No todo es coincidencia. [Lar...

LarryFiccsEverywhere tarafından

996 46 26

Louis es un reconocido organizador de bodas. Esta vez todo tiene que ser normal, ¿por qué no? Tan solo deberá... Daha Fazla

No todo es coincidencia. [Larry Stylinson] ONE SHOT

996 46 26
LarryFiccsEverywhere tarafından

Tomlinson. Ese era el apellido que había marcado el destino de Louis desde un principio. Años y años observando como miles de novias se entregaban a los hombres de sus vidas, dándose el sí, quiero. Sus padres se habían encargado durante todo este tiempo en conseguir que el negocio de la familia fuera uno de los más reconocidos. Bueno, reconocidos y de los más estresantes. Tan solo con la edad de veintidós años Louis había organizado más de cincuenta bodas en el corto periodo que llevaba en el negocio de su familia.

Era bonito ver como todas aquellas mujeres impregnaban sus bodas con alegría y euforia. Flores, manteles, damas de honor, todo comenzaba a ser estresante. Pero realmente le gustaba, a veces se preguntaba que sentimiento sería el que todas aquellas bellas damas tendrían al finalizar y ver completada sus bodas.

Hacia varios días que había llegado a Italia. Debía descansar, tenía que descansar de todo el estrés acumulado. Su ruptura con Josh realmente había sido molesta y necesitaba mantener su mente despejada y tomar nuevas ideas para la organización de las próximas bodas. Salió del jacuzzi con una toalla en su pelo y otra en la cintura, por unos segundos pudo acercarse a la ventana de aquellasuitey pudo contemplar aquella bonita imagen del centro milanés. Secó su suave piel y pudo escuchar como el sonido de su iPhone se hacía eco en aquella habitación. Agarró sin ganas el teléfono y revisó sus mensajes. Trabajo. “Debes volver inmediatamente a Londres, tienes una nueva boda, tienes que organizar una gran boda, te quiero, hijo.”

-

Todo comenzaba a ser rutinario. Realmente sería una gran boda pues no se molestarían en escatimar con los gastos, pronto conocería a los afortunados, pero Louis quería lograr que nuevamente todo fuera a lo grande, un día inolvidable para aquella futura novia.

“Es increíble que no sepas absolutamente nada de la familia del futuro novio.” Dijo Jay mientras organizaba un ramo de flores en uno de los salones residenciales. “Mamá, me ocupo de organizar bodas, no investigo a los novios. Sencillamente me limito a seguir sus instrucciones, es todo.” Louis acabó de retocar una de las flores rosas carmesí que desentonaban en el arreglo floral que Jay sostenía en sus manos.

“Díos mío, es un Styles. El novio es el hijo del magnate de automóviles más importante de Londres. Creo recordar que su nombre era Harry; pero no estoy segura.” Finalizó la madre del chico de ojos azules mientras con su mano derecha le pellizcaba el moflete izquierdo a su hijo.

-

Cuando Louis entró a su despacho pudo ver cómo yacían sentados un hombre de unos sesenta años de edad, elegantemente vestido y acompañado por una preciosa joven de pelo rubio. Louis pudo notar el nerviosismo de la muchacha porque ella no paraba de morderse las uñas, algo que realmente le parecía grotesco.

“Buenos días, me presentaré; soy Louis Tomlinson. Yo seré la persona encargada de organizar la boda que ustedes solicitaron a nuestra agencia.” Dijo Louis amablemente y espero a que una enorme sonrisa también fuera correspondida por el caballero de pelo blanco que se encontraba sentado.

“Mucho gusto, Louis. Soy Frederic Styles, soy el suegro de esta preciosa mujer y soy el padre del futuro novio.” El caballero señalo a la mujer sentada a su derecha y la presentó.“Encantada, soy Taylor.” La joven se sonrojo y espero a que Louis se pronunciara. “Eres una preciosidad, pero ¿y el novi-o-?” Louis fue interrumpido cuando un apuesto joven, de alta estatura, pelo revuelto y unos ojos verdes preciosos entró al despacho sin previo aviso.

“Disculpen que me haya tardado, pero tenía que resolver unos problemas.” Dos hoyuelos se manifestaron en el rostro de joven, que segundos más tarde conectó su mirada con un estático Louis. Por unos segundos el chico de ojos azules se sintió realmente incómodo, la mirada del apuesto muchacho era demasiado intrigante y le costaba apartar su mirada de él. “Mu-mucho gusto. Louis Tomlinson. Yo seré quien organice tu boda, señor Styles.” Louis tartamudeó y pudo sentir como el rubor se apoderaba de sus mejillas. Aquel chico tendría casi su misma edad, era realmente joven para casarse.

“Encantado Lou, pero por favor evita llamarme señor, no creo que esté tan viejo.” Harry sonrió y observó como Louis se mostraba estupefacto al percatarse de la familiaridad con la que Harry lo había tratado. ¿Lou? Nadie lo llamaba así. Nadie que sea un completo desconocido.

-

Había pasado un mes y medio del comienzo de todo lo referente a la boda. Louis todavía tenía por delante seis largos y ajetreados meses para poder llevar a cabo uno de los eventos del año en el territorio inglés. A penas había tenido tiempo de comenzar a concretar detalles con los que serían realmente los protagonistas de aquella boda, los novios.

Allí estaban nuevamente reunidos, Harry, Taylor y Louis. La muchacha había decidido llevar a su madre para la prueba de trajes de novia. Sinceramente habían muchos, creedme, muchos. Y Taylor se mostraba indecisa con todos, Harry no le había prestado ni un solo segundo de su atención a la rubia y por el contrario había fijado su mirada en Louis. El chico de ojos azules evitaba coincidir con el rizado, pero a veces era imposible; cuando sus ojos se conectaban realmente se quedaba hipnotizado, incluso se sentía extraño por compartir esa clase de miradas con un apuesto chico que meses después se casaría con Taylor.

“Definitivamente me quedo con este, Louis. ¿Qué te parece, mamá?” Confirmó la chica rubia después de más de dos horas probándose trajes de novia. “Es precioso, seguro que Harry se volverá loco cuando te vea.” Louis sonrió mientras veía la aprobación de la madre de Taylor. Habló con la costurera y minutos después salió ha hacer unas llamadas, encontrándose de frente con Harry, que llevaba esperando un buen rato mientras su futura esposa se probaba los vestidos.

Harry hizo abrió su boca para decirle algo a Louis, pero este rápidamente lo ignoró y hizo como si no se lo hubiese encontrado. Pero segundos después el chico de ojos azules se detuvo ante la firme mirada del heredero de la familia Styles y añadió unas palabras: “Taylor realmente estará preciosa.” Louis pudo ver como la cara de Harry sentenció una leve sonrisa, pero carente de felicidad. “Con cualquier cosa que elija estará bien.” La entonación del chico de rizos fue clara, no mostraba ninguna clase de ánimos. Louis no quiso darle ninguna importancia a las palabras de Harry, tan solo asintió y siguió con su camino.

“Lou.” Dijo Harry en una súplica sorda. Louis se giró hacia donde se encontraba el novio y centró su atención en él. “Haces una magnífica labor.” Por unos instantes el chico de veintidós años no supo que contestar. Pero… Despierta Louis, ¿qué demonios? Detén tu cabeza. “Sólo hago mi trabajo, señor Styles.” Aquellas palabras dejaron maltrecho a Harry, ¿por qué era tan tajante? Louis agarró su teléfono y salió de la boutique.

-

El maldito coche no arrancaba y Louis tenía un enorme problema, enorme. Estaba estacionado en una céntrica calle de Londres y las tarjetas para el próximo enlace tenían que llegar hoy mismo a la estación de correos. Pero su coche sencillamente no iba, no funcionaba, estaba completamente muerto, ¡muerto! Sacó su iPhone y, ¡MIERDA! Su móvil no respondía, su batería estaba off. Genial, Louis Tomlinson, genial. Dispuesto a tirarse a uno de todos los coches que pasaba por la céntrica calle, su cuerpo se heló al escuchar cómo esa grave voz se posicionaba detrás de su oreja.

“¿Necesitas ayuda?” Louis dio un saltó y se encontró con Harry. Sí, amigos míos, Harry y sus preciosos ojos.

“Oh, Harry, - No, buenas señor Styles.” Tartamudeó Louis. Definitivamente aquel muchacho lo ponía nervioso.

“¿Otra vez, con lo mismo? Deja de llamarme así, comenzaré a preocuparme. Me siento viejo Lou.” Mil y dos mil veces Louis no entendía porque lo llamaba así, ¿por que le nacía llamarlo así? Pero el chico de ojos azules no pudo evitar sonrojarse cuando una enorme sonrisa se plasmó en la cara de Harry cuando decía aquellas palabras.

“Lo siento, pero soy así. Me cuesta coger confianza con mis propios clientes.” Sonrojado y nervioso Louis contestó. “Por ser tú lo dejaré pasar, solo por ser tú. ¿De acuerdo?” Harry sonrió y añadió: “¿Qué le ocurre a tu coche?”

“No funciona y encima tengo que llevar las invitaciones al puesto de correos y llegó tarde, la verdad es que no se mucho de coches y pues no se que hacer.” Louis se llevó las manos a la cabeza, comenzaba a mostrarse desesperado ante aquella situación y no le gustaba fallar en los preparativos de ninguna boda.

“Bueno, no tomes en cuenta que soy el hijo del mayor magnate de automóviles de este país, pero enseguida lo arreglo, solo me tomará unos minutos.” Enunció Harry. Louis no pudo evitar quedarse petrificado al ver como, sin ninguna clase de reparos, Harry se desprendía de su camiseta blanca y descubría su pecho.

Oh my fucking God. Harry realmente era precioso. Su cuerpo estaba adornado por varios tatuajes, en especial aquella enorme mariposa en el centro superior de su abdomen. Louis ama las mariposas. Louis observó como Harry abría la parte delantera de su coche y en tan solo unos minutos, aquel maldito coche funcionaba. Aún con la cara manchada el chico de rizos era atractivo.

“Lo ves. Ya está.” Louis no pudo contener su alegría y abrazó enérgicamente a Harry. Cuando cayó en cuenta se retiró rápidamente y le dijo: “Definitivamente eres muy grande Harry, eres un genio.”

Harry bajo su cabeza y se sonrojó, “No lo sabes bien Tomlinson, no sabes cuan grande puedo ser…” Ambos se pusieron rojos, se sentían estúpidos y observados.

“Lo siento, pero me tengo que ir, si por lo menos quiero conseguir que de aquí ha seis meses te cases.”

-

Louis confirmó lo que ya sabía. Lo atraía, Harry Styles lo atraía. Allí estaba él, observando como Harry se media el que sería su traje. Louis no veía a Harry cómodo, y él tampoco lo estaba. No le gustaba aquella situación, pero el chico de rizos se lo pidió expresamente. Una vez Harry se colocó el que sería el traje definitivo, el chico de ojos azules sintió como su corazón se aceleraba cuando se acercó a acomodarle la chaqueta a Harry.

Por unos segundos Louis podía notar la respiración profunda y pesada del rizado. No quería levantar su mirada porque sabia que si lo hacía allí estarían, sus ojos, sus bellos ojos. Aquella mirada que le intentaba decir tantas cosas que no entendía.

“Creo que esto ya está.”  Dijo Louis mientras daba un paso hacia atrás y se separaba poco a poco de Harry.

“¿Estoy guapo?” Preguntó el chico de ojos verdes mientras levantaba su ceja y lo miraba de forma picara. Louis mordió su labio y sin pensarlo dos veces contestó: “Sí.” ¿Pero qué? ¿Qué haces Louis? ¿Cómo te atreves a decir eso? Lárgate inmediatamente de allí y deja a Harry solo.

“Verás, no quise decir eso, bue-no-” Louis no pudo completar su frase. Harry había puesto fin a la distancia entre ambos y ahora solo era capaz de sentir como unos suaves labios se unían con los suyos y danzaban de aquella forma tan maravillosa. Podía sentir como Harry sujetaba su trasero con su mano izquierda mientras que con la derecha presionaba la cabeza de Louis contra la suya. Aquel beso era cálido. Intenso. Louis mordió con deseo el labio de Harry, provocando que esté gimiera de placer. Ahora eran solo ellos, nadie más.

Louis separó sus labios de forma brusca, avergonzado. “Lo siento, lo siento, esto no tendría que haber pasado.” El chico de ojos azules salió corriendo de aquel enorme probador y aunque Harry intento detenerlo, no pudo. Harry se limpio suavemente lo labios, se acomodo el pelo mirándose fijamente en uno de todos aquellos espejos y afirmó: “Serás mío, Louis Tomlinson.”

-

Estaba avergonzado, profundamente avergonzado. Hacía tres semanas que desviaba sus labores con los preparativos de aquella boda para así evitar coincidir con Harry. No tenía la suficiente decencia como para ponerse delante de él y mirarlo a los ojos. Pero su trabajo inevitablemente lo haría volver a encontrarse con el chico de ojos verdes. Quedaban cinco meses para la boda y el tiempo parecía detenerse en contra de Louis.

Su teléfono había estado lleno de mensajes de Harry. Pero no quería responderlos, no podía. Aquello estaba mal. Tumbado en su cama, escucho con un nuevo mensaje aterrizaba en su bandeja de entrada. Era él, nuevamente él. Esto tenía que acabar, porque de lo contrario Louis se volvería loco. Sus ojos solo releyeron el mensaje de Harry una y otra vez. “Sé que no me quieres ver, ni escuchar, ni hablar. Pero necesito verte, necesito estar contigo Lou. Por favor, tengo que reunirme contigo. Te espero en el Hotel Palace, habitación 641. xxx.”

-

Estaba parado enfrente de aquella habitación. Por unos minutos vaciló si entrar o no. Ya no había marcha atrás. Su mano se detuvo antes de llamar a la puerta, ¿sería lo correcto? Ya era tarde. Louis llamó y la puerta se abrió.

Harry sonrió cuando vio al chico de ojos azules. No lo dudo y le robó un beso en los labios, pero rápidamente fue detenido por el chico más pequeño de estatura. Debían hablar, tenían que aclarar todo lo que había ocurrido días atrás. Louis se sentó en un pequeño sillón y guardó silencio.

“Louis-” Harry comenzó la conversación pero fue detenido por el ojiazul.

“No, Harry. Está mal. No debió haber pasado. Vas a casarte en cinco meses.” La voz de Louis se cerró. Tenía dolor. “No la quiero. No amo a Taylor, ella es solo un capricho de mi padre.”Afirmó tajantemente Harry.

“¿Pero por qué? No, Harry. No puedo sentirme bien. Nunca me siento atraído por mis clientes. Jamás.”

“Yo te atraigo, Louis. Y tú también me atraes a mí. Desde el primer momento en que te vi. No pude separar mi vista de ti. Taylor es solo eso, un capricho. Sus padres son socios muy importantes de mi padre y me veo en la obligación de casarme con ella.” Harry se acercó a Louis y acarició su rostro. Un suave beso se deslizó por el cuello del bajito, provocando que este se estremeciera.

“Para…” Louis pudo sentir como Harry lo levantaba en sus brazos. Las palabras no salían de su boca. Tan solo quería estar con Harry, tan solo eso. Su cuerpo aterrizó suavemente en la cama de aquella habitación. Ambos juntaron sus labios y se deleitaron con un beso, sus cuerpos comenzaban a estar ardientes de deseo, el roce entre ambos comenzaba a ser doloroso. ¿Por qué pararse a pensar en lo que pudo ser pero jamás fue?

“Necesito hacerte mío, lo necesito.” Fueron las palabras que dijo Harry antes de quitarse su camisa. Louis asintió y comenzó a devorar el pezón izquierdo de Harry, provocando que este saboreara la locura. Sus miradas eran cómplices, eran sus mejores aliadas. “Ahh, para Louis vas a conseguir que mi amiguito, el pequeño Harold se despierte.” El chico de ojos azules rió ante las palabras de Harry y lo empujó contra la cama, posicionándose encima del chico de rizos.

“Tan solo disfruta, Harry.” Los labios de Louis comenzaron a descender por la fila de los duros y marcados abdominales de Harry. La lengua cálida y suave de Louis comenzó a saborear la piel de aquel chico de ojos verdes. Pronto sus labios desembocaron en los pantalones de Harry, que con suma sutileza se deshizo inmediatamente de ellos. Rápidamente Louis pudo ver un enorme bulto en los calzoncillos del rizado. “Por esto, una vez te dije que no sabías cuan grande podía ser Lou…” Harry sonrió mientras fugazmente mordía el labio de Louis.

El ojiazul se sonrojo, pero no vaciló ni un segundo cuando se llevó el gran pene de Harry a la boca. Durante unos instantes Louis degustó el miembro de aquel chico de rizos. La cara de Harry era un poema, claramente se estaba muriendo de placer al ver como Louis devoraba su pene. “Joder, Louis. Tu-u bo-boca es…” Alcanzó a suspirar Harry antes de presionar la cabeza de Louis contra su pene. El chico mayor frenó su labor y delante de Harry se deshizo de su ropa. La mirada de Styles se depositó en el gran trasero del chico de ojos claros. Era perfecto. “¿Sabes cuanto tiempo he deseado tener este culo entre mis manos?” Preguntó Harry mientras azotaba las nalgas de Louis.

La lengua de Styles comenzó a recorrer la entrada de Louis; provocando que este se estremeciera de placer. Sabía que con el gran tamaño del pene de Harry, tendría problemas, problemas muy dolorosos. Pero de alguna manera Louis estaba tranquilo con la compañía del chico rizado. “Babe, debo comenzar a dilatarte tu entrada, ¿okey?” El ojiazul tan solo afirmó y sintió como dos dedos se introducían en su interior. Se mordió el labio y soltó un gemido profundo. Harry era tierno con él, intentaba causarle el menor daño posible, pero aun así era imposible para Tomlinson evitar un fuerte escalofrío cada vez que Harry introducía una y otra vez aquellos dedos en su ano.

“Harry, para, por favor, te necesito dentro.” La voz de Louis se ahogó en un suspiro. Harry se acercó a la mesilla de noche y extrajo un bote de lubricante. Quería facilitarle a Louis todo lo que le fuera posible. Untó su pene con una gran cantidad de aquel líquido y se puso detrás del chico mayor, que ya yacía en la cama a cuatro patas. Lentamente Harry fue posicionando su miembro en la entrada de Louis y empezó a apretar. “¡Dios, que dolor!” Gritó Louis.

Harry sacó su pene, estaba preocupado, pero Louis le pidió nuevamente que lo introdujera. Necesitaba sentir aquella presión en su interior. “Babe, relájate. Se que es grande, pero intentaré que no te duela.” Louis arqueó sus caderas y esto facilitó mucho la penetración. En tan solo unos minutos tenía a Harry completamente dentro. El rizado penetraba una y otra vez a Louis. La mano derecha de Harry cogía fuertemente del pelo a Lewis. Su pene comenzaba a entrar frenéticamente en el interior del más mayor. El chico de ojos verdes deslizó su mano y atrapó la fuerte erección de Louis y comenzó  a masturbarlo lentamente. Este hecho provoco que Lou estallara en una serie de gemidos armónicos que ponían más cachondo a Harry. “Sí esto te gusta, solo hemos empezado, mañana no vas a poder levantarte Tomlinson.”

Louis notó como Harry sacaba su pene completamente para volver a embestirlo de nuevo, hasta el fondo. Lewis mordía las sabanas de aquella cama, no quería gritar, solo quería sentir a Harry dentro de él. El chico más alto cogía ambas nalgas de Louis y las apretaba contra su gran pene. Le gustaba ver como el trasero de ojiazul era capaz de tragarse completamente a su enorme amigo, Harold. Harry dejo de embestir a Louis para así poder tumbarse en la cama. “Es hora de que me dejes cabalgar a tu amiguito, ¿no crees Styles?”

Con ambas manos en el pecho de Harry, Louis comenzó a introducir en su ano el pene del rizado nuevamente. Pudo sentir como las venas de aquel chico se tensaban en su interior. Tenía mucha presión en su abdomen, pero era algo que le estaba produciendo placer. Sin previo aviso, Louis inició una serie de movimientos pélvicos que hicieron blanquear los ojos del chico de rizos.

“Cómo sigas con esos movimientos conseguirás que te deje completamente lleno de semen, Lou.” No he de negar que a Louis le encantaba aquella idea, pero quería conseguir que sus movimientos fueran más lentos y profundos, quería ser completamente de Harry. Una mano firme se extendió a lo largo del pene de Tomlinson y lo siguió masturbando frenéticamente. Durante varios minutos ambos muchachos desataron su pasión y se dejaron llevar por sus instintos más primarios.

Fugazmente Harry se levantó de la cama con Louis a sus brazos mientras lo seguía penetrando.“Dios Harry, me duele, me duele mucho.” Gimió en chico más bajo. “Lo siento babe, lo siento,  a veces me gustaría no tenerla tan grande, pero no me la puedo cortar.” Los dos sonrieron entre gemidos, Louis pudo sentir como su espalda impactaba contra la fría pared de aquel cuarto mientras las embestidas de Harry lo hacían retorcerse de dolor. “Sigue, sigue, por favor no frenes.” El eco de los gritos de Louis comenzaban a ser realmente alarmantes.

Durante unos segundos solo existían ellos en este planeta. El sudor comenzaba a recorrer su cuerpo. Las uñas de Louis se clavaban en la enorme espalda de Harry, además de arañarlo. Su placer solo podía ser manifestado de aquella forma. Ahora eran sus lenguas las que comenzaban a jugar. Aquellos besos eran pecaminosos, estaban cargados de deseo, de pasión. “¿Te gusta que te folle así?” Preguntó Harry mientras soportaba aún en sus brazos a Louis. “Si, realmente me encanta, joder sí.” El rizado dejo caer a Louis nuevamente en la cama y ahora se encontraban en la posición del misionero.

Las embestidas eran realmente profundas, placenteras. A Louis le encantaba sentir el peso de Harry contra su pequeño cuerpo mientras lo penetraba mil y una veces. “Babe pronto me correré…” La presión en el ano de Tomlinson comenzaba a ser desmesurada, sus nalgas estaban enrojecidas y adoloridas. Juntó sus piernas entorno a Harry y hizo que las caderas del chico más alto impactaras en repetidas ocasiones contra los glúteos del ojiazul.

“Yo también, oh sí.” Harry quería finalizar de masturbar a Louis, así que empleo sus pocas energías en satisfacer al chico de veintidós años y pronto notó como el pene de Louis descargaba su semen en su estomago. Pronto Harry llegaría al clímax, cogió de la cabeza a Lewis, lo besó y profundizó sus embestidas. Su pene ahora se deslizaba con bastante facilidad dentro de Louis. Entre varios gritos le indicaba a Harry que lo estaba volviendo loco de placer. “Harry, no lo pienses, tan solo hazlo. Correte dentro de mí.”  

El chico de ojos verdes comenzaba a desfallecer, el culo de Louis era realmente agotador. Durante varios minutos más su pene desgarró las paredes intestinales de Tomlinson, pero no podía detenerse, quería seguir follándose a Louis, realmente quería estar con el toda la noche, pero su pene pronto diría hasta aquí y así podría finalizar aquel encuentro tan apasionado.

“Oh, Lou, me corro…” La última embestida de Harry fue realmente dolorosa, Louis araño con fuerza el cuello de Styles y pudo sentir como varios chorros de semen inundaban su interior. Despacio Harry sacó su pene y segundos después todo el líquido que el chico de ojos verdes había derramado en las entrañas de Louis salió en gran cantidad. “Eres un gran follador, señor Styles.”Dijo Louis mientras lamía una gota de sudor que bajaba por la cara de Harry.

“Lou, me veré obligado a follarte sin piedad como sigas llamándome así…” La sonrisa de Harry fue extremadamente pícara. Sus bellos ojos verdes se fundieron con los de Louis y entre ambos se creo nuevamente aquella complicidad tan especial. “Ah, entonces si ese es el caso, así lo haré señor Styles.” Dijo Louis antes de que Harry se abalanzara sobre él.

-

Taylor no podía dejar de mirar a Louis y Harry. Entre ellos había complicidad, una complicidad que con el pasar del tiempo comenzaba a ser más que evidente. Estaban tan solo a dos meses de la gran boda y realmente Harry no tenía ningún tipo de interés en aquella patraña. En el restaurante, mientras se decidía el catering Louis pudo deslizar su mano por la entrepierna del rizado. El pequeño Harold comenzaba a ser evidente, pero ningún de los acompañantes, como Taylor, el patriarca de los Styles o la madre de la novia se percataba de esto.

Después de una mañana cargada de deliciosos manjares, Harry se deshizo de Taylor. Aquella muchacha no le interesaba, solo le importaba en aquel momento Louis, su Louis. Llegaron al apartamento del organizador de eventos y allí ambos tuvieron por así decirlo… ¿Sexo, sexo y más sexo? Sí, en varias ocasiones el chico de ojos verdes hizo suyo a Louis.

Con el paso de los días los encuentros entre ambos eran frecuentes. Harry no podía desechar todo por la borda, tenía que preparar una estrategia de la cual salieran beneficiados ambos, por el momento Louis tendría que seguir soportando a Taylor. Aunque la rubia cada vez se mostraba más inquieta ante los continuos flirteos entre los dos muchachos.

-

Una semana, una semana y el gran enlace se daría lugar. Sinceramente todo a estas alturas era jodidamente estresante. Pero faltaba poco Louis, poco. Tan solo unos días más. Pero cada vez que quería desfallecer, allí estaba él. Harry. Nunca habría creído en las casualidades, más sin embargo esta sin duda alguna era la coincidencia más bonita que le había ocurrido a Louis. Los dos muchachos se tenían el uno al otro, mutuamente. Cada mañana, cada noche.

Entre gemidos, fuertes embestidas, sexo, sudor y calor ambos se entregaron nuevamente al placer, un placer que gozaba de los más bajos deseos; pero ese era el precio que pagaban ambos concubinos. Los besos cálidos y suaves recorrían en cuello de Harry, mientras este por su parte embestía una y otra vez a Louis. “¿Sabes que eres el mejor amante que jamás he tenido?”Preguntó el rizado.

“¿Sabes que tú también eres muy bueno cada vez que me follas, Hazza?” Louis abrazó a Harry y dejó caer su cabeza en el pequeño del más alto.

“¿Babe?” Dijo el chico de ojos verdes mientras acariciaba fugazmente la nalga de Louis.

“¿Si?”

“¿Ya está todo preparado?” El ojiazul solo asintió con su cabeza, los planes de ambos pronto se cumplirían. “Sí, está todo preparado”

-

Las campanas iniciaron su particular melodía. Jay buscaba con desesperación a Louis, pero no conseguía encontrarlo. Quinientos invitados yacían en la iglesia esperando a que la novia llegará y pudiera dar el sí, quiero. El magnate de los Styles comenzaba a mostrarse impaciente, pues Harry aún no llegaba a la iglesia. No estaba. Taylor tuvo que entrar antes que el novio, y durante varios minutos de larga espera; una limusina negra frenó delante de la iglesia.

Un joven vestido de negro salió de ella y con un ramo de flores se dirigió hacia donde esperaban los testigos y la novia. Ante la atónita mirada de los invitados el caballero siguió con su camino hasta posicionarse delante de la novia. Por unos instantes la rubia estaba desconcertada y no podía emitir ninguna clase de sonidos.

“¿Señorita Taylor?” Preguntó el joven.

“Sí, soy yo. ¿Quién eres tú?”

“Soy un mensajero, y he traído esto para usted.” Acto seguido el joven le entrego el enorme ramo de flores que llevaba en sus manos y sacó una tarjeta del bolsillo. Con las manos temblorosas Taylor agarró la tarjeta y la abrió. Un fuerte nudo se estableció en su garganta.

Bueno, realmente llegó el momento de poner fin a esta absurda boda. Desde un principio, sabes que no te amo. Fuiste cómplice de un sinsentido. La boda que tú y mi padre querías ya está hecha. Pero lamentablemente yo no formaré parte de ella. He esperado seis largos meses para poder resolver mis gestiones, porque ahora, yo, Harry Styles reclamaré la herencia que de por sí me corresponde.

Lo siento Taylor, pero lo único bueno de esta boda, ha sido conocerlo a él. A Louis. Por eso es él quién está junto a mí en estos momentos. Dile a mi padre que es un grandísimo hijo de puta. Solo eso, feliz boda.

Harry.

Un fuerte chillido salió de la boca de la novia, antes de caer al suelo fruto de un desmayo fortuito.

-

“¿Crees que hemos hecho bien, Harry?” Preguntó Louis mientras rodeaba con sus brazos al rizado, que se encontraba apreciando las bellas vistas de la ciudad.

“Sí, hemos hecho bien. Yo he hecho bien al elegirte a ti, Louis Tomlinson.” Harry se giró y puso sus enormes manos en la dulce cara de Louis, quien lo observaba con sus ojos vidriosos. “Pienso, que no todo en esta vida es coincidencia, y si fui capaz de encontrarte, no puedo dejarte ir.”Harry cerró la distancia entre ambos con un casto y dulce beso.

El chico de ojos verdes cayó sobre la cama, contemplando cómo Louis se arrodillaba y sujetaba su bragueta. Mordiéndose el labio el ojiazul se acercó más a Harry y lo besó.

“¿Crees entonces que debería jugar con el pequeño Harold?”

“Realmente creo que Italia debe ser testigo de nuestro amor, y porque no… También de nuestros encuentros sexuales, ¿no crees, Lou?”

“Tienes toda la razón, Honey, toda la razón.” Contestó Louis antes de comenzar a engullir en miembro de Harry en aquella suite que meses atrás ya lo había acogido, y que meses atrás fue donde su madre por primera vez le anunció que prepararía la gran boda de Harry Styles.

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

123K 7.9K 45
Porque Avery Leclerc siente que nadie va a volver a amarla tanto como Max Verstappen, hasta que Lando Norris le demuestra lo contrario. o Porque Lan...
182K 10K 72
Alexandra Weasley, la primera hija mujer de los Weasley empieza su aventura en Hogwarts sorprendiendo a toda su familia. Siempre pensó que el amor er...
56.3K 1.8K 16
Eres la hermanastra de Bakugou y vas a la U.A igual que el, por el día son como hermanos muy normales pero todas las noches te hace gemir su nombre h...
49.7K 8.6K 30
"Sergio Pérez siempre ha sabido que no es suficiente para Max Verstappen. Desde su compromiso hasta sus actuales años de matrimonio, sabe que el Alfa...