Multimillonario, poderoso, soltero, un hombre que toda mujer desea tener, es lo que le sobra a Estefano De Santis dueño de los viñedos donde se cosechan los mejores vinos de Europa.
Regreso a mi ciudad natal en Toscana después de viajar por el mundo promocionando los mejores vinos de Italia.
Estoy dedicado al mundo de los vinos desde mi infancia y me forcé para aprender de los mejores logrando ser el primer distribuidor del país.
Soy el magnate multimillonario y poderoso de Italia, no me he casado ni tengo un compromiso formal, las mujeres me sobran y satisfago mis deseos sexuales según mis condiciones.
Me dediqué al vino ya que mi familia dejó como legado el mejor viñedo de Toscana, mi infancia fue aprender trabajando con mi padre para lograr lo que hoy en día soy.
Antes de partir de Toscana recuerdo que había una niña que siempre me dejaba detalles y cartas de amor, nunca me interesó tener una relación con ninguna chica y menos del campo, estaba enfocado a dedicarme al mundo del vino.
Viajé a los países donde fabrican los mejores vinos para recolectar información desde los viñedos hasta el comercio del producto.
Regresé a Toscana para crear un nuevo vino y reactivar el viñedo familiar, me dediqué en comprar acciones y hacer dinero para tener la mayor empresa de exportación de Italia.
Estuve años fuera de Italia y regreso para tomar las riendas del Viñedo De Santis.
Mis planes es comprar el viñedo abandonado de nuestros vecinos, después de que falleciera el Sr. Ferrari, la familia decidió vender los terrenos.
No me preocupa averiguar la situación actual de esas tierras, no creo que alguien esté interesado en competir con mi viñedo sabiendo que pertenece al magnate más poderoso de Italia. Tengo fama de ser déspota y tienen miedo de estar a mi mismo nivel.
Estoy culminando las labores de trabajo en las Empresas De Santis y mi secretaria me indica que hay una empresaria interesada en negociar mis tierras.
_ Ingeniero la empresaria Fiorela Vitale solicita reunirse con usted, ya es la tercera solicitud y no tiene respuesta de su parte para atenderla.
_ Vanessa no estoy con ánimo de atender a una mujer que quiere lo que no está en venta. Dile que ando de viaje. Mañana te necesito temprano en la oficina.
_ Como usted diga ingeniero.
_ Que carajos con esta mujer, se cree que tengo la obligación de atenderla cuando le plazca. Ya estoy hostinado de su insistencia, mis tierras no están en venta, ni las pienso vender.