Cuando lo miro a los ojos se dio cuenta que su universo ahora era un mar de torbellinos, sentimientos tan extraños y tan confusos la hacían trastabillar en sus paso, ¿acaso no podía enamorarse de una manera normal? ¿no podía ser como aquellas chiquillas que su corazón se aceleraba y tratar de llamar su atención? No, primero con Naruto fue un manojo de nervios, recuerda la época en donde solo con mirarlo sentía que su mente se nublara, incluso llegar a estar cerca de el sentía un nerviosismo tan grande que aunque nunca sucedió creyó realmente que devolvería el la comida de una semana, el tartamudeo llegaba porque creía ella misma que cualquier cosa que dijera seria nada si el la mirara... Patético.
Pero ahí estaba, mirando esos ojos negros, expectantes a cualquier cosa que salga de su boca, expectantes de cometer cualquier error, error que no existía porque en el amor los errores no existen, solo decisiones tomadas a mal tiempo, de mala manera y sin preguntar de mas... ok los errores si existen, lo que no tenia ningún error era la cara de ese hombre, rayos ¿porque es tan apuesto?
Ahí la pequeña Hyuga seguía perdida en sus pensamientos, el hombre sonrió y la chica se sonrojo mas, lo siguiente que dijo la heló y solo pudo respirar después de que el se fuera... aquellas palabras se quedaron en el aire y en su cerebro, como si un kunai con veneno fuera insertado en su cráneo desde la parte posterior. Oh no, ella acaba de cometer un error al no hablar y ahora otro al dejar que se fuera. Y es que Hinata Hyuga se sentía como un error cuando se quedo sola en aquel lugar. Solo un error que escupía errores y se sometía a sus consecuencias.