Selena
*hace un año*
No paraba de llorar. ¡Malditas lagrimas, deténganse ya! no las soporto. Lo único que hacen es nublarme la maldita mirada. Ni siquiera puedo ver bien. Joder. Ese bastardo hijo de puta. Yo sabía, yo sí sabía que todo no podía ser tan perfecto. Yo sabía.
El ascensor nada que llegaba. Comencé a subir las escaleras, necesitaba ver si el texto que había llegado decía la verdad. No podía ser en serio, Justin no era así, no, no, no.
Mis músculos quemaban por el esfuerzo. Ya en el piso diez, me ardía todo, pero necesitaba llegar. Hice todo el esfuerzo que era humanamente posible, y llegue al piso numero 18.
La puerta estaba cerrada, pero el grandísimo idiota me había dado copia. Entré a la habitación, y la visión que tuve, fue ciertamente repugnante.
Una chica rubia, encima de Justin. De mi Justin. Él le agarraba las caderas y le sonreía. Ella solo hacia ruidos orgásmicos de puta barata, mientras él le sonreía. Quizá un reflejo le hizo voltear, ya que lo hizo. Su cara se descompuso en un segundo.
-Selena...-
No pude evitar comenzar a reír, ya no habían lagrimas en mi rostro.
-eres un hijo de puta-
Seguí riendo unos cuantos segundos. La chica me sonrío de manera sindica.
-y tú, tú eres una puta barata, a la cual dejarán en la mañana-
La cara de la zorra esa también se descompuso en un abrir y cerrar de ojos.
Me volteé y me preparé para salir.
Escuché como la cama rechinaba, y luego sentí unos brazos abrazando.
-lo siento, yo no quería...fue...-
Le di una amplia sonrisa.
-No te preocupes, siempre supe que me ibas a fallar... te puedes olvidar de todo, eres un hijo de puta, y mandaste todos nuestros planes a futuro, toda nuestra relación, ¡todo!, a la mierda..-
no me había dado cuenta, pero había comenzado a llorar
-¿por qué? cual era la puta necesidad de querer acabar con todo, ¿que tiene ella que no tenga yo? ¿que hizo ella que yo no hiciera? ¿que te dio ella que yo no te diera? simplemente no comprendo-
mi voz ya casi no se escuchaba, con los lamentos que salían de mi garganta.
-lo siento, mi reina, no te pongas así...-
-¿tu reina?-
Me volteé, y me fijé en que Justin no se había puesto nada, había salido tal cual estaba cuando lo encontré.
-bonita vista, al parecer yo no era la única que la podía disfrutar...-
Le di una sonrisa, y me metí al elevador que, gracias a absolutamente todos los dioses, ya estaba abierto.
Mientras las puertas se cerraban, no pude evitar gritar.
-vete a la mierda-
Le enseñé mi dedo corazón, mientras las puertas se cerraban.
(...)
-¿segura que quieres cantar esta canción justo ahora?-
-sí, maldita sea, Ryan, ya han pasado dos meses...yo puedo-
-está bien...-
La pista empezó a sonar, y comencé a cantar. Las palabras sonaban fluidas, ya que había cantado esa canción una infinidad de veces. Nunca podía llegar al final.
-I told, I told, I told myself again
I'm never running back on what I said
Trying not to roam but you're so...
Far away, so far away
Won't listen to the conscience in my head
I'm conscious but I'm lonely, halfway dead
Tired of the things you never...
You never said, you never said
Our love was made to rule the world
You came and broke the perfect girl
Our love was made to rule the world
Our love was made to rule the world
You left me wanting what we were
Our love was made to rule the world
Forget forever
Forget forever...-
oh no...
Los gritos comenzaron salir de mi boca, antes de que pudiera frenarlos, al igual que las lagrimas.
-¡yo te iba a dar el para siempre, hijo de puta! ¡Yo te amaba! Maldito bastardo...-
Mis voz se escuchaba gangosa, y las lagrimas no me dejaban ver. Me tiré al piso, y seguí llorando. Ryan entró al estudio y me abrazó.
-te dije que no, Sel-
Él solo me acariciaba la cabeza, desde el nacimiento del cabello, hasta el final de este.
-ya, princesa, él no lo merece...-
comencé a llorar con mas fuerza.
Después de diez minutos ya me había calmado lo suficiente para que mi voz volviera a sonar como debería.
-desde arriba, Ryan...-
la pista comenzó a sonar, pero le hice una seña con el dedo a Ryan para que detuviera la música. Mi teléfono acaba de vibrar. Lo desbloqueé, ya que al parecer era un mensaje de voz.
Antes de que pudiera pararlo, el mensaje ya se estaba reproduciendo, y mis lagrimas saliendo. Su voz sonaba partida y llorosa, tanto como había sonado la mía en su momento.
-Hola nena, soy yo, solo te quería llamar, para decirte que
te amo muchísimo,
solo quería que supieras que eres mi princesa,
que eres merecedora de todo el amor en el mundo,
que eres...el amor de mi vida-