Camino a la casa de los Cabello.
¿Segura que quieres que te lleve a tu casa?.- Me pregunta Lauren.
Si...- Le respondo mirando la ventanilla del auto.
Ella se había ofrecido para llevarme después de lo que paso.
Ari me había llamado completamente llorando y me había dado la peor noticia, su abuela había fallecido. No se como pude aguantar las lagrimas, rápidamente recogí mis cosas y le explique a Lauren que debía irme, ella me insistió en acompañarme hasta donde quisiera, yo solo quería ir a mi casa y que mi papá me llevara a lo de Ari, necesitaba estar con ella.
¿Estas bien?.- Se preocupa.
No, la verdad que no.- Casi susurro.
¿Era importante para ti?.-
Si...Cathy era una señora muy buena.- Digo con melancolia.
¿Quieres que te acompañe?- Se ofrece.
No, prefiero que me dejes en casa y luego iré a la casa de Ari.- Le dedico una mirada y ella asiente.
Pero si quieres puedo dejarte en la casa de tu...- No completa la oración.
De Ari.- La completo yo.- Y no, gracias. Prefiero pasar por casa primero.-
Ya habíamos llegado a mi casa y ella se estaciono enfrente de mi puerta, apago el motor y me miro.
¿Quieres que haga algo por ti?- Me dice.
No, solo...gracias por traerme.- Intento sonreír pero no me sale.
Camz...- Intenta besarme pero yo le corro mi rostro.
Lo siento, no...no puedo.- Digo y le doy un beso en la mejilla, para luego bajarme del auto rápidamente.
¡Llámame cualquier cosa!- Escucho que grita y yo solo la miro asintiendo la cabeza.
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Papá me había llevado a lo de Ari, él también estaba mal y sabia que yo lo estaba.
Cuando cierre la cafetería venimos...¿ok?.- Él me dice antes de que yo baje del auto.
Claro...- Digo cabizbaja.
Se fuerte...por Ari.- Me dice mi padre y yo asiento.
Lentamente camine hacia la puerta y toque el timbre.
Camila, hija...- La mamá de Ari abre la puerta y rápidamente me abraza.
Ese abrazo lo sentí muy profundo, tanto que mis lagrimas no dudaron en salir. El abrazo termino y yo seque mis lagrimas.
Ari esta en su habitación, no ha querido salir desde que se entero.- Dice Joan y yo asiento pasando dentro de la casa.
Subo lentamente las escaleras y me ubico delante de la habitación de Ari.
Toco una, dos y hasta tres veces, pero nadie me responde. Me asusto y abro rápidamente.
La veo acostada en su cama, boca arriba con sus auriculares puestos y lagrimas a los costados de sus ojos.
Me acerco mas para que ella me vea y lo hace.
Hola...- Se saca sus auriculares y me mira.
Lo siento.- Digo y me siento en la cama.
Ella no dice nada, simplemente me abraza con fuerza, con esa fuerza que solía abrazarme cuando estábamos juntas.
Ya...estoy aquí...- Le susurro mientras ella llora como nunca.
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Te traje algo de comer...- Entro con una bandeja a la habitación de Ari.
No tengo hambre...- Me susurra.
Ari tienes que comer algo...- Le insisto.
No Cami...no tengo ganas.- Su voz se torna triste.
Ari tienes que comer algo...hazlo por mi.- Le digo con dulzura.
Ella me mira y sonríe tristemente, toma la bandeja y comienza a comer lentamente.
Gracias...- Me dice luego de varios minutos en silencio.
No hay porque...-
No, en verdad gracias por todo, por venir, por cuidarme, por estar conmigo en este momento...gracias.- Me mira fijamente.
Tú sabes que yo jamas te dejaría sola.- Acaricio su mejilla.
Lo se.- Me intenta sonreír y baja su mirada, para comer un poco mas.
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Sabia que te encontraría aquí...- Digo mirándola de atrás.
Había estado buscando a Ari durante varios minutos, pero era obvio donde la iba a encontrar.
Cathy tenia un vivero, donde ella cuidaba sus plantas, le encantaban las plantas y se pasaba la mayor parte de su tiempo en ese vivero.
¿Recuerdas cuando veníamos a escondernos aquí?...- Me dice ella mientras mira hacia el frente, rodeado de plantas.
¡Claro!...Cathy siempre nos descubría besándonos...- Sonrío y me siento a su lado.
Ella siempre me decía “No la lastimes, ella tiene un corazón de oro”...- Recordaba triste.
No me lastimaste...- Le digo sin mas.- Todavía recuerdo el día en el que me presentaste como tu novia y Cathy me trajo aquí para hablar...- Digo sonriendo al recordar esa escena.
Nunca me has dicho lo que hablaron...- Me mira.
Era un secreto entre ella y yo.- Encojo mis hombros.- Ella realmente te amaba, te amaba como nadie Ari, ella siempre hablaba maravillas de ti y de tus progresos, para ella eras su angelito.- Le digo con ternura.
Ella fue lo mejor de mi vida, fue y sera la persona que mas ame en esta tierra. Me enseño muchas cosas y nunca voy a olvidarme de nada, duele verla en un cajón sin vida, duele saber que sera la ultima vez que vea su rostro, duele saber que no podre compartir una tarde con ella y sus historias, duele saber que nadie me abrazara como ella, pero mas duele tener el vacío que va a dejarme esta partida.- Dice con lagrimas en los ojos.
Solo la abrazo. Ella me necesita hoy mas que nunca.
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Te extraño.- L.
Había recibido el mensaje de Lauren y sonreí un momento pero al darme vuelta me encontré con Ari, completamente devastada, con un llanto que ya no tenia sonido, con su cuerpo totalmente descubierto y débil, con una posición fetal digna de un bebe inofensivo.
No podía verla de esa manera, no tenia ganas de que se caiga en un pozo depresivo. Solo atine a abrazarla por la espalda y ella me tomo de las manos fuertemente.
Gracias cielo, gracias por estar conmigo.- Me susurra e intenta dormir.
Yo solo me quedo despierta para supervisar que se encuentre bien, nada mas.
Lo siento si te moleste, dale mis condolencias a tu ex.- L.
Definitivamente ese mensaje de Lauren no me cayo nada bien.