Retos de misterio

By OrangeColeman

172 21 7

Aquí estarán todos y cada uno de los relatos que escriba para los desafíos de @MisterioEs. Es una iniciativa... More

Epígrafe
La estirpe desnuda

La última verdad

83 9 1
By OrangeColeman

El otoño en Tombstone solía ser foráneo. Había en él una belleza indescriptible que solo los habitantes del pueblo conocían, pero aquella misma belleza que los envolvía en sus redes tenía algo turbio que los hacía alejarse. La entrada al pueblo por la Interestatal 18 era un tanto desierta y macabra, todo aquello debido al aspecto que daban los viejos árboles de álamo negro y la piedra con forma de lápida que tenía escrito Tombstone como si de un verdadero difunto se tratase. Bajo el nombre del pueblo, se encontraban esculpidas unas flores rosa claro que habían ido perdiendo el color debido a las intermitentes lluvias de los últimos días, justo debajo de las flores aunque un poco enterrado, había un anillo de compromiso de oro blanco con una preciosa esmeralda verde que daba brillo al conjunto. Después de todo, nadie se esforzaba por aquellas flores de la tumba, cada primavera la lápida volvía a adquirir aquel tono fresco como si hubiese sido su primer día, otra vez.

El viejo trasto que había empezado a ser el Renault R12, hizo que Sarah Osborne golpease su cabeza contra el guía y luego levantase el rostro disgustado y rojo hacia el de su anciana madre. Aquella mujer llevaba el fino pañuelo de encaje blanco apretado en los labios mientras una tos seca volvía a hacer aparición por sexta vez de camino al St. Anne Hospital.

— Tranquila, mamá. Llegaremos pronto —intentó dar consuelo Sarah a su madre, aunque lo hacía más para calmarse a sí misma.

La carretera estaba silenciosa. Hubiese parecido un pueblo fantasma de no haber quedado el Renault atrapado a mitad del camino y la tos de Hattie una añadidura al clima lúgubre del momento. Un Buick GS 400 negro les pasó por el lado y Sarah tocó el claxon varias veces, elevando una plegaria al altísimo para que la sacase del aprieto. Cuando el coche se detuvo a unos pocos metros y fue retrocediendo hasta quedar junto a la ventanilla del acompañante, Sarah bajó el cristal a medias y miró el rostro de su salvador con entusiasmo mientras le explicaba la situación de su madre.

El Sr. Blackwell se hizo cargo de llevar a ambas al St. Anne y se despidió teniendo la cortesía de dejarles un paraguas. Además de encargarse de que el Renault llegase sano y salvo a su casa. Sarah se sentó en la sala de espera y durante dos horas se encontró hablando con personajes del pueblo que conocía y otras que solo estaban de paso. Una de las enfermeras encendió el televisor esperando que la emisión nocturna del canal de noticias diera inicio, para ese entonces le habían brindado una taza de chocolate caliente que solo eran servidas para el personal médico, y una manta de lana que había pertenecido a una anciana señora que había muerto allí mismo. Después de hacer un ruido sordo al recuperar la señal, el televisor dejó ver la imagen de la noticiera, esta tenía el rostro desencajado como si estuviese desorientada en su propia área de trabajo:

"En las últimas noticias. Van a ser cerradas las carreteras principales del pueblo por las intermitentes lluvias. Se aconseja a los que tienen viviendas cerca del lago que busquen refugio lo antes posible, aún no se conoce si habrá riesgo de inundación..."

La emisión se cortó por unos escasos segundos, y cuando se pudo recuperar la señal, la noticiera se veía mucho más pálida que antes:

"Ha sido encontrado el cuerpo de Bridget Sweeny, una adolescente de dieciocho años que llevaba dos semanas desaparecida. Ha sido uno de los casos más crueles de secuestro en adolescentes que hayan ocurrido en esta ciudad. La joven fue encontrada en las inmediaciones del bosque, tiene varias partes del cuerpo calcinadas y mutilaciones en brazos y piernas. Se darán un reporte más detallado de lo ocurrido en las próximas veinticuatro horas..."

La mujer había dicho las últimas palabras titubeando, fue entonces que mientras organizaba los papeles se desmayó, el retumbo que dio su cabeza cuando chocó contra la mesa fue espantoso, la emisión se cortó por completo después de que uno de los de producción fuera a auxiliarla. Por alguna extraña razón la enfermera se echó hacia atrás, Sarah solo recordó la emisión de aquel 15 de julio del 1974 cuando estaba sentada frente al televisor comiéndose unas donas. Sarah tenía dieciséis años y su hermano sólo cinco cuando Chubbuck habló firmemente ante las cámaras, sonriendo mientras leía aquellas líneas que significaban las últimas palabras que el mundo recordaría de ella. Sarah la había visto y había vomitado sobre su hermano, recordar el estallido al presionar el gatillo y la nube de humo que voló del arma, así como el pelo siendo movido por una ráfaga de viento, su estómago volvió a revolverse como aquel día aunque esta vez hizo lo posible para no vomitar.

La joven mujer giró a la izquierda sosteniéndose el estómago y la enfermera la obligó a sentarse, eliminando de su rostro aquella expresión aletargada, y prometiendo volver con algún remedio que aliviase sus ganas de vomitar. Cuando el Dr. Walter hizo acto de presencia, Sarah ya se encontraba un poco mejor:

— Vuestra madre se encuentra bien —dijo con voz trémula aunque después lo repitió de manera más firme—, es la tos el problema, no hay señales de que vaya a disminuir en las últimas horas. He considerado que lo mejor sería que la dejases aquí durante dos días para ver como el virus evoluciona, tú puedes irte a casa.

Sarah llamó a su marido desde el hospital y lo esperó fuera mientras la ventisca amenazaba con llevarse el paraguas con ella. La pobre mujer no dejaba de pensar en el rostro de Bridget mientras la lluvia golpeaba su rostro, el paraguas había sucumbido al viento y en pocos segundos se encontró empapada y hambrienta. Un trueno hizo que brillase la noche y el Chevrolet Caprice Classic del 75 que conducía Luther Winters parecía destartalado a la luz de aquel manifiesto de la naturaleza. El color rojo esplendoroso que el vehículo había lucido algunos años atrás había envejecido junto a su dueño. Sarah corrió a través de la lluvia e intentó abrir la puerta en un solo intento, pero este plan falló y después de dos minutos fue que la puerta sucumbió a la rudeza utilizada por Luther.

Luther apenas contaba con 33 años de edad, pero sus ojos ya tenían aquellas arrugas irremisibles en el rostro. Las manos calludas habían ido perdiendo su encanto de antaño y el cabello del mismo color había empezado a surcarse de canas con antelación. Para Sarah seguía siendo tan apuesto como siempre, para otros Luther estaba a punto de retirarse del cuerpo de policía. Su trabajo como forense lo había hecho perder tantos momentos especiales, que ni siquiera pudo asistir al parto de su hija debido al accidente que había ocurrido con Timothy Burton en el lago meses atrás:

— Te noto asustada, Sarah. ¿Tienes frío? —le preguntó Luther mientras le tendía una manta que ambos habían utilizado de arrullo en su adolescencia.

— No, me encuentro bien.

Sarah se quedó callada durante algunos minutos y miró la hormiga que trepaba por el cuello de su marido, además de una hoja seca que colgaba en un borde de su camisa:

— He visto las noticias —se atrevió la mujer a romper el silencio mientras fijaba sus ojos azules en los de él. Luther no dijo absolutamente nada, Sarah continuó a pesar de su silencio—. Dicen que fue calcinada, ¿es eso cierto?

— Hay muchas cosas que se dicen y no son ciertas, Sarah. —Luther fue cortante con sus palabras, pero aquello no detuvo a Sarah a preguntar:

— ¿Te ha molestado mi pregunta?

— En lo absoluto, cariño. El pueblo está conmocionado por lo ocurrido con la joven Sweeny, se emitirá un toque de queda en el pueblo.

— ¿Por qué? Sólo ha desaparecido Bridget y ha sido encontrada.

— Otra joven desapareció en la madrugada de ayer, la gente tiene miedo de que sea el mismo asesino.

— ¿Quién es la joven?

— No tengo información de ello, y aunque lo tuviese no te la daría. Sólo sé que tiene quince años pero aun así el aspecto de una niña.

Sarah se mantuvo en silencio después de aquella misiva agresiva de parte de Luther, llegaron a su casa un tanto abandonados a la suerte. Sarah se bajó del coche pero Luther no lo hizo:

— ¿No vendrás? —La mirada de Sarah era nefasta, esperaba que su marido quisiese quedarse con ella.

— No puedo, tengo que hacer la autopsia. Volveré a temprano a casa, dale un beso a Layneth de mi parte. Te quiero, Sarah —y con aquellas últimas palabras se marchó, dejándola sola en la acera.

Para Sarah, Tombstone nunca había sido su sueño. En cambio, para Luther allí estaba su vida entera. Las muertes y desapariciones en Tombstone no eran mayoritarias como en muchos otros lugares, pero había hallazgos que eran tan desagradables que se ocultaban los detalles al ojo público por un tiempo. Hubo una temporada en la que Luther no asistió a casa en todo un mes, Sarah había creído que en cualquier momento le llegarían los papeles del divorcio, pero nunca había ocurrido nada.

La mujer pagó a la niñera su trabajo y removió la cuna de Layneth mientras tarareaba una nana que se le había olvidado de tantas veces que la había repetido. Mientras movía la cuna absorta, fue quedándose dormida en las últimas estrofas cuando un tono melodioso la hizo despertarse de sobresalto. Una vieja caja de música que ya había perdido su color, se encontraba en la parte interior del alféizar de la ventana. La bailarina se movía al son de "Mi príncipe azul", Sarah se levantó de la mecedora y se acercó tenazmente al lugar anteriormente mencionado. La ventana estaba entreabierta y algunas gotas de lluvia habían logrado filtrarse hacia dentro así como una brisa fresca. Sarah tomó la caja de música en las manos y se percató que el broche que debía cerrarla estaba roto, a lo mejor la niñera la había cerrado mal y el broche se había roto por el impulso de las piezas mal situada. Porque después de todo, nadie podría dejar una caja de música dentro de la ventana de su hija, Layneth tenía su habitación en el segundo piso de la casa.

— ¿Qué has logrado descubrir? —Preguntó Derek York mientras se colocaba unos guantes y dejaba las gafas a un lado. Luther tenía cara de pocos amigos y Derek evitó acercársele demasiado.

— Su muerte ha sido salvaje, dame la reconstrucción del sitio hasta donde puedas y yo te diré los detalles de su muerte.

— Bridget Elisabeth Sweeny de dieciocho años salió temprano de casa con un bidón de gasolina medio lleno y una botella vacía para llenarla en la granja de Lester Pruitt, llevaba puesto un vestido amarillo mostaza que tenía unas cuantas flores blancas y unas sandalias del mismo color. El pelo rubio lo llevaba atado en una trenza poco elaborada. Fue vista por última vez sentada bajo el olivo, tenía la frente ensangrentada y el rostro descompuesto, no permitió que nadie la ayudase. Sus familiares reportaron la desaparición tres horas después de que se hubo ido de casa, fue encontrada cuatro días después en las inmediaciones del bosque a seis kilómetros de una comuna amish. Tenía el rostro quemado y el estómago abierto, se encontró junto a ella la placenta del bebé que llevaba dentro. Le habían puesto una corona de rosas blancas que estaba manchada con la sangre del niño y la banda que había ganado como reina del otoño el año pasado. El bebé fue encontrado...

— No tienes que decir más. ¿Quieres la reconstrucción de sus últimas horas? —Derek asintió y Luther empezó a hablar—. Bridget corrió descalza por varias horas, como si hubiesen intentado darle caza. Fue atada a un poste con alambre de púas y golpeada varias veces en el estómago, perdió al bebé. Le cortaron el dedo meñique primero y después le abrieron el estómago a sangre fría, puede que se haya desmayado en el proceso. Le fracturaron seis costillas y la golpearon con un bate en las piernas. Le arrancaron siete tatuajes mientras aún estaba con vida y metieron el que se encontraba en su muslo derecho en la boca, la golpearon varias veces en la cabeza. Le quitaron el alambre de púas y la lanzaron al suelo, ignoro si la hicieron levantarse o la dejaron recostada para lanzarle la gasolina que llevaba en el bidón, el punto fue que lo hicieron mientras aún tenía consciencia. Apagaron las llamas al poco rato y la asfixiaron hasta que murió. La reina de belleza estuvo consciente para varias de las cosas que le hicieron. Uno de los presentes vomitó, se está intentando recuperar una que otra muestra de ADN. ¿Puedes armar una teoría con esos detalles?

— Sí —York tenía el estómago revuelto—. ¿Crees que a Genevieve Parrish la haya capturado el mismo asesino?

— Espero en Dios que no, de ser así, hay que hacer lo posible para que sea encontrada lo antes posible. Bridget murió a los días de estar desaparecida.

— Disculpe, oficial York. El ayudante del sheriff Ethan Preston desea hablar con usted y hay un sinnúmero de periodistas que exigen una declaración oficial por la desaparición de Genevieve.

— Decidle que ya voy. Gracias por tu ayuda, Winter. Ya puedes regresar a casa —York se acercó al cuerpo, se santiguó delante del mismo y dijo en un susurro mientras lo cubría con las sábanas—. Que Dios tenga piedad del alma de la pobre chica y la acoja en su seno. A ella y al bebé.

Ni siquiera se dio cuenta de la marca pálida que se encontraba en su dedo anular y nadie echó de menos el anillo que faltaba allí.

Habían pasado varios días desde la desaparición de Genevieve, Bridget fue enterrada y cada discurso era más emotivo que el anterior. Sarah no sabía que decir exactamente. Layneth la había hecho perder varias horas de sueño y su rostro era opaco, su piel había adquirido un tono espantoso y la inundación no se había hecho del rogar. El pueblo había dejado la bandera de las instituciones a media asta y la familia Sweeny había tenido la casa llena los últimos días, aunque ya la masa de personas había empezado a disminuir constantemente.

Sarah se había intentado dormir después de dar tantas vueltas en la cama, pero siempre terminaba por girarse hacia la ventana de su habitación, el nombre de Genevieve Parrish había salido a la luz y en el pecho de Sarah se había instalado una culpa irremisible. Genevieve iba a ser la niñera de Layneth durante todo el verano y ahora ya no estaba. Rezó porque la chica apareciese con vida y volvió a fijar su vista en el cuadro que Winter había puesto junto a la ventana. Aquel hombre de ojos verdes la miraba con fiereza, los relámpagos no ayudaban para nada a aquella noche hostil. La noche resultaría larga si no cubría aquella imagen con una sábana cuánto antes. Pronto empezaría a llover y el frío recorrería sus pies hasta hacerle erizar el vello de las piernas y recorrerle lo que le faltaba del cuerpo. Eran en aquellas noches abismales en las que Sarah se preguntaba si su matrimonio con Luther valía la pena. 

Layneth no lloró aquella noche, el frío si recorrió sus pies y la hizo arroparse con varias sábanas, la pesadilla había vuelto a repetirse, solo que esa vez se sentía más tonta y con un dolor mayor que la impulsaba a echarse hacia adelante, el frío había parecido congelar la noche pero sentía una pesadez demasiado fuerte como para levantarse y buscar otra sábana. Aun así logró conciliar el sueño con alivio y tener un tranquilo descanso.

A la mañana siguiente, Sarah estaba sentada en la cama con una expresión de susto en su rostro. Nunca había habido algún cuadro con un hombre tétrico en ella, solo estaba la ventana con el cristal siendo golpeado por las leves gotas de aquella llovizna mañanera. Ella se sentía diferente y tocó lo que la había hecho sentirse de aquella manera. Su cuerpo recostado y envuelto en sábanas manchadas de sangre, aún continuaba allí.

____________________

Tombstone: Quiere decir "Lápida Sepulcral"    

Me inspiré para una historia más larga, así que puede ser que Tomsbtone sea un pueblo hecho realidad próximamente. 

Continue Reading

You'll Also Like

11K 894 21
YUH EX MAN BRUK YUH HEART ND YUH NUH SEE HIM FI YEARS! JUS LEAN PON ME SHOULDER, MI EASE YUH TEARS🥹. NEW TO THIS WRITING THING SO BARE WITH ME🙏🏽�...
12.4K 381 31
here you will find a few of my ideas. Have fun :) -Angst + Character death (Chapter 1) -slownburn??? Idk/Mialotte (Chapter2) -family drama (Chapter 3...
126K 5.2K 45
A fire incident at his(Kim Jae-soo) husband's home while he (Baek Ji-Hu )was away made Kim Jae-soo return to his third year of university (he was reb...
26.4K 5.8K 30
A Lawyer, Bold with a bit of anger issues, Smart, Not in good terms with his Father. A Girl, Sweet but Insecure about her weight, With Career tension...