica...
- ¡Suéltame! -lucho contra el agarre de Lamar, sin éxito.
- ¿cómo se llama la afortunada?
- Jodete -digo.
- será mejor que no me entere quien es, Luke. Sera mejor que hagas lo que te digo. Quien sabe, tal vez alguien podría ir a visitarla una noche...
- No te atreverías...
- No me subestimes, Colega.
Sonríe con sus dientes amarillos. Su aspecto de vagabundo es asqueroso. Odio toda su mierda, el cabello peinado hacia tras, esas camisas gigantes, los pantalones holgados, todo de él me repugna.
Estoy Jodido.
Me calmo, solo así sé que Lamar soltara mis brazos.
- Ya déjalo, solo tuvo un ataque de pánico -le ordena Albert. O como suelo llamarlo en mi mente, la mierda Alfa de este lugar.
Los otros idiotas no dicen ni una palabra, a menos que Albert lo ordene, son títeres y es eso lo que Albert quiere conseguir de mí, otro aliado.
Me trago toda la impotencia y me siento en la mesa, para escuchar instrucciones, Pero no puedo concentrarme en lo que dicen, solo imagino a estos asquerosos títeres llegando a casa de Ronnie, buscándola. Aparto el pensamiento antes de que la rabia me haga querer golpearlos en el rostro, hasta que alguno de ellos me detenga y me golpee hasta el punto de dejar de respirar.
- ¿entienden? -dice Albert interrumpiendo mis pensamientos.
- Sí. Entonces el próximo movimiento es en la fraternidad de UTA
Asiento.
No quiero hacerlo, pero es mi única opción. Aunque ellos no sepan aun quien es Ronnie, no dudo en que se enteren en unos días, es por ellos que no la dejare sola ni un segundo. Esto va mucho más allá de su madre, es importante mantenerla segura. No quiero ocurra algo como parecido a lo de Gabriela. No, eso sería demasiado.
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El colegio casi se ha quedado solo, pero ella aun no sale. Mis nervios comienzan a ponerse de punta. Espero recostado del capo del v8. 10 minutos y aun no aparece. ¿Donde diablos se metió?
Hace más de 20 minutos de que las clases culminaron. Marco su número en mi teléfono para llamarla.
- Hey.
Me sorprende llegando tras de mí.
- ¿Dónde estabas Ronnie?
- Con Ashton -dice sonriente. Es obvio que no estuvo preocupada, nada parecido a los nervios que estaba sufriendo hace un segundo.
- ¿Por qué no avisaste, casi me muero...
- ¿del susto? Estoy bien, solo estaba con mi mejor amigo.
- Si, como sea. Sube al auto, muero de hambre.
Me salte el desayuno, y con todo lo que ha pasado esta mañana me sorprende no haberme desvanecido.
- Creo que Ashton y yo estamos arreglando las cosas -dice.
No respondo. No es de mi mayor interés para ser sincero, tengo cosas más importantes en que pensar. En el camino de regreso desde Different Pigment considere seriamente una opción, pero aun no estoy seguro. Sé que ella se negara, pero debo conseguir la forma de convencerla. Todavía no es tiempo de preguntarle, pero espero que ese momento llegue pronto, es la mejor forma de mantenerla segura de todo esto.
- y bueno, también dijo que podría conseguirme una habitación en la fraternidad.
- espera ¿qué?
- No has estado escuchando -se cruza de brazos molesta.
Estaba demasiado distraído que olvide prestar atención a su parloteo.
- Lo siento ¿qué es lo que dijo Ashton?
- Tiene un buen amigo en la fraternidad de UTA y dijo que sería fácil conseguir una habitación para mí por un tiempo, aunque no estudie en la universidad. Sera algo muy privado.
- No vas a vivir ahí -digo concreto.
- ¿qué? ¿Por qué no?
- Porque no.
- Tiene que haber una razón, Luke. Dime.
Una razón... Es exactamente ahí donde Albert y Aarón llevaran toda su mierda. Ni loco voy a dejarla ahí.
- No. Es un lugar de universitarios, te comerán viva.
- Solo iré a dormir, será simple.
- No.
- ¿no debería ser yo quien decida eso? -ese tono irritante aparece.
- Te estoy diciendo que es una pésima idea, es todo.
Pero realmente espero que me hagas caso y desistas de esta estúpida idea.
- Bien. Tengo que pensarlo, pero parece un lugar estable para vivir solo algunos días. Y no tendré que pagar nada, solo la comida obviamente.
- ¿y si consigues una mejor opción?
- ¿cómo cual Luke? No tengo muchas opciones.
- Como mudarte conmigo.
Sé que dije que esperaría un tiempo para preguntarlo, pero la situación lo amerita. No dejare que viva en la fraternidad, es una completa locura. Que se mude conmigo también lo es, pero lo encuentro más razonable.
- ¿qué? -sus ojos se abren como platos.
- Sí. Bueno, es apresurado, pero tú lo has dicho, solo serán unos días.
- ¿A tu casa?
- Solo si quieres, Tal vez pueda conseguir otro lugar.
- Tu y yo... solos?
- En realidad no pensaba invitar a nadie más -bromeo, pero ella no sonríe. Creo que está atravesando un estado de Show, su cabeza está tratando de procesar todo lo que ha sucedido, espero que no colapse.
- Eso es una locura -dice al fin.
- ¿y mudarse a la fraternidad no lo es?
- Yo solo... no me imagino vivir contigo.
- Serán unos pocos días, hasta que tu padre llegue.
Otro silencio.
Me siento nervioso y sé que ella igual.
- y bien... ¿te muradas conmigo?
Me mira intensamente, y las comisuras de sus labios se elevan en una sonrisa sencilla.
La larga espera de su respuesta me tiene al borde de la locura.
¿No será esto demasiado apresurado?