Varios días habían pasado, su viaje había continuado y hace varias horas habían dejado de tras de ellos la tercera linea ahora se encontraban en el camino de los reyes de Kusanagi sin embargo algo parecía no ir bien.
Repentinamente el carruaje se detuvo sorprendiendo a los jóvenes dentro de el.
—Mu, ¿Que esta pasando? —Pregunto el mayor de los hermanos.
—Aioros. —Dijo al verlo salir. —No es nada sera mejor que vuelvas adentro.
—¿Por que nos hemos detenido? —Esta vez cuestino el joven de cabellera dorada.
—Les pido de favor que no salgan del carruaje. Tan solo nos han informado que el camino esta cerrado porque un árbol a caído y este esta soltando una fuerte cantidad de veneno mortal para nosotros. —Explico el joven de ojos lilas.
—Entendemos, gracias Mu. —Ambos regresaron adentro mientras que los soldados le daban algunas monedas a quien les había informado.
—Hay un camino por el bosque, es menos seguro que el de los reyes pero saldrán pronto de aquí y llegaran a su destino. —Finalizo el reciente de Kusanagi a lo que el general y soldados agradecieron y se desviaron del camino principal y mientras partían aquel joven informante sonreía maliciosamente.
El bosque cada vez se hacia mas espeso y complicado de atravesar, Mu se preguntaba si había tomado la desicion correcta; y entre los arboles gente los observaba escondida.
—¿Crees que sera seguro? No son cualquier persona. —Cuestiono uno de los hombres enmascarados.
—Este sera nuestro mayor botín, ahora todos al ataque. —Dijo antes de lanzarse al carruaje donde viajaban los príncipes de Solei.
Castillo de Kusanagi.
—¡Majestad! —Grito uno de los sirvientes.
—¿Que sucede? No puedes gritar así en el castillo.
—Perdone su alteza pero creó que esto es de suma importancia, los salvajes, los que han estado robando a gente honesta...
Ellos han secuestrado a los príncipes y general de Solei. —El rey le miro sorprendido pues no daba crédito a lo que escuchaba.
—¿Que has dicho?
—Vieron entrar al reino el carruaje de los príncipes sin embargo no llegaron al siguiente punto de vigilancia cuando mandaron a ver a uno de los soldados este observo como atacaban el carruaje en el bosque.
Además esos hombres dejaron esto en el camino real. —Dijo dándole una hoja al padre de Aria, este enseguida la leyó y ordeno traer a su general e hija. Una vez ellas presentes informo sobre lo acontecido.
—Lamento retrasar su viaje así, pero te necesito Laura, si algo le pasa a esos jóvenes en nuestras tierras iremos a guerra con Solei, no es algo bueno.
—No se preocupe señor los encontrare y pronto, sin embargo dado el tiempo con el que contamos creo que ya no será posible regresar al castillo, debo pedirle que Aria guarde sus cosas ya que partiremos esta misma tarde a nuestro destino.
—Confio en ti y en que evites una guerra, si es lo que quieres no me negare.
—Como ordene majestad. —La chica salio de la sala de los reyes para ir con su ejercito y partir de inmediato.
Bosque
—Nos darán mucho dinero por ustedes. —Exclamo uno de los secuestradores.
—¡Si les tocas un solo cabello te la veras conmigo! —Dijo Mu furioso.
—Ja, ¿Y que me harás estando con las manos atadas?
—La cuestión es que no te haré. —Volvio a contestar arrogantemente a lo que el secuestrador se acerco a el con una filosa navaja.
—¡Basta! Envía un mensaje a Solei ellos te darán lo que quieres pero dejanos ir, hay algo mas peligroso que solo nosotros podemos enfrentar. —Intento Aioros una vez más.
—Hay ya guarden silencio, queridos príncipes deben saber que la única maldad que hay el la corrupción y su tonto gobierno que tienen.
El mundo es la mayoría no de unos cuantos.
¿Y ustedes dos porque guardan tanto silencio? —Se refirió a Aioria y Shaka. —Hey tu abre los ojos.
—Dejalo ya, mi hermano no es igual que nosotros necesita tener los ojos cerrados. —Contesto fastidiado Aioria. Mientras que Aioros y Mu le miraban extrañados por lo que habia dicho, pues ninguno de los dos estaba enterado de que el joven de ojos azules practicaba una forma de consentrar su fuerza en solo ataque.
De un moemto a otro Shaka abrió sus ojos librando una energía no antes vista consentrando su ataque al techo y paredes del lugar donde estaban. El ataque creo que una fuerte explosion que dio su localización y que hizo que los soldados de Kusanagi se desplazaron hacia allá, al presentarse el general de aquel reinado bajo desenvainando su filosa espada y a su lado aquel bello lobo la acompañaba la batalla inicio, rebeldes contra soldados.
Dentro de la casa donde ellos se encontraban empezo un incendio lo que les permitió soltarse y salir de ese lugar antes de que se desmoronara. Afuera la batalla finalizaba no fue un gran trabajo pues aquellos hombre no contaban con la experencia y habilidad suficiente como para siquiera hacerles un rasguño.
—¿Principes se encuentran bien? —Pregunto el ahora misterioso general de Kusanagi.
—Si, ¿Quien es usted? —Pregunto esta vez el mayor de los hermanos.
—Lamento que hayan tenido que sufrir este desagradable evento, soy el general de Kusanagi, mi nombre es Laura y sera un placer escoltarlos hasta donde la princesa espera, lamento no poder llevarlos al castillo pero nuestro tiempo lo impide. —Aioros aceptó la propuesta de ir con la princesa pues aún no sabían donde se encontraban los soldados que les acompañaban. Al llegar una bella chica les esperaba su rostro estaba preocupado pero al verles llegar este se relajo dando un largo suspiro.
—Me alegro que estén bien, cuando vi la explosión creí que algo malo había pasado, ya veo que me equivoque. —Sonrio cálidamente a su general.
—Aria ellos son el príncipe Aioros, Shaka Aioria y su general Mu.
—Es un placer conocerlos, lamento lo que ha ocurrido pero deben saber que gracias a este trágico evento capturamos a los malvados que hacían esto en nuestra tierra, si quieren ir al castillo mi padre estará feliz de recibirlos.
—Nuestros hombres, ¿Donde están? ¿Encontraron a alguien? —Pregunto Mu un tanto preocupado por su gente.
—Si, antes de la explosión llegaron varios soldados la mayoría fue enviado con el doctor pues habían inhalado una cantidad peligrosa de veneno, sin embargo uno de ellos se quedo aquí. Los llevare con el.
—No, solo yo iré, pero me atrevo a pedir un favor mas de su parte.
—Claro solo digalo.
—Puede llevar a los príncipes a un lugar donde puedan descansar y beber un poco de agua.
—Por supuesto, Laura llevalos al carruaje ahí estarán mas cómodos ofreceles comida y agua, por favor.
—Como ordene. Por favor príncipes siganme. —Cuando cada quien tomo su rumbo Aria volvió a drigirse a Mu.
—General, como disculpa por lo que ha ocurrido quisiera pedirle se una con nosotras en este peligroso viaje.
Escuche que no solo las personas son un peligro, el reino de Rêvent fue atacado por una criatura poderosa se dice que perdieron todo su ejercito, el reino de Excalibur los encontró y han creado una alianza de viaje, es lamentablemente lo que les ocurrió.
Sin embargo si usted no quisiera no insitire les daremos un carruaje y seguirán su camino también le acompañaran varios soldados.
—Lo pensare, y también oí esa noticia las hadas nos informaron a tiempo ¿no cree?
—Si. —Al llegar a un grupo de soldados uno de los hombres tocia pues aun no se recuperaba del veneno que había respirado.
—Mi señor me alegra verlo aquí, es bueno que este bien. —Aria al verlo supo de inmediato lo que sucedía pues el hombre ahora agonizaba.
—¿Que fue lo que les paso Grob?
—Cuando se los llevaron lejos una nuve de veneno nos ataco cuando estuvimos débiles nos atacaron casi todos murieron, los que sobrevivimos fue porque nos lanzamos a un lago pero la nube de veneno nos alcanzo, cuando creíamos todo perdido ellos nos encotraron.
Perdoneme señor por no haber podido proteger a sus majestades.
—Tranquilo no pienses eso, mejor recuerda aquel lugar del que me hablaste donde ibas con tu esposa e hija a almorzar.
—Ahora me encontrare con ellas ¿no es cierto? Volveremos a estar juntos como en esos días. Mi señor gracias por estar aquí. —Fueron sus ultimas palabras, aquel hombre había partido a un mundo que nadie conocía.
—Se ha ido, princesa acepto su propuesta alianza, nos uniremos a ustedes en este viaje.