— Señor Jeon, recuerde que debe ir a una de las fiestas que ha organizado uno de los nuevos socios; es en honor a que han firmado contrato. — Una mujer hablaba mientras sostenía una carpeta azul en sus manos, Jungkook por otro lado tenía su vista en su computador.
— ¿Cuándo dices que es la fiesta?
— Este viernes señor, según el correo de invitación, debe ir formal por supuesto, y también dice que lleve a su pareja. — La secretaria rió al ver la mueca de Jeon.
— Al parecer todos mis socios piensan que tengo pareja, ¿no? — La joven sonrió burlonamente y asintió a su vez.
— No se preocupe, de seguro y tiene a alguien en su mente para llevar a la fiesta. — Mencionó mientras veía al pelinegro desperezarse en su silla.
— No te miento, Rose, si que tengo a alguien. — Le sonrió con simpleza; él podía confiar en Rose, después de todo es la única o de las pocas amigas mujeres que jamás demostraron un interés y han hecho bien su trabajo, es por eso que se ha ganado el puesto de su secretaria personal.
— Rose, por favor cancelame todo por hoy, estoy muy cansado; también envíame la invitación, mientras tanto, iré a casa, es tarde y Sunn ya debe estar haciendo de las suyas. — Se levantó de su silla, y la castaña secretaria habló.
— ¡Espere señor!
Jungkook, giró confundido ya que se encontraba tomando su saco; Seul volvía a sus épocas de frío invierno.
— Verá, todo esto contiene los papeles que me pidió; de la pequeña Sun Hee, cada uno de sus papeles todos firmados por su madre, y también tiene los contactos de los abogados que me pidió. Todos ellos, se encuentran en un estudio de abogados, deberá ir usted y escoger a alguno que le parezca. — Le tendió aquella carpeta azul. — Con todos estos papeles, ya tiene suficiente, pero si es necesario, también le coloqué algunos archivos sobre la salud de Sun Hee, quien está sana, desde siempre. — Jungkook le sonrió a Rose, tenía todo esto gracias a ella, no podría haberlo buscado por si solo, hubiese sido un lío.
— Gracias Rose, si te apetece puedes retirarte ya, me has ayudado mucho, y tendré que pasar a por el estudio.
El joven se despidió y ya en su auto, chocó su cabeza contra el volante; estaba estresado.
Su padre no solo quería la custodia de Sun Hee, si no que también quería quedarse con una parte de la empresa de su madre, y ya iba en camino a corromper todo lo que Jungkook construyó en su propia empresa; por lo tanto quería la empresa de su madre, y además dejar en banca rota la empresa de Jungkook.
¿Había razones para ello?, Jungkook no lo sabe, ni tampoco sabe porque la repentina preocupación por Sun Hee, de repente apareció, solicitando la tenencia de la niña, quien claramente Jungkook NO dará.
Aún no sabe como es que su padre tenía la cara de aparecer, y encima querer destruirlo todo; la deducción que tenía Jungkook, es que quizá la empresa de su padre estaba decayendo y necesitaba limpiar su imagen y además adquirir nuevos socios. Jungkook cada vez se hacía mas conocido en el mundo de los empresarios, y no dejaría que su propio padre lo destruya, ni tampoco destruya lo que el con tanto esmero ha logrado.
Sobre todo a Sun Hee, es difícil criar a una niña con la edad que tiene, y más cuando no tiene presencia ni maternal ni paternal. Fue difícil para Jungkook, y no tirará todo ese esfuerzo a la basura.
Suspiró pesadamente, y arrancó su auto, saliendo por fin del edificio de su empresa. Pensaba en la única persona que puede curar su estres, o al menos hacerlo olvidar de aquello; Taehyung.
El castañito sabía como calmar a Jungkook, no lo mal piensen, Taehyung siempre tenia las palabras correctas para ayudar al azabache por más que este pensara que no ayudaba en nada, Jungkook se sentía muy agradecido en tenerlo e incluso en estos momentos.
Como si fuera obra del destino, su celular comenzó a vibrar mostrando el nombre de la persona dueño de sus pensamientos, Taehyung, aunque iba manejando, atendió el teléfono, este no tenía problema ya que colocaba el celular en un soporte que había colocado en el vidrio delantero, y hablaba en voz alta mientras manejaba con atención a la carretera.
— Hola bebé. — Sonrió al oír la respiración calmada del contrario.
— Jungkookie~, ¿vas manejando?
— Sí, pero no importa, voy prestando atención, ¿cómo estás?
— Estoy muy bien Kookie, justamente voy saliendo de la universidad, hoy he salido más temprano.
— Hmm, te necesito ahora conmigo. — Mencionó Jungkook con una voz algo rara que sabía que a Taehyung tanto le gustaba.
— Tendrás que esperar, no sé cuándo podremos vernos.
— ¿Qué te parece si vamos a almorzar a tu piso? — Taehyung rió.
— Bien, pero que sea a almorzar, Jeon. — Jungkook rió con tono de burla, y asintió aunque el castaño no pudiese verlo.
— Está bien, estoy cansado te llevaría a un restaurante, pero he tenido un día algo estresante, solo quiero estar contigo. — Taehyung sonrió desde la otra línea.
— Que te parece si pasamos por alguna comida rápida, y pedimos para llevar. — Propuso el castaño. — Así te relajas en casa. Además por lo que se, Sun Hee y Hye tienen clases de danza en una hora. — Jungkook bostezó mientras llegaba a la universidad del castaño; en ningún momento mencionó que pasaría por él, pero quiso entretenerlo con la llamada.
— ¿Si?, Lo había olvidado, pensaba que Sunn estaba en casa, pero tienes razón, no había recordado sus nuevos horarios.
Luego de unos minutos el auto de Jungkook estaba estacionando en la calle del frente.
Taehyung sonrió cómplice, no sabía que el azabache iría a buscarlo, pensaba tomarse un taxi.
Cruzó la calle con cuidado y subió al auto, dándole un beso corto en las comisuras del pelinegro.
Taehyung y Jungkook, ambos estaban, totalmente conscientes de que se comportaban como una pareja, pero eso parecía no importarles, Jungkook ya no quiso esperar más le contaría todo a Taehyung en estos días, en cuanto pueda liberar su agenda, aunque siempre tendrá espacio para su castaño.
— Tengo una fiesta este fin de semana.— Habló Jungkook mientras se dirigían a por la comida. Taehyung, quien mantenía su vista hacia el exterior, miró al contrario con curiosidad.
— Es una fiesta de uno de mis socios, la hará en honor a mí empresa, ya que hemos firmado un contrato exitoso, ya sabes. — Taehyung asintió, el ya había ido unas dos veces a esas fiestas, y para que mentir, no eran del todo agradables cuando muchas mujeres te miraban lanzándote dagas por los ojos. Aunque, para ser sinceros, Taehyung solía disfrutar esa sensación del fuerte agarre de Jungkook en su cintura cuando sentía la incomodidad de él en su alrededor. — Me preguntaba, si ¿quisieras venir conmigo? — Jungkook miró a Taehyung con un pequeño brillo en sus oscuros ojos. — Será una fiesta tranquila, nos iremos en cuanto hable con la mayoría de los socios.
Taehyung asentía mientras escuchaba al pelinegro hablar; bueno, sería una linda manera de comenzar de nuevo, según le había dicho Jungkook hace algún tiempo, Taehyung debía acostumbrarse a este tipo de fiestas, porque a Jungkook le encantaba llevarlo con él; al parecer eso no a cambiado.
— Está bien, iremos juntos. — Dijo el castaño ganándose una leve caricia en una de sus manos que estaban cerca del volante.
[...]
— Ya es sábado y aun no tengo nada para ponerme y la fiesta en es en menos de tres horas, Jimin. — Taehyung había olvidado que necesitaba ir de compras, pero su amigo siempre estaría ahí para ayudarlo.
— Tranquilo, veré qué tengo, además sabes que suelo tener mucho de gala, sabes que había salido hace tiempo a muchas fiestas así.
— Oh, es ahí donde conociste a ese... que ni siquiera recuerdas su nombre. — Se burló Taehyung y Jimin se puso Rojo.
— ¡CÁLLATE!, o no te prestaré nada. — Dijo con un leve sonrojo de vergüenza en sus mejillas gorditas, y tomó uno de sus trajes tirándoselo a Taehyung.
— Oye, oye Tranquilo viejo. — Taehyung rió nuevamente, y Jimin solo mordió su labio.
— Por favor no lo vayas a romper cuando probablemente te arranquen ese traje esta madrugada. — Jimin dió en el blanco cuando vió a Taehyung sonrojarse hasta por sus orejas.
— ¡Y-ya! — Exclamó Taehyung, tomando el traje con sus labios abultados.
— Bueno, ya basta de tonterías, vamos a prepararte, ve a ducharte y yo prepararé las cosas. — Jimin habló mientras tomaba a su gata Sammy, y salía del cuarto.
Taehyung decidió que era momento de empezar a prepararse.
— Ya está TaeTae, estás hermoso. — Jimin dejó una de las brochas utilizadas en el pequeño escritorio y Tae sonrió.— Saldría contigo si no fuera tan pasiva. Lo siento, me gusta que me den por detra...
— ¡YA ENTENDÍ! — Taehyung lo interrumpió antes de escuchar a su amigo quién disfrutaba contando sus experiencias, raras DEMASIADO RARAS, sexuales.
— Bueno, ponte tus zapatos que ya debe venir el jefazo.
— ¿Jefazo? — Taehyung rió mientras colocaba un poco de colonia en su cuello.
El celular de Taehyung sonó, y eso le indicó que Jungkook ya se encontraba abajo.
— Suerte hijo mío. — Bromeó Jimin.
— Cállate.
— ¡USEN CONDÓN!
— SHHH.
— Y NO OLVIDES EL LUBRICANTE. — Gritó el más bajo mientras las puertas del ascensor se cerraban y Taehyung le sacaba el dedo del medio al de cabellos rubios y este reía.
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HOLA.
Aparecí, por favor no me insulten (?
No sé si lo había dicho antes pero quería terminar mí novela "Sonrisitas Jeon", que ya en estos días subo el final; aprovechando que ya tengo el final casi listo (de esa novela) ya puedo volver a la normalidad, :D
En este lapso de que no he actualizado hemos subido mucho en leídas. Gracias, de verdad lo agradezco. Les voy a traer la otra parte del capítulo más tarde. Como regalito a su espera. 🌝
(1/2).
-Lu.
Disculpen si hay errores.